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martes, 20 de febrero de 2024

Gunelle, de Diane Lacombe

Cambiando de tercio, hoy vengo una ración de romántica de corte histórico. Se trata de la primera parte de una trilogía titulada El Clan de Mallaig que adquirí vía Círculo de Lectores en una edición 3-en-1 que salía a un precio inmejorable de 9,95€ como ya dije en la entrada de su compra (supongo que estaba de oferta por ser uno de esos libros que iban a dejar de estar disponibles o del que tenían stock para deshacerse, ya no me acuerdo) en Febrero de 2011. Sí, ya ha llovido, pero mi lista de pendientes es... En fin. 

El formato es prácticamente el mismo que también usaron para la trilogía Remmington/Montague (El señor de la guerra, Encadenados, El duque) sólo que la autora de estos libros sacó, años después, un par más de la misma saga que tengo pendientes. Al menos, en este caso, Diane Lacombe lo dejó en la trilogía original. 

Argumento

Año 1424. La joven Gunelle Keith, procedente de las Lowlands escocesas, ha sido prometida en matrimonio con Iain McNeil, el heredero del clan de Mallaig, de las Highlands. 
Por tratarse de una alianza que conviene a los dos clanes, 
a Gunelle no le quedó más opción que aceptar. Por un lado, los Keith podrán talar árboles de un bosque de los McNeil con los que fabricar barcos y, por otro, ponen fin de este modo a las disputas por un tema de blasones. 

Como antes de claudicar se opuso fuertemente al enlace, la joven acabó despertando la ira de su padre que se negó a que nadie de la familia la acompañase en el viaje y se limitó a ponerle una escolta. Al menos, aparte del amable teniente Lennox, su nodriza Nellie y su criada Vivian sí pudieron ir con ella. 

Para una mujer culta y refinada como Gunelle, que ha pasado varios años en un convento de Francia estudiando, el viaje a las tierras del norte constituye un tremendo choque cultural. Ella ha vivido toda su vida en entornos urbanos y ahora deberá vivir en un lugar agreste y duro. Además, la mayoría hablan en gaélico, idioma que ella no conoce.

Iain, por su parte, también estaba totalmente en contra de ese matrimonio de conveniencia y se largó del castillo el mismo día que llegaba su prometida. A pesar del humillante desplante, Gunelle no tarda en ganarse el afecto de la mayoría de Mallaig, incluido Baltair McNeil, su futuro suegro, y Tòmas, primo de su prometido. No obstante, hay alguien que la detesta tan pronto llega allí. Beathag es la viuda de Alasdair, difunto hermano mayor de Iain y quien habría heredado el liderazgo del clan. No es sólo que ve que otra se llevará el papel de señora del castillo, sino que, además, lleva tiempo siendo amante de Iain.

Reseña

No cabe duda que, en el género de la romántica histórica, las Highlands escocesas son una fuente de inspiración muy destacada. El imponente paisaje, las costumbres, los clanes... Diría que, por volumen de obras, la cosa debe quedar más o menos empatada con las historias victorianas y las de la regencia.

Precisamente, en cuanto a ambientación, la autora hace un gran trabajo para llevarnos a ese entorno medieval, tanto por la breve descripción de vestuarios como de las distintas zonas del castillo. Además, para meternos más en contexto, durante la historia aparecen episodios como el asedio al castillo, un torneo con lanzas entre caballeros o la peste negra haciendo estragos. A esto se suma el papel del rey y se nota que la autora se tuvo que documentar bastante de su reinado y su persona. Claro que no tengo ni la más remota idea de historia de esa época y lugar como para asegurar que esté todo correcto, pero al menos, lo parece.

El punto más fuerte de este libro es Gunelle. La protagonista es una dama culta e inteligente que usará sus recursos mentales para ayudar en más de una ocasión. La joven lo pasará muy mal antes de aclimatarse a su nuevo hogar. No es para menos, a fin de cuentas, prácticamente ha sido vendida por su padre y forzada a un matrimonio que no desea. Que al final llegue a un más que previsible final feliz no quita la forma en que empieza todo.

Por otro lado, como contra, Gunelle es bastante ingenua, lo cual tiene sentido con los años que ha pasado en un convento estudiando. Sin embargo, la mayor pega que le puedo poner es que, con lo inteligente que es para algunas cosas, se mete en la boca del lobo (y quien haya leído el libro recordará esto) por pura inconsciencia, y no es algo que se pueda achacar a la ingenuidad que decía antes. Me parece que la autora forzó la trama para poner a su protagonista en peligro en situaciones que ella habría evitado en realidad, todo para que Iain se acabe luciendo después para salvarla de una manera directa o indirecta.

Y si ella es la mayor virtud del libro, aún con esos defectos, su contraparte masculina es lo peor. Iain, durante buena parte de la historia, será un miserable integral. Se supone que su triste pasado lo justifica, pero no me ha parecido lo bastante terrible como para que me convenza. En el género, es de lo más común este cliché de personaje masculino traumado, pero normalmente suelen tener motivos más de peso que los que presenta Iain y, en esos otros casos, eso no los hace actuar de según qué formas. Gunelle debe aguantar cosas que están fuera de lugar y me parece un caso de planteamiento típico de Bella que transforma a la Bestia en humano. Al menos, no lo hace a base de "amor", sino de plantarle cara y de demostrar su valía, pero sigue siendo ella la que le debe comerse el marrón. Además, la evolución en él me parece muy brusca y el cambio, demasiado radical. No me ha parecido creíble.

La relación entre ambos es, claro, lenta por esto que ya he dicho. Se agradece que no haya ningún flechazo entre ambos y realmente se detesten mutuamente. El problema de esto es que podría haber dado una relación bien desarrollada con esa base y en cambio, tenemos a una pareja que de odiarse pasa a amarse a partir de uno de esos eventos forzados del guion que decía. Luego, sí tiene momentos bonitos, pero que no han conseguido hacerme olvidar lo anterior, principalmente porque no veo que el protagonista se redima, sólo cambia de la noche a la mañana.

En cuanto al contenido picante de esta historia, es muy leve. No estamos en una novela romántica histórica en que los actos sexuales tengan el peso que otras autoras le dan. Sí que los preámbulos de la primera vez de la pareja son bonitos y tiernos, pero le falta más chispa.

Dado que la parte romántica no me ha convencido, el resto de la trama podría mejorar el resto del libro. Hay unas subtramas de complots por el liderazgo del clan, con robos y traiciones, que tiene su interés. Si no fuese porque es todo demasiado previsible, demasiado evidente los quiénes y los porqué, la historia habría ganado algún punto más.

