domingo, 15 de noviembre de 2020

Pink Prisoner, de Kazumi Ohya

Como últimamente no ando con mucho tiempo libre, ya os habréis dado cuenta de que voy trayendo reseñas de obras cortas, sean del tipo que sean. En este caso, otro tomo único de demografía shôjo.

Lo primero que quiero comentar es que tenía la idea de que fue lo primero que nos llegó de la autora, pero no. El tomo salió en 2005 por la editorial Glénat pero, el año anterior, Ivrea publicó Dream Kiss, una serie de cuatro tomos, y creí que había sido al revés. Es poco habitual que haya cruces de mangakas entre editoriales así que supongo que estuvieron negociando casi a la par con Japón. Lo siguiente y ya lo último que hasta el momento nos ha llegado fue otra serie de cuatro tomos en 2009 con el llamativo título de Culebrón romanticón

Antes de pasar a la reseña, otra peculiaridad a comentar es que Glénat no solía prodigarse en este formato de tomos únicos shojos. De hecho, sólo sacó dos más: Mi tercer novio y Epotrans! Mai, que salió en ese formato aunque en Japón era una serie de dos tomos. Tan poco se preocupaban de este formato que en la contraportada de este tomo que hoy os reseño pusieron de argumento un resumen que en realidad corresponde a uno de los tomos de Alice 19th, encima de su sexto tomo (de siete que son) así que hay bastante de spoiler en lo que se narra ahí. Pero no sólo eso, en la solapa, bajo el nombre de la autora, que al menos sí pone Kazumi Ohya, están las palabras de Yuu Watase al respecto de la portada de ese tomo *Facepalm*. No sé si llegaron a hacer alguna reedición corrigiendo esto pero el tomo que yo tengo es así.

Pink Prisoner

Mayu Hazuki es la nieta de Ichinose Hazuki, un experto en kendo con su propio dojo, y ha seguido los pasos de su abuelo llegando a ser una joven muy talentosa en dicho estilo de lucha. Pero no sólo es conocida por eso, cuatro años antes debutó en el mundo del espectáculo en una serie con gran éxito aunque al final acabó huyendo del mundillo por algunas malas experiencias como fans acosadores y otros sucesos más delicados. El tiempo ha pasado y con 17 años sólo quiere llevar una vida normal. Sin embargo, un director de cine muy amigo de su abuelo, a través de éste, le pide que instruya a varios actores jóvenes en el manejo de la espada para su nueva película de samuráis. La sorpresa de Mayu es que, al llegar al lugar de rodaje, se encuentra a Riki Tôma, con quien compartió protagonismo en aquella serie... y con quien tuvo un primer amor que no acabó precisamente bien. 

El punto más fuerte de esta historia que da título al tomo es la protagonista. Mayu es una chica fuerte, tanto en el kendo como en personalidad, aunque no por ello tiene sus momentos de bajón y debilidad que la humanizan.

Tenía el recuerdo de que me había gustado mucho pero, esta vez, he visto con otros ojos ciertos hechos. Si no os importan los spoilers, allá voy. Resulta que Mayu dejó el mundo de la actuación a raíz de una pelea con Riki. En ella, él intentó sobrepasarse y, al defenderse, la chica, le golpeó con la espada rompiéndole la nariz. Desde entonces no hicieron más que pelear. Ella dejó el mundillo pero él siguió y con 17 años es un actor ya bastante famoso. Encima ella se sentía culpable por no haberle pedido perdón. Pues bien, ahora me he cabreado con esta lectura. No sólo es ella la que se marcha y deja de hacer lo que le gusta sino que encima se culpa por haberse defendido de un asalto de quien quería y que resultó ser un chaval salido. 


Podemos pensar que entonces tenían unos 13 años pero es que con 17, Riki sigue siendo bastante imbécil y hasta me da coraje que ella siga enamorada de él y tenga el previsible final feliz cuando tenía mejores candidatos como Shinya, su mejor amigo cinco años mayor que ella que siempre la ha valorado como se merece.

En definitiva, una trama interesante, una buena protagonista femenina pero un protagonista masculino que empaña lo bueno que tiene esta historia si se lee con ojos actuales ¿Cuántas mujeres no han visto truncadas sus carreras por cerdos con poder que hayamos descubierto recientemente gracias al #MeToo? A menor escala es algo que se da aquí romantizado y justificado por la juventud de él. Lo que en otro tiempo no vi, ahora me es imposible ignorarlo para disfrutar del resto de la historia que, la verdad sea dicha, era bastante buena.

