domingo, 25 de septiembre de 2022

Encadenados, de Elizabeth Elliott

En la reseña de hoy sigo con una saga que empecé hace unos años. Se trata de la que en un principio era la trilogía Remmington / Montague (según dónde se mire). Para cuando me leí el primero, El señor de la guerra, resultó que la autora había sacado un nuevo libro en 2012 y, ahora que la he retomado, he visto que hay otro más titulado La princesa que salió en 2018 y no ha sido publicado aquí. Me hace gracia porque es un poco como el cuento de no acabar, cada vez que cojo un libro de la saga, quedan tres más. De todos modos, de momento al menos va a caer el siguiente para terminar la trilogía original. Más que nada porque forma parte del tocho que es la edición de Círculo de Lectores que incluye los tres libros en uno y por terminarlo. Luego veré si me leo también el cuarto que he conseguido de manera *ejem*pirata*ejem* porque su protagonista masculino sale bastante en esta historia y es todo un personaje al que me apetece conocer más.

Un pequeño comentario antes de entrar en la reseña como tal. Antes de leer este libro hice relectura del anterior para poder resituarme. En mi reseña le puse un 7,5 pero he de decir que ahora le subiría un poquito la nota hasta el 8-8,5. Sigo viendo sus defectos pero diría que me ha llegado más que entonces.
 
Argumento

Guy es el barón de Montague desde que el Rey le entregó el título que tenía su hermanastro mayor, Kenric, cuando éste pasó a ser solo barón de Remmington. A diferencia de aquél, que consiguió fama y fortuna luchando en las cruzadas y en la guerra de Gales, él ha conseguido su riqueza a través del comercio y tiene más dinero del que podría necesitar en varias vidas. Parte de esa fortuna decide gastarla en recuperar Halford Hall, castillo que perteneció a los Montague y donde su madre pasó momentos felices. Ese valor sentimental le lleva a ofrecer más dinero del que realmente vale en esos momentos. También podría tomarlo por la fuerza, pues es un hábil guerrero, pero no es un hombre que busque derramamientos de sangre que se puedan evitar. Así, para cerrar el trato se presenta en el castillo de Lonsdale donde su señor es el actual propietario de Halford Hall

Con lo que Guy no contaba era con quedar hechizado por los ojos verdes de Lady Claudia Chiavari, sobrina del señor de Lonsdale. La atracción mutua es inmediata y Guy está decidido a volver a Montague con ella. Pone de excusa que, siendo de origen italiano, esto favorecerá los intercambios comerciales con sus compatriotas. Sin embargo, no contaba con los tejemanejes de su avaricioso tío quien, al creer que se va a echar atrás en la compra del castillo, lo droga esa misma noche para llevarlo a la habitación de Claudia dejando a ambos desnudos. El complot está servido y Guy no puede saber si Claudia formaba parte de él o no.

No será solo su tío quien genere problemas. Claudia tenía dos hermanos mayores: Roberto, quien intentó asesinar a Kenric y a Tess acabando él muerto, y Dante, desaparecido desde hace años. La intención de Claudia es usar su única posesión valiosa, un maravilloso collar de esmeraldas, para obtener el dinero que necesita para localizar a Dante. De este modo se alejará de su tío, quien nunca ha sentido ningún afecto por ella, y de Guy y la atracción que siente por él pues teme que cuando se apague ese fuego, ella será la única que acabe con el corazón roto.

Reseña

Como decía, la relectura del anterior mejoró mi impresión de cuando lo leí en su momento y quizás por haber continuado con esa buena inercia, éste me ha parecido incluso mejor. Me ha encantando, así tal cual.

Aunque seguimos en un contexto medieval de finales del siglo XIII, Guy es un protagonista que no tiene los ramalazos machistas que sí que se le notaban a Kenric. Ése fue el punto más débil del primero y en éste, sin parecer que estamos ante un hombre del siglo XXI, sí que puedo decir que no tiene momentos  intolerables a ojos actuales. Más aún, hay protagonistas masculinos de libros contemporáneos que son muchísimo peores. Guy es un auténtico caballero y se agradece. Además, tiene puntos divertidos, es muy atento y respeta los ritmos de Claudia.

Por parte de ella, me ha parecido un personaje muy humano a la que le he visto muchos puntos fuertes así como debilidades que la hacen real. Por ejemplo, al ser italiana su dominio del inglés no es perfecto y eso le genera complejos de timidez e inseguridad acrecentados porque nadie en Lonsdale quiere tratar con ella por no entenderla al hablar. Además tiene un pánico a las ratas con el que me identifico plenamente. Por otro lado es muy inteligente, sabe de remedios y de matemáticas, algo muy poco habitual en esa época. Es fuerte y valiente pero conoce sus limitaciones.

En cuanto a la relación entre ambos, será bastante lenta aunque la pasión esté ahí desde el primer momento. Es un poco triste que todo parta del manido flechazo de amor instantáneo nada más verse. Ninguno lo reconocerá hasta más adelante, pero está claro que es eso y no simple lujuria. La cuestión es que Guy la respetará y dejará que sea ella la que vaya dando pasos, pero ella teme no el momento de las relaciones, sino lo que pasará después si él se cansa de ella. Además están los problemas derivados de Lonsdale y su complot así como la posesión de Halford Hall. Para complicarlo todo aún más, hacia el final entrarán en escena Dante, el hermano de Claudia, y Kenric junto a Fitz Alan que, de primeras, no la aceptarán viendo los precedentes familiares de asesinos y estafadores. En conjunto todo esto son obstáculos que irán superando y afianzando lo que sienten. Hay momentos preciosos y en parte se agradece la evolución lenta, que se vayan conociendo poco a poco y que aprendan a confiar en la otra persona.

En las sagas siempre se agradece que reaparezcan personajes de los libros anteriores para tener cierta continuidad y aquí Kenric y Fitz Alan aportan momentos muy buenos, ya sea con Guy o con Claudia. Esto lo digo a pesar de que en cierto modo les toque hacer de malos un poco porque, como hermanos mayores, su prioridad es proteger al pequeño de la familia. Una pena que ni Tess ni Helen aparezcan más que en menciones, podrían haber tenido sus momentos también con la pareja de este libro, sobre todo con una Claudia que no ha tenido amigas en años. Habrían sido unas escenas muy tiernas.

Como punto débil diría que la parte de Lonsdale queda resuelta de manera precipitada hacia el final cuando podría haber dado más guerra durante todo el libro. También diría que desperdicia a Thomas, un personaje secundario que presentaba muchas caras durante la historia. Desde que cumple la función de poner celoso a Guy, desaparece del mapa.

En conclusión puedo decir que es una novela muy bonita, sencilla y con varios momentazos de lo más interesantes. Tiene escenas originales aunque peca de ser bastante predecible en sus líneas generales. Tampoco es de extrañar, el género tiene una estructura de la que es difícil salirse y, sin hacerlo, la autora da una buena historia con su romance, sus momentos de acción, algún puntillo cómico y secundarios que lo complican todo un poco. Da lo que se espera de ella e incluso más. La he disfrutado muchísimo y me ha tocado el corazoncito en varios momentos.

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