Entre los secundarios, el más destacado como aliado es Tòmas. Un joven que se está preparando para ser nombrado caballero. Amable y enamoradizo. Ojalá la historia hubiese tenido a Tòmas de protagonista y que Iain se hubiese quedado con su cuñada-amante. Ésta, Beathag, no diría que es un personaje sino que es la caricatura de un personaje. No tiene una sola virtud, en ningún momento se presenta como positiva su seguridad en sí misma y su libertad para tener relaciones con quien ella quiera. Simplemente es una villana retratada como una promiscua. Es mala y retorcida sin ningún trasfondo. Parece pensada sólo para elevar más todavía a Gunelle, tan buena y pura.

Me quedaría mencionar a la pequeña Ceit, una niña que acogió la difunta madre de Iain a la que todo el mundo en el castillo considera tonta o con algún retraso. La pequeña se ganará el corazoncito de cualquier lectora, aunque sus problemas me parecieron un tanto inconsistentes a lo largo del libro. 

Algo curioso de la escritura de este libro es que alterna dos voces. Por un lado, la autora deja que Gunelle hable en primera persona, por otro, para seguir las andanzas del resto de personajes, usa la tercera. Quizás habría mejorado mi impresión de Iain si él también hubiese tenido su voz narrativa para meternos en su mente y ver su evolución.

En definitiva, una novela que entretiene pero no encandila. La buena protagonista y los interesantes episodios que reflejan el contexto medieval escocés se contraponen con un protagonista nefasto, la falta de sorpresas en la trama y un cambio demasiado brusco en Iain que se refleja en la dinámica de la pareja.

lunes, 10 de julio de 2023

Princesa mecánica, de Cassandra Clare

Pues ya está. Se acabó la trilogía y por todo lo alto, debo decir. He tenido que parar varias veces la lectura porque no podía parar de llorar y mientras escribo estas líneas, vuelven a saltarme las lágrimas. Visto lo visto, no esperéis una reseña objetiva y centrada, porque no creo que me vaya a salir.

Como en la anterior, hago el aviso de que se colarán destripes de los dos libros previos en el argumento y la reseña. Lo cierto es que también cae algún destripe menor de este mismo libro, pero nada muy grave.

Argumento

Cecily, la hermana pequeña de Will, se presentó en el Instituto para convertirse en cazadora de sombras en pleno momento de alegría generalizada cuando Charlotte anunció que estaba embarazada y Jem y Tessa acababan de hacer lo propio diciendo que se iban a casar. Pasaron unas semanas felices y la oscura sombra de Mortmain parecía lejana, como un mal sueño. La calma duró poco.

Benedict Lightwood, de quien habían descubierto que tenía viruela demoníaca, lo que fue la clave para poder hacerle chantaje y que retirase su desafío para hacerse con el Instituto, se había terminado de convertir en un demonio. Según Gabriel, su hijo menor, se había transformado en un asqueroso gusano del que tuvo que escapar antes de ser devorado por él. Gideon, su hermano mayor, que abandonó a su padre al ver las cosas horribles que había hecho, no dudó en acompañarle junto al resto de cazadores para poner fin a lo que ya era un ser oscuro y sin conciencia.

Tras la batalla, Jem acabó en mal estado, pero lo peor para Will y Tessa fue descubrir, al volver al Instituto, que éste, por haberse mostrado más fuerte y vital, se había excedido en el consumo de la droga que le mataba tanto como le mantenía vivo. Ya casi no le quedaba y, cuando Will fue a buscar más, ningún vendedor del submundo tenía nada. Mortmain se había hecho con todas las reservas para usarlo como forma de presión para hacerse con Tessa. 

Reseña

Había dicho en la reseña de Príncipe mecánico que, aunque había tenido sus avances, realmente todo lo gordo se quedaba para este libro. Y así ha sido. La autora encaja todas las piezas de forma magistral con las cuatro cositas que había dejado caer en los anteriores. Qué y quién es Tessa en realidad, qué es su misterioso colgante con forma de ángel que la ha salvado de la muerte varias veces y por qué la necesitaba tanto Mortmain. Todas estas preguntas tienen su respuesta y es sublime el puzle final que se forma.

De todos modos, más que la acción y los misterios de la trama, es un libro de Amor y con mayúscula. Pero no sólo de amor romántico, sino también amor familiar, amor de amistad y hasta amor por aquello que nos apasiona. En el caso de Will y Tessa, los libros; en el caso de Jem, la música y su violín; para Henry son sus inventos y descubrimientos, etc. Es precioso todo el cariño, respeto y pasión que se desprende de sus páginas.

Aun así, es el triángulo amoroso el que se lleva el mayor peso del libro. No obstante, diría que el triángulo no es una figura geométrica que funcione en este caso. Más bien diría que forman un círculo amoroso, quiero decir, que tienen una relación donde no existen las tensiones, los celos o el "mal rollo" de un triángulo con sus vértices picudos, sino una relación más fluida y armoniosa. Al menos, ésa es la imagen mental que tengo. Los tres tienen una relación en que se quieren profundamente. El lazo de los dos chicos entre sí es precioso. Son más que amigos, más que hermanos de sangre incluso. Y en cuanto a la difícil resolución que tiene, puedo decir que sin acabar de gustarme, me ha parecido maravillosa y perfecta. Sí, puede que sea incongruente decir esto, pero es lo que pienso. Hacía mucho que un romance juvenil no me emocionaba tantísimo.

Si tengo que poner una pega es que no termino de entender el giro en la actitud del Cónsul hacia Charlotte. En los dos libros anteriores la apoyó como directora del Instituto y aquí no para de maquinar contra ella desde el principio. La explicación que se da no me parece muy creíble y me temo que es un pequeño giro forzado para que, a la hora de la verdad, los personajes tuviesen que luchar contra Mortmain sin la caballería del resto de cazadores.

Creo que lo voy a dejar aquí. Es una reseña muy breve, mucho más de lo que normalmente escribo, que ya sabéis que soy capaz de enrollarme como una persiana, pero no me salen más palabras. Habría muchas cosas que querría contar, pero prefiero dejar que descubráis esta maravillosa trilogía que va de simplemente entretenida a este final tan perfecto. Ya digo, es muy posible que esté pecando de excesivamente subjetiva, no lo niego, seguro que hay muchas cosas criticables y con razón, pero no me salen. He disfrutado, sufriendo mucho, eso sí, con cada capítulo, y con eso me quedo.

domingo, 25 de junio de 2023

Príncipe mecánico, de Cassandra Clare

Después del parón que he tenido que hacer porque servidora ha probado suerte en unas oposiciones y estas últimas semanas han sido un intenso arreón final, parece que por fin voy a poder retomar el ritmo del blog, volver a tener algo de tiempo para leer y ver series... Parece.

