jueves, 30 de abril de 2015

Adquisiciones de Abril de 2015

Este final de mes está siendo más caótico de lo que esperaba. Con deciros que desde el chasco tremendo que fue Nubes de kétchup no he leído nada más... En fin, espero recuperar el ritmo de lecturas y reseñas durante Mayo.

Y en cuanto a las adquisiciones, al final, aunque he hecho un par de compras durante el mes, no les ha dado tiempo de llegar, así que sólo ha caído finalmente el pedido de Círculo de Lectores de turno. Tampoco es que me pueda quejar porque ha venido muy bien surtido =)


- Edenbrooke, de Julianne Donaldson. Novela de romántica histórica con la que me he lanzado a la piscina únicamente porque el argumento pintaba muy bien. Tampoco quiero leer reseñas, si voy a leerlo sin haber investigado, cuando toque iré completamente en blanco.
- La Templanza, de María Dueñas. Aunque lo he incluido en la foto de familia, lo cierto es que fue petición de mi madre, pero como creo que algún día caerá, os lo enseño también.
- Friday Harbor (#2) - El camino del sol, de Lisa Kleypas. Seguimos con la saga junto con...
- Friday Harbor (#3) - El camino de los sueños, de Lisa Kleypas. Es raro que salga éste aquí, pues debería haber llegado con lo de la próxima revista. Pero ya que lo tenemos lo incluimos XD. Y sólo queda un libro más.
- The Giver (#3) - El mensajero, de Lois Lowry. Otra colección a la que sólo le falta un libro más para acabar. A ver cuándo le hinco el diente =D
- La Calle Andersen, de Sofía Rhei y Marian Womack. Aunque sea de corte más infantil, el argumento pintaba tan bien que no me pude resistir a darle una oportunidad. De éste sí he leído alguna reseña porque no me terminaba de decidir y, aunque no recuerdo que lo pusieran de maravilla, creo que cumplirá con lo que espero.
- De ratones y hombres, de John Steinbeck. El colofón de esta tanda la pone una de esas novelas que sale en el reto de los 1001 libros que leer antes de morir. Cortito pero seguro que intenso.

Pues hasta aquí. Seguramente Mayo vendrá más cargado, aparte de por las dos compras que no han llegado, porque es mi cumpleaños y algo me autoregalaré =D

lunes, 27 de abril de 2015

El juguete de los niños, de Miho Obana

Como he tenido una semana tirando a complicada, no tengo material para reseñar y como tampoco ha acabado el mes, no sé si caerá alguna adquisición de última hora para hacer la entrada de las compras de Abril, así que voy a reciclar una de las reseñas que hice para PSS. En este caso, no llegó a ser publicada, pero poco a poco iré subiendo todas por eso de que no quede en el olvido todo el trabajo realizado.

El juguete de los niños es, muy probablemente, uno de los títulos que más pasó desapercibido en su lanzamiento. No obstante, las críticas positivas que ha ido cosechando con el paso del tiempo, han hecho descubrir la obra a más de un/a lector/a, que desconfiaba de la premisa de un título y unos protagonistas infantiles que escondían lo que realmente tiene por ofrecer esta serie. Y esta reseña sigue esas críticas planteadas.

Datos

Título original: Kodomo no omocha
Autora: Miho Obana
Tomos: 10
Año: 1995-1999 (Japón) 2002-2003 (España)
Revista: Ribon
Editorial en Japón: Shueisha
Editorial en España: Planeta
Estado actual: Publicación completa. Descatalogada.
Precio: 6,95€

Curiosidades / Datos extra


- Primera serie de la autora en llegar a España. Le siguieron La casa del agua y Manos entrelazadas, todas de la mano de Planeta. 
- La serie se reeditó en formato kanzenban en 2003 y en formato bunko en 2007, ambas versiones de 7 tomos. 
- La serie cuenta con un OVA lanzado el 16 de Noviembre de 1995 previo a la serie animada que duró 102 capítulos (dos temporadas de 51 episodios) que salieron entre Abril de 1996 y Marzo de 1998. Ambas versiones animadas fueron producidas por el Studio Gallop.
- El manga recibió el 22º premio Kodansha al Mejor Shojo en 1998.
- Durante la serie, Sana y Naozumi ruedan una película de terror. La historia de ésta salió como oneshot aparte y fue recogida en un tomo único (junto a otra historia corta titulada Pochi) que recibe el nombre de la propia película Mizu no Yakata (La casa del agua).
- En 2009, Miho Obana realizó un capítulo especial de unas 100 páginas en el que unía a los protagonistas, ya adultos, de esta serie con los personajes de su obra más reciente, Honey BItter. La historia titulada Deep Clear fue recopilada en tomo con dicho título y salió el 17 de Diciembre de 2010.
- La amistad que une a la autora con Mihona Fuji (Gals!) lleva a que, durante la serie, aparezcan pequeños cameos de los personajes de ésta. Además realizaron un capítulo extra de carácter puramente cómico, que aparece al final del tomo 3, titulado La despreocupada Karen contra la despistada Sana.
- Aparte de lo ya comentado, durante la serie hay un par de capítulos extras adicionales al finalizar ciertos tomos. De carácter cómico el del tomo 1 Exterminando polillas. Un poco más serio, el del tomo 6 El huevo con espinas que habla de la infancia de Hayama y su familia. 

Argumento

Asistir al colegio es una pesadilla para Sana Kurata desde que los niños de su clase, con Akito Hayama a la cabeza, impiden que los profesores hagan su trabajo. Por más que las chicas no estén de acuerdo, no se atreven a plantarles cara por miedo a las represalias, y su tutora sufre el chantaje de los niños por unas fotos indecentes. Aunque a Sana no le den miedo, no quiere follones pues ya bastante tiene con ocuparse de su prometedora carrera de actriz infantil.

Todo cambia desde el momento en que, en una entrevista en directo, acaba contando la situación de su clase, soltando incluso el nombre del líder de los gamberros. Al día siguiente, los niños están decididos a darle su merecido pero Hayama les dice que no la toquen. Sin embargo, las cosas en la clase siguen su rumbo, hasta que Sana ya no lo soporta más y se acaba encarando con él. La guerra entre ambos comienza. 

Con la ayuda de Tsuyoshi, un amigo de Hayama que está en contra de lo que hace en clases, Sana consigue pararle los pies. Sin embargo, eso la lleva a descubrir una pequeña parte del motivo por el que Hayama actúa así y desde ese momento no puede evitar hacer lo posible por ayudarlo. 

Reseña

Era ya el año 2002 cuando Planeta se animaba a traer una nueva autora para surtir al género shôjo de nuevas historias. Junto a ésta también llegó el mismo año Arina Tanemura y su Kamikaze Kaito Jeanne, todas manteniendo la línea estilística de autoras de la Ribon y siguiendo la estela abierta por Wataru Yoshizumi y seguida por Megumi Mizusawa. Sin embargo, con estos últimos títulos, la tendencia empezaba a cambiar para introducir tramas más oscuras que se escondían bajo el aspecto infantil y dulce propio de la Ribon.

