Química Perfecta, de Simone Elkeles

Llegó el momento de la reseña del famoso libro del que Oh-dios-mío, leí 100 páginas en 3 horas (o algo así). En fin, dejando atrás las opiniones de niñatos quiero-ser-arquitecto-pero-la-cultura-me-da-alergia intentaré centrarme en hablar de esta delicia de historia a la que tantas ganas le tenía. El resto de títulos de la colección “El amor en los tiempos de Facebook” (El club de los corazones solitarios, Carolina se enamora, Canciones para Paula...) no pintan mal, pero sin duda, éste era el que estaba deseando que llegase, lo cual se nota porque ha sido el primero en caer XD

Argumento (de la solapa): Al fin empieza el último año de instituto. Brittany Ellis, chica bien de historial intachable, conoce de sobra la importancia del momento. Y sin embargo, si por ella fuese, hubiera preferido quedarse en la cama. Unas largas vacaciones separadas de su novio y varios tropiezos desde que se levantara de la cama le han amargado la mañana. Pero Brit sabe que no puede perder los papeles: en el instituto aguardan a su reina y ésta debe procurar tapar toda grieta que saque a la luz la farsa que es en realidad su vida.

Alejandro Fuente, por su parte, despierta en la habitación que comparte con sus hermanos justo a tiempo para presenciar cómo estalla una pelea, una más. Las cosas no son fáciles en el vecindario y él mismo ha acabado por convertirse en un chico duro de los Latino Blood con el propósito de mantener a salvo a su familia. Aún así, Alex intenta pensar en el último año y en el futuro. Un futuro negro, no importa qué camino decida tomar.

Llegando al instituto, un primer encontronazo en los aparcamientos recuerda a Brit y a Alex que aquel no era su mejor día. Pero una vez en clase de química, las cosas se convierten en una broma de pésimo gusto: ambos deberán realizar juntos el proyecto del curso. La “señorita Perfecta” y el temido pandillero obligados a compartir mesa ¡durante todo un año! Aunque puede que, bajo las apariencias, quizás no todo sea tan malo como lo pintan…

Ya conocemos de sobra los institutos americanos gracias a la inmensa cantidad de películas que allí tienen su escenario principal. Química Perfecta podría servir de guión para una historia más, para una versión de Grease moderna y sin canciones. De hecho, los propios protagonistas en algún momento se identifican con Sandy y Danny. Pero la cosa no se queda en un guión ñoño y tonto de una relación entre la rubia más guapa y más perfecta del instituto y el guaperas malote. Aunque tiene todos los clichés posibles, Simone Elkeles les da la vuelta y hace que sus personajes sean realmente humanos.

Para empezar, Brittany es la perfecta líder de las animadoras, rubia, novia del capitán de fútbol, de buena familia y guapísima. No es la típica rubia tonta, todo lo contrario, pero lleva una fachada de “Perfecta” que nadie es capaz de notar. Todo porque la situación en casa no es tan ideal como la gente imagina: un padre que vive por y para el trabajo, una madre con constantes ataques de ansiedad y Shelley, su hermana mayor y deficiente pero a la que adora. Brit debe ser perfecta por las dos para que su madre no estalle, lo que supone estar totalmente sometida a su voluntad y no llevarle nunca la contraria, por nada.

Alex aparenta ser un pandillero duro. Los rumores sobre él son de lo más variado pero, si hay algo cierto, es que forma parte de una banda peligrosa. Sin embargo, sólo está ahí para poder proteger a su familia tras la muerte de su padre. Es el cabeza de familia en esos momentos y debe encargarse de que su hermano pequeño no entre en la banda, y tanto éste como el menor consigan un futuro prometedor que él sabe que no tendrá. Lo máximo a lo que puede aspirar es acabar el instituto. La universidad es un sueño imposible.

Con los prejuicios que tienen formados del otro, y sin saber nada de cómo son en realidad, lo primero que hay entre ellos es un odio absoluto y nada parece presagiar que eso pueda cambiar. Sin embargo, cuando las cosas se complican en cada una de sus casas se irán mostrando como son y tal vez, en el fondo, no sean tan diferentes. Por un lado, los padres de Brit planean mandar a Shelley a una residencia, cosa a lo que ella se niega por completo. Por otro lado, la muerte del padre de Alex y su estancia en la banda empiezan a cobrar más importancia en su vida y tendrá que tomar pronto duras decisiones. Con esto, ya tenemos la historia montada.

Creo que con lo que ya he contado os podéis imaginar por dónde va a ir la relación. Si me explayo más entraré en spoilers. Sólo decir que me parece una historia preciosa la que tienen entre los dos. Quizás el tema de cómo quita al novio-capitán-de-fútbol de en medio es un tanto irse por la solución “fácil”, pero me gusta cómo ella se da cuenta del cambio de sentimientos, tanto de él, que no es el mismo de antes de la vacaciones, como de ella misma. Además casi hay que dar gracias porque la autora trate la sexualidad como algo normal y no le dé miedo hablar de ello cuando llega el momento, ya sea entre protagonistas o entre secundarios. Por favor, que son adolescentes en plena época de hormonas revueltas, lo más normal es que en su vocabulario estén las palabras erección, tetas, bragueta, ETC. Perdonad que lo diga así, pero es que hay autoras a las que eso se les olvida dando unos adolescentes muy… falsos. Y no digo nombres para no herir sensibilidades XD.

Mención especial también a los secundarios. Tan bien planteados como los protagonistas. Son humanos y creíbles, ya sean más odiosos o más simpáticos. Todos tienen su papel en la historia. No voy a profundizar en ellos porque son bastantes y así os dejo algo de intriga para el momento de la lectura.

La narración utiliza la primera persona desde ambos puntos de vista, Brit y Alex. Es un estilo que cada vez me parece más común pero no por ello pierde sus ventajas a la hora de conocer a los personajes rápida y profundamente, además de que siendo dos narradores, los conocemos a ambos. Un estilo directo, sencillo y sin artificios. Un ritmo que atrapa y que impide que se suelte el libro.

Química Perfecta es una historia poco original, no lo vamos a negar. Sólo con el argumento se sabe cómo empieza y el final no deja de ser predecible aunque haya ciertas variantes y más de una sorpresa. Lo que importa es todo lo que queda en medio, cómo se van conociendo y llegando al corazón del otro, de una manera natural y realista. Además, incorpora un tema de fondo como son las bandas que dará las dosis de acción a la novela que le faltaban y que aporta un extra de interés a la trama. Me ha gustado mucho la lectura y ojalá las películas de instituto americanas tuviesen la profundidad que le ha dado la autora a sus personajes.

Como nota decir que hay una segunda parte llamada “La ley de la atracción” cuyo protagonista es Carlos, uno de los hermanos de Alex. Ganas le tengo a esta segunda parte. Si los de Círculo se animan a sacarla me harán muy feliz =)