Ha acabado recientemente la temporada de animes de invierno y de ella he seguido dos series, 7th time loop, de la que os hablaré próximamente, y ésta.
Yubisaki to Renren, obra del dúo de autoras que publican con el pseudónimo de Suu Morishita, es un shôjo de la Dessert que empezó en 2019 y está abierto con 10 tomos de momento. En España lo está sacando la editorial Arechi con el título Signos de afecto, van por el #6 y el siguiente está previsto para Abril. En cuanto a la adaptación, los doce capítulos llegan al tomo #5, por lo que claramente hay material para una T2 que seguramente no harán porque, claro, es shôjo.
Argumento
Yuki Itose es una universitaria con sordera de nacimiento que, a pesar de ello, logra llevar una vida prácticamente normal. No tiene problemas para socializar con los demás y puede seguir las clases gracias a la ayuda de su mejor amiga, Rin.
Un día, mientras viaja en tren, un turista le pide indicaciones sin poder ayudarle. Por suerte, un chico alto, de llamativo pelo teñido de blanco, resuelve la situación. No tarda en recordar que le conoce de vista pues va al mismo club que Rin. Después de que el extranjero se baje en la siguiente parada, Yuki le indica por signos sus audífonos y le da las gracias. El chico la observa y le pregunta si puede leer los labios. Así se comunican un poco y se despiden, dándole éste una palmadita en la cabeza.
Yuki no puede evitar sentir interés por el chico y le pregunta a Rin el siguiente día de clases. Se llama Itsuomi Nagi, tiene una gran pasión por los idiomas y suele viajar por todo el mundo como mochilero. Rin le confiesa que le gusta el primo mayor de Itsuomi y su jefe en una cafetería. Las dos se arman de valor para ir allí y pedirles los números de teléfono. El interés de Itsuomi por los idiomas facilita las cosas pues le dice que quiere aprender la lengua de signos. ¿Llegará a ver en ella algo más que una amistad?
Reseña
Respondiendo a la pregunta del final del argumento: sí, claro, estamos en un shôjo romántico a fin de cuentas. Yubisaki to Renren no es una serie en la que no sepamos por dónde van a ir los tiros, no hay intriga, es previsible. Y, con todo, sorprende, no en el destino sino en el camino.
La sordera de la protagonista, elemento clave a fin de cuentas, no está enfocado desde el drama. Por supuesto, hay algún momento en que vemos las dificultades que implica en el día a día o que Yuki se quede aislada de quienes la rodean, pero son situaciones puntuales y sin que haya mala voluntad por parte de nadie. La sordera es parte de su vida, pero no lo es todo, es agradable la naturalidad con la que se trata. Yuki es una chica dulce, le gusta la ropa mona y usa redes sociales como cualquier joven de su edad. Lo que sinceramente más me ha sorprendido de ella es lo lanzada que es a pesar de su timidez. Le ha hecho tilín un chico y en vez de limitarse a observarlo de lejos se lanza (con la ayuda de su amiga) a conocerle más. En otro tipo de personaje no sorprendería esto, pero Yuki es una chica dulce, tranquila y tímida. Eso sí tiene su mérito.
La pareja que forman es bonita y tierna. Aun así, lo cierto es que los capítulos, sobre todo al principio, empalagan, y recomendaría dosificarlos para no ver la serie en maratón. De positivo sí que tiene que Itsuomi respeta los ritmos de Yuki o su timidez para hacer algo más que darse la mano entre la gente. Con todo, como decía, hay que reconocer que es un romance en que no hay ninguna tensión, ni incertidumbre, ni dramas, ni desencuentros. Es todo tan bonito y va todo tan sobre ruedas que es cierto que le falca una piza de chispa. Si esto no os importa porque no buscáis una serie de grandes pasiones, es un anime adorable, de pequeños momentos de romance natural y sencillo.