Por mucho que sus protagonistas sean unos niños, Miho Obana no duda en tocar temas espinosos y muy duros: el maltrato infantil, el abandono de niños al nacer, problemas psicológicos, el deseo de morir, el sometimiento de los niños a la voluntad de los padres… Cierto es que sus niños no siempre se comportan con la edad que les corresponde, mucho menos unos tan especiales como los protagonistas, Sana y Akito, pero no es menos cierto que por mucho que sean jóvenes, no son tontos, y a esa edad uno ya es capaz de darse cuenta de muchas cosas. Sobre todo si tienen que hacer frente a situaciones realmente duras.

A pesar de no ser la única autora que lo hace, sabe mezclar con su dura historia numerosos momentos de humor absurdo. Quizás esto sea lo que más pueda chocar al lector, que ve en mitad de momentos de gran tensión cortes de carácter cómico casi surrealista que descolocan por completo. Aunque los puntos de humor no desaparecen, sí que se van equilibrando a lo largo de los tomos, sin dejar de estar presentas, pero ya de una manera más comedida pero necesaria para que el drama no ahogue a sus personajes.

La serie tiene un magnífico desarrollo a lo largo de sus diez tomos en los que se van tocando esos temas delicados ya mencionados así como numerosos más mientras se va viendo la maduración de los personajes. Hay que decir que la serie estaba originalmente planteada para cuatro tomos, y llegados a ese punto, se nota que bien podría haber acabado. No obstante, la historia acabó continuando, favorecida en gran medida al éxito cosechado, marcando un claro punto de inflexión en que los protagonistas pasan del final de la primaria al comienzo de la secundaria.

Lo que en un principio parecía una continuación únicamente para introducir la componente amorosa más reforzada pero típica, se va oscureciendo, con situaciones que dan auténtico miedo por lo que puede llegar a pasar, para acabar en un gran desenlace con más de una sorpresa. Así, en general, se puede hablar de una serie redonda en muchos niveles.

Sin duda, una de las claves de la serie, aparte de los problemas que trata, es la peculiar pareja protagonista. Son completamente polos opuestos. Mientras que Sana es una chica alegre y vivaz, llena de energía y que no puede dejar a nadie sufriendo, Akito es un chico hermético, incapaz de expresar sus sentimientos, sarcástico, frío y pasota. Ambos van cambiándose mutuamente a lo largo de la historia, volviéndose el apoyo del otro. Y todo sin dejar de discutir, pero llegando a ser insustituibles. Además, no son todo lo que aparentan. Por mucho que Sana muestre una alegría sin par, arrastra un gran sufrimiento, y Akito, aunque aparente ser tan frío, lo cierto es que es un chico muy sensible. El resultado es una pareja que se complementa a la perfección pero que tendrán que pasar por mucho para superar sus traumas.

Los secundarios tampoco se quedan cortos y tienen sus propias historias más o menos duras, pero aunque no se llegue a profundizar tanto como en los protagonistas, muchos de ellos tienen su momento clave en la historia. 

Un poco, por orden de aparición estaría en primer lugar Rei, el mánager de Sana y, supuestamente, su “hombre”. Ésta le conoció siendo un vagabundo y, como si fuese un perro abandonado más de los que recoge, se lo llevó a su casa. A pesar del susto inicial de su madre, acabó resultando ser un buen chico, muy apuesto, al que la vida había tratado duramente… o más bien, una mujer. Por otro lado, la madre de Sana es una escritora famosa y una mujer muy excéntrica, que además de hacerse peinados raros, vive con una ardilla en su cabeza. De muy pequeña, le cuenta a Sana un hecho importante además de muy duro y, realmente no tiene mucho sentido pensar que nadie le contaría a una niña pequeña algo así. De todos modos, como da pie al carácter que posteriormente tendrá la protagonista, parece que resultaba necesario, lo que no deja de estar cogido con pinzas.

Otro secundario es Tsuyoshi, un buen amigo de Hayama que no aprueba lo que hace en clases y por eso, además de estar enamorado de Sana, ayuda a ésta a pararle. Es un buen chico que tiene ciertos prontos violentos que suelen aparecer cuando alguien se mete con su madre, a la que adora. Es un chico muy maduro y tranquilo para su edad que también tiene sus propios problemas serios a los que hacer frente. Por otro lado, un personaje que aparece más adelante es Naozumi, un chico del mundillo del espectáculo, que comparte con Sana su secreto. Es también del tipo dulce y amable y hará todo lo posible por ayudar a su admirada Sana. El último personaje a destacar es Fuuka, una chica que conocen cuando entran en secundaria y que enseguida hace buenas migas con Sana ya que comparten esa visión alegre de la vida… entre otras cosas.

De las historias extras ya comentadas en la parte de datos extras no hay gran cosa de interés que analizar. En general son cómicas y no aportan nada de interés, salvo El huevo con espinas que relata la infancia de Hayama y el por qué empezó a desarrollar ese mal carácter que sólo crecería con los años. Ayuda a entender también cómo llegó la familia de éste a estar en la situación que estaban al comienzo de la serie.

El dibujo de Miho Obana es uno de los puntos más débiles de la serie. Se trata de una obra aún primeriza de la autora y eso se nota, especialmente, en los primeros tomos. Tiene un dibujo característico de la Ribon de aquellos años pero le falla en las proporciones, a destacar las extremidades excesivamente finas.

También, al igual que otras muchas autoras, peca de excesivo parecido entre los rostros de los personajes, fondos poco elaborados sustituidos por tramas generalmente… Sin embargo, cuando más importa, en los momentos cumbre, sabe expresar perfectamente los sentimientos de los personajes y va mejorando a medida que pasan los tomos, aunque queda lejos del nivel al que puede llegar. 

La edición de Planeta tiene varias deficiencias importantes a tener en cuenta. Es de las primeras ediciones en tomo con sobrecubiertas que hubo en el mercado, lo cual es un punto a favor, pero el papel es reciclado de una calidad bastante baja, transparentando considerablemente en algunas páginas. Además, muchas hojas están mal cuadradas, provocando que se corten bocadillos o requiera abrir mucho el tomo para poder leer lo que haya en la parte central. Por el contrario, la traducción es bastante buena y el tratamiento de los textos sobre dibujo, en general, está bien logrado. 

El juguete de los niños es una obra que ningún aficionado a las buenas historias, a las que cuentan cosas más allá de un romance, debería dejar de dar una oportunidad. Puede que el humor de la autora o su dibujo no terminen de convencer pero la profundidad de la trama se merece al menos el intento. Puede resultar demasiado dura, poco creíble que sea protagonizada por unos niños, pero es de esas historias que al final sabe dejar con una sonrisa y si gusta, es más que probable que se le dé muchas relecturas con el paso del tiempo, pues es de las que calan hondo y emocionan. 

jueves, 23 de abril de 2015

Nubes de kétchup, de Annabel Pitcher

Retomamos las reseñas literarias siguiendo el plan que me he marcado para reducir libros pendientes, y ahora le toca el turno a una de las adquisiciones del año pasado, el 2014.

