lunes, 30 de enero de 2023

Adiós, Midori. Hola, Shiro

Mucho ha llovido y seguro que muy poca gente de por entonces aún me sigue leyendo, así que empecemos por recuperar unas viejas entradas para poner en contexto. 

Hace unos años os presenté a Midori que era un precioso Clio verde manzana que vino en sustitución de Fido, mi primer coche, también un Clio pero modelo mucho más antiguo. Los años han pasado y la pobre Midori tenía ya unos achaques que empezaban a ser preocupantes, sobre todo una pérdida de aceite que arreglarla bien iba a salir muy cara. Además requería una mano de pintura que iban a ser +1.000€ y otros arreglos que, sumando, parecían no compensar. Este último año he hecho muchos kilómetros y la cuestión del aceite resultaba peligrosa, por lo que hemos optado por retirarla. Ha cumplido más de trece años y sumado unos 95.000 km. Y reconozco no estar del todo convencida de la despedida, muchas horas he pasado en su interior y se ha portado, en general, muy bien. De haber invertido en los arreglos seguro que habría aguantado unos añitos más. No sé, será que le llego a coger demasiado apego a las cosas y un mes después, aún me da pena.

La cuestión es que Midori salió de escena y entró Shiro. También es un Clio, que soy de esas personas que si algo les va bien, no cambian. Nos dijeron que seguramente estaría para finales de enero o mediados de febrero pero lo cierto es que el día 30 de diciembre nos dieron la llave.



Habría querido que fuese del mismo verde manzana, pero es un color que han retirado del catálogo y frente a otras opciones, dado que soy del caluroso Sur, mejor un color claro y el blanco fue la mejor opción. Precisamente, Shiro significa blanco en japonés al igual que Midori era verde. El nombre también le va al pelo pensando en el tigre blanco de Sousuke de Full Metal Panic! (historia corta Oogui no comrade - ver aquí).

Lo más destacable de Shiro es que tiene una sexta marcha para autovía y un botón para ponerlo en modo ECO y que consuma menos en los trayectos urbanos. Además incorpora pantalla y conexiones USB. Tiene muchos más botones y aún no sé para qué son la mayoría, la verdad sea dicha. También tiene la opción de poner las luces en automático, así que cuando oscurece o me meto en un túnel se encienden solas. 

Obviamente, ha sido un cambio a mejor y, al final, lo que importa es la seguridad. Espero conducir muchos años con Shiro y seguir sin ningún percance como hasta ahora. Al final es para lo que están los coches, para poder ir de un sitio a otro con seguridad, autonomía y tranquilidad. Y con todo, ya le estoy cogiendo cariño.

miércoles, 25 de enero de 2023

La llave, de Marianne Curley

Después de varios meses muy ajetreados, por fin he podido sacar tiempo para terminar la lectura de la "trilogía" de Los guardianes del tiempo. El primero fue Los elegidos y el siguiente La oscuridad. El cuarto libro que se sacó de la manga la autora más de una década después, The Shadow, me genera curiosidad, pero no creo que lo vaya a leer. No nos ha llegado y dudo que lo haga a estas alturas. Leído el argumento y también algunas reseñas inglesas, por saciar un poco la curiosidad, tengo una idea de lo que sucede y con eso me vale.

Argumento

La batalla final contra la Orden del Caos, liderada por la inmortal Lathenia, se acerca. La prioridad para los miembros de la Guardia es que Matt desarrolle al fin sus poderes y asuma el liderazgo al que está destinado, así como encontrar la llave que abre un arcón de armas muy poderosas que puede decantar el resultado de la lucha según quiénes las empuñen. Sin embargo, nada de esto parece suceder de manera satisfactoria: ni Matt parece preparado, ni la llave está donde se quedó cuando huyeron del Inframundo, alguien se les ha adelantado, probablemente del otro bando. Y mientras, las criaturas de la oscuridad, el ejército del mal, está casi listo para iniciar la ofensiva. 

