La aprendiz, de Trudi Canavan

Lo prometido es deuda y aquí traigo la reseña del segundo libro de la trilogía “Crónica del mago negro”. Me lo leí, como ya dije en la reseña del primero, El gremio de los magos, nada más acabar con éste y ahora me toca esperar la llegada del tercero y último para saber cómo acaba la historia.

El título de este libro intermedio es muy significativo y puede resultar un tanto spoiler del anterior. Si bien, como era bastante previsible el desarrollo que iba a tener, creo que podré poneros un argumento en condiciones solo con lo evidente =)

Argumento

Sonea es la única aprendiz del gremio de los magos que no proviene de una familia rica y poderosa, pero eso no le supone ningún problema mientras cuente con la protección de Rothen y Dannyl. El curso comienza y pronto se manifiesta el desagrado y la repulsión hacia ella por parte del resto de estudiantes de origen noble. El cabecilla de todos es Regin, quien se encargará de hacerle la vida imposible para demostrarle que ése no es su lugar.

Sin embargo, las malas pasadas de los niños pijos no son lo peor a lo que debe hacer frente. El descubrimiento que realizó antes de que la encontraran los magos, que como supo después era la visión de uno realizando actos prohibidos, solo es compartido por Rothen y el administrador del gremio, Lorlen. Este último decide empezar a mover ficha para desenmascarar a dicho mago y manda a Dannyl como embajador del gremio al extranjero para que realice unas investigaciones sin contarle realmente toda la verdad.

Al mismo tiempo que los poderes de Sonea se desarrollan de manera exponencial, el peligro sobre todos aumenta, a la par que se dan extraños asesinatos por toda la ciudad…

Reseña

Si en el libro anterior, Sonea era la protagonista exclusiva y todo giraba a su alrededor, aquí la historia sigue dos tramas, por llamarlo de algún modo. En primer lugar, la evidente, cómo lo pasa ésta en la universidad. En segundo lugar, Dannyl cobra una gran importancia cuando, desde el momento en que es nombrado embajador, empieza un viaje que nos permite conocer más el mundo, que hasta entonces quedaba muy limitado a la ciudad de Imardin. La exploración de otras ciudades y otras culturas nos saca del espacio tan limitado que tenía el primer libro.

La parte de Sonea, en este libro, inevitablemente me ha recordado mucho a la saga de Harry Potter. Ambos son jóvenes que entran en una escuela de magia, tienen una gran habilidad y poder mágico aún latentes, son de origen humilde, son molestados por el niñato rico de turno y sus seguidores, están bajo la protección especial de un mago más o menos anciano muy sabio y hay un malo, malísimo al que se tendrán que enfrentar en algún momento (esto último dependerá mucho del 3º libro). Aún así, hay una diferencia muy importante entre ambos protagonistas: Harry enseguida consiguió la amistad de Ron y Hermione, que se convirtieron en pilares muy importantes en su vida, mientras que Sonea está totalmente sola. Esa soledad y esa forma de enfrentarse sin el apoyo de nadie al acoso de sus compañeros, que cada vez va a más, llegando a límites de bullying absoluto, es lo que hace ambas historias muy diferentes a pesar de que haya tantos puntos en común. No lucha, lo único que intenta hacer es defenderse y es lo que menos me ha gustado de su forma de actuar durante buena parte del libro. Se entiende por qué actúa así y, al menos, al final, la aplaudo por el valor que saca.

Pero aquí viene lo que más me ha matado de este libro y que NO SE LO PERDONO a la autora: ha hecho desaparecer a Cery! D= Según pasaba las páginas iba pensando “Seguro que aparece en algún momento. Sonea necesita un amigo, un apoyo”. No es hasta casi la página 200 cuando se acuerda de que existe y le hace aparecer en un triste capítulo para olvidarlo luego de nuevo. Y esto, lo siento, pero no se lo perdono. Será una pataleta muy personal, sí, pero es lo que siento. Para colmo, hay algo oscuro en su carácter que no tenía antes y que no me ha convencido. Además, a la autora se le ven las intenciones cuando entra en escena otro personaje, Dorrien, el hijo de Rothen, que sí, es un personaje encantador y estupendo, me ha gustado mucho, lo reconozco, pero para mí, Cery iba primero. Éste es otro de los tantos temas que el 3º libro tendrá que zanjar: un ¿triángulo? amoroso.

Y con esto, pasamos a la parte de Dannyl. Me ha parecido todo un acierto meterla para hacer más dinámico el libro además de que permite conocer el mundo creado por la autora. En un principio, sus peripecias e investigaciones parece que no van a ser más que eso, pero cuando se hace con un compañero de viaje llamado Tayend, la cosa cambia. No solo porque los viajes e investigaciones se hacen más entretenidas, sino porque se profundiza en ambos personajes, sus traumas personales y sus filosofías de vida. Me gustaría contar más, pero como veo que voy a caer en spoilers de un momento a otro… creo que será mejor que pare. Me ha encantado esta parte. Lo único que a priori no parece de gran importancia son los logros del viaje, que casi hacen pensar “¿tanto trabajo para qué?”, pero intuyo que el tercer libro, de nuevo, lo pondrá todo en su lugar y muchas de las cosas que en un principio parecen descubrimientos que aportan poco, al final tendrán su relevancia.

Lo que une tanto la parte de Sonea como la de Dannyl es el malo. O al menos el supuesto malo. Es complicado de decir, despierta el recelo del lector, pero hay un algo que parece hacer pensar que en el fondo tiene su explicación… Por ejemplo, todo el misterio de las muertes en la ciudad parece apuntar al “malo” ¿es tan evidente como parece? ¿no habrá algo más? Respuestas definitivas en el tercer libro.

Si dije que el primer libro me parecía algo lento, aunque no me aburrió su lectura, de éste digo lo mismo. No lo veo algo necesariamente negativo pero como esperaba que las acciones y el ritmo fuesen más dinámicos, supongo que me ha chocado. Así que si os hacéis con la trilogía, no penséis en libros trepidantes, solo eso =)

Y algo que no dije en el primer libro es que la narración es en 3º persona y el punto de vista va rotando entre varios personajes. No solo Sonea y Dannyl, sino Rothen o Lorlen se incluyen como personajes principales para añadir más puntos de vista y conocer más cosas del gremio, que solo por los ojos de la estudiante no se llegarían a ver.

Esta trilogía está muy pensada con el clásico esquema de Introducción-Nudo-Desenlace. El primero nos situó, nos presentó a los personajes y dio la clave del misterio que se desarrolla y amplía en el segundo. Éste, a su vez, abre muchas más cuestiones y como buen nudo, lo enreda todo más. Así queda todo un libro para llevar un desenlace que promete mucho y, como habéis visto a lo largo de la reseña, tiene muchas cosas que desatar, y más aún que no he contado por no entrar en spoilers. Por tanto, ambos libros están muy bien (salvo el tema de Cery en éste ¬¬u) y levantan muchas expectativas de cara al final. Sólo espero que el desenlace no me defraude.