Como la mayoría, conocí a esta autora gracias a la preciosidad que fue Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea. Me alegré al saber que había salido nuevo libro suyo y se vino con una colección variada de Círculo de Lectores. Lo malo es que ya había leído por encima reseñas que no lo ponían igual de bien que su primera novela y, lamentándolo mucho, me sumo a esas voces más negativas... y lo pongo aún peor.

Argumento

Zoe (nombre falso) es una chica inglesa de quince años que oculta un terrible secreto. Llena de angustia pero también con una buena dosis de humor, Zoe comenzará a escribir cartas a un criminal llamado Stuart Harris, encerrado en el corredor de la muerte de una prisión de Texas por haber acabado con su mujer. 

Piensa que sólo alguien así, marcado al igual que ella por el secreto, la mentira y el asesinato, va a poder comprenderla... Escondida en el cobertizo con una araña como única testigo, bolígrafo en mano, Zoe respira profundamente, se come un sándwich de mermelada de fresa y comienza su relato de amor, traición... y muerte.
 
Reseña

Quizás no sea una mala novela, pero no me ha convencido. Tal vez es que puse un listón demasiado alto con su anterior obra, aunque lo cierto es que le he visto demasiados puntos flojos. La verdad, podría calificar esta historia como la "novela de los temas desperdiciados".

La historia está narrada mediante cartas que Zoe le escribe a un preso que está en el corredor de la muerte porque necesita sacar el secreto que lleva dentro, y sólo alguien como él podría entenderla. Un pequeño chasco es que son cartas que no reciben respuestas porque la protagonista no le da sus auténticos datos (nombre y dirección), así que todo se limita a la voz de Zoe. Ahora iremos con la chica, pero por lo pronto, ya tenemos desperdiciada la primera oportunidad de la novela de convertirse en algo especial: la de dar voz a un asesino y ver el diálogo que se podría establecer con una adolescente inmadura. Como sustituto a esto se da el patético intento de la protagonista de imaginarse qué es lo que debe estar sintiendo él en cada momento, qué recuerdos le afectan y demás. Por momentos es cursi, por momentos es insultante, a veces resulta morbosa y otras ingenua.

Otro chasco, aunque previsible, es que el motivo de su culpa no es tan grave como hace creer la protagonista al comienzo. Zoe se acusa a sí misma de asesina (no es spoiler, lo dice al principio) y no se atreve a confesarlo. A la autora le falta valor para que sea eso y no lo que imaginamos: un triste accidente. Segundo tema desperdiciado. Casi me podría imaginar la cara de Stuart en plan "¿tanto rollo para esto? ¿he perdido algunas de mis últimas horas leyendo las penas de una cría que no conoce la diferencia entre accidente y homicidio?". Porque ésa es otra, para poner en situación, Zoe se lo va contando todo desde el principio, deteniéndose en momentos que no aportan nada al relato.

Otra pega que tiene es que, encima de que no se establece un diálogo entre Zoe y Stuart, que habría sido lo más interesante, la novela acaba girando en torno al manido tópico del triángulo amoroso. Pronto se descubre que dos hermanos, Max y Aaron, están enamorados de ella y que será uno de ellos el que acabe muerto. La auténtica intriga del libro, que se mantiene hasta el final, es saber cuál de ellos es "asesinado" por la protagonista y cómo sucedió todo. Para lo que podía haber sido, me parece que la novela se queda muy floja.

Por poneros en situación, uno de los chicos tendrá su romántica conexión cuando ella camina sin pisar las grietas del suelo y cuando le describe que el pájaro que han escuchado es un búho. El otro se limita a liarse con ella por ser la que se le pone a tiro estando ya medio borracho. Amor puro en ambos casos ¿verdad? Un flechazo que pretende ser romántico y mágico y un lío con uno de los chicos más populares del instituto. Seguro que no tenéis muchas dudas de cuál es el preferido de la protagonista. Así que, como veis, hasta el triángulo amoroso tiene cero interés.

Lo más sorprendente del libro respecto a ese tópico es que la protagonista juega a dos bandas. Ella (y quienes leemos lo que escribe) sabe a cuál quiere pero, por una serie de malentendidos (que no voy a comentar porque me pondría a resoplar de lo ridículos que resultan y ya bastante os estoy contando), las cosas se complican. Diría que aquí está el tercer tema desperdiciado al haber perdido la oportunidad de crear un romance perturbador de verdad (buscad los shojos de Hina Sakurada). Le ha faltado valor a mi entender. Por no hablar de que, viéndolo todo en perspectiva, es un ejemplo brutal de "slut shaming". Es decir, a ella le gustan los dos (aunque haya uno al que quiera más que al otro) y como eso está mal y es una pu*a (los DOS chicos que le gustan SE LO DICEN ¡viva el romanticismo!), la cosa acaba mal. Y ésa es la moraleja.

Un poco al hilo de lo anterior me hago una serie de preguntas. Por ejemplo, ¿qué adolescente en su sano juicio le contaría por carta a un hombre adulto sobre los besos que se da o sobre cómo se toca con el chico de turno? Creo que a la autora se le olvidaba por momentos que estaba escribiendo cartas y no el diario de la chica. Pero sin duda, lo que se lleva la palma de la novela es cuando Zoe, en una fiesta donde se inicia todo, se emborracha, se va a liar con uno de los chicos, éste la desnuda de cintura para arriba, le hace una foto sin su consentimiento y se la envía a un amigo que se dedica a distribuirla hasta que todo el instituto la ha visto. Y no pasa NADA. La chica se enfada, claro, pero el chico en cuestión le acaba pidiendo perdón y ella acepta como si tal cosa. ¡¿Cómo puede quedar esto en NADA?! El tema de por sí es demasiado serio y grave, la gente del instituto no lo olvidaría de una semana para otra y bastantes casos reales que han acabado mal han salido en las noticias como para que le dé ese tratamiento superficial al asunto. Y si es preocupante la forma de llevarlo, para la trama... ¡Podría haber sido la base de la novela! Si chico A le hace eso, luego chico B lo descubre... ¡la de posibilidades narrativas que había! Aquí la autora ha desperdiciado como mínimo dos oportunidades de desarrollar la historia con algo de coherencia: "venganza" por parte de chico B (cuarta) y "venganza" por parte de la propia Zoe (quinta). Pero no, esto no tiene importancia y todo el mundo lo olvida (JA!) en un par de semanas.

Sexta oportunidad perdida: la pena de muerte. Al no tener la voz de Stuart, y ya que Zoe está demasiado ocupada en su propia angustia vital como para ver más allá de sus narices, el tema queda en un tercer o cuarto plano. Que el hombre vaya a morir no es lo que le quita el sueño a la protagonista. Si acaso, le mete prisa para contar su triste historia... es que... UFFFFF.