Por otro lado, la certeza de que hay un traidor entre ellos debilita al grupo en los momentos decisivos. Las sospechas recaen principalmente sobre Rochelle, quien colaboró con la Orden bajo las órdenes de Marduke.
 
Reseña

Objetivamente, estamos ante el mejor libro de la trilogía: es el que tiene el mejor ritmo, más acción y más personajes con su papel en la trama. También creo que, en general, tiene una mejor narración comparando con los otros, aunque sin llegar a echar cohetes. Como en los anteriores, volvemos a tener dos voces narradoras pero son nuevas respecto a los originales. Ethan, Isabel y Arkarian dejan paso a Matt y Rochelle. Precisamente ella me ha parecido el personaje más humano y mejor construido de toda la saga, la única que a lo largo de estos tres libros ha conseguido despertarme algún sentimiento. Y, por último, la parte de quién es el traidor la vi bastante bien llevada ya que durante el libro las sospechas van de un personaje a otro sin nada seguro. Eso sí, tira de un enorme Deus Ex Machina para explicar quién es y por qué lo es, esto no lo puedo negar. Más o menos, aquí estarían los puntos fuertes. Pero toca hablar de los débiles, que vuelven a ser varios.

Para empezar, puedo mencionar la absurda evolución de Matt. Se pasó el libro anterior y buena parte de éste siendo un inútil que no conseguía desarrollar sus poderes ni sacar el carisma necesario para ser un líder. Va a que le "instruya" un ser muy poderoso con poco éxito hasta que las cosas se empiezan a poner peligrosas para el resto del grupo. Este ser le dice "debemos darnos prisa" y, al siguiente capítulo que protagoniza Matt, tiene sus inmensos poderes liberados y es capaz de ponerse al frente del grupo y tomar las decisiones aunque diga tener dudas. Y sin embargo, sigue siendo un adolescente inmaduro que no entiende que su hermana quiera pasar tiempo con su amado pillándose un berrinche muy ridículo.

En cuanto a éste o a Rochelle como voces narradoras, igual que pasaba con sus predecesores, es imposible distinguir cuándo habla cada personaje. Es necesario pararse varias veces para volver al principio del capítulo para ver a quién seguimos.

Del resto de personajes no puedo hablar gran cosa porque son muchos, el elenco es quizás demasiado amplio, y no da para profundizar en nadie en las casi 350 páginas que tiene el libro que está cargado de acción. Ethan tiene varios momentos destacados, pero pocos para haber sido el primer protagonista. Ídem con Isabel y Arkarian. Neriah, una reciente incorporación que gana aquí mucho peso, es totalmente plana. Dillon, un petardo que no escucha cuando le dicen que no, violento e inmaduro. Los personajes adultos tienen aún menos caracterización.

La parte romántica es muy decepcionante también. Las parejas se forman porque son personas predestinadas, almas gemelas, y así se justifican los flechazos y la nula química. De esta parte se libran de crítica Ethan y Rochelle, que tenían una historia desde antes de que la historia empezase en el primer libro, con una muy buena evolución hasta aquí. También fue muy positivo que Ethan precisamente no acabase con Isabel, la narradora del primer libro, que era lo esperado con el formato elegido. Punto original que gana la saga por aquí. Lástima que luego la pareja que forma Isabel con otro personaje peque de lo que decía al principio del párrafo.

Otra pega del libro es que, como pasaba en los anteriores, lo de los viajes en el tiempo queda muy desaprovechado. Creo que solo se dan dos en este libro y muy breves. Sí que es cierto que la autora lo compensa con viajes a otros mundos llenos de fantasía o con la presencia de criaturas extrañas, pero sabe a poco. Al menos, eso sí, se resuelven algunas de mis dudas como cuando en el primero no entendía la presencia de una antigua ciudad de estilo griego bajo un lago de Australia. Que sea la Atlántida el origen de todo está muy visto, pero me vale.

