Retomamos las adquisiciones de Noviembre para hablar de una de las mini-series de dos tomos que se vinieron a casa. Además, es la primera obra de Kayoru, la que parece la última incorporación al listado de "autoras fetiche" de Ivrea, que reseño. He optado por la serie por variar de los tomos únicos, pero lo cierto es que es casi uno de éstos extendido, porque entre los dos tomos hay un total de tres historias cortas adicionales, alguna bastante extensa, que supone que cada tomo tiene en realidad como 2/3 de sus páginas sólo para la historia principal. Así que, dadas las características de la obra, la reseña la voy a enfocar como si de un tomo único se tratara.
Amor programable
Mariko es una chica que se pasa el día trabajando en empleos a media jornada para echar una mano en casa dado que su padre vive en EE.UU. y, con el dinero que les envía, no llegan a fin de mes. Su madre murió hace un tiempo, así que aparte de cuidar de sí misma, está a cargo de Makoto, su hermano pequeño.
Un día, al salir del trabajo, se encuentra desmayado a un chico muy atractivo entre bolsas de basura. Al tocar un tatuaje de aspecto digital que tiene en su cuello, éste se despierta. Para su sorpresa, el chico se autodenomina un androide. Su nombre es Kohta y, desde ahora, Mariko se ha convertido en su "ama". Aunque Makoto lo acepta en su casa encantado, a ella no le resulta tan fácil habituarse a que un chico tan guapo la siga a sol y a sombra, buscando protegerla y complacerla.
Amor programable me llamó la atención porque me recordó al planteamiento de Zettai Kareshi, de Yuu Watase (de hecho, en el original, la serie se llama Zettai Renai Program). Luego, también me hizo pensar en Chobits, de Clamp y hasta en A.I. Revolution, de You Asami (que sacó Mangaline y, cómo no, dejó inconclusa). Vamos, una historia de romance entre robot-persona. La diferencia es que esas otras necesitaron bastantes más tomos para desarrollar la trama y aquí no llega a los dos tomos (por todas las historias extras ya mencionadas). Quizás ese primer detalle sería la primera alerta para intuir que la serie no va a ser nada del otro mundo. Por otro lado, es la primera obra que supera el tomo de longitud que hace la autora, otro punto más que haría dudar de la serie.
Un día, al salir del trabajo, se encuentra desmayado a un chico muy atractivo entre bolsas de basura. Al tocar un tatuaje de aspecto digital que tiene en su cuello, éste se despierta. Para su sorpresa, el chico se autodenomina un androide. Su nombre es Kohta y, desde ahora, Mariko se ha convertido en su "ama". Aunque Makoto lo acepta en su casa encantado, a ella no le resulta tan fácil habituarse a que un chico tan guapo la siga a sol y a sombra, buscando protegerla y complacerla.
Amor programable me llamó la atención porque me recordó al planteamiento de Zettai Kareshi, de Yuu Watase (de hecho, en el original, la serie se llama Zettai Renai Program). Luego, también me hizo pensar en Chobits, de Clamp y hasta en A.I. Revolution, de You Asami (que sacó Mangaline y, cómo no, dejó inconclusa). Vamos, una historia de romance entre robot-persona. La diferencia es que esas otras necesitaron bastantes más tomos para desarrollar la trama y aquí no llega a los dos tomos (por todas las historias extras ya mencionadas). Quizás ese primer detalle sería la primera alerta para intuir que la serie no va a ser nada del otro mundo. Por otro lado, es la primera obra que supera el tomo de longitud que hace la autora, otro punto más que haría dudar de la serie.
A pesar de todo, la historia no iba mal y el primer tomo está bastante bien. Se intuye por dónde van a ir los tiros y todo apuntaba a una especie de versión comprimida de Zettai Kareshi. Sin embargo, el problema llega en el segundo, que la trama da un bandazo de lo que parecía que iba a ser hasta un desenlace totalmente irreal, incluso para lo que un argumento así propone de primeras. Me limitaré a decir que si el tema de los robots humanos con sentimientos es propio de la ciencia ficción, el desenlace parece sacado de un cuento de hadas, totalmente fantástico.
