jueves, 25 de julio de 2019

Paradise Star, de Aya Oda

Hace tiempo que no traigo una reseña de Aya Oda, una de las consideradas autora fetiche de Ivrea que, como (casi) toda la demografía de shôjo y josei, lo cierto es que ha desaparecido de sus lanzamientos. 

Ahora que estamos con el aniversario del blog fresco me ha parecido interesante hablar de otra de sus obras pues la primera reseña de un manga que escribí aquí fue para El ángel del jardín. Aparte de ésa podéis leer también la de su primer josei, Eso pasa por enamorarte.

Argumento

La familia de Tamao Chiba está en bancarrota. Su padre pidió una cantidad de dinero desorbitada a la yakuza y desapareció, su madre y su hermana se han ido a refugiar con sus abuelos y él se ha quedado solo, teniendo que huir constantemente de aquellos que exigen el pago de la deuda.

Lo último que le faltaba es que apareciera frente a él un tipo llamado Kurotengu que quiera “comérselo”. Tratando de escapar de todos, Tamao accede por accidente al backstage de un espectáculo donde se darán a conocer futuras estrellas. La presentadora es la idol Haname Sakisaka de quien el joven es un gran fan. Satomi, el productor, aparece y le ofrece a Tamao convertirse en idol y ganar así mucho dinero. Para ello tiene una idea: que haga un dúo con el tipo de antes, Kuro, un mononoke que lo ha marcado como su presa. Tiene una pureza que ha despertado el apetito de estos seres que viven entre nosotros, alimentándose de espíritus de humanos "puros", es decir, vírgenes, para sobrevivir. Para colmo, los mononoke se alimentan del espíritu de los humanos mediante la boca, es decir, besando.

Aunque Tamao pretende negarse, cuando Satomi salda la deuda con la yakuza, no le queda más remedio que acabar colaborando con ellos. Sólo hay un pequeño problema... se le da fatal cantar y bailar ¿Cómo va a hacerse famoso así?

Reseña

Paradise Star es la obra más antigua que nos ha llegado de esta autora. Publicada en Japón en 2004, esto se nota principalmente en su dibujo que, aunque objetivamente es un poco burdo y le falta pulirlo, para mi gusto personal tenía más carácter y un punto más especial que el que fue desarrollando en obras posteriores.

Sin duda, por lo que más destacó cuando salió publicada es porque, a pesar de ser un shôjo, la relación principal tenía algo más que tintes de Boy's Love. Fiel a los triángulos amorosos, una figura más que vista en las obras de Aya Oda, en este caso vuelve a recurrir a ella pero es uno de los chicos, Tama, el vértice del triángulo que recibe el interés de los otros dos: Kuro y Haname. Sin embargo, la autora parece querer evitar por todos los medios que pensemos que entre sus dos protagonistas hay algo (los besos entre ellos son para que Kuro se alimente y Tama está muy enamorado -¡JA!- de la chica) pero la química que tienen, lo que se ayudan y cómo se acaban preocupando por el otro hace más que evidente cuál es "la pareja" de la serie.

El siguiente punto a destacar es la temática fantástica. No he hecho un repaso exhaustivo de todos sus trabajos pero diría que es la única serie de esta autora en la que introduce elementos de tipo sobrenatural, en concreto, los mononoke. Por lo que he averiguado es otra forma de referirse a los yokai. O al menos no he dado con un artículo que explique dónde radica la diferencia entre ambos términos. Vamos, en definitiva son criaturas tradicionales de la mitología japonesa que habréis visto en multitud de series.

Supongo que se debe a la unión de serie breve (sólo dos tomos) e inexperiencia a la hora de usar elementos que se salen de las historias cotidianas pero lo cierto es que desaprovecha el planteamiento y deja muchas lagunas alrededor de todos los seres fantásticos que aparecen y sus motivaciones, como la nube de misterio en torno a Kuro que no termina de resolver. No obstante, la mayor duda que se me queda al terminarla es qué necesidad tienen los mononoke de meterse en el mundo del espectáculo ¿No es un poco contradictorio tener que esconderse y evitar ser descubiertos con exponerse ante el público y tener encima a fans y periodistas que pueden descubrirlos en algún momento?

Precisamente la temática de los idols es la que más choca con el planteamiento de la serie. Parece como si la autora hubiese metido la mano en una urna con papelitos con diversos temas y le hubiesen salido "mononokes", "idols" y "yakuza". Es una combinación interesante pero que habría necesitado de más tomos para sacarle partido. Sólo hay que pensar que el tema de la yakuza, siendo el detonante de la serie, desaparece al acabar el primer capítulo.

El gran problema que tiene la obra, más que lo ya comentado de batiburrillo de ideas y desarrollo con lagunas, es su desconcertante final. Al ser un shôjo, el desenlace al que llega no es el debería siguiendo la lógica y el desarrollo de los personajes y sus relaciones. Haname, la chica por la que en teoría está enamorada Tama, aunque sea maja y caiga bien, no llega a desarrollar con él ni una pizca del mismo sentimiento que despierta Tama con Kuro. La demografía se impuso a la lógica. Por tanto, en ese sentido es normal que la serie se quede abierta con una ecuación imposible de resolver. A ver, destripe: Tama acaba "apreciando mucho" a Kuro y quiere seguir alimentándolo, por lo que se debe mantener virgen. No puede estar tan enamorado de Haname si se resigna tan fácilmente a no poder hacer nada con ella ¿no? Vamos, que cualquiera que llegue al desenlace, por abierto que esté, tiene bastante claro qué debe suceder después o muy ciego debe estar. Y, por cierto, está muy cogido con pinzas y es un tema muy espinoso que la supuesta pureza de espíritu esté enlazada con la virginidad.

Poco más que decir. Aunque he hablado mucho de puntos negativos lo cierto es que es una serie interesante, original en su planteamiento, con bastantes puntos cómicos y con unos personajes simpáticos con los que te encariñas. Lástima de final y de falta de tomos para aprovechar más el mundo de los idols y el mundo de los mononokes.

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