Si recordáis, en la reseña de Nisekoi hablaba de que me había animado a leerla completa por scans para saber qué hacer con ella, si vender los tomos que tenía o mantenerlos y comprar los siguientes. Me decanté por la opción de continuarla y en Julio cayeron varios tomos más de oferta. Pues lo mismo es lo que me ha motivado a leer esta serie. En este caso tengo 11 tomos de 14 que hay ahora mismo publicados y sin fecha aún para el siguiente. Como encima está abierta y el ritmo de publicación es lentísimo (podéis ver las fechas de salida de los tomos aquí, baste con fijarse en que el 14º salió a finales de 2018 y la serie empezó a publicarse en España en 2005, en Japón dos años antes) me pareció que podría ser una buena candidata a mercadillo. Bueno, podéis leer la reseña para saber qué decisión tomo.
Argumento
Empiezan las vacaciones de verano y los Koiwai se mudan a su nueva casa. Para ayudarles en dicha tarea contarán con Jambo, el enorme y bonachón amigo de Yousuke, el padre. La pequeña familia la completa Yotsuba, una niña de lo más animada y despierta de apenas cinco años capaz de divertirse con cualquier cosa. Todo, absolutamente todo, es un maravilloso descubrimiento para ella.
Yotsuba no tarda en hacer buenas migas con sus nuevas vecinas, las Ayase: Ena, la pequeña, que va a primaria con unos 10 años; Fuuka, la mediana que va al instituto y tiene 16 y Asagi, la mayor que va a la universidad. A ellas se irán sumando, haciendo cada vez más amplio su mundo, Miura, una amiga de Ena; Topos, ídem de Fuuka; Torako, ídem de Asagi; o Yanda, ídem de su padre y la única persona con la que Yotsuba no congenia. Entre todos vivirán pequeñas aventuras cotidianas mientras el tiempo pasa muy lentamente.
Reseña
Lo que decía de que el tiempo transcurre lentamente no es una exageración. En los 11 tomos que he leído han pasado del inicio de las vacaciones de verano al otoño (por la lista de capítulos, veo que en el 12º tomo llegan a Halloween, por concretar un poco más las fechas). Siendo así, una se pregunta hasta cuándo piensa el autor alargar la serie ya que no hay guión ni más hilo conductor que ver a Yotsuba haciendo cosas y descubriendo el mundo que la rodea. Es una obra puramente costumbrista, un slice of life en toda regla. Aunque el género me gusta, prefiero las historias en que al menos sé que hay un destino, un final al trayecto, pero aquí no hay nada de eso. Si el autor quisiera, podría seguir este ritmo eternamente. Pongamos que, como mucho, quiera llegar a que la niña empiece primaria y que eso lo lograse en sólo cinco tomos más aparte del siguiente, es decir, llegar a la veintena justa. Al ritmo de salida que lleva en los últimos tiempos nos pondríamos en diez años si sigue tal cual. Con este ritmo de publicación me podrían salir canas (mentira, ya las tengo, es un decir). Esto es uno de los factores que más influye para que en principio quiera revenderla. Una serie abierta que ya va por 14 tomos a la espera de que se recopilen capítulos para el 15º (por lo que he investigado, no debería tardar demasiado en publicarse... pero el anterior salió en Abril de 2018, así que echad cuentas) y sin un final a la vista se me hace cuesta arriba.
Como conclusión puedo decir que de momento, al menos, me la quedaré. Es una serie que da buenos momentos, con situaciones simpáticas y que entretiene. No obstante, no puedo descartar que a la larga la acabe vendiendo porque ya no estoy para llevar series que se alargan de manera indefinida en el tiempo. Sí que es cierto que en este caso particular, siendo capítulos autoconclusivos y al no tener una trama de fondo, no afecta tanto este ritmo tan horrible que haría desistir a cualquiera de una serie con guión más definido. Ya veremos.
Por otro lado, es una serie de lectura muy pausada. De hecho, se me ha hecho imposible leer un tomo del tirón. Cada capítulo es independiente y salvo algunos elementos y personajes puntuales que van reapareciendo una vez los conocemos, no hay apenas continuidad. Diría que el cuerpo impide que te pegues un atracón de la serie de golpe o, al menos, eso me ha pasado a mí con los tomos que tengo. No he podido leer más de tres capítulos seguidos salvo quizás los que forman el primer tomo por ser el de la llegada a la nueva casa y haber un poco más de continuidad ahí al ver cómo se instalan y conocen a las vecinas.
Esos son mis mayores contras de la serie. Yendo a los pros, tenemos una serie de lo más sencilla y simpática. Es una lectura de lo más agradable, sin malos rollos y que si bien no te saca carcajadas (al menos en mi caso), sí que es inevitable leerla con una sonrisa en la cara. Todos los personajes caen bien en mayor o menor medida siendo, por supuesto, la estrella de la obra la alocada Yotsuba. Incluso cuando se pone más impertinente, no hay manera de que se haga odiable y reconozco que en parte lo he intentado para poder justificar la venta de la serie, pero es que no hay manera. La chiquilla es adorable y de lo más salada. La inocencia y candidez que tiene y cómo va descubriendo el mundo, y nosotros junto a ella redescubriéndolo, es la gran baza de la serie.
El elenco de secundarios, si bien palidece en cuanto a interés con la protagonista indiscutible, es de lo más diverso y complementan a la perfección las aventuras de la pequeña. Todos tienen una curiosa mezcla de realismo y peculiaridades que los hacen muy humanos. De quedarme con alguien en particular diría que Asagi por el carisma que tiene pero la verdad es que son geniales todos los personajes que aparecen, ya sea en mayor o menor medida.
Aunque el dibujo de los personajes es bastante sencillo y no destaca especialmente, sí que quiero resaltar el gran trabajo de fondos que hace el autor mostrando algunos escenarios realmente detallados, sobre todo según va avanzando la serie. Por otro lado, la obra también ayuda a conocer un poco más Japón cuando dedica un capítulo a las festividades del barrio o cuando Yotsuba se cuela en una tienda de udón y ve al cocinero prepararlo de manera artesana.
También tengo curiosidad suficiente para seguir leyendo por si en algún momento se descubre algo más del origen de esta peculiar niña de pelo verde tan ignorante de tantas cosas que ya debería conocer. Por ejemplo, no sabía lo qué era una pizza, ni cómo funcionaba un columpio. De pasada se nos dice que es adoptada pero nos falta todo el contexto salvo porque el padre dice que la encontró estando en el extranjero. De hecho, por lo que he leído, hay teorías locas en plan de que en realidad es alienígena. La verdad es que eso explicaría bastante de esta niña tan rarita.
Como conclusión puedo decir que de momento, al menos, me la quedaré. Es una serie que da buenos momentos, con situaciones simpáticas y que entretiene. No obstante, no puedo descartar que a la larga la acabe vendiendo porque ya no estoy para llevar series que se alargan de manera indefinida en el tiempo. Sí que es cierto que en este caso particular, siendo capítulos autoconclusivos y al no tener una trama de fondo, no afecta tanto este ritmo tan horrible que haría desistir a cualquiera de una serie con guión más definido. Ya veremos.
¡Hola! =)
ResponderEliminarNo lo conocía, gracias por la reseña ^^
¡Saludos! :P