domingo, 25 de octubre de 2020

La casa del agua, de Miho Obana

Aunque el género de terror no me gusta, si no son historias muy fuertes, alguna cosa cae. Precisamente, 
he descubierto hace poco que el shôjo de terror es uno de los géneros más destacados en Japón, pero esto se desconoce porque, si se licencia algo, se suele etiquetar erróneamente de seinen. Poniendo mi pequeño granito de arena al especial que se han marcado desde PSS, Pro Shôjo Spain, que si no lo sabéis, ha vuelto hace unos meses, esta vez como cuenta de Twitter y con la idea de hacer vídeos (aquí el canal de youtube) en vez de blog + foro, me he decidido a hacerle reseña a uno de los pocos shojos de terror que tengo. Os dejo los hilos de Twitter que han hecho sobre este tema a modo de especial durante todo el mes de octubre. Como colofón al especial van a hacer un directo en un par de horas así que os animo a estar atentos a las redes porque el guión que han preparado es realmente interesante.

Un último apunte antes de empezar con la reseña y es que este tomo es el Nº11 de la colección Un manga, un romance de la editorial Planeta. Pasito a pasito, y ya van cinco, la voy reseñando con la idea de completarla en un futuro no muy lejano.

La casa del agua

Hiroto Suzuhara tiene 14 años y su vida lleva siendo un infierno desde hace tiempo debido al acoso escolar. De haber sido un buen estudiante al que también se le daban bien los deportes y que además destacaba por su atractivo, hizo todo lo que pudo para empezar a ser ignorado. No obstante, las cosas siempre pueden ir a peor y sus queridos padres fallecen en un accidente. 

Tras el funeral, sus familiares no quieren hacerse cargo de él más que por el dinero de la herencia y él está tan harto de todo que decide suicidarse... pero no puede. En medio del llanto por sus padres, acaba llamando también a su hermano, Masato, que desapareció años atrás y al que casi había olvidado. Con el dinero de la herencia decide contratar a un detective que le pone sobre la pista: su hermano despareció cuando tenía 14 años con su novia, Mako, y una amiga, Miwa. El abuelo de esta última, un botánico, les da más información pero parece desvariar sobre una creación terrible y una casa cerca del lago a la que no pudo volver en un bosque tenebroso. Hiroto irá en busca de la casa misteriosa sin saber que se va a enfrentar a otro tipo de pesadilla distinta a la que estaba acostumbrado.

La casa del agua es una historia corta relacionada con la serie más importante de la autora: El juguete de los niños. En ella, Sana y Naozumi, actores infantiles, ruedan juntos una película de la que apenas tenemos una ligera idea de qué trata. Pues bien, esa película es esta historia corta. Como curiosidad decir que al final de la historia hay unas divertidas "tomas falsas" del rodaje y, además, vemos a Hayama, protagonista de la serie, viendo la película unos años después junto a Sana.

En principio parecería difícil desligar la idea de que se trata de "una película" y leer la obra sin estar pensando constantemente en la serie, pero lo cierto es que la autora consigue que nos olvidemos de que son "actores" porque es una historia que te atrapa. Al menos, salvo cuando recuerdas "el rodaje" de ciertas escenas clave durante la serie. Pero diría que eso es sólo en momentos muy puntuales y que no hay problemas en volver a sumergirte en el relato. Quienes no hayan leído la serie original pueden leerla sin problemas e incluso su inmersión será más completa al no tener en mente "el rodaje".

La trama es un relato de terror bastante ligero, la propia autora dice en un freetalk que quería haberlo hecho más oscuro pero que pensando que saldría en la Ribon tuvo que moderar el contenido. Aún así, hay algunos momentos que generan escalofríos, claro que soy una cagona y mi contacto con el género es casi nulo, por lo que no sirvo de referencia en este tema, pero hasta para mí resulta poca cosa.


