Como os dije en la entrada de compras de Abril, éste iba a ser el próximo libro a reseñar. Lo gané al participar en el sorteo que se realizaba en el book-tour organizado por el autor y desde aquí le pido disculpas por el retraso en reseñarlo (que no en leerlo, que lo terminé hace un par de semanas o así... creo, ya no sé en qué día vivo...), pero es que están siendo unas semanas infernales en la universidad. De todos modos, era mi compromiso leerlo y reseñarlo lo antes posible, y así he procurado hacer.
Debo decir que va a ser una de las reseñas literarias más complicadas de redactar a las que me he enfrentado. Es un libro muy bueno, os lo digo desde ya, pero es una historia que, cuanto menos sepas de ella, mejor. Pero de verdad. Por eso no me parece muy acertado por parte de la editorial que ahora vayan a promocionarlo descubriendo un aspecto muy relevante de la historia. Mi consejo es que no leáis nada, llegad lo más "vírgenes" posibles a este libro. Pero haceros con él.
Ahora voy a intentar reseñar lo máximo posible contando lo menos posible. No sé muy bien qué va a salir, pero no os descubriré nada.
Argumento
Lucy, una joven aquejada de una alergia mortal al sol, ha pasado toda su vida sumida en las sombras. Cuando sus padres la animan a que comience una nueva etapa, ingresa en la Torre Madison, una imponente construcción donde cientos de personas con su mismo problema viven sin temor a la luz.
Allí conoce a Jake y Lean, dos residentes hacia los que desarrollará sentimientos contradictorios. Junto a ellos descubrirá los macabros secretos que se ocultan tras los cristales de la torre, puesto que, en realidad, nada resulta ser como parece.
Reseña
Y la mayor clave de dicho argumento es ese "nada resulta ser como parece". Pero nada, de nada. Ni nadie. La novela no se "burla" de las historias actuales Juveniles Románticas (JR) tipo Crepúsculo y similares, pero les da una sonora bofetada. Parece gritarles a éstas, a sus autores/as y al mundo en general, que los lectores somos algo más que "compradores" de un libro. Tenemos nuestro cerebro y lo sabemos usar. Nos merecemos que se nos planteen historias que jueguen con nuestra inteligencia. En el buen sentido quiero decir.
A medida que avanza la lectura intentamos resolver todas y cada una de las incógnitas que se plantean poco a poco. Y cosas que ni siquiera sabes que son importantes resultan relevantes. O cosas que aún viendo que tienen algo de extraño, ocultan mucho más de lo que parece. Las preguntas son constantes y van a más.
Habrá gente que con sólo unos pocos elementos, rápidamente verá qué se oculta tras el primer bombazo que nos da la historia (el que la editorial ha decidido desvelar para cambiar el enfoque publicitario de la novela). Da igual, a partir de este punto las cosas van a mucho más, aunque el no descubrirlo hasta que toca me parece que le da más puntos.
El autor ha demostrado una gran habilidad para atar todos los hilos. Había cosas que parecían cogidas por los pelos hasta que se acababa descubriendo que todo tenía un porqué detrás que le terminaba de dar sentido a todo.
Si he de decir la verdad, el primer bombazo, en cierto sentido, me defraudó un poco, pero la forma en que le da la vuelta a la tortilla es magnífica. Pasa de ser un libro juvenil más, sin mucha chicha, a una historia completamente seria y madura. Ni el triángulo amoroso, que ya aparece planteado en el escueto argumento, con la idea de ser lo típico/tópico, se libra de las sorpresas... Nadie es lo que parece. Es una historia que agradecería que le diese una segunda lectura para verla de nuevo sabiendo la verdad, seguro que así se aprecia mejor los cálculos milimétricos realizados por el autor en argumento.
Con esta novela, no obstante, tengo algunos problemas más bien de tipo personal. Me explico. En primer lugar, la historia comienza con un prólogo que es una de las escenas más importantes de la trama. Te la sacan de las páginas que rondan la 80 y no termino de tener claro que, en esta novela, que el ir conociendo las cosas poco a poco es prácticamente imprescindible, le haga un favor. Tengo cierto debate interno conmigo misma ¿es realmente un acierto o lo contrario? Desde luego cumple la función de intrigarte, de desear que la historia llegue a ese punto para saber lo que pasa luego... pero así hace que te fijes menos en lo que ocurre desde el auténtico comienzo hasta ese momento ¿otra táctica del autor para enfatizar más lo que pasa después?
Por otro lado, y esto ya es deformación profesional de estudiante de Arquitectura, tengo problemas con la torre Madison. Básicamente, no me la he creído. Detalles de su organización (¿un único recepcionista? ¿un hall que, a priori por las descripciones mínimas que se dan, me daba la impresión de salita de espera de cualquier hotel pequeñito?), su construcción (¿un rascacielos de unos 150-200 m en mitad de un valle, en mitad de la nada? ¿ubicación de las instalaciones y almacenes?)... son aspectos que una tiene muy interiorizada y que nota que fallan. Especialmente dos aspectos: que se construyese en un valle y algo que ya es más spoiler contar y se da en la parte final.
Le he estado dando vueltas a qué más podría contar sin desvelar nada. Podría hablar de los personajes, principales y secundarios, de las partes de la novela... pero no lo voy a hacer. Creo que es mejor que cualquier detalle más de la historia que queráis conocer lo hagáis directamente en el libro. O si preferís saber algo más sin tener miedo a spoilers, os recomiendo la reseña de mi querida Arsénico. Yo prefiero dejarlo así.
Espero que le deis una oportunidad a la novela, porque realmente se la merece. La historia es mucho más sorprendente de lo que podáis imaginar. Me ha hecho gritar (aunque fuese sólo mentalmente para no parecer una loca XD) "Por fin una historia que (...)", y esos puntos suspensivos abarcan varias situaciones que hacían falta que se diesen en una novela al fin.
Sueños en la oscuridad coge los tópicos que quiere para darles la vuelta por completo, juega con nosotros y nos lleva a cientos de suposiciones, que acertaremos o no, pero nos tendrá con el cerebro en pleno funcionamiento al leer. Ya os advierto que los giros de guión serán constantes y aumentarán su cuantía e importancia cuanto más se avance. Yo he llegado a un punto que ya no sabía que pensar de ninguno de los personajes. Se inventa teorías de lo que ya pensábamos que no se podría variar más. En definitiva, muchas virtudes y sólo un par de pegas, de carácter bastante personal, para este libro. Espero poder leer algo más de este autor más pronto que tarde, he quedado encantadísima.
Nota: Ediciones Babylon no distribuye a tiendas tipo FNAC y similares, así que si queréis el libro debéis pedirlo desde su web sin gastos de envío o ya en formato ebook =)