Hoy continúo con el segundo de la trilogía de Cazadores de sombras: Los orígenes. Si no habéis leído mi opinión del primero, os enlazo la reseña de Ángel mecánicoAviso de que no haré destripes de Príncipe mecánico, pero, para poder hablar en condiciones, sí que se van a colar cosas importantes referentes al anterior desde el mismo argumento.

Argumento

La situación en el Instituto de Londres nunca había sido tan precaria para su directora, Charlotte Branwell. El Enclave atacó la base del vampiro De Quincy, matándolo a él y a sus seguidores porque creían que era el llamado "Magister" que estaba detrás del Club Pandemonium y unos peligrosos autómatas. Sin embargo, todo fue un error y, aunque el vampiro no era trigo limpio y era un traidor a los acuerdos entre nefilim y subterráneos, no era a quien buscaban. Nate, el hermano de Tessa, les había engañado, era un fiel servidor del Magister, el mundano Alex Mortmain, quien parece decidido a acabar con todos los cazadores de sombras. Atacó el Instituto, acabando con dos de sus fieles sirvientes, y se llevó la Pyxis, un poderoso artefacto capaz de contener demonios. Al menos, no se pudo llevar a Tessa cuyo poder de transformarse en cualquier persona, viva o muerta, ansía más que nada. Este balance tan negativo es una losa en el futuro de la joven directora que no supo ver los engaños y traiciones de unos y otros. Ahora debe enfrentarse a una dura prueba impuesta por el Cónsul Wayland: tiene dos semanas para dar con Mortmain o su puesto pasará a Benedict Lightwood, un hombre ávido de poder y carente de escrúpulos con una inquina no disimulada por ella y su familia.

Con la esperanza de salvar a Charlotte y al Instituto, Will, Jem y Tessa se proponen desentrañar los secretos del pasado de Mortmain… y descubren inquietantes conexiones con los cazadores de sombras que son la clave de las motivaciones del enemigo.

Reseña

Tengo que decir, para empezar, que el libro lo terminé hace ya varias semanas pero no quise perder unas horas valiosísimas de repaso por ponerme a hacer la reseña, que siempre se lleva un buen rato, incluso cuando tengo bastante claro lo que quiero contar. La cosa es que, con este tiempo pasado y lo cargadas que he tenido las neuronas, le he dado una relectura en diagonal un poco para refrescarme la memoria y muy contenta de cómo han ido encajando las piezas de la trama.

Como libro intermedio de la trilogía, cumple a la perfección su papel de "nudo". Aunque se descubren cosas muy importantes, la trama se sigue enredando y los grandes misterios siguen pendientes de respuesta. Aquí una primera pega porque realmente falta avance en el libro. Creo que se han quedado todos los grandes interrogantes para el tercero y último y que va a ser demasiado, se podrían haber aprovechado las páginas de éste en contar alguna cosa más pues se dan muchas vueltas y realmente los avances son contados. Sin embargo, sí que ha habido algo que se resuelve por completo en este libro y es la historia de Will Herondale.

Quien era el "Jace" victoriano de esta saga cobra entidad propia y mayor trasfondo. Era previsible que iba a tener una explicación a su actitud de capullo integral. La cuestión es si ésta sería lo bastante sólida y creíble y sí, a mi entender lo es. Es una historia triste que lo justifica todo. Nos la cuenta relativamente pronto en este libro a través de un diálogo con Magnus Bane, lo que aclara todo el misterio, pero no se termina de resolver hasta el final. Una resolución agridulce, debo decir. Se esperaba épica, una batalla y que todo tuviese su sentido, pero se resuelve de una manera amarga que habla de la ingenuidad de un niño asustado. Quien lo haya leído me entenderá. De todos modos, me pregunto si en el tercer libro se sabrá por qué el origen de todo el problema, la Pyxis, estaba donde estaba porque no tiene mucho sentido.

Luego, había dicho que Jem Castairs no pintaba nada como vértice de un triángulo amoroso que no iba a ir a ningún lado y me equivocaba. El papel que tiene en este libro supera lo que había esperado y hace que el desenlace de la historia pueda no ser el que se esperaría. 

El tema romántico se vuelve bastante intenso en su recta final y me hace preguntarme cómo lo resolverá la autora para llegar al final que, de todos modos, sabemos que va a llegar... aunque ahora mismo no lo tengo tan claro como cuando acabé el primero. Es de los triángulos amorosos que más complicada resolución le veo.

Respecto a esto, cabe decir que "la culpa" es de Tessa en gran medida. No obstante, a pesar de lo que he dicho, no la culpo. Se había sentido atraída desde el principio por Will y él le aplastó el corazón de una forma muy cruel al final del primer libro. En cambio, con Jem, había empezado a forjar una amistad que se va volviendo más sólida durante este libro y acaba dando paso a algo más. Es de los pocos triángulos amorosos que me he cruzado (y ya van muchos entre libros y mangas) en que me creo que tenga el corazón dividido. Es evidente que por Will siente más pasión, pero por Jem hay un cariño y un deseo de hacerle feliz que también resulta creíble.

Por su parte, el papel de Jessamine me ha sorprendido muchísimo. Con lo orgullosa que es, no esperaba que fuese a caer en la trampa que le tienden, pero tiene su sentido. Aparte de orgullo, es una chica tan deseosa de una vida normal que haría cualquier cosa por ello, cegándose a lo evidente. Sin duda, un personaje mucho más interesante de lo que esperaba.

Y siguiendo con los personajes más secundarios, Sophie, la criada, también tiene muy buenos momentos e incluso desarrolla su propia y bonita historia que espero que tenga final feliz en el desenlace. También profundizamos en Charlotte y Henry y hasta ellos tienen unos momentos muy bonitos de pareja.

No obstante, toca poner algunas pegas. La primera es que se mantiene, como en el primer libro, lo fuera de contexto de la época victoriana de muchas de las situaciones y actitudes de los personajes. La excusa de que los cazadores de sombras son más abiertos y "modernos" no se puede estirar tanto. Luego, el malo de la historia, Mortmain, está desaparecido y sólo vemos a algunos de sus "títeres". También mencionar ciertas incongruencias como pensar que cierto personaje va a caer dos veces en el mismo engaño de una nota falsa, ¿nadie pensó en el pequeño detalle de que no colaría? Que igualmente se podría haber dado el encuentro sabiendo esto, pero al menos que no queden como idiotas por no verlo venir. 

