Hace algo menos de un año leí y os reseñé la obra cumbre de esta autora, Mujercitas. A falta de poder hacerme con las tres novelas relacionadas con ésta, para el mes de Septiembre en el reto de los imprescindibles me he decantado por esta novela corta, apenas 150 páginas, que tenía por casa desde hace años. En concreto, desde que la adquirí junto a Lady Ludlow en 2010. Qué lástima que en ese momento no comprase más libros de la colección, pues incluye unos prólogos muy interesantes y una completa bibliografía de cada autora. Por no hablar del precio al que estaban y que ya estaban descatalogados.
Argumento
La señorita Jean Muir llega como institutriz para la joven Bella a la casa de los Conventry por recomendación de Lady Sydney. La familia está compuesta, además de por la joven, por sus dos hermanos, Edward (Ned) y Gerald, y la madre de estos tres. También vive allí Lucía, prima de ellos y prometida de un apático Gerald. El cuadro familiar lo completa sir John Coventry, tío de los jóvenes que vive en una mansión junto a la casa de la familia.
Jean es una estafadora, manipuladora y mentirosa. Todas sus habilidades -actuar, cantar, hacer de enfermera, leer en voz alta y más- son sus armas para encandilar a cualquiera que se cruce con ella. Con sus engaños irá cautivando a todos los miembros de la familia, incluso a quienes se muestran reticentes a confiar en ella en un primer momento. Pero su pasado insiste en perseguirla y arruinar sus conquistas ¿se saldrá con la suya o la verdad la hará fracasar?
Jean es una estafadora, manipuladora y mentirosa. Todas sus habilidades -actuar, cantar, hacer de enfermera, leer en voz alta y más- son sus armas para encandilar a cualquiera que se cruce con ella. Con sus engaños irá cautivando a todos los miembros de la familia, incluso a quienes se muestran reticentes a confiar en ella en un primer momento. Pero su pasado insiste en perseguirla y arruinar sus conquistas ¿se saldrá con la suya o la verdad la hará fracasar?
Reseña
A diferencia de su obra cumbre, que desprendía buenos sentimientos a (casi) cada página, aquí la autora realiza lo que, en cierto modo, me ha parecido una parodia crítica de las novelas cursis y melodramáticas de protagonista dulce y de trágica vida que se ve inmersa en azarosos romances. La vuelta que le da al género es genial al presentar a una anti-heroína que, por más odiosa que pueda ser y por más despreciables que al final puedan ser sus actos, no puedes evitar desear que las cosas le salgan bien.
En el prólogo se comenta, entre otros aspectos, que la autora no quería vivir pobre. De hecho, hay una cita suya: "No me importa lo que tenga que hacer. Algún día seré rica, famosa y feliz". Ella lo consiguió por un buen camino, a través de su escritura, pero quizás esta obra sale como una reflexión personal de "¿Y si no lo hubiese logrado? ¿Qué habría podido hacer?". Así nos ofrece una fascinante protagonista, una estafadora y hábil manipuladora que sabe aprovecharse del orgullo y la vanidad de los hombres.
El libro nos plantea ese clásico dilema de lo correcto y lo incorrecto. Lo que hace está mal pero ¿acaso no busca todo el mundo sobrevivir? Pensemos que el contexto de su época no era sencillo para una mujer sola, sin referencias y con un pasado complicado que, si la alcanza, le puede arruinar todo posible futuro ¿Puede alguien acusarla de nada sabiendo cómo era el mundo para alguien en sus circunstancias?
Muy significativo es el título completo de la obra: Detrás de la máscara. El poder de una mujer. De nuevo, como en Mujercitas, hay ciertas ideas feministas que subyacen. Rompe con la idea de mujer sufrida, que resiste estoicamente lo que el destino le depara con buen carácter. Jean es amoral como mínimo, está curtida en malas experiencias y está dispuesta a lo que sea con tal de labrarse un futuro acomodado para dejar de preocuparse por lo que vendrá después. No se va a dejar vencer por las circunstancias y va a salir adelante cueste lo que cueste. La autora refleja muy bien ciertos momentos en que parece que la situación es desesperada y que los Coventry son su última esperanza.
El relato no tiene un desarrollo que, al menos a mí, me haya parecido predecible. No sólo porque hasta el mismo final no se sabrá si la suerte de Jean acabará siendo buena o mala, sino porque hasta ese momento no está muy claro cuál es realmente su objetivo, si se conforma con la pieza de caza pequeña o grande. Y el último capítulo, cuando se ponen todas las cartas sobre la mesa es tan intenso y provocador... Me ha encantado.