Y por no seguir haciendo sangre de las posibilidades que tenía la historia, la séptima sería la familia de Zoe. De lejos, lo más interesante, con su hermanita pequeña (un amor) sorda, las disputas de los padres para que le pongan un implante o no, por el abuelo que ha sufrido una embolia y con el que llevan años sin verse, por la hermana mediana que se siente ignorada, por la pérdida de trabajo del padre y la negativa de la madre a volver a trabajar... Centrándose en ellos, habría sido una novela a la altura de su predecesora, no me cabe duda. Más me ha chirriado el machismo implícito en la sordera de la niña y todo lo que supone para la madre, y es una pena que lo mejor del libro tenga este punto negativo que lo empaña. Al menos resulta interesante que sea la culpa de la madre la que libere a la hija de su propio sentimiento de culpa más que todas esas cartas que le ha enviado al preso, con lo cual, uno se vuelva a pregunar ¿para qué? En fin...

Del estilo de la autora, poco que decir. Bonito, aunque divaga un poco de más (la araña me estaba poniendo negra), pero es de lo mejor de una novela que ya veis que tiene poco salvable. Un detalle que le resta puntos en la narrativa es que, aunque la historia va contada por cartas, Zoe es capaz de repetir diálogos muy largos que se dieron muchos meses atrás. Es un aspecto poco importante, pero hace que pierda credibilidad a ojos de quien está leyendo. Y me llama la atención cuando en su obra anterior sí supo adaptar la narrativa para hacerla acorde a quién la contaba y cómo lo hacía. 

Al final, todo el libro gira en torno a la culpa, pero no es tanto por el "asesinato", sino por haber querido estar con dos chicos y que las cosas acabasen mal. Y me parece tan horriblemente machista el planteamiento seguido... Por no hablar de que Zoe llega a sentir pena por un hombre que, éste sí, asesinó a su mujer ¿sabéis cuántas han muerto en lo que llevamos de año? Con la lacra que es este tema, me ha dejado alucinada el tratamiento que la autora le ha dado a la historia.

Sé que a la inmensa mayoría le ha encantado esta novela, pero a mí me ha sorprendido que sea de la misma autora que aquella joyita. Desperdicia todas las líneas argumentales interesantes que se le abrían desde su argumento para quedarse con el camino más insulso, anodino y, lo peor, retrógado y machista. No me ha emocionado, sólo ha conseguido cabrearme más y más. Y aún le doy algún punto gracias a lo humanos y reales que me han parecido los miembros de la familia de la protagonista y sus problemas mucho más creíbles. Y lo dejo aquí porque aún podría seguir desahogándome un rato más pero no merece la pena que siga.

lunes, 20 de abril de 2015

Bajo sospecha

Que la serie haya terminado justo este lunes pasado me ha venido de perlas para variar la temática del blog después de varias reseñas seguidas de libros.

La serie ha contado con ocho capítulos. No sé cuándo se fraguó su idea, pero que la hayan emitido no mucho después del final de Broadchurch ha sido un error ya que, al ser de temáticas muy parecidas, las comparaciones resultan inevitables... y odiosas.

Argumento

El día de su primera comunión, Alicia Vega desaparece sin dejar rastro. Tras dos semanas de intensa búsqueda, la policía solo tiene una cosa en claro: dado que no se ha pedido ningún rescate, el culpable es uno de los invitados a la ceremonia y miembro de la familia de la niña. 

Los agentes Víctor y Laura se hacen pasar por matrimonio y se infiltran en el pueblo con el objetivo de acercarse a la familia Vega y al resto de sospechosos, él como camarero en el restaurante de la familia y escenario de la desaparición, y ella como la nueva profesora en la clase donde iba Alicia. Mientras ambos permanecen en la sombra, el comisario Casas lleva la parte oficial de la investigación y es la única persona que conoce la verdadera identidad de sus agentes infiltrados.

Reseña

La serie ha tenido cosas muy buenas y otras, directamente, malas. Empezando por lo bueno, hay que reconocer que ha sabido mantener la intriga en cada capítulo y, cada vez que se llegaba al final de uno, las posibilidades sobre quién se había llevado a la niña apuntaban a una persona diferente. Y no sabría decir si es bueno o malo que todos los miembros de la familia tuviesen algo que ocultar, es que no ha habido un personaje que no tuviese su secreto: mentiras, infidelidades, drogas, antiguas parejas... ¿Poco realista? Sí ¿Interesante? Mucho.

Entre recomendar o no la serie, yo os digo que merece la pena, pero hay algunas pegas que debéis conocer antes de poneros con ella. Lo primero a decir es que, aunque el ritmo ha estado muy bien llevado durante sus siete primeros capítulos, e incluso en el último ha habido una nueva hipótesis que desencaja la mandíbula, el desenlance ha sido muy flojo. Se puede intuir quién ha sido o no, pero hasta que no nos lo explica no entendemos ni el por qué ni el cómo. A lo primero, la respuesta satisface (al menos a mí me convenció), pero en lo referente al cómo se desarrollan los hechos hay demasiadas cosas cogidas con pinzas que no tienen sentido (las voy a comentar pero sin explicarlas para no hacer spoiler, quien haya visto la serie sabrá a lo que me refiero): la diadema perdida en el bosque ¿cuándo la pone ahí?, la velocidad del coche no era suficiente para las heridas que produce, todo el mundo se olvida de la profesora, falta de fuerza en el golpe con la linterna, falta de tiempo para ocultar las pruebas antes de que lleguen los protagonistas... Son pequeños detalles que, a poco que uno se pare a pensar en ellos, evidencian que la solución no estuvo bien desarrollada.

Y enlazado con esto anterior, de manera parecida, hay demasiadas casualidades y cosas que no tienen explicación para que el caso avance, como dejar una prueba importante a la vista antes de ir a abrir una puerta y que haya walkie-talkies de niños que tienen un radio de actuación de 4 KM. Son elementos necesarios para que el guión se desarrolle pero no resultan creíbles.

He leído que la serie iba a tener 10 capítulos pero que recortaron minutos para que acabasen siendo los ocho finales. Tal vez algunos de esos cabos sueltos quedasen explicados ahí.

La "feliz" familia momentos antes de darse cuenta que Alicia no está.

En lo que a actuaciones se refiere, la cosa está equilibrada porque hay muy buenas interpretaciones (los miembros de la familia están casi todos magníficos) junto a otras muy flojas. La mejor con diferencia es la actriz que hace de la madre de la niña desaparecida, Alicia Borrachero. Tiene un papelón y lo borda. El resto de familiares, entre buenos y correctos. Y aunque no sea de la familia, quien acaba sorprendiendo en su papel es el policía del pueblo, Rafael Vidal, interpretado por Vicente Romero.

Eso sí, negativamente hablando, hay que destacar la incapacidad de la actriz protagonista, Blanca Romero, de expresar algo. A veces he criticado a los personajes con síndrome de robot de algunos animes, pues aquí ha pasado lo mismo. Ni felicidad, ni tristeza, ni rabia... nada. Esta mujer no ha expresado un sólo sentimiento a lo largo de la serie, ni siquiera en el final. Su compañero de andanzas, Yon Gonzalez, tampoco se llevará un premio a la interpretación, pues se ha limitado a su papel de guaperas chulo, pero al menos tenía algo más de chispa.

