viernes, 25 de enero de 2019

Gals!, de Mihona Fuji

Cuando el otro día reseñé Mi nuevo padre fui a investigar qué había sido de la autora, Rie Kanenari, y descubrí que había tenido una carrera brevísima. Esto me hizo acordarme de otra autora que también se esfumó de golpe, Mihona Fuji, pero su caso es aún más extraño pues había realizado esta serie con un éxito más que considerable, no por nada le hicieron un anime de 52 capítulos. Tras terminarla sacó durante el 2006 una serie de tres tomos titulada Tokyo Angels y luego desapareció del panorama editorial japonés.

Ya hace 15 años desde que Glénat terminó de editar Gals! en nuestro país y pensé que era un buen momento para rescatar la reseña que le hice a la serie para PSS. Si queréis ampliar todavía más lo aquí reseñado he encontrado un interesantísimo artículo universitario que habla de la serie, del fenómeno de las gals y lo que representan en Japón y de nuevos modelos de feminidad ¡Os lo recomiendo mucho!

Datos

Título original: Gals!
Autora: Mihona Fuji
Tomos: 10 
Años: 1998-2002 (Japón); 2002-2004 (España) 
Revista: Ribon 
Editorial en Japón: Shueisha 
Editorial en España: Glénat 
Estado actual: Publicación completa. Descatalogada.
Precio: 7,20 €/tomo  

Curiosidades / Datos extra

- Cuenta con un anime del Estudio Pierrot formado por 52 capítulos emitido entre 2001 y 2002.
- El anime fue distribuido en España de la mano de Jonu Media en dos packs de 26 capítulos al precio de 49,95 €
- Tuvo al menos un videojuego para la Game Boy Color consistente en puzzles a resolver. Realizado por Konami en 2002. 
- El manga tiene una reedición en Japón en formato Bunko que comenzó a lanzarse en Mayo de 2009. Cuenta con 2 tomos que, o bien ha quedado incompleta, o bien recoge 5 tomos originales en cada uno.
- En los espacios para freetalks, la autora, además de contar cosas de su vida, da consejos sobre maquillaje, pelucas, accesorios para ir a la última moda gal. También hay espacios que cede a su hermano para que haga ilustraciones con un dibujo horrible y nula gracia. 

Argumento

Ran Kotobuki es uno de los mayores torbellinos humanos con aspecto de "gal" de 16 años de todo Shibuya. Tras mandar por los aires a un ligón de poca monta, acaba en la comisaría de policía cuando es llevada a rastras por Yamato, un joven policía que es su hermano mayor y novio de su mejor amiga, Miyu. Ésta aparece por ahí para llevarle a su amor la comida que le ha preparado. Sin embargo, Yamato debe atender un robo y les indica que vuelvan a casa, siendo totalmente ignorado pues ambas se quedan charlando tan tranquilas en la comisaría.

Al día siguiente, en clases, una de sus amigas aparece con la cartera de un alumno del instituto Meishô, en concreto el Nº2 del top de chicos más atractivos, Yûya Asou, sólo superado en dicho ranking por Rei Otohata. Como es un artículo que se ha puesto de moda, Ran se vuelve loca por conseguirla, como cualquier cosa que implique estar a la última. Esa misma tarde va a la caza de algún chico del Meishô al que pedirle la cartera y da precisamente con Rei, quien se niega a dársela después de haber perdido unas cuantas por esa estúpida moda. Tras mucho insistir éste se ofrece a vendérsela pero, como Ran está pelada, le sugiere que use su cuerpo para conseguirla. Ésta se enfada mucho y le suelta un sermón en que le afirma que no todas las gals son chicas fáciles, que la prueba es ella misma pues aún es virgen. 

Finalmente, después de la escena, Ran se marcha llevándose la cartera pero su conciencia la reconcome una vez en casa y toma la decisión de devolvérsela al día siguiente. En ese momento su padre entra en su habitación y le vuelve a calentar la cabeza para que entre en el cuerpo de policía, algo a lo que Ran se niega en redondo y, para que la dejen tranquila, decide salir un rato. 

