martes, 30 de julio de 2019

El festín de Babette, de Isak Dinesen

¡Sorpresa! ¡Reseña de un libro! La cosa es que hace unos días a mi madre le tenían que poner un tratamiento que iba a requerir un rato largo. Un tomo manga no me iba a llenar ese tiempo y el móvil cansa así que opté por coger de la estantería este librito de unas 100 páginas. Cosas de la vida, no lo terminé entonces pero esa misma noche mi padre nos dio un nuevo (pero leve) susto y en el rato en urgencias sí me lo acabé. Al menos no se quedó ingresado y pudimos volver a casa todos ya de madrugada. Fue un día horrible, sí.

Salvo que me falle la memoria, es la primera historia de una autora danesa que leo. Isak Dinesen es más conocida por su obra Memorias de África cuya adaptación al cine no habrá quien, al menos, no le suene. Lo cierto es que es uno de los clásicos que tengo pendiente de ver. Por cierto, El festín de Babette también tiene una adaptación al cine que tuvo el honor de ser la primera película danesa en llevarse un Oscar como mejor película de habla no inglesa. 

Argumento

Martine y Philippa son dos hermanas, hijas de un pastor luterano que en el pueblo noruego de Berlevaag había fundado un pequeño grupo piadoso. Muerto el venerable maestro son sus hijas, educadas en la austeridad y dedicadas a realizar obras de misericordia, quienes se encargan de mantener viva la memoria de su padre y de las enseñanzas de éste.

Con ellas vive una criada francesa, Babette, huida de París tras los hechos de la Comuna, en los que su marido e hijo habían fallecido. Las hermanas habían aceptado con cierto recelo la llegada de una mujer procedente de la ciudad del pecado, una communard, pero la admitieron bajo su techo por haberles sido encomendada por un viejo amigo y porque en su vida sólo conocen la caridad.

Desde la llegada de Babette han pasado quince años, en los que ha servido a sus señoras con abnegación y fidelidad. En esa fecha se cumple también el centenario del nacimiento del padre y maestro y la buena sirvienta, tras ganar un jugoso premio de la lotería francesa al que seguía jugando a través de un amigo, pide permiso para preparar un banquete que celebre el acontecimiento.

Reseña

Al no haber leído ninguna reseña ni tener ni idea realmente de lo que iba la historia, no sabía qué podía esperar de bueno o de malo. Lo único que sabía, por el tamaño del librito y su extensión, es que estaría más cerca de ser un cuento que una novela propiamente dicha.

Precisamente su breve extensión es quizás el primer problema. Eso y su narración que pasa de puntilla por encima de todo. Apenas hay unas pocas escenas y básicamente resúmenes de las vidas de todas. Imagino que la película que adapta esta historia debe estar mucho mejor por el simple hecho de que se rellenan lagunas y le darán más profundidad a sus personajes para que no queden en meros esbozos.

Un segundo problema ya es más personal y es que todo el tema de las hermanas solteronas que viven en casi una secta, tan buenas, tan santas... Tanto beaterio me genera escalofríos. Y más cuando los dos pretendientes que llegan a tener acaban dando a entender que ellas deben haber sido más felices con la vida que han llevado. Por eso mismo, la aparición de Babette podría haber sido un interesante revulsivo o al menos un bonito relato de sororidad entre estas hermanas que apoyan a una que lo ha perdido todo. Ni una cosa ni otra. Es la francesa la que se hace a los modos y vida del lugar, sin llegar a interiorizar en ella y en lo que siente o piensa en ningún momento. Tampoco veo ninguna sororidad de las hermanas a quien ponen de criada y con quien en la lectura no se da a entender en ningún momento que realmente lleguen a estrechar lazos o le den apoyo.

El tercer problema es su final. El gran festín que prepara Babette y alrededor del cual gira el meollo de la historia acaba por no suponer nada. Lo único es la gracia de ver a la panda de beatos a favor de los votos de humildad borrachos como cubas y degustando platos de alta cocina. Esto y quizás la declaración de la protagonista de por qué decidió organizar este festín es lo poco que tiene una pizca de chispa de interés. Muy poco. La sensación final que me queda tras leer el libro es un "Bueno, ¿y qué? ¿eso es todo?". Al final, se presupone que después de ese día los habitantes de ese pueblo seguirán como siempre y Babette seguirá como criada de las dos hermanas tras haberse permitido únicamente volver a hacer lo que a ella le gustaba por ¿última? vez: preparar un banquete. No sé, pero yo lo veo un final bastante amargo.

Creo que de lo poco interesante que puedo sacar de haber hecho esta lectura es la curiosidad por el evento que marcó la vida de Babette, la Comuna de París y los comuneros (communards). No está mal aprovechar para culturizarse un poco. De todos modos, estos hechos apenas importan en el relato, no son más que la excusa para que Babette acabe refugiada en un minúsculo pueblo perdido de Noruega. Para la poca trascendencia que tiene bien podría haber sido eso o cualquier otra cosa.

En definitiva, se supone que es una pequeña joya, un imprescindible, una delicia que conquista a todo el mundo... pero conmigo no ha conectado lo más mínimo ni esta historia ni estos personajes. Y juro que le he dado vueltas a la cabeza pero no consigo encontrarle nada especial. No sé si algún día veré la película, quizás haya ahí algún mensaje más interesante.


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