De la relación de los protagonistas no hay nada que decir. Al principio parecía que el lado sinvergüenza de él haría cambiar un poco la frialdad de ella, pero no. Ni tienen química, ni hay emoción. Y lo peor es que al inicio de la serie se planteaban algunas líneas interesantes que se olvidan por completo. No sé si tendrá una T2 con los mismos protagonistas en otro caso, tal vez sea la idea y por eso no han llegado a desarrollar nada, pero con lo que hay aquí, se queda en eso, nada.

Al margen de la serie en sí, la emisión ha sido nefasta, cambiándole la fecha de los martes a los lunes, cortes publicitarios excesivos, adelantos del siguiente capítulo que destripaban demasiado y, para rematar, al empezar el episodio de turno, una vista previa con varias escenas de lo que se iba a ver. Después se critica la piratería, pero decisiones como éstas no ayudan precisamente a querer seguir una serie en televisión. Esto no lo voy a contar en la valoración de la serie como tal, pero me parecía importante mencionarlo. 

En definitiva, una serie bastante buena, pero con algunos problemas que le hacen perder puntos: lo mal llevado del desenlace y las pobres actuaciones de la pareja protagonista. Pero bueno, siete (incluso, siete y medio) de ocho capítulos son muy buenos y hay actores que logran eclipsar a los que quedan flojos. No esperéis el nivel de calidad de la mencionada serie inglesa, pero puede que os sorprenda. 

viernes, 17 de abril de 2015

¿Suave como la seda?, de Noelia Amarillo

Nueva reseña literaria y esto empieza a ser algo monótono ¿verdad? Tendría que irme buscando algo diferente a lo que dedicar una entrada que, aunque por un lado me alegro de ir reduciendo el montón de libros pendientes (éste llegó a finales del 2013), esto está suponiendo poca variedad temática en el blog. A ver qué me busco.

Pero mientras, hoy os traigo la reseña de la tercera parte de la saga Amigos del barrio, de Noelia Amarillo. Las dos primeras partes, Falsas apariencias y Cuando la memoria olvida, me encantaron (aunque a la segunda le habría cambiado al protagonista XD) ¿Y ésta? Seguid leyendo =)

Argumento

Darío es el hermano de Ruth, el mediano de la familia y quien se empezó a hacer cargo de la zapatería de su padre cuando éste enfermó. Después de años con la casa llena de gente y ruidos, de repente, se va a quedar solo: su hermana se va a casar con el ya-no-tan-impresentable de Marcos, que le ha empezado a caer bien. Y, claro, se van a llevar a la niña que tuvieron en común años atrás: Iris. Además, su hermano menor, Héctor, ha anunciado que en breve se mudará a Alicante tras conseguir una beca. Menos mal que ha convencido a su hermana de que su padre debe quedarse en la casa familiar por su problema de memoria.

La vida de Ariel ha tocado fondo. Tras años trabajando de electricista en obras a pesar de su juventud, con la llegada de la crisis y con el paro que no le va a durar muchos meses más, no tendrá donde caerse. Consigue alquilar una habitación a medias con Lulú, una prostituta, en una pensión de mala muerte. La que de pequeña fue la princesita de unos padres humildes, un chatarrero y una limpiadora, tendrá que empezar a ganarse la vida en el único trabajo que encuentra: vendiendo juguetes sexuales.

¿Y si el príncipe, ni es príncipe ni es azul? ¿Y si no tiene blanco corcel, ni castillo maravilloso? ¿Y si es un honrado trabajador, con un sentido del humor inexistente y un genio de mil demonios? ¿Y si viste vaqueros en vez de brillante armadura y su ejército lo componen zapatos en vez de guerreros? ¿Puede un simple zapatero ser el príncipe encantado que toda princesa busca? 

¿Y si la princesa no es delicada? ¿Y si en vez de tímida y recatada es arisca e insociable? ¿Y si no sabe entonar dulces canciones de amor, pero se le da de maravilla pelear? ¿Y si en vez de bordar hermosos tapices, su trabajo consiste en vender juguetes eróticos? ¿Puede esta insólita mujer ser la dulce princesa que enamora al príncipe azul… aunque dicho príncipe sea en realidad un zapatero enfurruñado? 

¿Puede el amor surgir entre la chatarra, los zapatos y las clases de Jiu Jitsu de un gimnasio de barrio? ¿Por qué no?

Reseña

Ya os he comentado en otras ocasiones que, si hay algo que me gusta especialmente de Noelia Amarillo, es que sepa introducir temas peliagudos, de denuncia social, a la par que desarrolla sus preciosas historias románticas. Aquí nos vuelve a ofrecer todo eso con una pareja protagonista maravillosa.

En esta ocasión, como diría que al igual que en el resto de libros de la saga, quien lleva el peso de la trama es la protagonista femenina. Hablar de esta novela es describir a Ariel, una joven en la que se mezcla en un cóctel explosivo la fiereza, la independencia y la brusquedad con la mayor inocencia e ingenuidad. Salvo por el prólogo, la novela empieza dedicando sus primeros capítulos a la infancia y la adolescencia de la chica para saltar pronto al momento presente en que está pasando por dificultades económicas. Pronto nos hacemos una imagen mental de una "marimacho", una chica que es todo lo opuesto a los roles de género que se identifican con las mujeres. Quizás es por eso por lo que cae tan bien, por dar un golpe en la mesa que muestra que podemos alejarnos del maldito patriarcado que rige esta sociedad. Y sin embargo, eso no la convierte en una chica insensible, todo lo contrario, pues valora por encima de cualquier cosa a la familia.

De Darío poco se puede decir. Es un pedazo de pan, un cielo, con una paciencia infinita con la chica de la que se ha enamorado y a la que le costará llegar y traspasar sus defensas. El chico es un amor y ambos forman una pareja perfecta. Quizás, la pega de la relación, como es común, es lo precipitado que resulta el enamoramiento, sobre todo por parte de él. Pero bueno, es lo único que le puedo sacar de negativo a la pareja y, de todos modos, van pasito a pasito, sobre todo por esa sirena que no confía en abrirle su corazón.

En cuanto al punto de denuncia social, aparte del contexto de crisis general, en esta novela Noelia ha hecho que gire principalmente en torno al machismo, deteniéndose en el tema de las agresiones sexuales. Todo surge cuando, algunas de las compradoras de artículos eróticos de Ariel, acaban charlando sobre este asunto y acaban practicando técnicas de autodefensa en el gimnasio. Me ha parecido muy interesante y necesario, así como me han hecho reflexionar en los consejos que se dan y en lo injusto de las situaciones.

Pero la novela es más que la relación y los aspectos serios. Los choques dialécticos de los protagonistas dan muchos puntos cómicos, y las aportaciones divertidas de los secundarios no se quedan atrás, en especial un Héctor que no parará de chinchar a su hermano mayor y que tendrá un peso importante en la trama pues el siguiente libro está protagonizado por él. 

De la componente sexual se puede decir que está ajustada a la trama y que no sobra ninguna de las escenas que tienen. Y todo al estilo de Noelia, con momentos más intensos, otros más divertidos y otros de puro amor. 

