La que desde sus inicios había sido la autora fetiche por excelencia de la editorial Ivrea lleva ya un par de años desaparecida de sus listas de novedades, en concreto desde que publicaron esta serie de tres tomos durante el 2015. Y es que éste es el último shojo realizado por la autora que, desde hace unos años, ha optado por shonens, seinens y BL. En algunos sitios he leído que podrían estar interesados en sus BL pero en vista que no ha habido ninguna novedad en este sentido, todo apunta a que ya no volveremos a ver nada nuevo suyo, al menos en el corto-medio plazo.
Argumento
«En este mundo existe un fantástico diamante que puede cumplir el sueño de cualquier persona… ¿Dónde puede encontrarse? ¿Qué se debe hacer para conseguirlo? Las respuestas podrán ser encontradas en este cuento que está a punto de comenzar…»
Himeno es una chica a la que le duele el pecho cada vez que un hombre la toca. Sin embargo, cuando era pequeña, se hizo amiga de dos niños un año mayores que ella llamados Mamoru y Keigo que podían tocarla sin causarle ningún tipo de dolor. A ambos los conoció en la mansión del primero cuando su madre estuvo allí un mes contratada. Mamoru era dulce y amable, Keigo era borde pero protector. Ese mes pasó y, aunque no los ha olvidado, no ha vuelto a verlos.
Himeno es una chica a la que le duele el pecho cada vez que un hombre la toca. Sin embargo, cuando era pequeña, se hizo amiga de dos niños un año mayores que ella llamados Mamoru y Keigo que podían tocarla sin causarle ningún tipo de dolor. A ambos los conoció en la mansión del primero cuando su madre estuvo allí un mes contratada. Mamoru era dulce y amable, Keigo era borde pero protector. Ese mes pasó y, aunque no los ha olvidado, no ha vuelto a verlos.
Han pasado seis años de aquello. Himeno ha entrado en el prestigioso instituto al que tiene entendido que asiste Mamoru pero con quien se encuentra es con Keigo, que sigue igual que siempre. Sin embargo, su actitud cambia de repente al decirle que a partir de ese momento la protegerá, que es un guardián que vela por que el diamante que concede deseos y se haya en su corazón no caiga en malas manos. Desde tiempo antiguos éste reaparecía en diferentes seres u objetos: un gato en el Egipto de los faraones o una katana en el Japón feudal. Ahora ese diamante está en el interior de una chica y, quien quiera obtenerlo, tendrá que conseguir su corazón y su cuerpo.
Reseña
Recuerdo que, antes de su licencia, llegué a leer algunos capítulos por scans. Lo que ahí vi me dejó buen sabor de boca ya que parecía que iba a dar una historia tierna, con un toque de fantasía que podría estar bastante bien. Sin embargo, no sé qué demonios se le cruzó a la autora para dar semejante despropósito en su desarrollo. He leído que en una entrevista declaró que no pensaba volver a hacer shojos y tal vez eso explique muchas cosas que suceden aquí.
La serie parece expresar hastío, aburrimiento y cansancio con el shojo a medida que avanza. No hay un guión estructurado, la trama está repleta de agujeros, hay escenas de pura vergüenza ajena, se limita a ir metiendo personajes que deberían ser relevantes pero que desaparecen al capítulo siguiente y se dedica a rellenar páginas y páginas de situaciones repetitivas que no avanzan la historia. Y si todo esto no fuese suficientemente malo de por sí, el final es abierto y no resuelve nada. Un auténtico horror.
Curiosamente, en uno de los free-talks del primer tomo dice que tenía esta historia en mente desde hacía años, cuando trabajaba en Shogakukan. Le preguntó a su editor para sacarla en la Ciao (revista de corte similar a la Ribon) pero le dijo que no porque no la querrían en esa publicación. Es probable que sólo tuviese en mente la idea general pero no plantease su desarrollo y que, al ponerse con ella años después, le asaltasen recuerdos negativos que acabaron quitándole las ganas de trabajar en ella o con el shojo en sí. Es conocido que su ruptura con la editorial en que sacó sus series durante años no fue muy buena. Sea como sea y tenga una explicación humana detrás o no, lo cierto es que el resultado acabó siendo muy mediocre. Una autora con tantos años de experiencia en la creación de historias no debería meter la pata en cosas básicas como se dan aquí.
Para no ser totalmente injusta debo decir que el desarrollo de los dos primeros tomos no va mal del todo, es en el último donde desbarra por completo. Aparecen los peores pretendientes que quieren conseguir el diamante, vuelve a caer en chicos que fuerzan a la protagonista a lo que no quiere (un beso en este caso, que estamos en la Ribon y una violación "completa" habría sido demasiado) y la trama naufraga del todo.