En definitiva, un libro que mejora mucho mi impresión del primero. El mayor problema que le veo es que hay pocos avances en la trama para dejar espacio a la parte romántica y a la historia de Will. En ese sentido, el anterior estaba más compensado.

jueves, 25 de mayo de 2023

Ángel mecánico, de Cassandra Clare

Ciudad de Hueso, el primero de la saga de los Cazadores de Sombras, fue de mis primeras reseñas literarias en el blog (la releo ahora y es bastante cutre, se me borró lo que llevaba y me dio pereza reescribirlo todo medio bien... me da hasta cosa enlazarla...). Mucho ha llovido desde entonces y hoy empiezo con esta trilogía, Los orígenes, que le sirve de precuela. Antes de continuar su lectura, que me quedé en Ciudad de cristal, el tercero de lo que en teoría era también una trilogía antes de que la autora decidiese alargarla, me parecía mejor opción leer estos tres libros. 

La cuestión es que, en la línea temporal de este universo, la autora creó otra trilogía intermedia entre ésta que empiezo hoy y la saga principal, pero esos libros no los tengo y ya no sé si hacerme primero con ellos antes de volver a la saga. Ah, dudas, dudas. Pero no me hagáis mucho caso. De momento, creo que leeré esta trilogía del tirón para no tener otra a medias y luego ya se verá. Además, seguramente después querré descansar un tiempo de este universo para no saturarme.

Argumento

Londres, 1878. Dos jóvenes cazadores de sombras, Will y Jem, persiguen a un demonio para acabar descubriendo el cadáver de una joven, apenas una niña, muerta en un callejón. Pero hay cosas que no cuadran en todo lo sucedido esa noche. Entre otras cuestiones, un puñal con un grabado de un Uróboros doble, dos serpientes formando un círculo mordiéndose entre ellas la cola.

Theresa Gray, a la que sus seres queridos llaman Tessa, llega al puerto de Southampton gracias al pasaje que su hermano Nathaniel, Nate, le envió a Nueva York tras la muerte de su tía Harriet. Ahora, él es la única familia que le queda. De sus padres ya sólo les queda el recuerdo y un colgante con forma de ángel que siempre lleva la joven. Lo curioso del colgante es que debe tener un extraño mecanismo pues emite un suave tic-tac a pesar de no necesitar que se le dé cuerda.

Una vez desembarca, Nate no aparece por ningún lado. En su nombre se presenta ante ella un tipo muy extraño que la guía hasta dos mujeres que dicen ser las caseras de Nate, quien las ha mandado para recogerla. Como prueba, le enseñan el anillo del joven y una nota con su letra llamándola por su apodo más cariñoso, Tessie. Confiando en sus palabras, accede a seguir a las hermanas, la Sra. Negro y la Sra. Oscuro, al carruaje conducido por el extraño hombre que la había llevado hasta ellas. Antes de subirse se fija en que en el carruaje está escrito "Club Pandemonium" y tiene el dibujo de dos serpientes formando un círculo mientras se muerden la cola una a otra.

Reseña

Para la primera precuela de la saga, la autora retrocede hasta la más que interesante, aunque ya un tanto manida, época victoriana. En unas notas al final habla de la documentación que realizó y de las licencias leves que se tomó para que le cuadrasen algunos detalles del escenario londinense. No obstante, salvo por algunas menciones explícitas a la época, no he sentido que estuviese leyendo una novela histórica en ningún momento. 

Como habéis visto, hace años que leí los primeros libros creados en este universo y ha sido como si los protagonistas de aquella historia hubiesen tenido unas mínimas transformaciones. Casi como actores haciendo un papel muy similar al que les dio fama, pero sin saber meterse en el rol y el contexto histórico de esta nueva "película". Tessa es muy similar a Clary, Will es un calco de Jace y quizás entre Jem y Simon es donde noto una mayor diferenciación. Supongo que esto se debe sobre todo a que Simon era el mejor amigo de Clary mientras que aquí Jem es el mejor amigo de Will, por lo que hay ciertas diferencias en las dinámicas.

También cabe decir, en cuanto a la trama, que la autora no innova demasiado. En la coctelera hay elementos muy similares como que Tessa en realidad guarda un poder único muy especial, secretos en sus orígenes y familiares, el incipiente triángulo amoroso de evidente resolución para cuando lleguemos al final, un gran villano... No obstante, es un cóctel que funciona de maravilla. Hay acción, misterio, intriga, una pizca de romance y personajes interesantes con varias caras que mostrar. El ritmo es muy bueno y se llega al desenlace de este libro con varias revelaciones impactantes, algunas muertes de secundarios que sentiremos y elementos de la trama que queremos ver cómo sigue. No digo que todo lo que sucede sea imposible de prever, hay giros de guion que no lo son tanto porque se ven venir a leguas, como si la autora se empeñase en negar muy fuerte lo evidente, pero, al final, no cuela.

Como factor que más destaca de esta trilogía tenemos la incorporación de elementos propios del steampunk, lo que casa bastante bien con, precisamente, el contexto victoriano. El título de Ángel mecánico no está puesto porque sí. Vamos, que la cosa va de robots, básicamente.

También destaca en este libro la importancia de las novelas clásicas. Tessa es una gran lectora y se hacen bastantes menciones a libros de Charles Dickens, Jane Austen o las Brontë entre otros. Esto tiene dos pequeñas contras, la primera es que, si no se han leído los que menciona, perderemos algunas referencias; la segunda es que hace algunos destripes, por ejemplo recuerdo bastante importante el de Jane Eyre, aunque si no se han leído, no sé si serán destripes muy graves por faltar el contexto.

En cuanto a los personajes, Tessa tiene una interesante evolución aceptando, poco a poco, que quizás no es tan humana como siempre pensó. Sus dudas y sus miedos al respecto son, irónicamente, muy humanos. Aparte de eso, hace unos comentarios muy feos sobre otros personajes que no entiendo a cuento de qué le salen, aunque sean apreciaciones que no siempre dice en voz alta. No sé si la justificación de la época es suficiente para que sean perdonables sus momentos de idiota.

Aparte de lo que ya he comentado de que son MUY parecidos a los de la saga original, quisiera destacar que Will me parece mucho peor protagonista que Jace. La autora lo crea con el arquetipo de héroe de trágico pasado (que en este libro no llegamos a descubrir del todo) que se esconde tras su humor y su imbecilidad. Porque sí, Will es muy capullo. Sólo con Jem no actúa como un imbécil integral y se nota que le aprecia. Con Tessa, en varios momentos, pero sobre todo en el desenlace de este libro, llega a ser insultante y cruel sin motivo. ¿Tendrá excusa en el siguiente libro y será lo suficientemente sólida? Ya veremos. 

