miércoles, 18 de julio de 2012

La delicadeza, de David Foenkinos

Y nueva reseña literaria, se nota que estoy de vacaciones ¿verdad? Estoy intentando recuperar todo el tiempo perdido en que no he podido tocar un libro y como podéis ver, de temáticas más bien dispares.

La obra que os traigo hoy la llamaría una pequeña joya. Una de esas historias sencillas y dulces que te calan hondo… o al menos lo intentan, porque me ha dejado un tanto fría en ciertas partes. La novela es lo que dice su título “delicada”. Pero no quiero entrar más en materia, vamos poco a poco, por pasos y sin prisas, como la misma historia nos pide.

Esa pequeña obra, de algo menos de 200 páginas la adquirí por Círculo de Lectores hará unos meses. La sinopsis me atrajo y salía a un nada despreciable precio de 11,95€. La miré y acabó junto al resto de libros en una de mis estanterías, a la espera de que le llegase su turno. Entonces, al igual que me pasó con Jane Eyre, un día, hace ya unas semanas que iba camino a la universidad vi carteles anunciando su estreno en cines y me sorprendí pues desconocía por completo la adaptación. Adaptación, por cierto, dirigida por el propio David Foenkinos, autor de la novela. Pero decidí que primero debía leerla. Y ahora que la he leído, así como unas pocas reseñas de la película no demasiado favorables, me voy a abstener de verla, no quiero que me quite el buen gusto que, en general, me ha dejado la versión en papel.

Argumento

Nathalie es una mujer afortunada. Felizmente casada con François, pasa los días rodeada de risas y libros. 

Un día la desgracia llama a su puerta: François muere en un accidente. 

Pasado un tiempo, consigue volver a su trabajo y se vuelca en él. Pero justo cuando ha dejado de creer en la magia de la vida, ésta la sorprende de nuevo y se revela en su forma más maravillosa.








Reseña

No merece la pena que esta vez prolongue más el argumento, es eso, simplemente. En apenas 50 páginas, Foenkinos relata toda la felicidad que puede alcanzar una pareja, desde que se conocen hasta que pasan unos años de casados. Quizás demasiado tiempo para tan pocas páginas, pero suficientes para, llegado el momento, sentir la pérdida de él y la tristeza de ella. Varios años de felicidad inigualable, truncada de golpe en un momento. Son 50 páginas memorables. Dulzura, sencillez, felicidad y tristeza. Hay partes verdaderamente desgarradoras cuando se da el accidente. Lástima que no fuesen más… que toda la novela hubiese ido de esto y la segunda parte quedase más resumida, que incluso se hubiesen intercambiado el número de páginas.

Después, Nathalie debe volver al trabajo y ahí vuelve a tener relación con otras personas entre las que se encontrará su “salvador”, pero ya lo tendréis que leer para saber de qué va la cosa, sólo decir que no tiene nada, absolutamente nada, de típico. Y esto es el mayor punto a favor de una segunda parte bastante más fría e insípida.

En cierta medida, me recuerda a la película UP de Pixar en cuanto al esquema seguido. Una preciosa primera parte (para algunos, tal vez haya demasiado azúcar y todo sea demasiado perfecto) que acaba en tragedia, y luego, una parte más cómica y desenfadada. Sin duda, yo me quedo con el comienzo, al igual que en la citada película. Lástima que en aquella, la segunda parte seguía siendo genial pero aquí… bueno, tiene cosas buenas como la originalidad que he comentado, la interacción con otros personajes... De todos modos, a la segunda parte le tengo que poner un comentario no tan positivo. 

No encuentro exactamente el punto en que separaría ambas partes. Creo que podría decir que la primera llegaría hasta el capitulito 21, que es en el cual, la causante del accidente cuenta su punto de vista y es justo antes de que Nathalie se reincorpore al trabajo. Bien, pues aunque las sensaciones de emoción perduren aún un poco más, éstas se acaban evaporando y ya no se recuperan una vez que el tema amoroso vuelve a aparecer en la vida de ella. Y es que, al menos a título personal, no me terminé de creer el renacer del amor en Nathalie. Así como tampoco sentí el amor del hombre que se lo despierta. Me gusta, he de reconocer, que no sea un desarrollo previsible, pero… que hasta el último momento prácticamente dude que fuesen a acabar juntos porque no terminaba de creer que hubiese realmente algo entre ellos… No sé, me faltó mucho más “sentimiento”, “intensidad”, por ambas partes. Y más teniendo en cuenta lo que debería ser para ella volver a enamorarse.

Aunque de primeras, dada la seriedad del tema, no os lo esperéis, lo cierto es que el libro está plagado de pasajes de humor. Situaciones casi surrealistas, rayando el absurdo, que son capaces de sacar más que una leve sonrisa inesperada. Es un estilo ligero, delicado, que permite así una lectura bastante rápida y amena. De todos modos, por mucho que haya cierto humor, no me entra en la cabeza que hayan convertido la historia en una “comedia romántica” en la película, por eso no me apetece ir a verla. Más allá de esas risas que se pueden sacar, sobre la trama pesa un aire de melancolía, profundidad, sensibilidad… delicadeza.