Lo más interesante que aporta la serie son un par de incorporaciones entre los chicos que querrían poseer el diamante para cumplir sus deseos. Por un lado un pretendiente trans que querría convertir su cuerpo en el de un hombre. Pero claro, aparte de lo positivo e interesante de la idea no hay nada más en la aportación pues, como ya he dicho, la autora se lía a meter personajes sin ton ni son y el tratamiento acaba siendo terrible ya que, por mucho que diga que es un hombre, lo poco que sale a partir del descubrimiento es tratado como mujer y como amiga de Himeno. El segundo sería un chico que consigue retenerla en su casa de modo que empieza a generarse en ella el Síndrome de Estocolmo. No deja de ser irónico dado que algunas de sus peores historias, y estoy pensando en El amante dragón, tenían algo de esto en su base "romántica".
En cuanto a los personajes son lo más plano y estereotipados del mundo. Himeno es una chica tonta, torpe e ingenua hasta la médula. No tiene una pizca de carisma. Keigo es el protagonista clásico de las obras de esta autora: borde y antipático por fuera pero con momentos tiernos, un tsundere con todas las de la ley. Por supuesto, también es terriblemente posesivo y, aunque es un guardián y eso hace su amor imposible, piensa impedir que Himeno se enamore de nadie. Para acabar con el trío, Mamoru es un personaje desdibujado que forma vértice de un triángulo amoroso que nunca es tal porque Himeno (al menos esto sí lo tiene claro) ve en él un primer amor de la infancia sin ningún futuro de ser algo más ahora que son mayores.
De secundarios no hay mucho que decir a lo ya mencionado de la sucesiva aparición de pretendientes a cada capítulo: un idol, un hijo de la yakuza, un hijo de un político, un amigo de Mamoru... ¡hasta el hermanastro de Himeno lo intenta! Todos desaparecen sin dejar rastro aunque prometían seguir intentando conseguir el diamante. Aparte de ellos, hay que destacar al doctor de la familia de Mamoru y "el malo" de la serie que, siguiendo un plan muy elaborado (¿?), hizo trascender al mundo la existencia del diamante de modo que así todos los hombres del mundo pudiesen ir tras ella (¿¿??). Ya, a mí tampoco me cuadra mucho el plan. Lo mejor es cuando dice que, básicamente, lo hizo "por joder" ya que si el diamante no iba a ser suyo no sería de nadie (¿¿¿???). Y la forma en que es despachado al final es de lo más ridícula, sobre todo cuando Mamoru y Keigo sabían desde el principio que él había hecho público el tema filtrando "El libro de los guardianes" donde está la leyenda completa ¿por qué no lo quitaron de en medio antes? Uno de los innumerables agujeros de guión.
Y en cuanto a chicas secundarias sus papeles son aún más ridículos: tenemos a la hermana de Mamoru, Kyoka, enamorada de Keigo y que hace de arpía pero no mucho, una amiga de Himeno que ni pincha ni corta y una prometida para Keigo que sale de la nada, está enamorada en realidad de Mamoru y desparece sin más. Despropósito tras despropósito. Por no hablar que Keigo es hermanastro de Mamoru, algo que todos saben, incluso Kyoka quien, por supuesto, también es su hermanastra.
Al final del último tomo hay una breve historia extra titulada El esqueleto del amor. En ella, Mai es una chica enamorada de su amigo de la infancia, Kazuki, quien, desde que crecieron, ha pasado a ignorarla. Desesperada, se anima a probar con lo que le ofrece una sospechosa vendedora ambulante: un colgante que hace invisible a su portadora. Piensa que con él se podrá acercar a Kazuki y descubrir qué piensa de ella. Lo sorprendente es que ¡funciona! Aunque no tiene efecto sobre la ropa y, para ser invisible por completo... debe ir desnuda. Una historia breve y sin chispa. El planteamiento me ha recordado al oneshot con el que debutó Yuu Watase, Pajama de ojama, sólo que ella supo conjugar el humor con una pizca de sentimientos y aquí no hay nada que la haga mínimamente memorable.
En cuanto al dibujo, Mayu Shinjo sigue sin evolucionar. Hay tanto interés en hacer chicos guapos y chicas bonitas que se olvida de todo lo demás: la mayoría de viñetas están sin un fondo, apenas una trama siendo muchas veces puro blanco, los pocos escenarios que hay no tienen ni un mínimo de interés, sigue componiendo igual y haciendo las mismas poses artificiosas y carentes de dinamismo. Más que evolucionar parece que ha involucionado. Lo único que diría que ha mejorado es su dominio del color que, como se aprecia en las portadas, son ilustraciones bastante decentes.
Dejemos ya de hacer sangre. Su despedida del shojo ha sido un desastre y es una pena porque la historia tiene elementos interesantes que podrían haber funcionado más que bien con un guión pensado, con menos pretendientes que no aportan nada y con un desenlace que cerrase la historia. Si queréis probar algo de esta famosa autora, mi apuesta sigue siendo Midnight Children.