Por su parte, Jem, como Simon, me parece un encanto de personaje, mucho más interesante éste que Will. Su pasado tampoco es precisamente feliz, de hecho, nos lo cuenta aquí y es brutal su historia, pero eso no le lleva a ser el cretino que es su mejor amigo. Jem es empático, maduro y sensato. Y está claro que, como vértice del triángulo amoroso, tiene poco que hacer.

De secundarios, quien más destaca es Jessamine, que sería Isabelle en la saga principal. Esta chica, también cazadora de sombras, reniega de ese papel y está deseando vivir una vida alejada de todo eso. Resulta bastante odiosa por egoísta e interesada, pero lo cierto es que es coherente y realista. Aparte de ella estaría Charlotte como la que dirige el Instituto, cuartel general en Londres de los cazadores. Como mujer al frente de semejante lugar en aquella época, obviamente, se ve criticada en cada decisión que toma. Especialmente interesante me ha parecido Henry, su marido, también cazador, pero que destaca por, probablemente, ser autista o tener cierto grado de asperger, no sabría decir qué, pero algo de eso hay. Luego estaría Sophie, criada en el Instituto y un personaje muy interesante, con un pasado terrible. Por último, Thomas, también criado, es un encanto.

En definitiva, un libro muy entretenido aunque, si ya conocíamos a la autora, tendremos la sensación de varios déjà vu. Los personajes van desde maravillosos a completos idiotas, veremos cómo evolucionan en los siguientes libros y hacia dónde dirige la trama la autora.

viernes, 3 de marzo de 2023

Edenbrooke, de Julianne Donaldson

Hoy varío la tendencia de las últimas entradas y toca reseña literaria. Se trata de una novela de romántica histórica del subgénero que han llamado "clean romance" por el mojigato motivo de que no hay escenas de sexo. Ya descubrí este subgénero en La hija del boticario y hablé por encima de lo que pienso al respecto en dicha reseña, no me voy a repetir.

En cuanto al libro, he descubierto que la autora escribió un pequeño relato a modo de precuela de título El heredero de Edenbrooke que sigue la perspectiva del protagonista masculino de esta historia. A pesar de ser precuela, si os interesa, creo que la novela debería ir primero porque seguro que descubre algunas cosas de éste que se saben hacia el final del libro.

Argumento

1816. Marianne Daventry está harta de Bath. La joven añora su hogar en el campo, a su padre y a su hermana melliza Cecily. Allí podía montar a caballo libremente, pintar y girar bajo los árboles. En cambio, en la ciudad está al cuidado de su abuela desde que más de un año atrás su padre la dejase con ella tras el fallecimiento en un accidente de su madre. Para colmo, le ha salido un pretendiente que le resulta repulsivo y la anciana quiere que se convierta en una dama y deje de tener lo que considera modales de campesina. Al menos Cecily sí está disfrutando de su estancia en Londres y le cuenta en largas misivas todo lo que hace.

Un día, dos cartas cambian el futuro inmediato de Marianne. Por un lado, su hermana Cecily le pide que la acompañe a Edenbrooke, una mansión de campo en la que vive una amiga de su difunta madre. Allí quiere cazar al rico heredero y espera tener la ayuda de su hermana. Marianne no cree que la necesite para tal objetivo pero la perspectiva de dejar Bath y reencontrarse con ella son motivos más que suficientes para llenarla de alegría. La otra carta iba dirigida a su abuela y, después de leer el contenido y sentirse muy contrariada, toma la decisión de desheredar al calavera de su sobrino y dejarle su fortuna a Marianne. Eso sí, le pone como condición que se convierta en una dama de una vez.

De este modo llega el día de partir hacia Edenbrooke. El viaje se vuelve un horror cuando un hombre asalta el carruaje hiriendo al cochero. Betsy, la doncella de Marianne, consigue espantarlo gracias a una pistola que había escondida. Entre las dos llevan al herido a una posada y allí Marianne conoce a Philip, un atractivo caballero del que tiene una primera impresión nefasta. La sorpresa será mayúscula cuando, ya en Edenbrooke, descubra que es el segundo hijo de su anfitriona. 

Reseña

Edenbrooke es la primera novela de esta autora y hay que reconocer que se nota. La trama es muy sencilla y absolutamente predecible. Diría que no hay nada que suponga una sorpresa, por pequeña que sea, una vez están los personajes presentados y vemos por dónde van los tiros. Con todo, es una novela que he disfrutado al leerla.

La trama se sitúa en el ya conocido periodo de la Regencia, es decir, el contexto de las obras de Jane Austen. No obstante, creo que podría estar en cualquier momento histórico algo posterior o anterior, no hay nada que ancle la obra a dicha etapa. Además, la autora se toma bastantes licencias en la forma de comportarse de ambos protagonistas, así que mejor no leer esta novela buscando rigor histórico porque no habrá escenas de sexo, pero los protagonistas hacen cosas juntos que en esa época eran igualmente indecorosas. Y, por supuesto, la escritura, el tono y la profundidad están muy lejos de la maestra clásica.

Pasando a los personajes, Marianne tiene cosas que gustan y otras que desagradan y, como la novela está narrada en primera persona desde su exclusivo punto de vista, llegamos a conocerla muy bien. Por un lado, no deja de ser una chica de 17 años, así que es muy joven, inocente e inmadura. La chica vive sonrojándose todo el tiempo. Tiene un gran complejo de inferioridad respecto de su hermana y se ha acostumbrado a dejar que sea ella la que tenga todo lo mejor. Además, sufre por la pérdida de su madre y también por lo que siente como abandono de su padre. Me ha parecido muy humana, claro que esto también tiene su parte mala. Marianne es un tanto cretina y arrogante con, por ejemplo, su tía o Betsy. Por otro lado, la forma en que describe al pretendiente de Bath es muy fea, pero cualquier chica que haya recibido el interés de un hombre bastante más mayor y desagradable entiende ese rechazo y ese hincapié mental que hace en sus defectos. Lo veo totalmente normal y, aunque no sea lo ideal de una protagonista, mi yo adolescente se identifica con Marianne, no lo voy a negar. 

En cuanto a Philip, tenemos al clásico protagonista del que es inevitable enamorarte: caballeroso, pícaro, amable e irresistible. Se agradece que no sea uno de esos protagonistas de pasado tortuoso aunque tenga su punto de, llamémoslo, intensidad e intriga. A ver si me puedo hacer con ese relato precuela desde su punto de vista.

