sábado, 20 de agosto de 2022

Embrujo, de Rachel Hawkins

Y con esta reseña de hoy me despido de la intensa trilogía Hex Hall. Iba con las expectativas de que me iba a entretener, dar un buen rato de lectura ligera y lo ha cumplido más que con creces. Reconozco que me da pena despedirme de este mundo y más sabiendo que la autora lo quiso expandir, pero no pudo ser. Incluso salió lo que debería ser el inicio de otra saga relacionada a modo de spin-off. School Spirits está protagonizado por Izzy, una chica que conocemos en este libro y seguro que da muy buenos momentos como protagonista. A veces los asuntos editoriales y de derechos son un asco.

Como ya sucedía en la reseña de Desafío, en esta reseña habrá inevitablemente destripes del primero, Condena, pero ahora también habrá que sumar alguna cosa del segundo. Es lo malo de reseñar libros de sagas tan interconectados.

Argumento

Las vacaciones de Sophie Mercer en Inglaterra con su padre, su amiga vampira Jenna y su prometido Cal acabaron en un nuevo desastre hasta el punto que su única opción fue salir huyendo sin saber si volvería a ver a alguno de sus seres queridos, incluyendo a su amado Archer, con el que se había reencontrado una noche en una situación muy delicada. Sólo tenía para aferrarse el destino que le había indicado Cal: ir con las Brannick pues con ellas estaría su madre. Algo que en principio no tenía ningún sentido dado que esa familia de irlandesas pelirrojas habían sido desde hacía siglos cazadoras de Prodigiums. Así, a pesar de sus dudas, se dirigió al portal mágico llamado Itineris para ser transportada, con suerte, ante su madre.

El problema es que Sophie se encontraba totalmente indefensa para enfrentar la amenaza que unas cazadoras experimentadas podrían suponer. El Concilio Prodigium había bloqueado sus poderes como paso previo a extraérselos, algo que sí hicieron con su padre y que no llegó a suceder con ella porque se desató el caos del que tuvo que huir.  Por suerte o por desgracia, el fantasma de Elodie que quedó vinculada a ella tras morir la seguía a todas partes y era capaz de poseerla y usar su propia magia desde su cuerpo. Lo bueno era que así podría defenderse de las amenazas, lo malo era que el fantasma hacía lo que le daba la gana y la dejaba para el arrastre en cuanto salía de ella.

Al salir del Itineris, Sophie se encuentra con Izzy Brannick, la más joven de la familia. A partir de ese encuentro descubrirá cosas que tienen que ver con su familia y con la terrible guerra que se avecina. Sophie es la única que cuenta con el poder suficiente para salvar el mundo o destruirlo para siempre... siempre que consiga eliminar el bloqueo sobre sus poderes.

Reseña

Una despedida de la trilogía a la altura de los dos libros anteriores. Lo he disfrutado muchísimo, la autora me iba sorprendiendo sobre la marcha con los giros y sorpresas que iba dando y los personajes me han encantado. Muy pocas pegas le puedo sacar a este libro en particular y a la serie en general.

Aunque tiene un número de páginas similar a los dos primeros, unas 250, y el ritmo sigue siendo bastante intenso, he notado que deja respirar un poco más a los personajes y los descubrimientos que se van haciendo, sobre todo en la primera parte. Más hacia el final sí que se nota un aceleramiento de los acontecimientos.

Junto con la complejidad de la trama, la propia Sophie ha ido evolucionando. No ha perdido su sarcasmo en el camino, que era su seña de identidad, pero se ha hecho más madura, seria y fuerte. Una protagonista que se da cuenta que le ha tocado un papel difícil de cumplir, que se mentaliza para enfrentar los desafíos, pero que es una adolescente al fin y al cabo, con miedos y dudas, que sabe que no puede con todo ella sola y sabe contar con quienes la rodean. Ha sido todo un gusto acompañarla en este camino.

Hay que reconocer que la autora ha sabido salir airosa del lío que había montado en el libro anterior en que todo se había complicado y complejizado de manera notable para todos los personajes. Incluso la aparición de la que ha acabado siendo la villana de la historia ha quedado bien justificada y su desarrollo ha sido, sino lo mejor del libro, sí que se la puede considerar aceptable.

Y en cuanto al desenlace como tal, sin entrar a destripar nada, diré que tiene mucha fuerza e incluye momentos emotivos y duros. Me ha dado pena leer algunos hechos que suceden así como llegar a la última página y despedirme de una aventura tan entretenida. Reconozco que alguna lágrima se me ha saltado.

Una virtud a destacar es que, a pesar de ser una saga juvenil nacida en pleno boom de Crepúsculo y similares, la componente romántica es de lo menos importante en el conjunto y está casi a la par en lo que se refiere a dar relevancia a lazos de amistad o familiares. La pareja de Sophie y Archer se complementa de maravilla y tienen una preciosa evolución, pero hay cosas mucho más importantes que ellos con todo lo que está pasando y ambos son conscientes. Sí que le sobra la entrada en escena de Cal como vértice de un triángulo amoroso que en ningún momento cobra entidad. Quizás por ello (y aunque sea un destripe lo tengo que comentar), el beso entre él y Sophie casi al principio de este libro está fuera de lugar, no aporta nada y no resulta creíble. Aun así, es un tercero al que se le coge gran cariño y en el resto de la trama no sobra ya que tiene su papel relevante que cumplir.

En general, es una saga que ha ido de menos a más en cuanto a intensidad, a cantidad de sucesos por capítulo, a personajes carismáticos y a momentos emotivos. El final ha sido redondo, el ritmo ha sido el más equilibrado de los tres libros y sólo tengo la pega del no-triángulo amoroso como elemento para restar. Una historia aparentemente sencilla que va escalando y sorprendiendo página página.

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