En el paseo se cruza con Aya Hoshino, la chica más estudiosa y modosita de su clase. De ésta han empezado a circular rumores de que sale con viejos a cambio de dinero y, sin cortarse un pelo, se lo pregunta directamente. Para su sorpresa, la respuesta que le da es afirmativa. Cuando Aya no aparece por clases al día siguiente decide ir a buscarla. Ésta le explica sus motivos, que no son otra cosa que un acto de rebeldía contra sus estrictos padres y que, mientras no venda su alma, le da igual lo que ocurra con ella. Ran se enfada mucho y la abofetea haciéndola entrar en razón. Tras la escena, Miyu le sugiere que se una a ellas, que sea su nueva amiga. 

A partir de ese momento, el grupo principal queda formado y poco a poco, se les irán uniendo más personajes de lo más variopinto mientras Ran sigue su periplo particular para ser la Gal Nº1 de Shibuya, intentando pasar de curso y peleándose con su padre por negarse a ser policía. 

Reseña

En el 2002 el mercado de shojo en España empezaba a asentarse y cada vez llegaban obras más originales y diferentes a lo que ya se conocía. La apuesta de Glénat por Gals! no se puede calificar de excesivamente rompedora, pero ya era un paso más: un shôjo donde lo que prima es la amistad entre chicas, con altas dosis de comedia, fresco, con un carácter muy actual y donde se daba a conocer el fenómeno de las gals en Japón. 

Gals! puede parecer a primera vista una serie frívola, donde unas adolescentes no piensan en nada más aparte de ir a la última moda y divertirse sin ninguna preocupación. Esa idea no deja de tener su parte de razón pero, más allá de eso, las protagonistas de la serie tienen unos valores muy fuertes con los que se van enfrentando a toda clase de problemas propios de las chicas de su edad (los estudios, el amor o las perspectivas de futuro) y a otros mucho más delicados y de adultos.

Con un desarrollo de la serie en que cada capítulo es prácticamente independiente, se van dando numerosas situaciones a lo largo de los 40 capítulos que forman la serie. Los hilos conductores que unen todo el manga son la maduración de sus personajes y las relaciones que se forman entre ellos, principalmente de amistad pero también algo de amor. Entre todos se enfrentan a casos de novios que obligan a su chica a robar, de acoso, de automutilación y hasta intentos de suicidio. Los personajes encaran todo eso con la ayuda del optimismo innato de Ran, su fuerza y alegría es lo que los empuja por el buen camino. Resulta paradójico que la protagonista se oponga tanto a ser policía siguiendo la tradición familiar y, en cambio, actúe como permanente justiciera en Shibuya. Y así pasarán los días, meses y los años hasta que llegue la hora de la graduación con la duda de si la protagonista conseguirá acabar el instituto. 

Uno de los puntos fuertes de la serie, aunque a primera vista nadie lo diría, es cómo desarrolla las relaciones amorosas. Éstas no van por el camino que en un principio resultaría previsible y la aparición de un par de personajes en tomos sucesivos, ayudará a dar forma a unos polígonos amorosos que evolucionan de una manera natural y más o menos imprevista. La más clara en su desarrollo es la de Miyu y Yamato. Las demás sí pueden llegar a sorprender en mayor o menor medida, aunque algunas resulten un tanto forzadas. Mención especial la pareja de Ran, con quien se establece una relación de igualdad muy equilibrada más parecida a una buena amistad, una relación muy sana y bastante diferente a lo que se acostumbra.

El elenco de personajes es variado pero queda claro que las chicas son las que mandan y la aportación de los chicos es mucho menor. 

Ran Kotobuki es la protagonista indiscutible. Tiene energía infinita, es divertida, payasa, vaga, fuerte y, ante todo, tiene las ideas muy claras. Se enfrenta a cualquier situación de cara, de manera sincera y sin dudar. Odia las injusticias, tiene una fuerte brújula moral y su carisma no tiene rival. En un país como Japón donde la presión por las notas y el éxito es tan fuerte, este personaje parece pensado para decirles a las chicas que se relajen un poco, que disfruten de la vida también. Quizás para ello no hacía falta hacerla tan despreocupada ya que resulta un tanto excesiva la forma en que ignora sus deberes así como poco creíble lo bien que le sale todo. Ran no llega a tener una maduración real a lo largo de los 10 tomos. Al acabar la serie es el mismo personaje que la empezó, sin ningún matiz diferente, al menos a simple vista, y pudiendo llegar a cansar al lector que no empatice con su personalidad tan arrolladora y tan alejada de la mayoría de protagonistas de shojos lo que, para muchos otros es su mayor virtud. 