La relación entre ambos es muy bonita. De un encuentro accidentado y dándose una primera mala impresión, pasan a ser amigos entre los que la tensión romántica va en aumento. Todo se demora mucho porque Marianne es bastante torpe en captar las señales (las de él pero también las suyas propias), porque tiende a malinterpretarle y porque se interponen otros personajes que solo demoran lo inevitable. Que no haya nada sexual en la novela no se echa de menos porque lo cierto es que la autora lleva bastante bien la evolución de la pareja y tienen momentos muy intensos.

Hacia el final la autora mete un momento de peligro y una pizquita de acción que se sabía que se iba a dar desde antes de que Marianne saliese de viaje a Edenbrooke. Si cuando decía que era previsible el libro... El caso es que permite a la protagonista lucirse un poco y a Philip le deja hacer de caballero de brillante armadura al rescate de la damisela en apuros. Todo acaba bien y final feliz para todas las partes. Sin sorpresas.

En definitiva, una lectura ligera, entretenida, que ha conseguido emocionarme en algunos pasajes y que la he disfrutado bastante. Tiene pegas como lo previsible que resulta o que su protagonista femenina puede llegar a resultar antipática o desagradable, pero si consideramos que apenas es una adolescente, son defectos que se pueden pasar por alto y se compensan con otros buenos momentos que tiene. Y conocer a Philip es un plus muy grande de esta historia.

lunes, 10 de octubre de 2022

Una moneda por tu suerte, de Sara Stockbridge

Nueva reseña literaria que os traigo hoy. Se trata de un libro que pedí en 2012 al desaparecido Círculo de Lectores. La sinopsis pintaba bien y me lancé, según leo en el escueto comentario que puse en la entrada de su compra. La cuestión es que, diez años después, me alegro mucho de haberlo hecho. Además, es un libro que sacaron ellos en exclusiva por lo que si os interesa, deberéis buscar en sitios de segunda mano. Decir también que es la segunda y, hasta la fecha, última obra de la autora después de Grace Hammer: a Novel of the Victorian Underworld que está inédita aquí, lo cual lamento porque me gustaría poder leerla.

Por lo que he estado mirando, quiero advertir que mi positiva reseña tiene muy poco que ver con los comentarios que hay en otros blogs o en Goodreads. No quisiera levantar unas expectativas muy altas, haceros mover cielo y tierra por dar con el libro y luego que sea un chasco. Aviso hecho. A mí, no obstante, me ha maravillado y lamento ser una voz tan minoritaria.

Argumento

1860. La joven Rose Lee es una gitana que se gana la vida con la quiromancia, el arte de leer los rasgos de la personalidad y el destino en las manos de una persona. Ella no se inventa nada o, al menos, casi nada, pero sí que destaca los aspectos positivos de las damas que requieren sus servicios y tiende a dulcificar los malos presagios. 

Su más reciente benefactora es Lady Quayle quien, tras organizar una sesión con unas amigas en que Rose acertó en lo que le decía, ahora no puede evitar pedir su consejo para cualquier cuestión. Sin embargo, esa tarde, una de las manos llamó su atención por encima de las demás: la de Emily. En su mano sale escrita una sentencia de muerte horrible y violenta.

Tabitha es la hija de Lady Quayle y fuente de sus mayores preocupaciones, las mismas que la llevan a consultar a Rose continuamente. El motivo es que regresó por sorpresa una mañana de haber estado unos días con George Dent, quien la estaba cortejando. Es Tabitha la que ha roto el compromiso porque asegura no amarle. ¿Será que hay alguien ya en su corazón del que no le puede hablar a su madre?

Reseña

Me he debatido mucho en el punto en que dejar el argumento y me he decidido por dejarlo así de escueto porque es una historia en que recomiendo encarecidamente sumergirse sabiendo lo mínimo imprescindible. Por esto mismo, mi reseña va a ser muy vaga y escueta. No sabéis lo que me estoy mordiendo la lengua para no contar todo lo que querría.

Mi experiencia con la novela ha sido muy intensa. Lo cogí por la noche después de cenar y no me acosté hasta terminarlo. No lo pude dejar, así que ya imaginaréis lo tarde que me acosté ese día. Por suerte, en ese sentido, el libro tiene unas 270 páginas y unos márgenes e interlineado algo más generosos de los habitual. De haber sido ese mismo número de páginas con el texto más denso, me habría dado el amanecer. Quedé tan impactada que me habría gustado ponerme a teclear la reseña inmediatamente pero no tocaba y en parte lo siento porque ahora me temo que no me saldrá una reseña tan buena como me habría gustado con los sentimientos a flor de piel.

Cabe decir que empecé la lectura sin tener altas expectativas. Un libro más que tachar de mi lista de pendientes que esperaba fuese entretenido y poco más. Menudo error, aunque es cierto que cuando se va a leer algo sin esperar gran cosa es más fácil verse positivamente sorprendido.

El libro te va enganchando gracias a los giros y sorpresas de guion. Es una historia de tres mujeres cuyos destinos se entrelazan. Tres mujeres con sus luces y sus sombras. Tres mujeres muy humanas con lo bueno y lo malo que tiene eso. Rose, que debería limitarse a ser una observadora no puede evitar inmiscuirse para intentar ayudar. Tabitha y su gran pasión. Emily y su pragmatismo. La primera, estafadora; la segunda, inconsciente; la tercera, avariciosa. Ninguna de ellas es una mujer pura e inocente. 

La novela está narrada siguiendo dos puntos de vista. El principal es el de Rose, que narra en presente los hechos. Luego, de manera más breve, se intercalan capítulos en que toma la voz Tabitha rellenando lagunas en lo que sabe Rose pero narrando en pasado. Quizás me ha faltado que Emily también tuviese algún capítulo para ella pues es a la que menos conocemos.

Salvando las distancias, el libro por momentos me ha recordado a Bodas de sangre, de Lorca. La autora no tiene las escenas tan potentes e intensas que generaba el poeta, pero el libro tiene un halo similar en cuanto a esa oscuridad que se va imponiendo según se avanza. El destino inevitable, la sangre y la muerte acaban tiñendo sus páginas. Acabé la lectura sobrecogida, sinceramente.

En definitiva, sin esperarlo, una de las mejores lecturas de este año. Sorprende e impacta, quieres saber qué sucede con estas mujeres ante cada nuevo giro. 

viernes, 30 de septiembre de 2022

El duque, de Elizabeth Elliott

Con la reseña de hoy completo la trilogía original de Remmington / Montague tal como había indicado hace unos días cuando publiqué la del segundo libro, Encadenados. Quería hacerlo porque así completaba el tocho que es la edición de Círculo de Lectores que incluye los tres libros en uno. Estos tres libros salieron publicados originalmente entre 1995 y 1996 y no fue hasta 2012 que la autora sumó otro más que, por cierto, habría tenido MUCHO más sentido que fuese el tercero porque su protagonista masculino es Dante, el hermano de Claudia del libro anterior. De momento lo he conseguido de manera *ejem*pirata*ejem* pero ahora mismo no creo que caiga, me apetece intercalar otras lecturas.
 
