Mi cumpleaños, que fue hace unos días, suele ser un día raro y algo deprimente. Lo de raro se cumplió de nuevo con un par situaciones que me dieron algún susto (mi perrete, Nero, digamos que hizo el mismo día de héroe y de villano) y otras un poco surrealistas (extrañas llamadas de teléfono). Al menos todo acabó bien. Así que entre unas y otras preferí tomarme un descanso, desconectar y dedicarme a la lectura con algo ligero y divertido y la relectura de esta serie, que recordaba que era justamente eso, me pareció la opción perfecta.
Recuerdo que, en su momento, la obra llamó la atención como no podía ser de otro modo con el título que le pusieron los de Ivrea. La serie tira mucho hacia la comedia y se desarrolla en el mundillo de la actuación, así que le va como anillo al dedo, por más que diese vergüenza tener que pedir al librero de turno "el tomo tres de Culebrón Romanticón".
De Kazumi Ohya ya reseñé el tomo único Pink Prisoner, cuya relectura me pareció un tanto decepcionante salvo por una de sus tres historias, lo que no es una buen proporción. Además de esta serie de cuatro tomos de la que os hablo hoy, licenciado aquí suyo ya sólo queda lo primero que nos llegó, Dream Kiss.
Argumento
Mie Maruyama, alias Marumie, dejó su trabajo de locutora en su pueblecito para irse a Tokyo con el doble propósito de convertirse en actriz y seguir al hombre del que se había enamorado: Kandagawa, uno de los dos integrantes del famoso dúo cómico Bun Bun Phrase. De momento ha conseguido entrar en una buena compañía y trabaja de reportera-humorista consiguiendo poco a poco aumentar su fama.
Por fin se cruzan por los pasillos y, aunque Kandagawa hace como que no la reconoce, más tarde la llama a su móvil, al número que ella le dejó apuntado con su nombre cuando tuvieron aquel encuentro que a ella tanto le marcó. En aquella ocasión coincidieron en un bar, se emborracharon juntos y cuando ella le acompañó al hotel, él parecía estar deprimido y le pidió que se quedase. Esa noche no pasó nada entre ellos y él nunca la llamó, hasta ahora. Para chasco de Mie, su intención para hacerlo es ver si lo que ella pretende es extorsionarle con lo de esa noche ya que él no recuerda qué pasó. Le dice que no confía en su "amor" y que odia a las mujeres. Lo cierto es que tuvo muy malas experiencias con sus primeros amores y Mie le recuerda a ellas, por tanto la rechaza de plano y le dice que no quiere volver a verla.
Mie se promete hacerse famosa y tener a un buen número de admiradores. Lo cierto es que ya hay un par de hombres que se han fijado en ella. Por un lado, Shuji Hatta, su amigo de la infancia, al que dejó en el pueblo y que se presenta ante ella ya que sus padres le han echado de casa por haber perdido el trabajo a causa de la depresión de que ella se fuese. Por otro lado, su jefe, a pesar de ser un ogro, se preocupa especialmente por ella. Menudo culebrón va a ser la vida de Mie a partir de ese momento.
Reseña
Antes de entrar en la reseña como tal, como curiosidad, después de terminar esta serie en 2010, Kazumi Ohya empezó poco después un spin-off con Shuji de protagonista. Stand by me es un BL que desarrolló durante tres tomos. Cabe suponer pues que el chico resultará ser bisexual. No creo haberos destripado nada al deciros esto, es bastante evidente cuál será el desenlace de la serie y que ni Shuji ni ningún otro hombre de los que aparecen a lo largo de los cuatro tomos tienen nada que hacer con Mie.
Aunque la serie tiene componente de harem, lo cierto es que nunca hay dudas de cuál va a ser el desenlace, lo que hace que pierda un poco de interés. Más aún porque Kandagawa es un sieso, un antipático y no sé cómo puede trabajar de humorista y tener éxito.
No obstante, aunque sea un misógino, como su propio compañero de Bun Bun le llama varias veces, no me parece cierto que odie a las mujeres, sino que tiene un trauma y, visto en perspectiva al leerlo ahora, es realmente terrible. Por un lado, su primer amor fue una profesora de Primaria que, según pone en el manga, "la despidieron por jugarle malas pasadas a los alumnos varones" y en otro momento se dice "por meterse con los alumnos". Sin más información, no parece que fuesen solo unas "bromas" sino que la cosa era algo más serio. Pero lo peor es que, con unos 14 años, su prima 10 años mayor que él, básicamente, le violó. Con esas experiencias es normal que rechace a las mujeres, más a una que le recuerda a ambas. Teniendo semejante trasfondo me parece alucinante que se pase de puntillas, se use como mera excusa para que a la protagonista le cueste enamorarlo y el enfoque sea cómico.
En cuanto a la protagonista, Mie es un ejemplo de lo que sería criticable como hombre. Esto es, no aceptar un no y buscar estar con Kandagawa sin que le importe lo más mínimo lo que él quiera. La serie se convierte en un "quien la sigue, la consigue". Además, su obsesión con él viene de una mísera noche en la que se emborracharon juntos, él no quiso llamarla y ella aun así se mudó a Tokyo principalmente por él. Define acosadora.
Al margen de esto, tiene sus virtudes: fortaleza, determinación, le gusta su trabajo, se esfuerza en progresar y tiene recursos para saber salir de ciertos líos. No obstante, luego tiene unos momentos realmente absurdos como meterse en una tormenta de nieve pensando que va a esquiar con Kandagawa y luego creerse la protagonista del cuento de La pequeña cerillera cuando se salva al llegar a una mansión.
Otro punto a mencionar es que la serie la desarrolló la autora durante cuatro años, saliendo tomo por año. Creo que esto explica en parte cierta falta de continuidad de secundarios que se interesan por Mie en un capítulo pero no vuelven a intentar nada con ella después. Que en comparación con otras historias en que malmeten cuando el no lo tienen seguro, en parte es preferible.
En general, si se lee la serie con el piloto automático, sin darle muchas vueltas a ninguna de las cosas que comento, es realmente entretenida. Hay momentos cómicos y situaciones un tanto disparatadas con los que se puede pasar un buen rato de lectura. Mie tiene mucho carisma y eso se agradece. La pena es lo que desaprovecha a todos los secundarios. Al menos Shuji evoluciona un poco durante la serie, pero sería el único digno de mencionar.