4/10

Spring Game

Alice Kochihira va a empezar bachillerato en un instituto al que no asistirá su ya ex-novio, Makoto, quien ha roto con ella por considerar que la cosa no saldría bien al no poder estar siempre juntos y porque conocerían a nuevas personas. Así, se presenta en el primer día de clases a la ceremonia de ingreso... sólo que no hay nadie. Su madre, tan despistada como ella, la ha llamado en domingo. Deprimida, se sienta en el jardín, bajo los cerezos en flor, hasta que escucha un tintineo. Entonces ve pasar a un chico con un peculiar gorro con forma de orejas de conejo blanco. Haciendo honor a su nombre, le sigue para acabar envuelta en líos con un sospechoso grupo.

El clásico de Alicia en el País de las Maravillas les debe encantar a los japoneses a juzgar por la cantidad de veces que la toman de referencia para crear sus propias historias. Aquí los guiños están en el nombre de la protagonista, en el chico que hace de Conejo Blanco (Yû) y en la aventura en una "madriguera". Son los elementos de partida para contar una peculiar historia de búsqueda de un sitio con su punto de misterio. 

Misterio y "aventura" aparte, lo cierto es que, aunque precipitada, la pareja que forman Alice y Yû es muy mona y el desenlace es de lo más tierno. Pero no sólo eso, la historia del grupo que les acompaña también es muy bonita y emotiva. No puedo contar más, pero os recomendaría que buscarais el tomo aunque sólo sea por esta historia. Hacía años que no lo releía y no la recordaba, así que me ha vuelto a emocionar.

9/10

Problemas con la leche


Hace un año, la familia Sono tuvo dos inesperadas incorporaciones después de una enorme pérdida. Miya, la hija mayor de la familia, se había escapado de casa para perseguir su sueño de llegar a ser actriz, rompiendo contacto con sus padres y su hermana pequeña, Kurumi. Dos años después, un accidente acabó con su vida dejando a Yuichiro, su marido, ahora viudo, y Takuto, un bebé. El padre no quiso separarse del niño pero tampoco tenía capacidad para cuidarle en condiciones, así que se acabó mudando con la familia de su difunta esposa. La situación es especialmente confusa para Kurumi que empieza a estar muy pendiente de ese escritor de novelas porno, obsesionado en beber leche, de quien la bruta y poco femenina de su hermana se enamoró.

La autora juega con el título y el nombre de la protagonista para armar la historia y queda un poco como esos chistes que se supone que te tienen que hacer reír pero no lo logran. Es decir, Kurumi, mezclando sus sílabas, nos da "miruku" que es la pronunciación "ajaponesa" de "milk" (leche en inglés) así que juega con dobles sentidos porque a Yuichiro le gusta mucho la leche.

La parte de una adolescente con sus hormonas revueltas viviendo de golpe con un adulto atractivo (por mucho que sus padres también vivan ahí) es creíble, lo malo es lo demás. No es explícito pero se da a entender que formarán una pareja a la larga y... nope. Lo siento, sólo se ve a una adolescente confusa y un adulto que amaba a su esposa. La cosa queda abierta a la imaginación de cada cual así que para mí es que irán por sus respectivos caminos.

Por otro lado, hay un extraño giro de guión al respecto de Takuto más hacia el final que no tiene ningún sentido. Resulta forzado y el desenlace es atropellado a más no poder. Se lo tendría que haber ahorrado. Además, aparte de por hacer la gracia arriba explicada, el hincapié en que le guste beber leche no tiene nada de malo. Mejor eso a que se tomase una cerveza tras otra como hacen muchos más adultos en la realidad y que se ve como algo completamente normal *Se encoge de hombros*.

En definitiva, no es una historia terrible, pero no es buena. Es un poco extraña y quizás sin el giro del final habría quedado más redonda.

5/10

Conclusión

Un tomo entretenido y poco más. La primera historia me gustó mucho en su momento pero esta relectura la he visto con otros ojos que me han hecho bajarle considerablemente la nota. La tercera nunca me dijo gran cosa pero la segunda me parece muy tierna y original y sólo por ella se salva el tomo. De todos modos, tampoco suma que tenga una edición muy descuidada y un estilo de dibujo algo burdo, muy de boceto sin terminar, por lo que no hay demasiados alicientes para animaros a pillar el tomo sólo por una historia.

2 comentarios:

  1. Lo leí en su momento y recuerdo que ya no me entusiasmó, ahora ya ni le dedicaría tiempo... xD

    ¡Besos!

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    Respuestas
    1. Pues no, no merece la pena si ya te pareció así en su momento, aunque sigo pensando que la segunda historia es lo bastante digna como para merecer una relectura ;)

      Un abrazo! <3

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