Estructurado en 117 mini-capítulos, muchos de ellos apenas son un párrafo, Foenkinos intercala entre la propia historia, curiosidades relacionadas con la trama. Uno se puede encontrar los ingredientes de un plato, los resultados de una jornada de liga de fútbol, citas de libros o películas, noticias, definiciones, datos de los personajes… Algunos pueden ser considerados puro relleno, otros son complementos necesarios y otros, simples gags de humor, pero al final, todos tienen su porqué, tengan o no relevancia.

De todos modos, lo importante, la preciosa historia, está narrada de tal manera que uno disfruta cada una de las frases que componen el libro. Es de esas novelas que la abras por la página que la abras, encontrarás una bonita reflexión o cita que te hace pensar o, simplemente, disfrutar con cada palabra. Aquí unas muestras.
“Le preguntó qué quería tomar. Su elección sería decisiva. Pensó: si pide un descafeinado, me levanto y me voy. No se podía tomar un descafeinado en esa clase de citas. Es la bebida que menos cuadra con una reunión distendida y agradable. El té tampoco es mucho mejor. (…). Por fin François decidió que podía estar bien un zumo. Queda bien pedir un zumo, no resulta demasiado agresivo. Da la sensación de chica dulce y equilibrada. Pero ¿qué zumo? Mejor evitar los de toda la vida: el de manzana o el de naranja, ésos están muy vistos. Hay que ser un poquito original, pero sin caer en la excentricidad. De papaya o de guayaba no, eso da como miedo. No, lo mejor es elegir algo a medio camino, como el albaricoque, por ejemplo. Sí, eso es. El zumo de albaricoque es perfecto. Si elige eso, me caso con ella. En ese preciso instante, Nathalie levantó la vista de la carta, como si saliera de una larga reflexión.
—Voy a tomar un zumo…
—¿…?
—Un zumo de albaricoque, creo.

François la miró como si no fuera real del todo. ”
"Cuando por fin se quedó sola, se sintió aliviada. Otros no habrían soportado la soledad en ese momento. Nathalie soñaba con estar sola. Y, sin embargo, la situación lo había todo más insostenible. Recorría el salón, y todo estaba ahí. Exactamente igual que antes. No se había movido nada. La manta seguía sobre el sofá. También la tetera, sobre la mesa baja, con el libro que estaba leyendo. Le impresionó especialmente ver el señalador. El libro quedaba así dividido en dos; la primera parte la había leído mientras aún vivía François. Y en la página 321, François había muerto. ¿Qué hay que hacer en estos casos? ¿Puede alguien proseguir la lectura de un libro interrumpido por la muerte de su marido?"
Como conclusión decir que La delicadeza es una preciosa historia sobre la vida, el amor y la felicidad. Dulce, suave y delicada, apta para toda clase de personas. Quizás la mayor pega, aparte de lo ya mencionado como sensación personal, es ser más importante la forma que el contenido, pues la trama en sí es muy sencilla y parece tener mucho más interés cómo lo cuenta que lo que cuenta. Pero al mismo tiempo, ése es su encanto y no se puede considerar como una pega. Sin embargo, no puedo evitar pensar en lo fría que me ha dejado durante casi toda la segunda parte, lo que me hace bajarle la nota a pesar del encanto de la primera parte y que en líneas generales, me ha gustado bastante. 

6 comentarios:

  1. la lei el verano pasado y me gustó bastante, la historia no es una maravilla ni muy original pero está muy bien escrita y eso hace que no puedas dejar la lectura
    besos

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  2. Hay libros que no importan lo que cuenten, sino cómo lo cuenten. Y me han encantado esas citas *___*. Ahora tengo curiosidad por leer el libro. Aunque es cierto que esas cositas negativas que has mencionado me echan un poco para atrás. Yo tampoco me creería que después de una trágica pérdida surgiera un amor (aunque no sea típico) de la noche a la mañana. No sé, le quita parte del encanto. Aunque bueno, también depende de cómo te lo cuenten y del tiempo transcurrido (y me gusta que pese a volver a creer en el amor nunca se pierda de vista lo que se ha perdido, que su anterior amor esté presente siempre en el corazón). Pero intuyo que con este libro es todo muy reciente.

    Por ejemplo, en el libro En realidad se miente mucho más (que ya sabes que me encantó), que también es una historia que mezcla humor y drama, la protagonista pierde a su marido y tiene que aprender a vivir sin él, con el dolor, acudir a una psicóloga (que está más loca que ella! xD). Y sí, empieza a sentir poco a poco algo por otra persona, pero de una manera tan sutil que resulta de lo más normal y bonito.