Entre la escasa longitud y la inexperiencia de la autora para narrar algo más extenso de un tomo único, la obra se deja toda explicación mínimamente plausible de cómo acabó Kohta en mitad de la basura (Chobits tenía un punto de partida idéntico y se explicaba) para que lo encuentre cualquiera. El único detalle de su pasado que sale sólo sirve para la trama romántica, no aporta nada al tema androide, un contexto del que tampoco nos dice nada. De nuevo, haciendo comparaciones, en Chobits eran ordenadores con forma humana, con cables, que se estropeaban...; en Zettai Kareshi los fabricaba la empresa Kronos Heaven. Aquí el único dato técnico que tenemos es que Kahto se carga a través de sus auriculares (¿¿¿???) y tiene fuerza sobrehumana, como se demuestra con una escena muy similar a otra de Crepúsculo (en la que Edward salva a Bella de morir atropellada).
Todo esto son puntos negativos, como podéis ver. Sin embargo, si conseguimos evadirnos de todas esas lagunas y quedarnos con lo que ofrece, la parte romántica no está mal. Mariko es una chica trabajadora con momentos muy humanos y Kohta es muy tierno. El problema es que la relación avanza sin poder evitar caer en escenas de celos y posesividad, que son las menos, pero ahí están. En menor medida, y resueltos de manera mucho más sencilla que en las otras series, se dan los dilemas de amor robot-persona con el punto concreto de la longevidad de cada uno. No niego que haya dado respuestas algo simplonas, pero no lo veo mal del todo: son directos, sinceros consigo mismos y con la otra persona y no se van por las ramas, algo no muy común y que se agradece.
En definitiva, una serie muy sencilla para el tema que trata, que en otras obras supone grandes dilemas filosóficos y existenciales. Personalmente, en líneas generales, me ha gustado, pero el desenlace se le fue de las manos a la autora.
7/10
Candidato a primer amor
La abuela de la Kasumi acaba de fallecer pero antes de que le llegase su hora le dejó una carta a modo de testamento. En ella le dice que quiere que se case con Takuma Fujioka porque su abuelo fue su primer amor.
Punto de partida absurdo que no tiene nada de romántico, y menos cuando en un giro de los acontecimientos al final hay cierta sorpresa ¿la abuela no se informó de cómo era el tipo con quien quería emparejar a su querida nieta? En fin.
Está muy cogido con pinzas que Kasumi quiera cumplir con una última voluntad como ésa. Se acepta que la quisiera tanto que intente hacer algo por ella, incluso después de muerta, pero sólo puedo pensar en una niña rica a la que no le han dado la oportunidad de tener personalidad propia y la han manejado durante toda su vida para ser sumisa y obediente. Creo que la trama tenía potencial de haber sido más dramática e intensa, con Kasumi liberándose de los designios de una anciana que, aunque en principio parecía quererla y desear lo mejor para ella, en realidad era una mujer manipuladora y controladora.
Al menos, la parte romántica tiene sus puntillos emotivos y, aunque precipitada, la escena en el acuario es bastante bonita y los sms que intercambian luego son muy cucos.
5/10
Punto de partida absurdo que no tiene nada de romántico, y menos cuando en un giro de los acontecimientos al final hay cierta sorpresa ¿la abuela no se informó de cómo era el tipo con quien quería emparejar a su querida nieta? En fin.
Está muy cogido con pinzas que Kasumi quiera cumplir con una última voluntad como ésa. Se acepta que la quisiera tanto que intente hacer algo por ella, incluso después de muerta, pero sólo puedo pensar en una niña rica a la que no le han dado la oportunidad de tener personalidad propia y la han manejado durante toda su vida para ser sumisa y obediente. Creo que la trama tenía potencial de haber sido más dramática e intensa, con Kasumi liberándose de los designios de una anciana que, aunque en principio parecía quererla y desear lo mejor para ella, en realidad era una mujer manipuladora y controladora.