En definitiva, una novela preciosa, con momentos emotivos que me han sacado la lagrimita pero también con otros que me han hecho reír a carcajadas. Equilibrada en todos los aspectos, entretenida y adictiva. Y todo con un estilo fresco, directo y natural que hace que vuelen las páginas. De los tres que van de la saga, el mejor con diferencia.

martes, 14 de abril de 2015

Lovebook, de Simona Sparaco

Continuando con la política que me he marcado de coger un libro de cada año, ahora le ha llegado el turno a uno que se vino a casa en 2012. Si me mantengo así, este año voy a conseguir bajar mi lista de pendientes de manera considerable =D 

Lo cierto es que llevaba bastante tiempo detrás de él, desde que la reseña de Saru me encandiló, pero no me lo cruzaba por ninguna parte hasta que una chica me lo ofreció en la difunta web de Libros Compartidos. 

Argumento

La relación de nueve años de Solidea con su novio Matteo se rompió cuando "la del cardado" entró en la tienda de mascotas de éste y se llevó un cachorro de pastor. Si para una chica romántica como ella, pasar página es de por sí difícil, más aún le resulta si tiene que verlos juntos todos los días desde la librería-papelería familiar donde trabaja, justo en frente. 

Tras una comida familiar, su hermana, Clotilde, y su prima, Federica, de dieciocho años, deciden ampliarle sus horizontes sumergiéndola en la era de las redes sociales a través de Facebook. Uno de los primeros nombres en los que piensa para averiguar qué ha sido de su vida es Edoardo Magni, su amor platónico de la infancia. Pero no serán sus familiares las que lo busquen finalmente, sino David, su mejor amigo gay que se traslada a su casa tras una pelea con su novio, Rodrigo.

Por su parte, Edoardo está pasando por una época complicada en varios frentes. La empresa familiar de vinos va bien a pesar de haber hecho una inversión que está costando sacar adelante. Esa idea, impulsada por su madre, estaba en contra de los principios de su padre y, desde entonces, no puede contar con el consejo y apoyo de éste, lo que se suma a que la situación en el matrimonio de ambos hace aguas por todos lados. Aparte, su novia Claudia ha hecho buenas migas con su madre y se pasan el día de tiendas juntas, de modo que ahora parecen dos clones. Algunas salidas de tono de su novia le indican que ya va siendo hora de acabar con una relación que no va a funcionar. Entonces, su amigo Andrea le habla de una próxima comida de antiguos alumnos, lo que le trae el recuerdo de aquella niña de trenzas que nunca le quitaba de encima la vista.

Reseña

Lovebook podría ser el guión de una película romántica de sobremesa protagonizada por Meg Ryan en la época de Tienes un e-mail. De hecho, en cierto modo, parece heredera cercana de la misma y más lo pienso, más paralelismos veo. Si tengo que describirla en una palabra sería "simpática", porque es eso exactamente, una historia amena, con algunos puntos divertidos y otros tiernos. De ahí que tampoco se le pueda pedir más de lo que ofrece, no cala hondo y seguro que pronto habré olvidado casi todo lo que en ella sucede, pues no tiene situaciones que marquen. Pero es perfecta para pasar una o dos tardes entretenidas con una novela ligera pero no superficial.

La novela es de 2009, así que, cuando salió, Facebook empezaba a ser el gigante que es ahora, de ahí se explica el desconocimiento de la protagonista por la red social. Entonces se abría un universo de oportunidades y la autora aprovechó para crear esta historia que (re)nace en la red social. En realidad, el peso de ésta es menor del que esperaba, creía que habría más conversaciones conjuntas entre ambos o con otras personas. Creo que no le sacó todo el partido que podía.

Tengo que hacer un pequeño inciso para comentaros lo que menos me ha gustado de la novela. Y esos son David y Claudia. El primero cae en todos los tópicos posibles de gay "locaza" y por más que aporte puntos cómicos, resulta demasiado exagerado. Pero quien se lleva la palma es Claudia que llegado el momento recurre a una de esas típicas tácticas de telenovela barata, por no decir que todo su personaje está sobreactuado. Ambos le dan salsa a la historia a costa de realismo.

Por contraposición, para mí, lo mejor que tiene son las diferentes visiones del amor y las relaciones que inundan el libro. No es que sea una lectura reflexiva, pero con la gran cantidad de personajes que aparecen, vemos en mayor o menor medida cómo siente cada unx: la preciosa carta de la abuela que escribe al abuelo que ya no está, el romanticismo de Solidea, la visión práctica y realista de Edoardo, la tradicional Clotilde o la liberal Federica... Curiosamente, de la relación de la pareja protagonista poco se llega a ver pues empiezan a salir al final.

El estilo es fresco y directo, alternando por capítulos las dos voces protagonistas. De este modo podemos conocer las vidas de ambos y sus problemas más allá de romances, lo que le ha dado el cariz más serio y natural a la trama, haciendo que veamos a los dos como muy humanos y reales. Las relaciones con amigos y familiares tienen también mucho peso y eso es un plus importante para un libro que se acercaría de otro modo a la banalidad del chick-lit.

Para acabar, un punto negativo que no puedo evitar mencionar es la traducción de la novela. Choca que cuando Solidea se dirige a sus familiares se usen "ustedes" y sus correspondientes formas verbales en lugar de "vosotras". Así como "celular" en vez de "móvil" y otros cuantos términos que no se usan en el castellano. 

Por lo demás, no hay mucho más que decir. Es una historia entretenida para pasar el rato, pero no esperéis momentos de grandes carcajadas o situaciones que hagan encoger el corazón (salvo cuando se encuentran al fin los dos protagonistas). Sencilla y simpática.

sábado, 11 de abril de 2015

La chica del lago, de Steph Bowe

Hoy le toca el turno a una breve novela que llegó a mis manos en 2011 y de la que leí de todo en su momento. Con el tiempo que ha pasado he podido leerla sin tener más que un vago recuerdo de lo que iba, lo que me ha permitido conocerla sin las ideas preconcebidas de todas las reseñas que salieron al poco de su publicación. 

Lo primero, antes de entrar a valorar la novela, es darle mi enhorabuena a una autora que fue capaz de sacar adelante una historia tan bien construida con únicamente 17 años. Gustará más o menos, tendrá cosas mejores o peores, pero hay que quitarse el sombrero ante esta chica.

Argumento

«El día que nos conocimos, Jewel Valentine me salvó la vida.» 

Sacha tiene diecisiete años y, afectado por una enfermedad terminal, intenta suicidarse en un lago. Una desconocida llega a tiempo de impedírselo: se llama Jewel, es bella y misteriosa y su vida tampoco ha sido fácil desde que murió su hermano Ben, con 10 años, en ese mismo lago por un accidente donde ella tuvo un papel importante.

Entre ellos nace una relación muy especial: juntos descubrirán que es el momento de vivir y abrir los ojos ante las cosas importantes, los detalles y las primeras palabras, las que quedan para siempre. Como dice Jewel, «Son las pequeñas cosas las que nos muestran cómo son realmente las personas. Esperanzadas, desesperadas, frágiles e inseguras.»