    En fin, si lo consigo por intercambio o de segunda mano me haré con él, pero no creo que lo compre. Y tampoco veré la película.

    Un besote wapi!! :)

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    1. Ay, no lo he dicho. El amor surge ya varios años después de la pérdida, tres en concreto, no es algo repentino, lo que pasa es que no me gusta cómo lo desarrolla XD Y por cierto, ya tengo el libro de "En realidad se miente mucho más", no me había fijado en que coincidía el argumento de partida! No los había asociado. Supongo que entonces, aplazaré un poco la lectura =)

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    2. Ahh vale, si pasan tres años ya es otra cosa. ¡No aplaces En realidad se miente mucho más! Creo que no tienen nada que ver (salvo por ese pequeño "gran" detalle. No le dan tanta importancia al nuevo amor de la prota, es algo más secundario). Con el de Kerstin te ríes desde la primera frase ("¿Se ha caído?", "No, ¡qué va! Estoy aquí, tirada en la acera, contemplando tranquilamente las estrellas". Esas son las primeras frases del libro, xD). ¡Yo me lo pasé en grande! Tiene sus momentos más dramáticos cuando profundizan en la relación con su difunto marido, pero te lo cuentan todo con mucha ironía y no te hacen falta los pañuelos para nada. La protagonista está como una regadera, xD

      ¡¡Un besote wapi!!

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  3. Este tengo ganas de leerlo desde hace un montón de tiempo, lo vi con la segunda portada que enseñas y me enamoré xD

    Besotes

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  4. Bueno wapi, en realidad debería contestarte al email y comentarte esto por allí, pero bueno, me apetece dejarte la parrafada por aquí, xD. Y sí, me acabo de terminar el libro, de ahí que esté de lo más inspirada para escribirte (debería hacer la reseña ahora que tengo los sentimientos a flor de piel, pero tengo demasiado sueño y solo me saldrían incoherencias).

    A ver, estoy de acuerdo contigo en que la primera parte es lo mejor de la novela. Las páginas dedicadas al romance entre François y Nathalie, la vida en pareja y después la pérdida son impresionantes. Y es increíble que en tan pocas páginas el autor sepa transmitir tantos sentimientos. Si el libro hubiese mantenido el nivel de principio a fin habría sido una gozada leerlo, ¿verdad? Aunque para mí fue igualmente una gozada leerlo. No es una obra maestra ni mucho menos, pero es una historia preciosa muy distinta de lo que acostumbro a leer y ha sabido llegarme. Con eso ya me quedo contenta.

    A mí también me resultó un poco increíble el nuevo romance que vive Nathalie, pero a medida que iba avanzando en la lectura terminé por entender que en realidad no debía buscar un romance como el que hay entre François y Nathalie, porque no tienen nada que ver. Es como si después de vivir algo tan grande y tan maravilloso no puedas aspirar a hacer borrón y cuenta nueva. Nathalie tuvo su momento de gloria, su amor sin límites, ese que se mantendrá siempre vivo en sus recuerdos, el que siempre la acompañará, incluso en esa nueva vida donde ya no existe, donde solo es una foto olvidada en un cajón o un recuerdo que renace alguna vez fruto de la nostalgia. Aiss, me estoy enrollando. Lo que quiero decir es que lo que vive con "su salvador" es muy diferente. Supongo que por eso resulta tan imprevisible, nadie pensaba que ella podría fijarse en alguien como él. No creo que ella se enamore de él de la misma manera que lo hizo con su difunto marido. Creo más bien que ve en él a alguien con quién compartir su vida, alguien a quién entregarle de nuevo sus ilusiones y sus ganas de vivir. Y sí, también su corazón, o al menos una parte de él. De ahí que al final ella diga que ve en él a alguien que siempre se alegrará de estar con ella, una ecuación perfecta para mitigar la soledad y resucitar las ganas de seguir adelante. Por fin enterrar el dolor y continuar con su vida con alguien que de verdad la llena por dentro. Los últimos párrafos de la novela me parecieron conmovedores, tanto que terminé llorando como una magdalena. No es el final que esperábamos quizás, así como tampoco es la nueva relación que esperábamos. Pero creo que está bien así, no hay sustituto a la altura de François, y desde luego, me alegra que al menos no haya sido tan predecible como para quedarse con su jefe (que menudo petardo!).

    ¿Sabes? Me pasé medio libro quitándome la imagen del actor que hace de Markus en la película (es que lo he visto en los carteles y en otras pelis, no es que haya visto la película). No me imagino a Markus así, y no porque el actor me parezca poco atractivo, sino porque recuerdo su papel haciendo de tolete y me cuesta quitarme esa imagen de mi memoria. Me imagino a Markus de otra manera, serio por un lado y divertido cuando tiene que serlo. Pero no el típico tipo que está constantemente haciendo chistes estúpidos que no terminan de hacer gracia.

    Un besote wapi!!

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