martes, 17 de diciembre de 2024

Adiós, Misu

Cuando el blog se quedó en este hiatus prolongado por motivos laborales, lo que menos me esperaba era tener que recurrir a él de nuevo en medio del caos y del no parar que llevo desde hace unos meses para hacer esta entrada tan triste. Pero quiero y necesito hacer esto para rendirle un pequeño tributo a mi Misu.

Según empiezo a escribir estas líneas, estoy todavía rota de pena y dolor, pero al menos el golpe inicial más duro ha pasado y creo que puedo teclear y hacer memoria sin hundirme del todo e incluso sacarme alguna sonrisa con los recuerdos que quiero poner aquí por escrito para mi yo del futuro, cuando lo necesite.

Empezando por el principio, Misu ha sido mi "gata okupa" desde hace al menos seis años... Dios, cómo me cuesta ahora pensar en la vuelta a la rutina sin ella por aquí. Ha sido (y todavía es) horrible mirar los sitios donde solía estar y no verla, sabiendo que no va a volver.

Todo empezó una tarde en 2018. Volvía de clases particulares de inglés y vi una gata en la calle. Hice por llamarla y se acercó, para mi gran sorpresa. Entré corriendo y le saqué un poco de jamón. Ahí empezó todo. Esa misma tarde ya se me subió al regazo por primera vez y desde entonces fue mi gata, aunque no pudiésemos acogerla del todo. Tengo dos perretes y Bruno no la aceptó nunca.

Poco a poco fue entrando cada vez más en nuestras vidas. Al principio era sacarle comida en el porche que tenemos entre la calle y el jardín, es decir, más fuera que dentro. Me acababa poniendo un abrigo y me sentaba fuera con ella encima. Cuando sacaba la basura, me seguía hasta el contenedor y luego volvía corriendo antes que yo. La vi matar alguna cuca en la calle (ugh...). La subía al capó de mi coche y se restregaba contra la antena o hacía el tonto en el hueco de los limpiaparabrisas. Muchas tardes estaba en ese porche o bajo el coche de mis padres y salía a recibirme, sabía cuál era mi coche.

Algunas veces, Nero, mi perro más pequeño, conseguía salir. Se quedaba mirándola encima mía, la olía, le movía la cola con ganas de juegos. Incluso llegaron a jugar a dar vueltas alrededor del coche. También, un par de veces al menos, Misu me siguió calle arriba y abajo cuando llamaba al chucho que se había escapado para dar un paseo. 

Mi primera foto de ella, con Nero, en el porche.

En 2019 fui al último Salón del Manga de Barcelona al que hasta el momento he ido. Mi madre se quedó a cargo de ponerle esos días de comer, ya le había tomado ella también cariño a la gata, aunque no se podía quedar fuera tanto rato como yo. Cuando hablamos una de las noches, creo que la segunda, me dijo "¿A que no sabes lo que tu gata ha hecho? Me ha traído un regalo... un ratón. Salgo y la llamo, la veo bajar la calle y veo cómo le asoma algo por la boca, algo largo. Cuando está más cerca vi lo que era: un ratón con su larga cola. Le solté el plato corriendo y me metí para dentro. No sé qué hizo después". Lista como era, no sé si se dio cuenta del susto de mi madre o no tuvo más ganas de cazar, pero esa fue la única vez que hizo lo de traer un "regalo".

Algunos sustos con coches después, más por Nero que por ella, decidí que se acabó lo de estar en la calle. Los chuchos se quedarían encerrados dentro de casa el rato que ella estuviese por las tardes-noche en el jardín y así ha sido hasta ahora, en que por las tardes tenía su sitio cogido en la jardinera junto a la entrada. A partir de entonces también se empezó a hacer amiga de mi padre, que pasaba y la acariciaba mientras daba paseos por el jardín. Por cierto, probamos a comprarle algunos juguetes, pero se asustaba de todos. En cambio, se volvía loca jugando con varas secas de gladiolos. Se hacía las uñas en el tronco de un rosal y cuando salían las hojas largas de unos bulbos se escondía debajo. Me he tenido que curar no pocos arañazos de juegos durante esas tardes.



En algún momento del invierno de 2019-2020 conseguí que fuese entrando poco a poco en casa. Claro, para eso teníamos que encerrar a los chuchos del pasillo hacia los dormitorios. Al principio ponía un puf en el hall de entrada. Recuerdo que me sentaba con ella con una manta y veía desde ahí capítulos de Supernatural. 

No duró mucho la cosa y acabó descubriendo que los sofás eran más cómodos. Y menos mal, porque acababa cuadrada yo ahí sentada. Y desde entonces la rutina quedó establecida: por las tardes tomaba una "merienda" en la jardinera, por las noches entraba después de que cenásemos y hasta que nos acostábamos. Comía, dormía, jugaba y al menos esas horas (unas pocas, que tenemos un horario peculiar en mi casa), estaba tranquila y bien.


Misu siempre pedía su comida en la puerta de la cocina, sentada y maullando con más o menos insistencia, pero nunca saltó a la encimera a robar nada de los platos. En todas las navidades que pasó dentro de casa, nunca hizo por acercarse al árbol o al belén. Tampoco intentó atacar a nuestro canario, una vez que la regañamos para que dejase de observarlo, se olvidó de él. Fue una gata maravillosa.

Su nombre, por cierto, salió como abreviatura de "Miss Yuna", pues en el FF X-2 al que estuve rejugando, un personaje lo pronunciaba casi como "Michuna", de ahí vino la asociación de ideas. Y es que era toda una señorita elegante y cariñosa.