Miyu Yamazaki es la mejor amiga de Ran. Dulce, amable y simpática, es mucho más sensata que su amiga. Nunca lo ha tenido fácil pero empezó a ver la luz al conocer a Ran y a su hermano, Yamato. A lo largo de la serie aún tendrá que enfrentarse a algunos fantasmas de su pasado así como soportar problemas que aún debe resolver como la difícil situación de su casa. En un capítulo especial al final del primer tomo se conoce su pasado previo a conocer a ambos y sorprende el cambio entre ambas Miyus. Posteriormente, durante la serie, no se dan cambios destacables en su forma de ser pero sin llegar a quedar plana como personaje pues tiene muy claro en su cabeza lo que quiere hacer con su vida y lo que se debe esforzar para ello. 

Aya Hoshino completa el trío de grandes amigas protagonistas de la serie. Es una chica que ha vivido siempre por y para los estudios, siguiendo las indicaciones de sus padres y que, gracias al vínculo que forma con Ran y Miyu, empezará a vivir más la vida, pero sin dejar de pensar en su futuro, de tener sus dudas. Peca de llorona e indecisa, sobre todo a la hora de enfrentarse al amor. Ella es sin duda la que más cambia y madura. A lo largo de la serie irá ganando fuerza y confianza en sí misma muy poco a poco. 

De los chicos, el que tiene un papel más importante es Rei Otohata. Es frío, borde, directo y enigmático. A primera vista parecería alguien dulce y amable pero esos rasgos los hace aparecer en contadas ocasiones llegando a hacerse un personaje un tanto antipático. No obstante, su carácter mejora a lo largo de la serie. Le sigue Yûya Asou, conocido la mayor parte de la serie como Nº2. Cae rendido a los pies de Ran nada más conocerla, pero su carácter hará que ésta lo manipule a su gusto dando un amor muy difícilmente correspondido. Es un chico muy amable y simpático que es incapaz de ser directo.


Entrando en los secundarios destaca Yamato, el hermano de Ran. Un chico serio, maduro, sensato y, sobre todo, muy responsable en su relación con Miyu. Al elenco se les une Mami Honda, la gal “reina” de Ikebukuro que será la eterna rival de Ran a lo largo de la serie y aprovecharán cualquier ocasión para competir. También merece mencionarse la aparición de Tatsuki Kuroi como pieza clave en el polígono amoroso en torno a Ran. 

Al final de determinados tomos hay capítulos especiales que son en su mayoría cómicos y de nula aportación a la trama. De éstos se salva el del 1º tomo donde se cuenta el pasado de Miyu y la del 4º tomo, donde Sayo, la hermana pequeña de Ran, quiere ayudar a su amiga Yukari, la cual dejó de ir a clases pero no sabe el grave motivo que hay detrás. 

El estilo de Mihona Fuji es increíblemente detallado. La cantidad de accesorios que dibuja, ropa, peinados... serían imposibles de enumerar en cada viñeta. Los fondos, a diferencia de lo que sueles ser habitual, los cuida mucho, solo hay que ver las calles repletas de detalle de Shibuya o los cuartos de las protagonistas. En sus personajes tiene ya un estilo más propio de la Ribon: cuerpos excesivamente estilizados, ojos enormes, sonrisas inmensas y narices mínimas y respingonas. Salvo por leves diferencias en cabellos y ojos resultaría imposible diferenciar gráficamente un personaje de otro. 

La edición de Glénat tiene como mayor punto a favor una traducción impecable que refleja la forma de hablar propia de los personajes de la serie sin cortarse en usar insultos o frases hechas. La rotulación de textos también sería otro punto a favor utilizando un par de fuentes según la fuerza del diálogo y así diferenciar los gritos de una conversación seria. También destacar el cuidado por los extras de la autora que pueblan todo el manga. Por último, el papel es de buena calidad dando en conjunto con lo dicho una muy buena relación calidad-precio. 

Gals! es una serie ligera, divertida y sin grandes complicaciones que tontea de manera puntual con el drama y llega a tocar temas peliagudos que sorprenden con el carácter general de la obra. La mayor virtud que tiene es la importancia de las chicas y sus historias dejando los aspectos románticos en un plano muy secundario. Una serie que actualmente sería aún más rompedora y apropiada para las nuevas narrativas que se buscan. Si el carácter explosivo de Ran os atrapa, el buen rato de lectura está más que garantizado.

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