Sin embargo, el mayor problema de este último libro es su desenlace. Decir que es abrupto es quedarse muy corta. La batalla final con la poderosa diosa se resuelve en un visto y no visto, luego se dan indicaciones de lo que se hará a partir de ese momento y queda a imaginación de cada cual qué pasa a continuación. Casi da la sensación de libro inacabado, de que le falten un par de capítulos de epílogo. Además, se produce una muerte [destripe] (la de Rochelle) [fin de destripe] totalmente innecesaria tras la batalla final que deja un sabor muy amargo. Que en las guerras hay muertes y en medio de la batalla habría tenido sentido, pero no cuando ya había acabado todo. Si al menos no hubiese sido un desenlace tan brusco y se hubiese dejado que los personajes llorasen y se despidiesen de esta persona en un epílogo, la cosa no me parecería tan fea. Incluso habría sido intenso, duro y triste pero de manera realista. Es una pena porque este último libro iba camino de mejorar mi impresión general de la saga pero el desenlace lo ha chafado.

En definitiva, me siento muy decepcionada con esta saga. Como dije, me enamoré de El círculo de fuego, ese libro tan sencillo tenía encanto y personajes humanos, con virtudes y defectos, así como una tensión romántica muy bonita. Aquí le ha fallado todo. Ha querido hacer una historia que le venía grande a la autora, con demasiados personajes, demasiada complejidad, tirando de clichés, ases que se saca de la manga cuando lo necesita y poca profundización. Quizás si la hubiese leído en mi adolescencia, mi opinión sería distinta, no puedo saberlo, pero de adulta le veo demasiadas lagunas y puntos débiles a la saga en su conjunto. Ideas muy interesantes, sí. Detalles fantásticos, también. Pero le falta alma a esta historia.

viernes, 20 de enero de 2023

Adquisiciones de noviembre de 2022 y regalos navideños

Cuánto tiempo sin hacer una entrada de este tipo, ni siquiera hice una por las navidades pasadas. Pero la cosa ha andado apretada y pocos caprichos me he podido permitir, así como tampoco he tenido mucho tiempo de leer. A ver si este 2023 cambia la tendencia, que tengo muchas obras pendientes de comprar así como una pila inmensa por leer.

Para empezar, una pequeña compra que hice en noviembre pasado. Se trata de tres tomos que me interesaban de la editorial Kodai y que me decidí a pillarlos cuando anunciaron en este hilo que durante el 2023 echarían el cierre. Aunque han tenido varias polémicas con sus ediciones, lo cierto es que su catálogo tiene obras muy interesantes. Quería hacerme con estos tomos antes de que fuese tarde y han caído:


- Cuando estás delante solo pienso en empotrarte #1, de Crow. Por suerte, el segundo y último tomo lo han podido publicar y la picante y breve serie no quedará colgada.
- Cocoon, de Kyo Machiko. Fue de sus primeras licencias y la primera que me interesó. Un tomo único ambientado en la II Guerra Mundial.
- El secreto de Madoka, de Kingyobachi Deme. Otro tomo único que ha sido muy alabado y que toca el tema de los estereotipos de género.

Así, de la editorial que nació a finales de 2019 solo me queda pillar el segundo del "empotrador". También me interesa Sakuran, pero las críticas a su edición me tiran para atrás y seguro que otra editorial lo recupera a la larga. Por otro lado, algunos de los BL que han sacado también me llaman, no son prioridad, pero quizás caen. Su tienda online cierra el 1 de febrero, así que si os interesa algo y queréis pillarlo por ahí, ya sabéis.

