Primera reseña de las que me quedan de la época de PSS que recupero este año. Dado que, aparte de ésta, ya sólo hay otras seis en la carpeta, creo que voy a intentar que salgan todas este 2020. Aparte de ésas tengo otras pocas que estaban en proceso de corrección por mi parte, así que lo mismo aprovecho el trabajo adelantado (por supuesto, citando a quienes las empezaron) para que no queden como esfuerzo perdido del todo. Vamos, que aún me queda material viejuno que seguir reciclando. Y hablando de viejuno... Ahora que releo el apartado de los datos, me doy cuenta que hace la friolera de 15 años que esta serie se publicó aquí. Por diosa, cómo pasa el tiempo...
Datos
Título original: Appare Jipangu!
Autora: Yuu Watase
Tomos: 3
Fecha de publicación en Japón: 1998 - 2003
Revista: Shôjo Comic Zôkan
Editorial en Japón: Shôgakukan
Fecha de publicación en España: 2005
Editorial en España: Glénat
Estado actual: Publicación completa. Descatalogada.
Precio: 7.50€
Curiosidades / Datos extra
- A mediados del 2012 la serie tuvo una reedición en Japón en formato bunko que la dejaba en dos tomos de los tres originales.
- Al final del primer tomo hay una historia extra titulada Ilusiones después de clase (Houkago Gensou) publicada originalmente en la Cheese! Zôkan
- Al final del tercer tomo hay una historia extra titulada Los pinitos de una doncella (Otome no Hajime) publicada originalmente en la Zôkan ChuChu
- En Japón hubo una primera edición de los tomos 1 (26/01/1998) y 2 (22/07/1999) quedando la serie aparcada hasta el 2003, año en el que salió el tercer y último tomo junto a una reedición de los dos primeros con nuevas portadas.
Argumento
Cuando era apenas una recién nacida, Yusura fue abandonada bajo un cerezo junto a un bastón con poderes mágicos llamado Kongômaru. La hallaron los farmacéuticos del pueblo que la criaron como si fuese su propia hija.
A los 15 años, Yusura es una chica muy poco femenina decidida a eliminar el sufrimiento de la gente gracias al poder de Kongômaru, bastón que absorbe la tristeza, volviéndose de color azul, y que luego la devuelve en forma de ataque a las personas que la provocaron. De ahí que sea famosa por ser "Yusura, la quita-penas".
Un día conoce a Samon, joven samurai cegato quien, junto a su amada Oteru, huían de unos perseguidores. Yusura salva a Samon pero Oteru desaparece y éste le pide ayuda para encontrarla.
Yusura conocerá a otros muchos y variopintos personajes mientras busca su lugar de origen, a sus padres, y el motivo por el que la abandonaron.
Reseña
¡Viva Japón! es la serie que más se sale de los clichés del shôjo de toda la obra de Yuu Watase (salvando, obviamente, los shônens Pandora's Cube y Arata Kangatari y el BL Sakura Gari). No solo la historia no tiene como base el romance de los protagonistas, sino que es un tema que queda relegado a un segundo plano. Lo que prima en esta obra es el humor: un samurai miope, anacronismos con inventos del siglo XX introducidos en el periodo Edo, esqueletos vestidos y usados como marionetas a las que llaman Huesitos y Claviculina... Si en todos los mangas de esta autora se pueden encontrar situaciones cómicas, su aparición en éste se supera con creces.
El desarrollo es lento al principio, todo el primer tomo y buena parte del segundo están formados por historias que no aportan nada o casi nada a la trama principal del pasado de Yusura. Estas historias permiten conocer un poco más a fondo a los protagonistas, e introducen numerosos secundarios cuya aportación se quedará meramente en un papel puntual del capítulo en el que aparezcan (el ninja Kazanozuke, la monstruita Yuba, la domadora Chiyo, etc.). Por el contrario, todo queda resuelto en el último tomo de una manera un tanto precipitada al que además hay que descontarle las páginas de la historia extra. Si bien es cierto que no deja cabos sueltos, al final le habría venido bien un desarrollo algo mayor por no hablar que las andanzas de la Quita-penas daban mucho juego de haber querido añadir más personajes y sub-tramas. Esto se explica al conocer la historia de esta serie, con sus dos primeros tomos realizados a la par que Ayashi no Ceres, a modo de descanso cómico de una serie tan oscura, quedando parada ahí hasta el 2003 que la autora la recuperó para darle el cierre del último tomo y no dejarla colgada.
En cuanto a los personajes, nos encontramos con la protagonista femenina más fuerte e independiente que ha creado la autora. Yusura, a pesar de que busca su pasado, sabe mirar al futuro. No le interesan los amoríos y lucha por ayudar a los más débiles. Samon, en cambio, es un personaje mucho más pasivo. Colabora con Yusura pero es ella quien lleva el desarrollo de las batallas. Los secundarios ayudan a poner color y puntos cómicos, pero ninguno tiene un peso destacable en toda la serie y se quedan bastante planos, sin profundizar en ellos.
Las historias cortas que acompañan esta serie tienen un fuerte contraste entre ellas y con la historia principal. Ilusiones después de clase es oscura y dura, poco tiene que ver con el espíritu de ¡Viva Japón!. Es una historia bastante interesante y original a pesar de ser un trabajo antiguo; estaría en la línea de Ayashi no Ceres. Por otra parte, Los pinitos de una doncella es una historia sencillita y dulce, de corte más infantil, sobre el primer amor de una niña que tiene complejo de inferioridad respecto a su hermana mayor. Lo curioso de esta historia es que usa de protagonistas tanto a Alice como a Mayura de Alice 19th cuando eran pequeñas.
En lo que se refiere al dibujo, varía entre el principio y el final debido a la peculiar historia que ha tenido esta serie. En los dos primeros tomos es algo burdo y poco detallado mientras que el dibujo del último tomo tiene la calidad que alcanza ya en Alice 19th, mucho más limpio y preciosista.
La edición de Glénat se puede considerar buena. Tiene papel blanco, sobrecubiertas y buena traducción, pero en lo que a edición de los textos se refiere es nada más que regular y hay partes bastante mal editadas, principalmente onomatopeyas y textos sobre tramas. No es un mal trabajo, pero parece haber sido hecho con prisas y cuidando muy poco los detalles. Eso sí, hay que felicitar el trabajo de traducción para adaptar los chistes y juegos de palabras para que no perdieran el humor original.
¡Viva Japón! se trata solamente de una historia para divertir y pasar el rato. No se le debe pedir más. Un dibujo bonito y una historia sencilla que es capaz de enganchar porque entretiene y puede llegar a sorprender. La edición es correcta aunque hay trabajos de Glénat mejor hechos. Además, al ser cortita, no supone una gran inversión, y reporta buenos ratos leyéndola.
Sin duda comparto en que era súper cómica, recuerdo que incluso me chocaba tras leer otras cosas de la autora. Pero tengo buenos recuerdos de la historia. :)
ResponderEliminar¡Besotes!
Precisamente, como hacía su serie más dura hasta el momento, Ayashi no Ceres, le salió la cosa más chorra que ha hecho para divertirse y deconectar un poco. Y oye, que se agradece también un shojo cómico =D
EliminarUn beso pa'ti también =3