Argumento

1813. En plena guerra contra Napoleón, nadie se puede imaginar que Lady Lily Walters, hija del conde de Crofford, desempeña un papel clave en ella. Su mente privilegiada es necesaria para descifrar los mensajes codificados que llegan desde Francia por los espías que allí tienen los ingleses.

La noche del baile que organizan los Ashland se presenta en la fiesta a pesar de las habladurías que eso genera. Tres meses atrás murió Osgoode, joven que la estaba cortejando, en lo que unos dicen que era un duelo y otros el asalto de maleantes. Lily debía acudir para entregar el último mensaje descifrado a su contacto sin importar lo que dijesen de ella. Al menos podría ver a su amiga Sophie Stanhope, una de las pocas personas que conoce su importante labor. Lo que no esperaba era descubrir que Miles Montague, el duque de Remmington, del que lleva años enamorada en secreto, se había comprometido con Margaret Granger, justo la joven que más habladurías levanta contra ella pues Osgoode, en un principio, era su pretendiente.

Para su sorpresa, por fin le presentan oficialmente al duque de Remmington y se queda completamente embobada ante él. Sólo es capaz de responder un sí cuando éste le pide que baile con ella el vals que tocan a continuación. Pero la mente tan despierta de Lily no tarda en reactivarse y se da cuenta que lo único que pretende el duque es poner celosa a Margaret, que la está usando de mala manera. Ante tal decepción, Lily jura que no quiere volver a saber nada de él. No sabe que sólo unas horas después, tras haber dejado la fiesta, estará corriendo en camisón y bata derecha hacia él con horribles moratones en el cuello señal de que alguien ha intentado asfixiarla.

Reseña

¿Ahora entendéis por qué decía que tenía mucho más sentido que el tercer libro de la trilogía original fuese el de Dante? Esto le habría dado a la serie continuidad histórica ya que habría estado situado en el mismo contexto. En cambio, El duque se sitúa más de cinco siglos después del segundo, totalmente desligado de sus predecesores. Lo único que se mantiene es el apellido de Montague como duque de Remmington, podemos suponer que descendiente de los protagonistas del primer libro, cuyo título ha mejorado de barón a duque. Era muy difícil que se metiese alguna referencia a personajes de más de 500 años atrás en el tiempo, pero habría agradecido algún guiño. Si os ha interesado el argumento o lo que os cuente a continuación en lo que queda de reseña, podríais leer este libro de manera completamente independiente.

Si por algo destaca esta historia es por el interés de la trama, una de las más movidas del género en lo que recuerdo haber leído hasta ahora. Tenemos intentos de asesinato, espías, algún tiroteo, secuestros... La tensión y la intriga se mantienen hasta el final y si bien tiene sus cosas previsibles, otras no lo son tanto. Entretenido es, sin duda alguna, y os dará un buen rato de lectura.

Con tres libros leídos de esta autora, puedo decir que se le da muy bien crear personajes femeninos interesantes y que rompen moldes para su época. Tess sabía leer y podía ver el futuro; Claudia sabía de remedios, venenos y era una gran matemática; Lily es una excelente criptógrafa de mente brillante. Las tres son valientes y fuertes, se enfrentan a lo que les echen con gran resolución e incluso poniéndose ellas en peligro por quienes aman. Visto así, quizás resulta un patrón un tanto repetitivo, pero no es un mal patrón que seguir.

Lily, además, no sólo es inteligente para los códigos, sino que sabe ver más allá de apariencias y confusiones. Además le gusta saber más del mundo clásico y egipcio formando parte de una sociedad que estudia este último. Y todo poniendo una fachada de cara a la galería de mujer tonta y frívola para pasar desapercibida, algo que, a pesar de ser clave para su propia seguridad, no siempre conseguirá. Pero también es una mujer con complejos como una altura superior a la de la mayoría de mujeres e incluso bastantes hombres y un busto desarrollado que atrae miradas desagradables.

En cuanto al caballero de esta novela, Miles también repite bastante de sus predecesores: atractivo, fuerte, valiente, un punto celoso y desconfiado. Coincide con Guy en que tiene un pasado con una mujer que le ha dejado heridas. En su caso, estuvo casado y enviudó de una mujer que le era infiel cada vez que estaba fuera. Por ello desconfía del amor y del matrimonio y a Lily le costará mucho permear sus defensas. La verdad es que es el menos interesante de los tres protagonistas de la saga hasta el momento. Está bien, cumple, pero ha quedado lejos de cautivarme.

La relación es un tanto desesperante con una Lily que ya está enamorada de antes y pasa de eso a odiarlo, a volver a amarlo, y así. Miles llega a ser exasperante con las señales confusas que manda, con esa reticencia a volver a amar y con su obsesión por las rutinas y reglas. La historia entre ambos es lenta aunque finalmente las idas y venidas son recompensadas con momentos realmente bonitos. Ya digo que no es mi pareja preferida, por culpa de él mayormente, pero no está mal.

Como puntillo negativo veo que a la historia le falta un epílogo y haber estirado algo mejor el desenlace. Resulta bastante precipitado y acaba en falso dejando hilos sueltos respecto a varios personajes secundarios. Habría estado bien que, más que ser un tercer libro de la saga Remmington / Montague, éste fuese un primero libro de otra saga y a continuación siguiese con las historias de estos secundarios que serían Sophie; Trevor, hermano de Miles; y Robert, hermano de Lily.

En definitiva, una novela que engancha haciendo que te bebas las páginas. La parte romántica me ha parecido floja pero lo compensa toda la intriga, tensión y misterios que resolver. También es de destacar la presencia de un personaje femenino que sea amiga de la protagonista, algo tan normal y que se suele echar en falta en muchas historias. Y la propia Lily, sin duda lo mejor del libro, hace que le suba un poco más la nota.

domingo, 25 de septiembre de 2022

Encadenados, de Elizabeth Elliott

En la reseña de hoy sigo con una saga que empecé hace unos años. Se trata de la que en un principio era la trilogía Remmington / Montague (según dónde se mire). Para cuando me leí el primero, El señor de la guerra, resultó que la autora había sacado un nuevo libro en 2012 y, ahora que la he retomado, he visto que hay otro más titulado La princesa que salió en 2018 y no ha sido publicado aquí. Me hace gracia porque es un poco como el cuento de no acabar, cada vez que cojo un libro de la saga, quedan tres más. De todos modos, de momento al menos va a caer el siguiente para terminar la trilogía original. Más que nada porque forma parte del tocho que es la edición de Círculo de Lectores que incluye los tres libros en uno y por terminarlo. Luego veré si me leo también el cuarto que he conseguido de manera *ejem*pirata*ejem* porque su protagonista masculino sale bastante en esta historia y es todo un personaje al que me apetece conocer más.

