lunes, 20 de mayo de 2019

Vampire Crisis, de Kaede Ibuki

Ya que sigo sin mucho tiempo disponible, hoy vuelvo a recuperar una de las reseñas de PSS que hice en su momento. Habitualmente dejábamos los tomos únicos, más breves y sencillos de reseñar, para las nuevas incorporaciones del equipo redactor pero como se han publicado tantos de la demografía shojo, que alguien se cogiera uno no estaba prohibido ni mucho menos. La lectura de éste me dejó tan satisfecha (como podéis comprobar en la mini-reseña que le hice) que me lo cogí. Además, era un tomo que había tenido al parecer muy buenas ventas y tocaba ver por qué. A partir de aquí, la reseña que redacté en su momento aunque adaptada en lo que a formato se refiere a como las hago para el blog.

Vampire Crisis salió en 2010 y fue la segunda apuesta que hizo Ivrea en una obra de Kaede Ibuki, siendo la primera el también tomo único, salido en 2008, Placer a la carta. No obstante, parece bastante evidente que en esta ocasión se fijaron más en la temática de la historia principal que en el hecho de repetir con una autora ya conocida.

Los vampiros nunca han dejado de resultar unos seres fantásticos muy atractivos, especialmente para las jóvenes lectoras, cosa que en estos últimos tiempos ha alcanzado un nuevo nivel gracias a cierta saga literaria muy explotada. Las editoriales de manga han querido subirse al carro de dicho éxito con diferentes propuestas y Vampire Crisis es la apuesta más clara y exitosa de la editorial en esta línea.

Vampire Crisis / Vampire Emotion

Para vengarse de su ex novio, Hisoka utiliza magia negra con tan mala suerte que acaba invocando a un vampiro llamado Rainford. Al presentarse, éste le ofrece concederle un deseo a cambio de su sangre. Sin embargo, a la mañana siguiente, ese siniestro ser que invocó poco tiene que ver con el alegre, cursi y despreocupado vampiro con aires de héroe romántico afrancesado que la invita a tomar el té en su propia terraza.

Los dos primeros capítulos son los que incluyen al personaje vampiro que, en este caso, mezcla su concepción con la de un genio que cumple un deseo, o la de un demonio que ofrece un beneficio a cambio de un pacto. La similitud con el punto de partida y el título de otra publicación de Ivrea, Virgin Crisis, de Mayu Shinjo, quizás motivase en parte ese éxito de ventas de este tomo.

Lo más destacable resulta ser el carácter del vampiro, Rainford, pues frente a todo pronóstico, es un ser adorable, cómico y un tanto disparatado, a la par que noble y cariñoso. A destacar también el desenlace de ambos capítulos, que sin entrar a detallar, ambos dejan un regusto agridulce poco esperable frente al más clásico Happy End que se imaginaría uno que va a acontecer. Casi da la sensación de faltar un tercer capítulo que cerrase la historia con dicho final, lo cual es, al mismo tiempo, original y desconcertante.

9/10

Cien plegarias y un deseo

Fujihirou está enamorada desde la escuela primaria de Yashiro, pero es una cobarde que no tiene siquiera el valor de regalarle la muñequera que ha hecho para él. Todos los días se acerca a rezar al templo próximo para pedir que la corresponda y tener el valor de darle la muñequera, siendo ésa la visita número cien. Cuando ya se marcha escucha una voz que dice “Te concederé ese deseo”, entonces empiezan a caer cascabeles del cielo, siente algo extraño en su cuerpo y, cuando vuelve en sí, se ha convertido en un chico…. Y Yashiro lo ha visto todo. 

Aquí la autora recurre a la clásica historia en la que una chica se disfraza de chico, por los motivos que sean, y acaba compartiendo habitación con el chico que le gusta. Sólo que, en esta ocasión, ella no se disfraza, sino que se transforma y no hay seguridad de que vuelva a recuperar su cuerpo. La autora plantea la situación con bastante humor y recurriendo a numerosos tópicos de este tipo de historias (la gran cantidad de chicos que se quedan “prendados” del adorable chico nuevo, la escena en los baños…). Todo para acabar en un desenlace realmente original que hace desear que hubiese un segundo capítulo pasa saber qué ocurre a continuación, si bien, no es realmente necesario.

9/10

¡Tienes que ser tú y sólo tú!

Natsume y Taiyou son de esa clase de amigos de la infancia que, al crecer, se suelen llevar como el perro y el gato. Sin embargo, Natsume está enamorada de él a pesar de saberse no correspondida. Durante el festival escolar, falta una de las chicas que hacían de vidente y le piden a ella que la sustituya, siendo su primer consultante ni más ni menos que Taiyou, claro que él no lo sabe dada la vestimenta de adivina que le han puesto. 

Ésta es la historia más típica y tópica. Simpática y dulce son sus mayores virtudes, pero por el contrario, no aporta nada y en un tomo en que todas las historias tienen una componente fantástica, ésta no parece ir demasiado acorde al resto. Las situaciones que se dan no son nada originales, y el desenlace es absolutamente previsible a diferencia de las demás. Con todo, no quiero decir que sea horrible, ni mucho menos, es mona y tiene su punto, pero no es nada especial.

7/10

El ángel de los diez años después

Nana y Eiichi enterraron una cápsula del tiempo e hicieron la promesa de abrirla diez años después. Sin embargo, poco después, por proteger a Nana, Eiichi tuvo un accidente y quedó en coma. De eso ya hace diez años y ha llegado el día de abrir la cápsula. 

La última historia recurre a otro planteamiento conocido pero no tan común en el que, un personaje en coma, pasa a ser un fantasma al que sólo puede ver su persona amada, aunque su cuerpo siga vivo.

No es una historia excesivamente original si bien, tiene su punto especial cuando a ella le da igual que la tomen por loca por “hablar sola”. Es sin duda la historia más emocional y melancólica del tomo, carente casi por completo de puntos de humor, si bien no es la mejor desarrollada y cae en varios clichés.

8/10

Conclusión

El estilo de Kaede Ibuki es muy perfilado, preciosista y limpio. Tiene un trazo muy fino y es muy detallista aunque evita recargar las viñetas más de lo necesario. Como resulta habitual en la demografía, son los personajes y, especialmente, sus expresiones faciales, los que se llevan la mayor atención, relegando los fondos a un aspecto secundario y usando tramas para sustituirlos en más de una ocasión. Es un estilo muy atractivo a la vista que sin ser demasiado personal, cumple su función perfectamente.

Que el tomo haya resultado ser un éxito de ventas no parece ser pura casualidad, pues conjuga los elementos más comunes actualmente para triunfar: una historia fantástica de vampiros y un dibujo bastante atractivo. Además, que las historias no sean excesivamente originales parece dar igual siempre y cuando el desarrollo de éstas esté bien trazado, que es el caso de las aquí recopiladas. Quizás la mayor pega que tienen es ser excesivamente breves, incluso para lo que a historias cortas se refiere, pues hay un total de cinco capítulos, cuando lo más habitual son tres o cuatro, lo que reduce de manera importante el margen de desarrollo. 

Vampire Crisis se puede considerar un tomo único bastante entretenido que hará las delicias de cualquier lector que busque historias cortas, fantásticas y dulces mientras no le afecte cierta falta de originalidad de partida que, no obstante, la autora sabe subsanar, en líneas generales, en otros aspectos. En cambio, no será un tomo recomendable para quienes estén cansados del boom vampírico o quieran historias profundas y elaboradas. Sabiendo lo que ofrece, es un tomo bastante bueno, de los mejores en este tipo de obras.

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