Por más que intento pensar, no recuerdo (que conste que mi memoria es desastrosa, así que tomad esto con cautela) otra novela con una protagonista mala pero fascinante. No es lo habitual. Otra escritora habría creado la historia desde el punto de vista de Lucía, la joven sufrida que ve cómo la pérfida rival le arrebata la felicidad, así que sólo por lo original del enfoque, ya merece una oportunidad.
Si queréis conocer a otra Louisa May Alcott totalmente opuesta a la de su gran obra, buscad esta historia. Ha sido una más que grata sorpresa descubrir este tono más ácido y furioso con el mundo frente al buenismo conmovedor de aquella. Ambas son grandes historias, cada una en su estilo, pero quizás, al final, ésta gana por intensidad y por la vuelta de tuerca que le da a la protagonista. Me ha fascinado.
Muy significativo es el título completo de la obra: Detrás de la máscara. El poder de una mujer. De nuevo, como en Mujercitas, hay ciertas ideas feministas que subyacen. Rompe con la idea de mujer sufrida, que resiste estoicamente lo que el destino le depara con buen carácter. Jean es amoral como mínimo, está curtida en malas experiencias y está dispuesta a lo que sea con tal de labrarse un futuro acomodado para dejar de preocuparse por lo que vendrá después. No se va a dejar vencer por las circunstancias y va a salir adelante cueste lo que cueste. La autora refleja muy bien ciertos momentos en que parece que la situación es desesperada y que los Coventry son su última esperanza.
El relato no tiene un desarrollo que, al menos a mí, me haya parecido predecible. No sólo porque hasta el mismo final no se sabrá si la suerte de Jean acabará siendo buena o mala, sino porque hasta ese momento no está muy claro cuál es realmente su objetivo, si se conforma con la pieza de caza pequeña o grande. Y el último capítulo, cuando se ponen todas las cartas sobre la mesa es tan intenso y provocador... Me ha encantado.
Por más que intento pensar, no recuerdo (que conste que mi memoria es desastrosa, así que tomad esto con cautela) otra novela con una protagonista mala pero fascinante. No es lo habitual. Otra escritora habría creado la historia desde el punto de vista de Lucía, la joven sufrida que ve cómo la pérfida rival le arrebata la felicidad, así que sólo por lo original del enfoque, ya merece una oportunidad.
Si queréis conocer a otra Louisa May Alcott totalmente opuesta a la de su gran obra, buscad esta historia. Ha sido una más que grata sorpresa descubrir este tono más ácido y furioso con el mundo frente al buenismo conmovedor de aquella. Ambas son grandes historias, cada una en su estilo, pero quizás, al final, ésta gana por intensidad y por la vuelta de tuerca que le da a la protagonista. Me ha fascinado.
Jo, me dejas con unas ganas tremendas de leer esta novela *w*
ResponderEliminarJustamente leí hace poco "Un cuento de enfermera" y esperaba algo más del estilo que comentas pero al final se quedó en un relato gótico sin mucha chicha... A ver si encuentro este de segunda mano porque creo que es difícil de encontrar!
Un bsote!
Que tengas suerte en la búsqueda del libro! Si das con él, espero no haber inflado en exceso tus expectativas y que por eso mismo no te guste ^^U
EliminarNo sé cómo será el relato que comentas, pero por su biografía parece que escribió varios de estos más flojos para tener unos ingresos fijos. Parece que Detrás de la máscara se salió de la media.
Un beso! <3
¿¡Cómo no había visto esta reseña antes!? ¡Quiero este libro! ¡¡¡Lo quiero!!! Me encantan las protagonistas que son humanas. Parece que en la literatura las mujeres sólo pueden ser ejemplos de virtud, aún ahora. O sea, hay buenos villanos hombres que son admirados, y hay buenos protas hombres que también son admirados. En ambos casos justamente por ser personajes grises y no perfectos, e incluso a veces justamente por ser malos. Pero en el caso de las mujeres pareciera demasiado a menudo que seguimos atrapadas en el tópico de “la santa o la puta”, siendo la primera idealizada y la segunda repudiada. ¡Abajo esa dicotomía y arriba los personajes femeninos humanos y complejos!
ResponderEliminarXDDDD Ay, espero que encuentre el libro y te guste tanto como a mí =D
EliminarTotalmente de acuerdo, por eso se agradece tanto una historia con una protagonista diferente, la que sería la mala de cualquier otra novela ^^