Esta reseña podría haber salido hace unos días, pero me pareció oportuno hacer la gracia y ponerla el día de Halloween, pues quién no conoce a la protagonista de esta historia: la bruja verde y mala de El Mago de Oz. Aunque haya quienes no hayáis visto la película o leído la novela original, seguro que forma parte de vuestro imaginario colectivo y quién sabe, lo mismo os cruzáis alguna bruja verde esta noche.
Me ha parecido que es uno de esos libros que deberían estar en la lista de los 1001 libros que leer, pero no es así, y para destacarlo, además de rellenar el hueco de la "W" en el reto De la A a la Z, lo incluyo como Imprescindible de Octubre de este año.
Por último, antes de empezar la reseña en sí, acabo esta eterna introducción comentando que es el primer libro de The Wicked Years, una saga centrada en el mundo de Oz. Wicked, memorias de una bruja mala (1995), continúa con Hijo de bruja (2005) y Un León entre hombres (2008) cuyo protagonista es el León cobarde que acompaña a Dorothy en su viaje. Y, para rematar la saga, queda Out of Oz (2011) que aún no ha sido publicado aquí. De todos modos, esta novela se puede leer perfectamente de manera independiente, pues es la biografía de un personaje del que ya conocemos su final y los hilos que quedan para la continuación se podrían ignorar. De hecho, en principio no siento un gran interés por la segunda parte pues ya he leído que es inferior a ésta... pero supongo que acabará cayendo antes o después.
Argumento: En un pueblo de pescadores de Munchkinland nace la primera hija de Melena. Su marido, el párroco unionista Frex, no puede estar con ella porque ha llegado al pueblo un teatro de títeres cuyos espectáculos irreverentes y groseros están haciendo estragos en la comunidad. La niña recién nacida se llama Elphaba, tiene la piel verde y unos dientes de tiburón con los que arranca de un mordisco uno de los dedos de la comadrona.
- Es un gallo de pelea, que acaba de averiguar que no tiene espolón. ¡Oh, pobre del primer chiquillo estúpido que trate de divertirse con ella! ¡Le arrancará el tallo tierno, para quedárselo de recuerdo!
- Quizá le desmoche una teta a la madre; será la manera de que Su Frágil Majestad vuelva en sí. Pero ¿qué niña es ésta, que bebe sangre antes de probar la leche materna?
Menudo inicio de historia ¿verdad? Y porque no he citado nada de esa actuación de títeres por la que se ausenta el padre el día del nacimiento de Elphaba. Nada de apto para críos, os lo aseguro.
La novela está dividida en cinco partes. En la primera, "Los Munchkins" se narra desde el día de nacimiento de Elphaba hasta que tiene un añito. En la segunda, "Gillikin" pasamos a su etapa en la universidad, donde se forma su carácter y hace amistades (sí, la bruja mala tiene buenos amigos). En la tercera, "La Ciudad Esmeralda", y la cuarta, "En el Vinkus", se dan algunos primeros acontecimientos por los que después será conocida como la Malvada Bruja del Oeste. Por último, "El asesinato y lo que vino después" coincide temporalmente con los hechos de El Mago de Oz y ya aparecen Dorothy y el resto de personajes de esta historia ya conocida.
La novela está dividida en cinco partes. En la primera, "Los Munchkins" se narra desde el día de nacimiento de Elphaba hasta que tiene un añito. En la segunda, "Gillikin" pasamos a su etapa en la universidad, donde se forma su carácter y hace amistades (sí, la bruja mala tiene buenos amigos). En la tercera, "La Ciudad Esmeralda", y la cuarta, "En el Vinkus", se dan algunos primeros acontecimientos por los que después será conocida como la Malvada Bruja del Oeste. Por último, "El asesinato y lo que vino después" coincide temporalmente con los hechos de El Mago de Oz y ya aparecen Dorothy y el resto de personajes de esta historia ya conocida.