Reseña

Sinceramente, no sé muy bien qué decir de esta historia de apenas 240 páginas, pues tengo sentimientos contradictorios respecto a ella y creo que en parte es así porque es lo que quería la autora. A ver si consigo expresar algo coherente.

Por un lado, la historia es un dramón elevado a la enésima potencia. Tanto Sacha como Jewel lo han pasado fatal en sus apenas 18 años de vida. Ambos han sufrido por haber sido tocados de cerca por la muerte y ambos se sienten en parte responsables por las muertes de alguno de sus familiares más cercanos. Esto les ha marcado, tanto a ellos como a sus familias. Sin embargo, la historia no está contada para desgarrar a quien la lea, o al menos, a mí no me ha hecho llorar a pesar de lo que cuenta. Esto es tanto por unos personajes que son fuertes, como por una escritura que contiene las emociones, que no busca la lágrima fácil, el melodrama. Hay un realismo crudo, pero sereno. Maduro. Sin embargo, eso no quita que haya un exceso de drama, pues parece que a ambas familias les han echado un mal de ojo, sobre todo a la de Sacha.

Y así, dos chicos con profundas heridas emocionales se encuentran y se salvan mutuamente, se apoyan y se enamoran. Quizás lo que se refiere al amor vuelve a caer en lo precipitado ya que todo sucede en apenas un par de semanas y tampoco están mucho tiempo juntos en esos días... pero bueno, dadas las circunstancias, lo aceptamos.

El punto más polémico del libro es, sin duda alguna, su abrupto final. No sólo por dejar abierta la historia de los protagonistas sino también de secundarios. Quizás no sería tan importante si las escenas de ese último capítulo fuesen memorables, pero no aportan gran cosa. La autora corta la novela en un momento feliz de la pareja antes de que se empiecen a suceder los días de hospital de Sacha que pocas posibilidades tienen de servir para su recuperación. Para una historia de estas características resulta algo extraño que precisamente no muestre el que podría ser el núcleo de la trama.

Al final, el libro parece centrarse en un marco temporal concreto en que ambos descubren la felicidad al fin tras un duro pasado que acarrean y antes de enfrentar el no menos triste futuro que les espera. Es extraño, pero quizás es lo mejor. Cuantas más horas pasan desde que lo cerré, más me va convenciendo el planteamiento maduro y esperanzador que da a una historia tan triste y deprimente.

Entre los dos protagonistas, es Jewel la que posiblemente sea la que más madure. Comparar a la chica retraída del principio, incapaz de ser feliz y la del final, que entiende que debe vivir su vida y perseguir lo que le dé esa felicidad, muestra el abismo que hay. Y para Sacha, un chico que había tirado la toalla, esas dos semanas le devuelven la energía necesaria para seguir luchando en su batalla contra el cáncer.

La trama se ve complementada con unos magníficos secundarios, alejados de tópicos y que, por poco que aparezcan, se perciben como humanos, con sus virtudes y sus defectos. Además, para quitar dramatismo hay varios momentos que rozan el absurdo como son los dedicados a una langosta o a los gnomos de jardín. Entre unas cosas y otras, más que lágrimas, que sería lo previsible con semejante trama, el libro me ha sacado risas.

Y todo se complementa con una preciosa prosa de la autora, que se pasea entre lo poético y lo cínico, entre preciosas e interesantes reflexiones y algunos diálogos rocambolescos. De su estilo, la mayor pega que se le puede sacar es que en su alternancia de capítulos contados por Sacha o Jewel no se nota la diferencia de voces.

Aunque no tenía muy claro qué iba a decir sobre esta historia, escribirle la reseña me ha permitido aclarar las ideas. Con el mismo argumento, otra persona seguramente habría escrito un melodrama lacrimógeno. En cambio, la autora ha sabido escribir una historia madura, contenida, que invita a pensar en la vida, la muerte, los gnomos de jardín, el futuro y el tiempo. Habrá quienes prefieran la otra opción, pero yo me quedo con ésta.

miércoles, 8 de abril de 2015

Akatsuki no Yona

Y final para el otro anime que he seguido desde que comenzó en la pasada temporada de Otoño, contando con un total de 24 capítulos. A menos que haga una maratón de alguna serie, no contéis con ver más reseñas de anime en un tiempo, ya que de la temporada de Invierno no me he animado a ver ninguna de lo floja que me parecía (y que, de hecho, ha sido).

En cuanto a Akatsuki no Yona, se trata de un shôjo de Mizuho Kusanagi que lleva 17 tomos a sus espaldas y sigue abierto. Si alguien se queda con ganas de más tras acabar el anime, éste adapta los primeros ocho tomos de manera bastante fiel, así que puede continuar con la historia a partir del #9 ;)

Argumento

Yona es la única princesa del reino de Kouka y, como tal, lleva una vida lujosa y sin preocupaciones. Lo tiene todo: las mejores ropas, la más deliciosa comida, un padre que la adora, y a su guapo primo, Soo-won, del que está enamorada y que parece corresponderla con el mismo sentimiento. Si su guardaespaldas Hak dejara de ser tan irritante con ella y su cabello no fuera tan rojo, todo sería perfecto.

Pero este tranquilo estilo de vida llega a su fin el día en que una de las personas en las que Yona más confiaba la traiciona. Una traición que hará añicos todos sus sueños y que la obligará a huir de su propio hogar. Pero esto también supondrá el renacer de una vieja leyenda, la de los descendientes de los dragones.

Reseña

Después del chasco que fue la olvidable Soredemo, temía la nueva adaptación shôjo del Estudio Pierrot. Sin embargo, fue empezar a leer el manga para ver de qué iba la cosa y ver que era una serie muy superior y que muy mal tendrían que hacerlo para fastidiarla. Si a aquella le tenía ganas, y estuve bastante ciega a un mal desarrollo, por culpa de mis ansias por tener una nueva serie del género que me emocionase, ésta es, en cambio, lo que yo había querido y esperado.

Si tengo que decir algo malo de ella, es que acaba resultando una temporada meramente introductoria. Personalmente no me ha molestado su ritmo, pero aviso de que su (probablemente única) pega es que puede resultar lenta. Ya digo, no es mi caso, en mi opinión tiene el ritmo perfecto para ir conociendo a los personajes, de manera que hasta los que acaban siendo enemigos de la protagonista tienen su trasfondo, sus motivaciones y también, sus sentimientos complejos.


Como decía, aún así, se queda en una presentación de la trama y los personajes. La serie ha puesto las cartas sobre la mesa pero no ha empezado aún el juego. Con decir que el último personaje importante aparece en el último capítulo. En este sentido hay que decir que los dos openings y los dos endings, a pesar de ser magníficos todos, cada uno en su estilo, son unos spoileadores bestiales. Recomiendo a quien vaya a empezar la serie que se abstenga de verlos hasta que no la haya acabado.