Al menos, la parte romántica tiene sus puntillos emotivos y, aunque precipitada, la escena en el acuario es bastante bonita y los sms que intercambian luego son muy cucos.
5/10
Soy todo tuyo
Hiroki era un canijo llorón al que Masumi debía proteger cuando eran niños. Ahora, ya en bachillerato, él es el novato estrella del club de fútbol y ella no quiere reconocer que está enamorada de él, sobre todo después de haberle rechazado un par de años atrás, en Navidad.
Me encantan las historias de amigos de la infancia. Como ya he dicho en alguna ocasión, tienen de bueno que se elimina el factor de precipitación al haber ya una relación previa. Además, esta historia en particular me ha gustado bastante por lo cabezota e indecisa que es Masumi, por meter la pata y esforzarse en arreglarlo. Ambos me han parecido muy humanos.
9/10
Una carta de amor en el pentagrama
Mizuki es fan de un grupo de música y le gusta Kei, el cantante y guitarrista. Éste no le hace caso porque le interesa una chica que ve todos los días esforzándose al máximo en sus clases de natación. Cuando por accidente, Mizuki le daña la mano, Kei aceptará que ella le ayude esos días y, tal vez, se lleve alguna sorpresa.
Gráficamente, se nota que es una historia que tiene más años que el resto que han salido en estos tomos (es de 2009 y el resto son de 2011-2012). Sencilla y dulce, me gusta la fortaleza de Mizuki y que en cierto momento Kei se reconozca como "lo peor", porque es bastante imbécil el chico. Historia pasable que no me ha despertado mucho sentimiento.
6/10
Conclusión
Dos tomos de historias variadas que darán un rato entretenido, con puntillos de emoción y alguna sonrisa. Desde luego, la principal daba mucho más de sí, como ya hemos visto en otras series, pero si nos limitamos a lo que cuenta, tenemos un romance bastante decente. Si no esperáis más de lo que ofrecen este tipo de obras, os gustará.
Por cierto, el dibujo de las portadas no le hace justicia al interior en B/N. Su estilo por momentos recuerda a Arina Tanemura y no es de extrañar pues la autora fue su ayudante. A falta de ver sus otros tomos licenciados, para fans del estilo shôjo, la parte gráfica es un aliciente, al menos en esta obra.
Hola!!! Es imposible no acordarte de Chobits leyendo este manga, pero aún así se disfruta un montón!! No me esperaba yo que me fuera a gustar tanto, para pasar un buen ratito entretenida y ver monerías está genial si jajajaja saludos!
ResponderEliminarSí, para un rato entretenido (y monerías) da, no se le puede pedir más ^^U
EliminarJo viendo amor programable también andaba pensando en chobits xD no me llama mucho la verdad aunque el dibujo es muy cuco
ResponderEliminarEn el dibujo se nota la influencia de Arina Tanemura, y eso son palabras mayores =D Tampoco te pierdes nada, la verdad, si no lo pillas, aunque a mí me ha gustado XD
EliminarYo los ultimos mangas que lei de Kayoru los odié intensamente (solo me gustó el primero que licenciaron de ella) asi que de este pasé absolutamente.
ResponderEliminarAhora al menos ya se lo que me he perdido y lo que no 😊😂.
Excelentes reseñas Bell😻😻
Ay, pues miedo me da ponerme con sus tomos únicos... Al menos voy prevenida ^^U
EliminarGracias! <3
Me leí Amor programable porque encontré los 2 volumenes en la biblioteca y no me gusto nada de nada, los personajes me parecieron sosos y el final forzalísimo.
ResponderEliminarLo del final es que no tiene nombre. Yo lo achaco a que le pidieron un final feliz, la brevedad de la serie y que es su primer manga "largo", pero vamos, no tiene perdón XDDD
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