Otra curiosidad más que añado como dato para la reseña es que este libro salió no hace mucho en el Top 5 de libros más abandonados según Goodreads (tenéis más información aquí y aquí). Se ve que mucha gente disfrutó con el musical que hicieron (quiero verlo!!!) pero no pudieron con el libro, y en parte lo entiendo. Uno de los problemas que tiene la novela, y por lo que pierde puntos, es su extensión de 500 páginas a la que se suma su densidad, pues está plagada de reflexiones éticas, filosóficas, religiosas, políticas... Es un libro pesado, hay que ir con eso en mente o no se podrá disfrutar como se merece, tiene muy poco de lectura ligera.
Por dejar los puntos negativos al principio y empezar con todo lo bueno que ofrece, la otra pega que presenta la novela es que los saltos temporales entre las diferentes partes son muy acusados, y Elphaba cambia mucho de una a otra. Al final tenía que acabar siendo la histriónica y ¿malvada? bruja que es en la historia original, pero aunque acaba llegando a eso, las transiciones y su evolución no me han parecido que estén bien definidas. Además, no es sólo que cambie la protagonista, sino que cada parte parecería responder a un género literario diferente y eso confunde al lector.
“La gente que dice ser malvada no suele ser peor que el resto de nosotros. Pero la gente que dice ser buena, o mejor que los demás en algún aspecto, esa gente sí que es peligrosa.”
Pero ahora toca hablar de lo bueno, que de eso este libro tiene bastante. Para empezar, la novela es en sí misma una magnífica vuelta de tuerca a una historia infantil. Le da realismo y seriedad al mundo de Oz que era pintado como idílico salvo por un par de brujas malas a las que había que derrotar. Buenos contra malos. Pero ¿y si no fuese así? La realidad siempre tiene matices, las cosas no son blancas o negras.
Así se nos presenta un Oz completamente real, definido físicamente, con diferentes etnias, paisajes o condiciones climáticas. Además, es un Oz que tiene su mitología y sus creencias religiosas que luchan contra las paganas. Un Oz con su propia historia, regido desde tiempos lejanos por una monarquía que ha sido suplantada por el Mago de Oz, quien establece sus propias leyes. Y así, con unas cosas y otras, vamos descubriendo que este mundo es más real de lo que nos podíamos imaginar y se pueden empezar a crear paralelismos con nuestro mundo.
Pero en un mundo tan real, la sociedad también tiene que ser realista, y eso no siempre es bueno. Con un gobernante tiránico, con desprecio y persecución a algunas etnias y con una población principalmente analfabeta y fácil de engañar en lugares pobres, surge lo peor de los humanos. Y aquí el autor plantea un nuevo conflicto ético, la diferencia entre animales y Animales, siendo los segundos, los que empiezan por mayúscula, animales dotados de inteligencia, habla y sentimientos. Por ejemplo, el León cobarde que acompañaba a Dorothy sería un Animal. La novela se sitúa en un contexto en que a éstos se les está privando de derechos conseguidos a través de recortes impulsados en leyes del Mago.
Y así llegamos a la protagonista, Elphaba, que durante parte de la novela será un firme defensora de los Animales. Pero esto será sólo uno de los aspectos que influirán en la protagonista: sus padres, especialmente él, párroco y muy devoto, su hermana menor Nessarose que carece de brazos pero posee una determinación férrea, el doctor Dillamond, una Cabra muy inteligente, la señora Morrible, la odiosa directora de la universidad, Galinda, su compañera de habitación allí... Todos estos personajes y muchos más influirán en ella y su concepción del mundo.
Elphaba será una mujer arisca, mordaz, inteligente, rebelde, atea, seria, apasionada... No dejará a nadie indiferente, ni por su piel verde, su repulsión al agua o ya su personalidad cuando la llegan a conocer. Es compleja y cambiante, no será la misma joven que entra en la universidad a estudiar la que se acabe convirtiendo en la famosa Bruja del Oeste. Es uno de esos grandes personajes que una vez se la conoce, queda para siempre en la memoria.
En definitiva, Wicked, memorias de una bruja mala es una obra adulta. No sólo por la narración densa, sino por los temas que trata y la profundidad y realismo que es capaz el autor de dar a un mundo infantil e inofensivo. Hay sexo, terrorismo, debates religiosos y éticos, muerte... es una novela muy rica y profunda que recomiendo encarecidamente a cualquiera que tenga la suficiente madurez para enfrentarse a ella y sus 500 páginas.