martes, 20 de noviembre de 2018

¡A los dieciséis!, de Kayoru

Después de traeros el tocho de reseña de Peach Girl pensé que nada como ir a por un tomo único para compensar un poco. Me decanté por éste para continuar con las reseñas de Kayoru, que ya os he traído Amor programable y, más recientemente, Vampiresa por sorpresa. Ya sólo me quedan un par de tomos, así que imagino que también los reseñaré.

De la enorme lista de obras de esta autora, aunque la mayoría sean tomos únicos, éste es el de más reciente publicación de los que nos ha traído Ivrea. Ya hace un par de años que no sale algo suyo así que todo parece apuntar a que no veremos nada más. Esto no sería preocupante si el hueco lo estuviesen rellenando con obras de otras autoras pero parece que la demografía está decayendo en la editorial. Una pena porque shojos así, más sencillos y cortos, no suelen interesar a otras editoriales y a veces apetecen.

¡A los dieciséis!

Cuando eran niños, Wakaba y Sousuke prometieron casarse al cumplir los 16. Ya está cerca ese momento pero parece que ella es la única que recuerda esa promesa. 

Un día, su padre le dice que la familia de Sousuke ha entrado en bancarrota y para ella es la excusa perfecta para satisfacer sus deseos pues, al pertenecer a una familia rica, casándose con su amigo de la infancia, se salvará la fábrica de la familia de éste. Por increíble que parezca, los padres de ambos y el propio Sousuke aceptan la propuesta y así empieza la convivencia de los dos jóvenes previa al matrimonio.

Sencillamente, una historia ridícula a todos los niveles. Desde lo anacrónico de una chica obsesionada en casarse y ser una buena esposa hasta que se alegre por el infortunio de la familia del chico que le gusta porque eso le favorece o que a todo el mundo le parezca perfecto y lo más lógico del mundo. Curiosamente, la premisa es muy parecida a Adolescente pero no inocente, de Minami Kanan, quien sí sabe armar una historia en condiciones partiendo de esta base. La fui leyendo por scans hasta que la licenciaron pero aún no me he hecho con ella. Lo que recuerdo de lo que vi me gustó bastante, por si os sirve de referencia.

Aparte del capítulo que acaba con la inevitable y feliz boda, con momento de drama intermedio y forzado, hay un segundo capítulo que es totalmente prescindible ya que se limita a mostrar a Sousuke resfriado y cómo Wakaba le cuida. Imagino que si la aceptación hubiese sido mayor le habrían dicho a la autora de prolongar la historia de esta pareja al menos uno o dos capítulos más porque es un tanto extraño añadir este segundo capítulo que no aporta nada y dejar la cosa ahí.

En definitiva, una historia con un tufo rancio bastante importante y que no hay por dónde cogerla. Es cierto que intenta plantearla desde la comedia pero le falta más humor para digerir el despropósito.

2/10

Los dulces son una tentación demoníaca

Mika Matsutani se ha quedado sin un familiar en el mundo tras la muerte de su padre unos meses atrás. Con 16 años y deudas que se le acumulan, queda a cargo de la pastelería familiar. Sin embargo, ella no ha heredado el talento de su padre para los dulces, que le salen fatal, así que los clientes han dejado de ir. Un día, un joven rico entra y le pide que prepare la tarta de la boda de su hermana. Aunque prueba un horrible pastel de Mika, en vez de ir a otra tienda, decide que le enseñará a ser una gran repostera.

Las historias de adolescentes que se quedan solas en el mundo siempre me hacen plantearme si existen los servicios sociales en Japón, y esto es algo que llevo preguntándome desde hace años.

A diferencia de la historia anterior, aquí tenemos a una luchadora que se esfuerza en superar las adversidades y en aprender del que se convierte en su maestro repostero. El puntillo de interés es el motivo por el que el chico hace lo que hace, desde empecinarse en que la tarta para su hermana salga de ahí hasta perder tiempo en ayudar e instruir a una desconocida. La autora da una respuesta pero no deja de ser bastante cliché y cogida con pinzas.

Por resumir, estamos ante una historia mona y tierna, pero bastante tópica. Parece hecha con el piloto automático ya que no se nota un esfuerzo en transmitir nada. Aceptable sin más.

6/10

¡¿Un idol va tras de mí?!

A pesar de ser una simple estudiante de 16 años, Chiaki, para ayudar a la empresa de su madre, es la manager de un trío de idols que cada vez gana más fama. El grupo llamado "Infinity 3" está formado por el jovencito Nao (15), el borde Banri (16) y el ligón Riku (17). Entre todos hay una buena relación pero un día los tres le dan a entender a Chiaki que sienten algo más por ella que una mera amistad.

Entre esta historia y la siguiente hay una página de comentarios de la autora de todos los capítulos que forman este tomo. Lo más interesante a destacar es que su editora le recomendó un cambio en el final de esta historia, dejándola completamente abierta. 

Volvemos a tener una premisa bastante ridícula (¿una estudiante haciendo de manager de las estrellas de la compañía? Ya, claro) pero que tal vez habría funcionado dándole alguna vuelta y como un primer capítulo de serie. Al no ser así simplemente es una historia corta precipitada que quiere plantear más cosas de las que tiene espacio de desarrollar y tiene que acabar de manera abrupta. Esto no sería tan grave e, incluso, podría ser original si no fuese porque se nota muchísimo cuál era el final que tenía en mente la autora y que, al menos, habría dejado cerrada la trama como el oneshot que es.

4/10

[Urgente] Al guaperas del curso le encanta mi canción

Ichika es una chica que tiene mucho talento en la creación de canciones para Vocaloid pero es tan tímida que no se atreve a hablar de ello por lo que nadie ha escuchado sus temas. Un día se deja su mp3 en clase y, al volver por él, pilla a Shou, el chico más popular de la clase, escuchándolas ¡y llorando!

Cuando parecía que el tomo no iba a tener una historia que me gustase llega la sorpresa con esta última.

Para empezar tiene el punto original de usar el tema de las vocaloid, un fenómeno virtual especialmente hace unos años, aunque diría que ya ha pasado un poco la fiebre por ellas. Pero lo bueno no se queda en ese punto de originalidad porque en esta historia la autora hace lo que se olvidó en las anteriores: darles humanidad  y personalidad a la pareja protagonista. Especialmente destacable es el chico, que resulta ser un encanto: no se avergüenza de que le pille llorando, la felicita y la apoya. Ichika también es una monada de personaje: es la más adolescente y realista del tomo, con su timidez, su cobardía pero también su puntillo friki y cómo reacciona ante el amor. Y el final es lo más tierno y mono y cuqui del mundo. En la página de comentarios de la autora ésta dice que los protagonistas de esta historia son sus favoritos y que la dibujó con muchas ganas, lo que se nota. 

9/10

Conclusión

Para la gente que no suele leer tomos únicos porque éstos no les llenan, éste no es una buena opción, eso está claro. Cuatro de los cinco capítulos que forman el tomo son entre malos y pasables y, por el último, no saldrá a cuenta. En mi caso, al tenerlo ya y sólo por lo mona que me ha parecido la última historia me lo voy a quedar. A veces con eso basta, con que haya una historia que te toque el corazoncito.

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