Se puede decir que en general está bien estructurada en las 100 páginas (divididas en dos capítulos) que tiene pero que podría haber sumado unas pocas más para profundizar mejor en los personajes y en los hechos que desencadenaron la desaparición de Masato, Mako y Miwa. Quizás el tema de las plantas misteriosas se acaba llevando más interés del que debía y robando un espacio que estaría mejor dedicado a los protagonistas.

Desde luego, si os gustó la serie es una historia imprescindible, a lo mejor no tanto por el relato en sí sino por los extras tan divertidos del final. De hecho, a esta autora se le da mucho mejor el drama y el humor que el terror, aunque si hubiese hecho la historia todo lo tétrica que quería al principio, quizás nos habría sorprendido.

8/10

Pochi

Sayaka Kano tiene 15 años y, a raíz de una encuesta que hicieron en el instituto, ha empezado a ser conocida como la "reina del estrés". Lo cierto es que la chica más ocupada no puede estar entre el consejo escolar, cuidar de su hermana pequeña, ir a la academia de repaso y hacer tareas del hogar.

Un día, de camino a la academia, se le cae su libro a la ribera del río. Mientras lo busca escucha a una mujer llamar a "Pochi" y supone que se trata de un perro, pero lo cierto es que quien acude es un chico e incluso le pone una cadena y éste ladra. Alucinada por la escena, unas horas más tarde se lo vuelve a encontrar. Se llama Tomo Aruga, resulta ser de su instituto, de un curso inferior, y es quien en esa misma encuesta ha salido como la persona menos estresada, así que a él también le han puesto un apodo: "el rey de la despreocupación".

Si os ponéis a buscar información descubriréis que la autora tiene un tomo titulado igualmente Pochi. La historia de ese tomo tiene relación con ésta porque Tomo aparece en ambas. El tomo se compone de dos historias cortas Pochi: La historia de Mike y Pochi, así que vuelve a recopilar la historia corta que ya había publicado aquí, en La casa del agua. Por desgracia, sólo hay scans del principio de dicha historia (las primeras 38 páginas), así que no se puede leer al completo. Yo las he encontrado en inglés aquí y al menos algo de curiosidad sacian.

En cuanto a la historia en sí, aquí la autora toca el tema del estrés al que se somete a chicos y chicas en la sociedad japonesa. En el caso de la protagonista, al hecho de tener que estudiar para entrar en un buen instituto de bachillerato por presión familiar, también tiene que lidiar con tareas de casa y el consejo, tantas cosas que están empezando a pasarle factura. Desde aquí nos parecerá extraño pero sabiendo cómo es dicha sociedad, quizás sí que se hagan test sobre el estado mental del alumnado en los institutos para intentar frenar las tasas de acoso y suicidio. Lo indignante (y esto es lo más realista del asunto y lo que más me creo) es que después del resultado del test, el tutor no hace nada por ayudar a Sayaka: no le sugiere dejar el consejo de estudiantes para quitarse una carga, no habla con sus alumnos para que la ayuden a llevar otras tareas... Se limita a reírse porque es muy divertido que una chica de 15 años tenga el nivel de estrés de una adulta.

En el lado opuesto a ella está Tomo, que se convierte en un buen amigo de Sayaka. Su peculiar historia y por qué es "Pochi" es de lo más dramática, aunque quizás es un poco extraña y más por lo poco que parece importarle todo al chico, ya le va bien con las cosas tal cual son. En comparación a los problemas tan realistas de Sayaka, lo de él resulta más irreal aunque ya se sabe que la realidad siempre supera la ficción.

Una historia corta, de unas 60 páginas, que toca temas psicológicos como el estrés o la desconexión de la realidad por el dolor. La he releído para escribir la reseña y, aún después de tanto tiempo, me sigue emocionando y sacando la lagrimita.

8/10

Conclusión

Un tomo formado por dos historias, a cada cual más interesante. Desde luego, si sois fans de la autora deberíais incluirlo en vuestras futuras compras, sobre todo por el interés de conocer esa famosa película que ruedan Sana y Naozumi además de por los geniales extras. Y, por otro lado, si no la conocéis, es una buena carta de presentación de lo que ofrece en sus historias y nada como un tomo único para ello.

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