De momento, lo que se ha visto es una maduración de Yona, que de princesa mimada e ignorante pasará a convertirse poco a poco en una guerrera ¿por venganza? ¿pare recuperar su posición? ¿o...? Tendréis que ver la serie para descubrirlo. La serie tiene múltiples puntos de vista importantes, hace dudar de lo justo y lo injusto, muestra realidades duras y llega a emocionar. Pero también, una vez se supera el inicio relativo a la traición, con la incorporación de secundarios, va ganando puntos cómicos. Además, ese elenco que se va formando tiene cada uno una personalidad definida por las circunstancias en que ha vivido, lo que les da un trasfondo realista.


Y en cuanto al romance, aunque hablamos de un shôjo (*ojos en blanco*), no tiene un papel protagonista. Si teméis un harén en torno a Yona, vedla tranquilos. Hasta donde abarca la serie, todo el amor romántico que hay se limita al triángulo de su inicio. Los sentimientos que predominan aquí son los de cariño a la familia, de amistad, respeto... Sólo hay unas pocas y contadas escenas románticas, las suficientes para que emocionar pero que no llegan a eclipsar la aventura.

De la adaptación, en comparación a la otra serie mencionada, Pierrot ha hecho un trabajo considerablemene mejor. El diseño de personajes, muy fiel al original, está mejor realizado. La animación es buena, no hay metidas de pata apreciables pero tampoco hace grandes alardes salvo en momentos muy puntuales. Y en cuanto al apartado sonoro, ninguna pega, ya he dicho que las canciones de OP y ED merecen la pena y, en general, la BSO casa a la perfección con la serie. Espero que le hagan una muy merecida T2.

Podría seguir alabando la serie todavía un buen rato más, pero creo que no hace falta. Una buena historia, magníficos personajes, animación más que decente, momentos cómicos, dramáticos, emotivos que van dando paso unos a otros a la perfección. Una serie equilibrada que puede gustar a todos los públicos que le den una oportunidad y que la pega es que sabrá a poco. Un shôjo de aventuras de corte clásico como hacía tiempo que no veía y disfrutaba. 

lunes, 6 de abril de 2015

Microreseñas de películas 2015 (2)

Para variar la tónica del blog, toca una nueva tanda de microreseñas de películas. Hoy os traigo cuatro que, aunque relativamene recientes todas, tienen cierto toque a clásico. Bueno, vale, la de Harry Potter no es un clásico como tal, pero para algunos lo será con el tiempo por haber formado parte de nuestra infancia/juventud ya que crecimos junto al mago.

Grace de Mónaco

En una palabra: aburrida. La película no empezó mal, pues parecía que se iba a centrar en las dudas de Grace Kelly en lo referente a dejar el cine por su papel de princesa. Pero eso no era material suficiente para la cinta y se lían con una trama política, de complots y traiciones, que deja muy mal a los protagonistas históricos de la misma (el Príncipe Rainiero de Mónaco y Charles De Gaulle), para ensalzar a una Grace salva patrias que se marca un discurso final que da vergüenza ajena. No estoy muy puesta en la vida de la actriz y cuánto se aproxima la película a la realidad, pero por acotar tanto el marco temporal a apenas unos meses, creo que se ha perdido una biografía mucho más interesante de contar. Otro problema de la cinta es que, por más que lo intentó, Nicole Kidman no se acercó por un momento a la mítica actriz. El resto de personajes históricos, al no conocerlos, no sé decir si sus actores están o no acertados en sus respectivos papeles. Eso sí, visualmente, en vestuario, paisajes y escenarios, es una delicia.

5/10 [TV]

Monuments Men

Una de las historias menos conocidas relativas a la II Guerra Mundial que la película narra con un estilo ligero y hasta gracioso, a pesar del drama que también se da. Quizás lo más interesante, al menos para mí, fue ver cómo estos hombres tuvieron que "luchar" contra los nazis, pero también contra sus propios aliados, para los que destinar personal o recursos en buscar obras de arte, cuando había batallas a muerte, era una locura, un desperdicio de energía, equipos o personas. Por lo demás, buenas actuaciones, pero que para la talla del elenco que era no aportan lo que uno se esperaría, y algunos discursos sobre la importancia del arte y la cultura muy interesantes. Como pegas se le puede poner que resulta algo lenta y hasta aburrida, típico y exaltado patriotismo americano, más típico aún mostrar a los rusos como aliados pero malos... y Matt Damon. En serio, su personaje me sobró la mayor parte del tiempo que está en escena. Por conocer un poco de este aspecto de la guerra más desconocido está bien, pero ya. Como película no vale gran cosa.

6/10 [TV]

Harry Potter y la Cámara Secreta

De todas las películas de Harry Potter, si no contamos el despropósito que fue la sexta, ésta siempre fue la que menos me gustó. Sin embargo, con este revisionado que le he dado recientemente, he hecho las paces con ella. La recordaba peor y si hay algo por lo que no me convence es por el papel importante que tiene Ginny. Lo siento, nunca consiguió gustarme y me pareció una cagada por parte de Rowling que acabase teniendo el peso que tiene. En su momento, tampoco me gustó mucho porque llega un punto en que la mayoría mira con malos ojos a Harry, lo que me parecía absurdo... ¡que es el niño que sobrevivió! Ahora, en cambio, lo que ya no veo tan claro es que precisamente el resto tuviesen una fe tan grande en él. Habría sido interesante que se plantease cierta dualidad en su personalidad, pero acaba siendo un personaje tan bueno, perfecto y estupendo que queda plano. 

Aparte de eso, poco que decir, muy bien realizada, magníficas actuaciones aunque con un poco de sobreactuación adecuado al carácter más infantil de las primeras partes de la saga (ese Ron que parece inútil y miedica en exceso), efectos bien realizados (recordaba peor al fénix) y ya. Por cierto, sintámonos viejos: la película es del año 2002... ¡tiene 13 años! 

8/10 [TV]*

Indiana Jones y el Templo Maldito

He visto todas las películas de Indiana Jones varias veces (salvo la más reciente, que sólo ha caído una vez y de la que no recuerdo casi nada) y de todas ellas, ésta es con diferencia la más desagradable de ver. Tiene momentos oscuros que poco cuadran con el tono general más cómico, como por ejemplo lo de usar a niños de esclavos, malnutridos y maltratados. Además tiene situaciones escabrosas como lo de sacar el corazón de un esclavo y lo que sigue, el exceso de insectos en un punto concreto del templo (asqueroso) o el menú del banquete (la película es del año que es, pero eso no hace menos perdonable la cantidad de tópicos insultantes hacia la cultura hindú). Aún así, lo peor que le veo es lo irritante, superficial e inútil que hacen a "la chica" de turno, que se pasa la película quejándose o gritando (¿tópica de rubia tonta? No, que va). Si las películas de esta saga están pensadas para pasar un rato entretenido, yo ésta la relevaría a la última que ver. Tiene escenas de aventuras geniales como la huída y persecución en una cueva mediante vagonetas o la absurda caída de un avión en una lancha hinchable, pero el resto de momentos más oscuros hace que pierda muchos puntos.

7/10 [TV]*