Termino el año con la reseña que me quedaba pendiente del último imprescindible de 2014, que aunque llego in extremis, el libro lleva leído desde hace cosa de una semana. Así que, por segundo año consecutivo, he cumplido este reto que tan buenos clásicos me está permitiendo conocer, os animo a que le deis una oportunidad a alguno. En cuanto pueda, dentro de unos días, prepararé la tercera ronda =)
Aprovecho la entrada, antes de entrar en la reseña en sí y ya que no me ha dado tiempo antes, para felicitaros estas fiestas. Llego tarde para la Navidad, pero al menos os deseo un magnífico final de año (yo estoy deseando que se acabe este 2014 de mierda), que el que entra sea muuuuuucho mejor y que los Reyes os traigan lo que más deseéis.
Aprovecho la entrada, antes de entrar en la reseña en sí y ya que no me ha dado tiempo antes, para felicitaros estas fiestas. Llego tarde para la Navidad, pero al menos os deseo un magnífico final de año (yo estoy deseando que se acabe este 2014 de mierda), que el que entra sea muuuuuucho mejor y que los Reyes os traigan lo que más deseéis.
Argumento
Ebenezer Scrooge es un anciano avaro que un 24 de Diciembre se marcha solo a su casa, después de haber negado limosna para los pobres, de haber rechazado la invitación de su sobrino y de negar a su empleado el día 26 como vacaciones.
Una vez en su mísera casa, recibe la visita del fantasma de su antiguo socio, Marley. Éste se le aparece arrastrando una pesada cadena y le advierte que, si no cambia su forma de ser y de llevar su vida, en un futuro llevará una aún más grande que la que él carga. Para evitarle ese destino, Scrooge tendrá la visita sucesiva de tres espíritus relacionados con la Navidad.
Reseña
A Charles Dickens ya le conocí hace un par de años con Oliver Twist. Como con aquella novela, también había visto una versión animada y, hasta ahora, no me había decidido a leer la obra original. Se nota que era un hombre comprometido con las injusticias de su época. Eso es de sobra evidente al leer esta historia. Se podría decir que lo que aquí denuncia ya está superado, pero cualquiera que vea noticias hoy en día puede poner esta idea en duda. Si se cambiasen algunas de las leyes que se mencionan y se pusieran titulares actuales, la obra podría ser contemporánea. Su mensaje es atemporal.
El cuento, de apenas 150 páginas, está estructurado como una canción, con cinco estrofas que forman sus cinco capítulos. Es un relato muy corto que se lee en nada, así que si queréis probar un clásico de este hombre, es una magnífica opción dada su brevedad.
La historia en sí es muy simplona, cada capítulo va dedicado a un fantasma salvo el último, y el desenlace es previsible desde el primer momento. Quizás el problema que tiene es la transformación inmediata de Scrooge, que en cuanto ve al primer espectro que le anuncia Marley, ya se ha enmendando por completo. Se podría haber ahorrado los dos siguientes porque ya había cambiado, lo que no resulta demasiado creíble. Por eso, la versión que vi de Disney, con el Tío Gilito haciendo de protagonista (obviamente), estaba algo mejor narrada al producirse un cambio paulatino en su forma de ver el mundo, o al menos, eso recuerdo yo.
Un dilema que me planteo, y que está relacionado y mucho con la hipócrita fe cristiana es ¿Scrooge cambia porque realmente así lo siente o porque no quiere que su espíritu arrastre pesadas cadenas una vez haya muerto? ¿No es esto una especie de "chantaje" o "soborno"? Las buenas acciones deberían surgir de uno mismo y no ser motivadas por lo que sucederá en un hipotético futuro. La lectura da a entender que el protagonista abre los ojos tanto a las injusticias como a la felicidad, así que me atrevería a apostar que, en este sentido, Dickens compartiría mi opinión aunque el detonante del cambio sea el miedo al futuro.
La historia en sí es muy simplona, cada capítulo va dedicado a un fantasma salvo el último, y el desenlace es previsible desde el primer momento. Quizás el problema que tiene es la transformación inmediata de Scrooge, que en cuanto ve al primer espectro que le anuncia Marley, ya se ha enmendando por completo. Se podría haber ahorrado los dos siguientes porque ya había cambiado, lo que no resulta demasiado creíble. Por eso, la versión que vi de Disney, con el Tío Gilito haciendo de protagonista (obviamente), estaba algo mejor narrada al producirse un cambio paulatino en su forma de ver el mundo, o al menos, eso recuerdo yo.
Un dilema que me planteo, y que está relacionado y mucho con la hipócrita fe cristiana es ¿Scrooge cambia porque realmente así lo siente o porque no quiere que su espíritu arrastre pesadas cadenas una vez haya muerto? ¿No es esto una especie de "chantaje" o "soborno"? Las buenas acciones deberían surgir de uno mismo y no ser motivadas por lo que sucederá en un hipotético futuro. La lectura da a entender que el protagonista abre los ojos tanto a las injusticias como a la felicidad, así que me atrevería a apostar que, en este sentido, Dickens compartiría mi opinión aunque el detonante del cambio sea el miedo al futuro.
La mayor pega que le puedo poner es que la moraleja que quiere expresar es demasiado directa y fácil. Ya pecaba en la historia del pequeño Oliver de personajes planos y aquí es aún más evidente la dicotomía bien/mal, justo/injusto. De todos modos, nunca está de más que nos recuerden los preciosos valores de estas fiestas, que no son los de comprar y comer compulsivamente, sino el perdón, la generosidad y el amor, algo que, por otra parte, se debería practicar todo el año.
En cuanto a los puntos fuertes de la novela, desborda imaginación con los espectros. Por más años que hayan pasado desde su publicación, tiene unas imágenes que aún hoy impactan y emocionan. Más aún cuando la adaptación que vi eliminaba las más oscuras y hasta desagradables. Realmente merece la pena conocer la obra original, tanto por esos detalles como por la magnífica pluma de Dickens.
En definitiva, un clásico imprescindible que no pasará nunca de moda y seguirá vigente mientras el hombre sea hombre y exista el espíritu navideño. Es un relato corto que peca de simple y de forzar la moraleja que quiere transmitir, pero sigue siendo lo suficientemente bonito como para leerlo hoy y siempre.
En cuanto a los puntos fuertes de la novela, desborda imaginación con los espectros. Por más años que hayan pasado desde su publicación, tiene unas imágenes que aún hoy impactan y emocionan. Más aún cuando la adaptación que vi eliminaba las más oscuras y hasta desagradables. Realmente merece la pena conocer la obra original, tanto por esos detalles como por la magnífica pluma de Dickens.
En definitiva, un clásico imprescindible que no pasará nunca de moda y seguirá vigente mientras el hombre sea hombre y exista el espíritu navideño. Es un relato corto que peca de simple y de forzar la moraleja que quiere transmitir, pero sigue siendo lo suficientemente bonito como para leerlo hoy y siempre.