jueves, 1 de julio de 2021

Hadashi de bara wo fume, de Rinko Ueda

En la nueva versión de PSS en Twitter hacemos (o intentamos hacer) reseñas y/o recomendaciones semanales. Las segundas son obras que nos gustaría ver publicadas aquí en un futuro. De momento, mis únicas recomendaciones son este hilo de Kanta Kara y este otro hilo de Heaven!!. Dándole vueltas a cuál podría ser la siguiente, pensé en esta serie. Hace años, casi al principio de tener el blog, ya le dediqué una entrada (la tenéis aquíen la sección que llamaba Wish list que, vamos, sería lo mismo que esos hilos de Twitter. La cosa es que mucho ha llovido desde entonces, la serie la seguía al día, así que estaba incompleta, y con los años una madura y ve cosas que antes dejaba pasar. Aunque mis compañeras del grupo me han dicho que la hiciera de todos modos, no me siento cómoda con una recomendación a la que le veo ciertas pegas de envergadura. Por tanto, ya que la he releído, aprovecho para hacer una reseña aquí y ya pensaré en otra cosa para recomendar.

Argumento

Sumi Kitamura es una joven muy pobre que se encarga de varios niños pequeños que su hermano mayor recoge. Éste trabaja de acompañante de mujeres pero suele gastarse el dinero que gana en apuestas y sólo consigue endeudar más y más a su familia. 
Un día que una de las niñas enferma, el médico se niega a atenderla porque llevan tiempo sin pagarle y le recomienda a Sumi que, si se libra de varios de esos niños, su vida será más fácil. La fiebre de la pequeña va a peor pero nadie que se cruza con ellos mueve un dedo por ayudarles hasta que un joven muy apuesto le da un pañuelo para que se seque las lágrimas y dentro deja dinero con el que compra las medicinas necesarias para la niña. 

El terrible día no acaba cuando un acreedor les pide buena parte del dinero que le deben y amenaza con vender a los niños para saldar las deudas. A Sumi lo único que le queda es ir al barrio de las prostitutas a que algún rico se interese por ella pero solo se cruza con tipos que no le darán la cantidad que pide. Cuando un viejo intenta llevársela aparece un joven llamado Soichiro Ashida que la rescata y le ofrece el dinero que necesita a cambio de comprarla. Éste la lleva a su mansión donde la arreglan y visten como toda una señorita y ahí le propone un trato: ella será su esposa y a cambio él le dará dinero a su familia para que los niños se mantengan. Eso sí, deberá renunciar al amor ya que será un matrimonio en el que no se amarán. 

La boda está arreglada para unas horas después y entre los asistentes está Nozomu Ijuuin, amigo de Soichiro y quien le dio a Sumi el dinero para las medicinas aunque no la reconoce vestida al estilo occidental. Después de la ceremonia, los recién casados se dirigen a la mansión del abuelo de Soichiro para presentarla al anciano. En cumplimiento de un acuerdo anterior, ahora que se ha casado, Soichiro heredará la empresa y las propiedades de los Ashida. Ambos se han casado sin amor por un mismo motivo: dinero.

Reseña

No recuerdo por dónde iba cuando hice aquella vieja entrada. Ponía que la serie llevaba cuatro tomos pero seguramente iría por el tercero y finalmente la serie acabó teniendo nueve. Así que escribí la entrada basándome en lo que sería como un tercio de la obra. Y, realmente, tiene un muy buen arranque.

El punto de partida es bastante clásico en las historias románticas, de hecho, es casi lo mismo que sucede en Happy Marriage?!, sólo que aquí tiene más sentido al ser una serie de corte histórico. Tenemos protagonista femenina buenaza hasta la ingenuidad (y, en ocasiones, hasta la estupidez supina), protagonista masculino ambicioso con triste pasado y el motivo de su unión que debe ser secreto para el resto del mundo. Un matrimonio que se realiza por conveniencia de ambos pero en el que acabará surgiendo el amor. Esquema típico que, si está bien desarrollado, me los bebo uno tras otro.

El punto diferente de esta obra es Nozomu. Planteado en un principio como el clásico vértice de triángulo amoroso, todo un príncipe encantador y amable, su evolución va por otro camino muy diferente. Es el que al final despierta el interés de la serie como villano. Si en Peach Girl quien hacía memorable la serie era Sae, aquí el chico marca el desarrollo de todo lo que sucede. La autora hace un buen trabajo con él convirtiéndolo en un auténtico desequilibrado, obsesivo y cada vez más peligroso, un personaje más propio de una historia de terror. Y no lo digo por decir, llegado cierto momento se cree el protagonista de El resplandor con hacha incluida.

Así, puedo decir que la obra sería un "placer culpable" que, capítulo a capítulo, con momentos cumbre que se suceden sin parar, te engancha hasta el final. Todo eso ilustrado con un dibujo que es una verdadera preciosidad. 

Visto lo visto, es una serie perfectamente recomendable ¿no? Pues... por desgracia, no. Toca empezar con las pegas para que entendáis por qué no me veo incluyéndola como una recomendación para PSS.

Para empezar, como ya he dicho, Sumi llega a hacer auténticas estupideces. Es el tipo de protagonista muy buena y dulce pero con pocas luces que acaba resultando odiosa para la mayoría de lectoras. Personalmente, de todos modos, no es aquí donde el manga tiene su punto más débil. Sumi tiene algunos momentos en que se luce y hay cierto desarrollo en ella. He visto protagonistas peores.

Más grave es el caso de Soichiro quien es un auténtico bipolar. Podría pasar por "tsundere" pero es, sencillamente, inconsistente. Por momentos trata fatal a Sumi, por momentos es encantador con ella. Pero no sólo es imposible seguirle en lo que respecta a ella sino también con Nozomu o con su fiel mayordomo Komai. Éste, por cierto, que parecía el personaje más sensato, también pega unos bandazos en sus actos que no hay quien entienda.


Siguiendo con las incoherencias, Nozomu sería, irónicamente, el más estable dentro de su actitud durante toda la serie. Un descenso en espiral hacia la locura y la obsesión que es, francamente, lo mejor de la serie. Pero tampoco se libra de tener su momento incoherente cuando cesa en uno de sus intentos de violar a Sumi por un motivo que le debería haber dado igual (las otras veces fue interrumpido). Que, bueno, me alegro de que no sucediese pero no está realmente justificado.

¿Y con los secundarios? Más de lo mismo: o son incoherentes o son idiotas. Al menos los niños son adorables/traviesos y se comportan acorde a su edad. Todos los demás deberían ir a terapia: Soichiro por su bipolaridad, el hermano mayor de Sumi por su adicción al juego y de Nozomu ya ni hablamos.

Pero donde la serie hace aguas terriblemente es en su desenlace. Pasa del negro absoluto a un final feliz inexplicable. Y las cosas habían tocado fondo también de una manera bastante poco creíble, con un Soichiro aceptando el cambio en su situación muy fácilmente. Por no hablar de todos los agujeros de guion que quedan ¿la sirvienta enviada para espiar a Sumi y fastidiar? Desapareció de repente sin cerrar nada de su subtrama ¿El abuelo? Otro que tal ¿Todo el asunto económico de la empresa? Mágicamente, todo resuelto. Ni siquiera pasa lo único que habría sido lógico con Nozomu: que lo enviasen a un psiquiátrico. 

Es una pena que una serie con un planteamiento que, aunque cliché, tenía muy buenos elementos de base, haya acabado siendo una gran decepción. Es un placer culpable, como he dicho, pero el enganche y el dibujo no bastan para esconder las meteduras de pata de una trama que hace aguas y unos personajes incoherentes.

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