Pasando ya a los regalos navideños, este año hice una lista para que, en vez de que cayesen cosas que no necesitaba, o incluso no me iban a gustar, mejor se viniesen algunos pendientes desde hace tiempo. Por un lado, lo de Papá Noel:


- Videojuego Final Fantasy Crisis Core para PS4. Un remake del que salió para la PSP y que permite sobrellevar mejor la espera hasta que salga la continuación de FFVII Remake.
- En este rincón del mundo, de Fumiyo Konou. Esperaba un tomito más o menos de igual grosor que La ciudad al atardecer. El país de los cerezos y ha resultado ser un tocho enorme.
- Historias de amor, de Io Sakisaka. Tomo único antología de historias cortas de esta autora que me encanta. Me queda por adquirir su última serie, Amar y ser amado, dejar y ser dejado.
- Papá piernas largas, de Jean Webster. Mi primera obra de Arechi. Curiosamente, una novela de una autora americana en lugar de algo relacionado con el manga, aunque hayan hecho la conexión mediante el prefacio de Keiko Nagita.
- Una mochila. La sorpresa navideña porque esto no lo había pedido. Justamente la que cayó en las navidades de- 2020-2021 estaba ya hecha unos zorros, con la piel quebrada por varios sitios. La pobre aguantó dos años.

Y ya quedan los Reyes Magos, que terminaron de traer el pedido hecho de manera "conjunta".


- Candy Candy, de Keiko Nagita. A decir verdad, el manga, que no nos va a llegar nunca por las disputas entre su autora y la dibujante, Yumiko Igarashi, lo leí por scans hace tiempo y no recuerdo casi nada. No es una obra por la que tenga factor nostalgia ya que no llegué a ver su anime y tampoco es que el manga me resultase especialmente impactante por lo poco que recuerdo. Veremos en este formato de novela si me llega mejor.
- Miriam Blue, de Keiko Nagita y Yasuko Aoike. Ahora sí, el primer manga de la autora que cae. Aún tengo pendientes varios shôjos clásicos más de la editorial (además de series más modernas), pero por alguno tenía que empezar y éste era el que me llamaba más.
- My broken Mariko, de Waka Hiraka. Todo el mundo habla maravillas de este manga, así que aprovechando que era otro tomo único, lo metí en la lista.
- Reineta. La manzana dorada, de Keiko Nagita. Y con este libro, tengo todas las novelas que ha sacado la editorial. Lectura para rato, sin duda.

Pues hasta aquí. Supongo que al menos haré una entrada en un futuro cercano en la que salga el final del "empotrador" y alguna cosita más para aprovechar el porte. Después ya se verá cómo se presenta la cosa el resto del año.

sábado, 14 de enero de 2023

Empiezo el año con cuatro cofres

Como reza el título de la entrada, hoy vengo con cuatro cofres que he hecho o completado estos primeros días del año. Necesitaba desconectar, esto siempre me relaja y llevaba una temporada pensando en aprovechar algunas de las cajas de cartón que tengo almacenadas. Además, el día que fui a comprar los reyes vi un papel de regalo que me parecía perfecto para acabar uno de los cofres que tenía a medias, el de No soy un ángel, de Ai Yazawa. Por cierto, es el cuarto cofre que hago para una de sus series, ya tenía de Paradise Kiss (que no he subido foto porque no me gustó cómo quedó, lo mismo lo retoco un día), Historia de un vecindario (aquí) y, el más reciente, Last Quarter (aquí). Junto a éste os pongo el que le he hecho a Sakura Gari, de Yuu Watase. Como curiosidad, la base era una caja de pastillas de lavaplatos y encajaba casi a la perfección. Tuve sólo que recortar los sobrantes por el frente y ponerle una parte superior, que por un par de milímetros no entraban tal cual en la caja en horizontal.


Los dos siguientes, que coinciden en el papel de regalo para decorarlos, son para Strobe Edge, de Io Sakisaka y El autobús del amor, de Maki Usami. El primero lo tenía a medias desde hace tiempo a partir de un cofre de una serie que no me voy a hacer de Norma y con el segundo partí de otra caja de pastillas de lavaplatos.


Y foto de los cuatro para terminar. Hacía tiempo que no me ponía pero parece que no he perdido la mano, estoy contenta con los resultados.