23 + 1 = 24

Ya ha pasado un año desde que hice esta entrada en la que os contaba una curiosa historia que, como podíais imaginar, era una anécdota propia. Tendréis que perdonarme porque este año no estoy tan inspirada y, teniendo en cuenta que estoy escribiendo estas líneas en clase, esperando a que nos corrijan un trabajo en grupo que supuestamente está mal…pues no es que ande dando saltos de alegría.

Dentro de un rato, cuando por fin acabe esta coña de clase volveré a casa e iré a comer con mis padres para celebrar que ya, servidora tiene 24 años ¡Yuju! En serio, me siento vieja D= y quemada, y harta de todo… estoy mayor.

¿Lo mejor? Pues que mi regalo de cumpleaños por parte de mis padres este año va a ser un billete a Barcelona para mediados de Julio =D Iba a ir de todos modos, pero así tengo un “algo” que pedirles, que mi madre todos los años me insiste, aún cuando le digo “no quiero nada”. Necesito volver allí para ver a esas personitas que tanto aprecio pero tan lejos están de mí, y es que 1000 km no son para hacerlos cada fin de semana, y menos con mi fantástica carrera. Tiempo y dinero faltan para poder estar allí todo lo que quisiera.

Ojalá ese billete fuese para hoy mismo, me siento atrapada entre estas cuatro paredes con una profesora hablando de los trabajos de otros grupos en los que todo se centra en la representación, cuando se trata de una asignatura de urbanismo. Y creedme si os digo que debería comentar cosas más importantes.

Y para colmo, estoy muerta de llevar varios días durmiendo unas 5 horas.
Y para colmo, hace un día horrible (anda! Si se ha puesto a llover!) D=

Jo, cada vez me gusta menos cumplir años.

Espero que hoy, la comida del chino arregle un poco el día. Después mi plan es… no sé, improvisaré algo si tengo energías. Aunque tengo un examen el viernes que debería mirar cuanto menos…

¡Feliz cumpleaños a mí!

PD: Tengo hambre… quiero mi pollo al limón… =)____