Y aquí sigo con esta serie de novelas ligeras. Está claro que éste es el año de las maratones lectoras para servidora, primero fue ponerme con la Hermandad de la Daga Negra y ahora con ésta. Claro que de la primera ya había leído con el paso de los años un buen número de libros y de ésta empezaba desde el principio. Había dicho que me plantaría y dejaría descansar un poco la serie cuando alcanzase la última novela animada pero de momento no he llegado aún y es que en la adaptación se saltaron tantas novelas y tantas cosas... De ésta, como de la anterior, hay alguna escena descontextualizada que creo que usaron y cierto descubrimiento, pero eso es todo.
Como desde hace ya varias reseñas, aviso de que es inevitable que se cuelen spoilers de libros anteriores. Además, quien llegue a esta entrada y no sepa de qué va la serie puede ir a la reseña del primer libro de la serie.
Argumento
Lota es una vieja conocida de Edgar de su época como líder de una banda de pobres en que era llamado "Sir John" tras su huida de las garras de Prince. Ésta, junto a su amigo Pino, lidera una banda de piratas desde que el anterior capitán que los acogió como un padre murió. Durante un tiempo, Lota creyó que Edgar había sido ajusticiado en la horca en América pero, recientemente, lo identificó en Londres como el Conde Ashenbert. Ahora le siguen la pista porque tienen que hablar con él de la desaparición de su amiga Betty quien fue una de las parejas de este Don Juan.
La joven pirata le observa desde una esquina bajar de un carruaje ayudando a continuación a una dama que en cuanto pone el pie en el suelo le abraza y se besan apasionadamente. Para su sorpresa, quien dice en voz alta lo que está pensando, que sigue siendo un mujeriego incorregible, es una chica sencilla de cabello castaño y ojos verdes que salía de una librería, Lydia Carlton, su prometida.
En su labor de "Doctora de hadas" para Edgar, Lydia recibe una carta de una mujer llamada Martha a la que le han robado su bebé y han dejado en su lugar un ser que no es humano, lo que se conoce como "changeling", un "niño cambiado". Esto le toca la fibra sensible especialmente porque desde niña han dicho a sus espaldas que ella debe ser una de ésas niñas cambiadas por su capacidad de ver seres sobrenaturales. Todo se complicará más cuando descubran que detrás de lo que sucede en ese lugar puede estar involucrado Ulysses y un ser extremadamente peligroso: un wyrm, una especie de dragón.
Reseña
Si algo se puede decir de este libro en particular es que es especialmente entretenido y que conecta con los elementos más clásicos de los cuentos de hadas tradicionales. Tenemos piratas, un dragón, conspiraciones... El buen rato de lectura está garantizado.
El tema de los niños cambiados me parece especialmente escalofriante. Creo que la primera vez que supe de esta leyenda o mito fue hace años, cuando leí El sustituto pero, por desgracia, fue bastante decepcionante y, además, estaba narrado en la actualidad, por lo que no tenía el punto que sí se da aquí del contexto clásico. También hubo un capítulo de Supernatural que cogen esta idea, pero más de lo mismo al ser un contexto moderno. Eso sí, ahí sí reflejaban mejor el mal rollo del concepto.
Era un tema que sabia que la autora acabaría tocando antes o después porque desde el principio Lydia tiene ese trauma de ser considerada uno de estos seres y, para ella, todo apunta a esa dirección: su don, sus ojos, su mayor afinidad con las hadas que con los seres humanos... Los hechos de este libro la llevan a enfrentar esa posibilidad y sus propias dudas de si acabará al final en un mundo u otro.
El libro también coge el mayor arquetipo del cuento de hadas clásico: "princesa secuestrada por un dragón a la que hay que rescatar". Por supuesto, la trama no es tan sencilla y hay numerosos elementos que se cruzan, pero me ha llamado la atención cómo coge esta idea y la inserta de manera tan natural en su serie. Lo cierto es que, a la que te paras a pensar en lo cortos que son los libros, es alucinante todo lo que consigue meter en ellos.
Por otro lado, más desperdiciado me parece el tema de los piratas capitaneados por una chica. Lota es genial en cada una de sus apariciones y sólo lamento que no haya tenido más escenas. Ojalá se volviese un personaje recurrente, a Lydia le vendría muy bien tener una amiga, me refiero a una humana, claro. Pino y Betty también resultan personajes interesantes pero sus aportaciones son mucho menores.
La parte romántica es mi gran queja de este libro. Tal como dije en la reseña del anterior, ya toca que Edgar y Lydia vayan saliendo del círculo vicioso en que están metidos. Al mismo tiempo que parece que se dan pasos adelante, se vuelve para atrás. Por ejemplo, el mismo comienzo de este libro en que Edgar es besado por una mujer a la que no conocemos pero de la que no hace nada por apartarse vuelve a demostrar que Lydia no se puede fiar de él porque no la toma en serio ni siente por ella lo que dice sentir. Y sin embargo, en los momentos importantes ambos parecen querer al otro de verdad o, al menos, no desean separarse de su lado. Al menos Lydia empieza a reconocer lo que siente aunque no lo quiera aceptar porque sabe que sufrirá, no sólo porque Edgar es un Don Juan, sino porque quizás hay alguien más importante en su corazón que él mismo es incapaz de reconocer. Si el flirteo le molesta, lo que ve que siente él por otra persona le duele. El final parece dejar la puerta abierta a que en el siguiente sí se produzca al fin algún avance real. Ya veremos.
En definitiva, otro libro de la serie con el que pasar un buen rato sin mayores pegas que poner. No parece demasiado trascendental lo que ocurre aquí y en parte diría que quizás sea un libro prescindible pero, como en todos se dejan caer cosas de interés, todos son al final relevantes.
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