A ellos les acompañan unos cuantos secundarios interesantes. La más destacable es Rin, una chica abierta y simpática, muy maja. Me gusta la pareja que hace con Kyoya, el primo de Itsuomi, que aun siendo algo más mayor se le nota más sangre en las venas que al protagonista. Luego está Oushi, a quien ya he mencionado como amigo de la infancia de Yuki y, claro, enamorado de ella. Resulta bastante imbécil, para qué negarlo. Le gusta la chica desde que eran pequeños, aprendió lengua de signos, pero siempre tiende a ser borde con ella y cuando aparece otro que se gana su corazón, se pone celoso y paternalista. Por último quedan Ema y Shin, amigos del instituto de Itsuomi que forman un triángulo amoroso entre ellos de muy poco interés. Shin lleva años enamorado de ella ocultándoselo y Ema de Itsuomi abiertamente y siendo rechazada una y otra vez. La verdad es que aportan muy poco. Ni siquiera se puede decir que la chica entre en la categoría de rival amorosa de la protagonista.
Lo cierto es que el anime pertenece totalmente al género romántico y deja poco espacio a nada que se salga de ahí. Siendo los protagonistas universitarios me sorprende el poco peso que parecen tener los estudios: ni periodo de exámenes, ni trabajos que entregar... ¿Cómo son las universidades japonesas? Lo digo en serio. Aparte de asistir a clases y tomar apuntes en ciertos capítulos no se les ve haciendo nada más. Siendo Yuki sorda, por mucho que tenga la ayuda de Rin, habría tenido su interés ver algo más de las dificultades por seguir el ritmo, más cuando las etapas anteriores las hizo en centros adaptados para jóvenes con sordera. También me sorprende que Itsuomi se pasa alegremente semanas de viaje por el extranjero sin coincidir con periodos de vacaciones. Además, ni idea de lo que están estudiando ni de lo que pretenden hacer cuando acaben sus estudios.
Lo único que se sale del tema romántico es cuando Yuki quiere encontrar un trabajo, pero al final es para ahorrar y poder ir de viaje con Itsuomi, por lo que no deja de estar relacionado. Es un tema interesante, pero no se trata muy a fondo. No hay reflexión al respecto de la discriminación de personas con discapacidad siendo además una chica joven y sin experiencia.
Algo que supongo que tendrá más peso en futuros arcos (que seguramente ya haya que verlos en el manga porque no creo que el anime vaya a tener una T2) es el tema de las familias, sobre todo la de Yuki. A pesar de ser adulta, tiene una hora de llegada muy marcada a las 22.00. ¿Cómo se compaginará eso con su intención de irse de viaje con Itsuomi? También es raro que su madre no haya aprendido la lengua de signos siendo su hija sorda de nacimiento. ¿Eso no le afecta a la chica? ¿Su vecino y amigo de la infancia lo aprende y su madre no? Me parece que la protagonista está sobreprotegida e infantilizada y que habrá conflicto familiar porque no parece haber comunicación fluida. Pero bueno, eso queda en todo caso fuera de lo que da de sí esta adaptación.
El apartado gráfico de la serie es un gran punto a favor. Muchos tonos pastel, estilo acuarela en algunos momentos, buen diseño de personajes y sin bajones de calidad sangrantes. Una delicia visual, vamos. Y como remate, tanto el opening como el ending son muy bonitos. También, punto a favor al tocar el tema de la sordera de la protagonista con detalles como el mismo silencio que ella percibe para que nos metamos en su piel.
En definitiva, una serie muy bonita y tierna. Demasiado centrada en el romance, le habría venido bien tener un punto más costumbrista, de slice of life, para tratar otros temas. La he disfrutado mucho a medida que la veía porque daba un rato dulce, tranquilo y que te acababa dejando el corazón calentito. A veces apetecen cosas así de sencillas y agradables, pero es cierto que se me ha quedado algo por debajo de lo que esperaba. Punto a favor de la adaptación que, aunque el manga siga varios tomos a partir de su final, el desenlace es satisfactorio en el punto al que llega.
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