jueves, 16 de marzo de 2017

Lazos de sangre, de Satoru Takamiya

Primera reseña de un manga (*coff*porque los shojos también son mangas*coff*) del año, que ya iba tocando. Quizás os suene el nombre de la autora pues ya os reseñé el tomo único Eres mi vampiro esclavo (lo sé, tela con el nombrecito, aunque que no os engañe, era bastante bueno). Como veis, el tirón de los vampiros aún no ha muerto y siguen llegando. 

Aparte de la serie principal, hay dos historias cortas independientes, una por cada tomo, y quisiera hablar de ellas también porque hay cosas que quiero comentar.

Lazos de sangre

Una academia tenebrosa donde los vampiros cultivan a los humanos con sangre RH- a cambio de protección. Y es que, desde que dejaron de poder beber otros tipos de sangre, ante la escasez de su sustento, se han generado dos bandos: vampiros "protectores", que se alimentan de sangre "donada", y vampiros "depredadores", que beben directamente de los humanos hasta matarlos sin ningún miramiento.

Saika, una chica poco femenina vive en la academia dirigida por un Consejo de Estudiantes vampiros que lanza una nueva regla: a partir de ese día, compartirán habitación con alguien del sexo opuesto para potenciar la procreación. Aoi, su amigo de la infancia, "sugiere" que convivan juntos. Las cosas se complican aún más cuando Ichika, el Presidente del Consejo, se opone pues, desde que lamió un rastro de la sangre dejada por una herida de Saika, va detrás de ella.

Cuando parecía que ya todo estaba inventado en el género vampírico, la autora introduce (o, al menos, no recuerdo haberlo visto antes) un interesantísimo concepto: "granjas de humanos". Lástima que esta idea acabe siendo tan desaprovechada en una serie bastante mediocre. Vamos por partes.

La serie parece nacer sin que la autora sepa lo que quiere contar ni a dónde llevar la trama. De hecho, en ese sentido, los freetalks son muy descorazonadores pues parece que a cada cosa que le dice su editor, ella responde con un "Venga, va", y así va parcheando el desarrollo. Cosas como la propia idea de base o como que en un principio no había dos chicos para formar un triángulo amoroso sino uno, que sería Ichiya, el Presidente del Consejo de Estudiantes. Ante problemas para encajar su personalidad, el editor le sugirió que metiese un humano y ¡Boom!, así nació Aoi.

El mundo ideado no se sostiene a la mínima que se rasca un poco su superficie. Como decía, la idea de las "granjas humanas" tenía mucho partido para sacarle pero lo desperdicia por completo dejando demasiado interrogantes. A ver, ¿qué sentido tiene que haya vampiros que sean puros "depredadores" si los humanos de los que pueden beber escasean? ¿No tendría más lógico que todos fuesen "protectores"? Si hubiese alguno que no aguantase sus ansias de sangre que hiciesen leyes para castigarles o, en última instancia, liquidarlos.

Quizás el problema es el tono cómico de la serie y el foco en el tema romántico. La idea de partida tenía un gran potencial, y más con la introducción de obligar a los estudiantes a compartir habitación con una pareja hetero. Por lo pronto plantea la interesante duda de qué pasa con las personas homosexuales ¿y con asexuales? Forzar estas relaciones para que las chicas se queden embarazadas cuanto antes y así tener más alimento para los vampiros daba margen para muchos enfoques oscuros, dramáticos y tensos muy interesantes. Sin embargo, el humor y la brevedad de la serie lo impide.

Hablando del triángulo amoroso en sí, quizás soy una ingenua o he perdido mi toque, pero discrepo de otras reseñas que he leído porque creía que el predilecto de la protagonista era el otro, es decir, el que al final no acaba siendo su pareja. De hecho, el desarrollo durante el primer tomo inducen a pensar eso pero de cara al segundo la trama gira en favor del otro. Además, en el desarrollo de esta parte se introducen elementos algo más oscuros que estaban subiendo el listón (aunque con ciertas incongruencias) hasta que un giro cómico final se carga toda la tensión creada. Bastante decepcionante.

Otra cosa que no puedo pasar sin comentar es el machismo de la obra. Los dos chicos llegan a rifarse a Saika como si ella misma no tuviese voluntad. Punto a favor que, al menos, la chica tiene suficiente personalidad como para mandarlos al cuerno a ambos.

Por cierto, ¿soy la única que ve aquí cierta parodia de Vampire Knight, de Matsuri Hino? No sólo el tema de la academia, el look de la protagonista, su apellido es Yukinoshita (la protagonista de VK se llama Yuki), Aoi, el humano del triángulo amoroso, se apellida Kiriyuu, mientras que en aquella era Kiryuu. Esos detalles además de ciertas escenas y situaciones me llevan a pensar si no habrá querido hacer una parodia de ese famoso manga.

6/10

Sección SD de la academia Inari

Los youko (zorros) son seres mitológicos con muchos poderes. Cuando tenía 4 años, Tamara, descendiente de una prestigiosa familia de youkos blancos, recibió a su sirviente, Mikage, un youko negro un año mayor que ella. Nunca le vio como un instrumento o un objeto y, con el paso de los años, un extraño dolor le surge en el pecho cuando está con él. Ahora que ha alcanzado la edad de ir a la academia, Tamara recibe su primer trabajo: ayudar, mediante la manipulación de sueños, a una joven que está sufriendo mucho por un amor no correspondido.

Recuerdo que conocí a la autora hace bastantes años gracias a historias cortas no muy diferentes a ésta. La combinación de fantasía y sentimientos funcionaba muy bien, tenía un toque especial que lograba emocionar y traspasar la pantalla. Aquí sucede eso mismo. Lástima que sea una historia corta porque, como inicio de serie, habría funcionado realmente bien.

8/10

La pareja del niño bien

La academia privada Housei ha decidido que la maratón que van a organizar se realice "a tres piernas" con parejas mixtas. Asanami, una chica de buena familia pero pocas habilidades que se oculta detrás de su orgullo y fanfarronería, es emparejada con Tomoya, el chico que dio el discurso de bienvenida. Como es tan bocazas, no acaban entrenando nada y llega el día de la maratón en el que, previsiblemente, acabarán últimos ¿o no?

Esta historia no hay por dónde cogerla. Si en la principal, la excusa de los vampiros que necesitan más humanos con sangre RH- tiene su sentido para obligar a emparejar, aquí no se sostiene. La verdad es que me ha puesto de mala leche esta historia. Como la chica es muy cabezota y odia perder, accede a tomar unos atajos a los que sólo pueden acceder las parejas que se den un beso. Tomoya se aprovecha de eso y la besa a pesar de que sabe que ella no quiere. Y nos tenemos que creer que es una historia romántica. Ajá.

1/10

Conclusión

Echo de menos a la autora que conocí en sus historias cortas. Tenía un punto de emoción con detalles triste u oscuros en sus tramas que conseguía llegarnos a la patata. Lo que he visto aquí es superficial, recurre al humor para no profundizar en nada y desperdicia planteamientos muy interesantes. A pesar de todo, el desarrollo del segundo tomo con el final sorprendente y la historia corta del primero me han satisfecho y supongo que le haré un hueco en mis estanterías (vamos que no planeo venderlos, al menos de momento). De todos modos, estoy lejos de recomendar la serie, hay shojos mucho mejores esperando.

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