Un pequeño comentario antes de entrar en la reseña como tal. Antes de leer este libro hice relectura del anterior para poder resituarme. En mi reseña le puse un 7,5 pero he de decir que ahora le subiría un poquito la nota hasta el 8-8,5. Sigo viendo sus defectos pero diría que me ha llegado más que entonces.
 
Argumento

Guy es el barón de Montague desde que el Rey le entregó el título que tenía su hermanastro mayor, Kenric, cuando éste pasó a ser solo barón de Remmington. A diferencia de aquél, que consiguió fama y fortuna luchando en las cruzadas y en la guerra de Gales, él ha conseguido su riqueza a través del comercio y tiene más dinero del que podría necesitar en varias vidas. Parte de esa fortuna decide gastarla en recuperar Halford Hall, castillo que perteneció a los Montague y donde su madre pasó momentos felices. Ese valor sentimental le lleva a ofrecer más dinero del que realmente vale en esos momentos. También podría tomarlo por la fuerza, pues es un hábil guerrero, pero no es un hombre que busque derramamientos de sangre que se puedan evitar. Así, para cerrar el trato se presenta en el castillo de Lonsdale donde su señor es el actual propietario de Halford Hall

Con lo que Guy no contaba era con quedar hechizado por los ojos verdes de Lady Claudia Chiavari, sobrina del señor de Lonsdale. La atracción mutua es inmediata y Guy está decidido a volver a Montague con ella. Pone de excusa que, siendo de origen italiano, esto favorecerá los intercambios comerciales con sus compatriotas. Sin embargo, no contaba con los tejemanejes de su avaricioso tío quien, al creer que se va a echar atrás en la compra del castillo, lo droga esa misma noche para llevarlo a la habitación de Claudia dejando a ambos desnudos. El complot está servido y Guy no puede saber si Claudia formaba parte de él o no.

No será solo su tío quien genere problemas. Claudia tenía dos hermanos mayores: Roberto, quien intentó asesinar a Kenric y a Tess acabando él muerto, y Dante, desaparecido desde hace años. La intención de Claudia es usar su única posesión valiosa, un maravilloso collar de esmeraldas, para obtener el dinero que necesita para localizar a Dante. De este modo se alejará de su tío, quien nunca ha sentido ningún afecto por ella, y de Guy y la atracción que siente por él pues teme que cuando se apague ese fuego, ella será la única que acabe con el corazón roto.

Reseña

Como decía, la relectura del anterior mejoró mi impresión de cuando lo leí en su momento y quizás por haber continuado con esa buena inercia, éste me ha parecido incluso mejor. Me ha encantando, así tal cual.

Aunque seguimos en un contexto medieval de finales del siglo XIII, Guy es un protagonista que no tiene los ramalazos machistas que sí que se le notaban a Kenric. Ése fue el punto más débil del primero y en éste, sin parecer que estamos ante un hombre del siglo XXI, sí que puedo decir que no tiene momentos  intolerables a ojos actuales. Más aún, hay protagonistas masculinos de libros contemporáneos que son muchísimo peores. Guy es un auténtico caballero y se agradece. Además, tiene puntos divertidos, es muy atento y respeta los ritmos de Claudia.

Por parte de ella, me ha parecido un personaje muy humano a la que le he visto muchos puntos fuertes así como debilidades que la hacen real. Por ejemplo, al ser italiana su dominio del inglés no es perfecto y eso le genera complejos de timidez e inseguridad acrecentados porque nadie en Lonsdale quiere tratar con ella por no entenderla al hablar. Además tiene un pánico a las ratas con el que me identifico plenamente. Por otro lado es muy inteligente, sabe de remedios y de matemáticas, algo muy poco habitual en esa época. Es fuerte y valiente pero conoce sus limitaciones.

En cuanto a la relación entre ambos, será bastante lenta aunque la pasión esté ahí desde el primer momento. Es un poco triste que todo parta del manido flechazo de amor instantáneo nada más verse. Ninguno lo reconocerá hasta más adelante, pero está claro que es eso y no simple lujuria. La cuestión es que Guy la respetará y dejará que sea ella la que vaya dando pasos, pero ella teme no el momento de las relaciones, sino lo que pasará después si él se cansa de ella. Además están los problemas derivados de Lonsdale y su complot así como la posesión de Halford Hall. Para complicarlo todo aún más, hacia el final entrarán en escena Dante, el hermano de Claudia, y Kenric junto a Fitz Alan que, de primeras, no la aceptarán viendo los precedentes familiares de asesinos y estafadores. En conjunto todo esto son obstáculos que irán superando y afianzando lo que sienten. Hay momentos preciosos y en parte se agradece la evolución lenta, que se vayan conociendo poco a poco y que aprendan a confiar en la otra persona.

En las sagas siempre se agradece que reaparezcan personajes de los libros anteriores para tener cierta continuidad y aquí Kenric y Fitz Alan aportan momentos muy buenos, ya sea con Guy o con Claudia. Esto lo digo a pesar de que en cierto modo les toque hacer de malos un poco porque, como hermanos mayores, su prioridad es proteger al pequeño de la familia. Una pena que ni Tess ni Helen aparezcan más que en menciones, podrían haber tenido sus momentos también con la pareja de este libro, sobre todo con una Claudia que no ha tenido amigas en años. Habrían sido unas escenas muy tiernas.

Como punto débil diría que la parte de Lonsdale queda resuelta de manera precipitada hacia el final cuando podría haber dado más guerra durante todo el libro. También diría que desperdicia a Thomas, un personaje secundario que presentaba muchas caras durante la historia. Desde que cumple la función de poner celoso a Guy, desaparece del mapa.

En conclusión puedo decir que es una novela muy bonita, sencilla y con varios momentazos de lo más interesantes. Tiene escenas originales aunque peca de ser bastante predecible en sus líneas generales. Tampoco es de extrañar, el género tiene una estructura de la que es difícil salirse y, sin hacerlo, la autora da una buena historia con su romance, sus momentos de acción, algún puntillo cómico y secundarios que lo complican todo un poco. Da lo que se espera de ella e incluso más. La he disfrutado muchísimo y me ha tocado el corazoncito en varios momentos.