El libro que reseño hoy tiene una cosa que lo hace especial y es que es el último, junto con En la casa del guarda, de la misma autora, que adquirí vía el desaparecido Círculo de Lectores. Hice una entrada al respecto de la noticia de su cierre que podéis leer aquí si os interesa. La cuestión es que ya han pasado tres años y aún siento la pérdida. Siempre era divertido recibir la revista, ver las novedades y buscar información de los posibles libros a pedir que traía. Un poco como homenaje, aprovecho que se cumple este triste aniversario para leer la que fue la última adquisición.
Argumento
Mientras Lilly Haswell trabaja en la botica de su padre, preparando hierbas y remedios de memoria, nunca deja de pensar en su madre, que les abandonó cuando ella tenía apenas 15 años. Todo el mundo en el pueblo murmura sobre lo sucedido, pero nadie le cuenta nada y su padre tampoco habla del asunto. Solo sabe que se despidió de su hermano pequeño Charlie prometiéndole volver, algo que tres años después no se ha cumplido.
Al vivir en un mundo tan pequeño, Lilly no deja de pensar en la vida más allá de Bedsley Priors, en viajar, en vivir aventuras, en el amor… Y en descubrir qué sucedió para que su madre les abandonara. Cuando sus tíos de Londres, Jonathan y Ruth Elliot, se presentan en casa ofreciéndole la oportunidad de mudarse a Londres, recibir una educación esmerada y ser presentada en sociedad, no se lo piensa dos veces. Quiere saber quién fue su madre y qué le reserva el futuro a ella. Sin embargo, será mucho lo que deje atrás, aunque no sea consciente.
Reseña
A pesar de lo que el argumento deje entrever, lo cierto es que es una novela de la que hay bastante que decir. En primero lugar porque se aleja y mucho de lo que yo esperaba encontrar. Tenía la idea de que iba a ser una novela romántica al uso, pero no. Hay romance, sí, pero se sale del género de la romántica adulta como tal y la novela está clasificada en lo que se llama "clean romance", es decir, "romance limpio". Acabo de descubrirlo al ir a buscar información de la obra y este artículo explica bastante bien qué es esta nueva etiqueta. Básicamente, romance sin sexo, lo que me parece bastante mojigato porque ¿ahora el sexo es sucio? Al parecer es una categoría que surgió como reacción al boom de Cincuenta sombras de Grey y derivados del mismo palo. Que ya critiqué el bodrio aquel pero su problema no estaba en sí en que hubiese sexo. En fin, dejo aquí esto porque me podría entretener mucho divagando y no toca.
Otro detalle que hace destacar el hecho de que no sea una romántica al uso es que, si os habéis fijado, en el argumento no se cuenta nada de la pareja de la protagonista. Esto se debe a que no hay un pretendiente claro. Si no me fallan las cuentas ahora, Lilly llega a tener cuatro posibles intereses amorosos. Juro que por momentos me parecía estar ante un manga shôjo de "harén inverso", es decir, protagonista femenina rodeada de chicos guapos. No es el mejor ejemplo, pero el más claro de entre los que tengo reseñados sería éste. Aunque en la mayoría de los casos los "harenes" sean un poco pérdida de tiempo porque está claro cuál va a ser el elegido o, como mucho, la cosa está entre dos, en esta novela he ido perdidísima hasta la recta final. De hecho, no acaba con el que yo creía. Esto de por sí ya chafa un poco porque era el más interesante del elenco, pero el problema es que la protagonista parece una veleta buena parte del libro. Como libro "romántico" se lleva un cero, lo siento. En ningún momento se llega a sentir nada en la protagonista hacia alguno de sus pretendientes, se limita a sopesar los pros y contras de éstos. Por ejemplo, el primero que sale de la ecuación es rico y buen partido pero en realidad ama a otra mujer, así que sopesa lo que sabe que supone un matrimonio sin amor y lo rechaza ayudándole con la otra. Una pena porque lo que podría haber sido original y rompedor en el género, simplemente, no funciona.
Cabe decir que Lilly, en un principio, es la clase de protagonista que se adora. Es inteligente, tiene una memoria prodigiosa y es muy buena. Además, tiene deseos de ver mundo, de salir de su pequeño pueblo, lo que cualquier joven sueña y más en aquella época, claro. No obstante, es ir avanzando en el libro y se va perdiendo el interés que despertaba. Lo de ser una veleta no ayuda, claro, pero es que no llega a evolucionar. Tanto rollo de que quería ampliar su mundo para acabar siendo la misma que era. Por no hablar de los ramalazos egoístas y de superioridad moral que destila.
Aparte de por el contexto histórico de la Regencia inglesa (finales del siglo XVIII y principios del XIX), no he podido evitar pensar en Jane Austen y sus obras. Es muy evidente cómo toca temas de la autora clásica como la precaria situación de las mujeres que deben buscar un buen partido para tener el futuro asegurado. También coincide en la gran cantidad de personajes secundarios que forman el elenco. Sin embargo, carece de la chispa que tenía aquélla y, como ya he dicho, la parte romántica ni se acerca a todo lo que despertaba en sus novelas. En cierto modo pretende ser una versión moderna de ésta, pero la maestra sigue ganando.
De lo más interesante que tiene la novela es sin duda todo el tema de la botica. Se nota la documentación que llevó a cabo la autora para describir cómo eran estos establecimientos y plasmar los remedios que se usaban en la época, incluso describiendo la aplicación de sanguijuelas (ugh). Además, sitúa la trama en un momento histórico concreto en que pugnaban boticarios contra médicos y contra cirujanos por lo que se impulsó una reforma legislativa que acaba afectando a la familia de la protagonista. También trata el tema de enfermedades como la epilepsia o el retraso en las capacidades cognitivas consecuencia de un mal parto y cómo se enfocaban en la época. Se agradece cuando, en el género de la romántica histórica (salvando lo ya dicho de la parte romántica), las autoras hacen el esfuerzo de darle importancia al contexto más allá de ser un simple marco.
Por último me queda hablar de la parte del misterio de la obra, esto es, la desaparición de la madre. A cuentagotas van cayendo pistas y Lilly va haciendo descubrimientos pero la novela acaba sin saberse toda la historia, de manera un tanto abrupta, con giros de guion sacados de la manga y todo resulta, en general, bastante poco creíble. Una pena porque este tema podría haber dado mucho de sí.
Un detalle a mencionar muy extraño respecto a la narración es que la autora, durante prácticamente todo el libro, sigue a la protagonista exclusivamente. Sin embargo, hacia la mitad-final empieza a darnos el punto de vista de otros personajes, descolocando a quien está leyendo.
En definitiva, por desgracia, una lectura un tanto decepcionante que va de más a menos. Reconozco que en parte esa decepción es porque no se ajusta a lo que esperaba, lo asumo y quiero juzgarlo en base a lo que sí cuenta, no a lo que yo me había imaginado. Así, la parte romántica me ha parecido muy mala y con el misterio de la madre pasa lo mismo. El final no convence debido a ciertos sucesos que mete sin venir muy a cuento. Sin embargo, el contexto está muy logrado y ha sido una lectura entretenida con varias sorpresas, por lo que no ha sido una completa pérdida de tiempo. Pero poco más. Es como si en un mismo libro quisiera tratar demasiados temas y al final, quien mucho abarca...
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