Por supuesto, soy consciente que esa situación no era lo ideal. En verano no había problema, pero en invierno nos daba pena cuando tenía que irse por las noches. Al menos vivo en el Sur, en Málaga, y muy cerca del mar, así que los inviernos son suaves. Y los pocos días de lluvia que tenemos por aquí esperábamos hasta que escampaba un rato, aunque a veces eso nos hacía acostarnos a las tantas. Pero no había mucho más que pudiésemos hacer o, al menos, no se nos ocurrían alternativas mejores.

Siempre pensé que, por edad, Bruno fallecería antes que ella, pues ya va camino de 14 años, y entonces la podríamos adoptar del todo. Y si no, si ella daba alguna muestra de estar mala, la podríamos llevar al veterinario. Estando buena, rápida, joven y fuerte como era, dudo que la hubiésemos podido meter en un transportín. Además, su hora de aparecer era por las tardes, cuando ya la clínica cierra... No sé si todo esto que digo no son más que tristes y patéticas excusas que yo misma me pongo. Siempre voy a tener la espina clavada de si no podríamos haberlo hecho de otra manera. ¿Si al principio del todo no le hubiese dado jamón, habría encontrado por la urbanización una familia que la pudiese acoger en condiciones? ¿No habríamos podido conseguir que Bruno la aceptase de alguna forma? No puedo evitar darle vueltas a esto.

Claro que no contaba con la forma tan rápida en que se ha ido. Desde el pasado junio, he estado trabajando en un pueblo de Jaén. Hasta ahora, casi todos los fines de semana he ido y vuelto, son unas dos horas de camino. Termino el viernes, vuelvo al piso que he alquilado (menos mal que ahí son baratos los alquileres), almuerzo, descanso una breve siesta, limpio un poco, empaqueto lo que tengo que llevar y cojo el coche para llegar a casa a la hora de cenar. El sábado y domingo por la mañana hago compras, algunas tareas aquí para ayudar a mis padres, adelanto algo del trabajo, y salgo de vuelta para Jaén para estar allí con el tiempo de sacar las cosas del coche, ordenar, ducharme, cenar y acostarme. Un ritmo bastante frenético de poco descanso que se ha terminado ahora, a mediados de diciembre. 

El último sábado que la vi todo fue normal con mi Misu. Merendó y después pasó la noche en casa. Se durmió encima mía, como siempre, mientras yo también cabeceaba en el sofá. Me dormí y no llegué a verla irse, algo habitual en esta racha que he tenido. Qué horror es pensar a toro pasado en lo poco significativo o destacado que es la última vez que estás con ese ser querido que ya no vuelves a ver. Y es que los domingos no solía verla en estos meses porque pillo carretera antes de su hora de merienda. Lo que ahora maldigo el no haber esperado a verla, el no haberla llamado... No haberme despedido.

Según me contó mi madre a la noche de ese domingo, la llamada que siempre nos hacemos antes de irme a dormir, vino a merendar, pero aún no había aparecido. Me dormí sin darle importancia, a veces venía más tarde. Pero a la tarde del lunes, me dijo que no llegó a aparecer en toda la noche. Tampoco en todo el lunes. Y tampoco en todo el martes. Me fui a dormir temiendo ya lo peor y con la incertidumbre de que, igual que nunca supimos de dónde salió, tampoco sabríamos lo que habría sido de ella. Y con el extra de miedo por la alerta roja que había en la provincia para el día siguiente. No fue así. 

De madrugada del martes al miércoles me llamó mi madre. Había aparecido muy malita y gracias a un vecino que no conozco (y bendito sea) pudieron llevarla al veterinario de urgencias. La última noticia que me dio más tarde fue optimista y pude dormir. La primera que recibí por la mañana fue casi definitiva. Para la tarde se confirmaba lo peor: no reaccionaba a ningún tratamiento y estaba sufriendo. Tuve que dar el permiso para que le pusieran fin a su dolor. Desde la distancia y sola. Ni siquiera podía coger el coche y darme un viaje rápido de vuelta en plena alerta roja para poder estar con ella y despedirme. Y si yo lo pasé mal, mi madre no se quedó atrás. No solo por haberla visto mal, sino porque al no estar yo por aquí, era su compañía nocturna. La verdad es que nos ha hecho polvo a las dos. ¿Cómo demonios se pudo poner tan mal entre el domingo por la noche y el martes? ¿Dónde estuvo que no acudió a las llamadas de mi madre que podría haberla ayudado? Sólo nos queda el pequeño consuelo de que mi madre le pudo dar un beso, la pudo coger, darle ánimos y se hizo todo lo que se pudo por salvarla. Eso debería servir de algo, pero ahora mismo, no me alivia nada.

Han sido unos seis años muy bonitos con ella. Momentos de infarto cuando creíamos que Bruno la podía pillar, momentos de risas con sus juegos y, sobre todo, momentos de mucha ternura, porque ha sido una gata buenísima, tranquila y mimosa. 


Muchas gracias por todo lo bonito que nos has dado y perdónanos por no haber podido hacerlo de otra manera. Siempre estarás con nosotros, Misu.

viernes, 5 de abril de 2024

7th Time Loop

Como dije, aquí vengo con la segunda reseña que tenía prevista de los animes de esta pasada temporada de invierno. Lo cierto es que no sé qué será lo siguiente que reseñe, quizás otro del que me han hablado muy bien. Pero vamos a lo que toca ahora.

El anime se basa en una serie de novelas ligeras escritas por Touko Amekawa. Inicialmente las empezó a publicar en un sitio online en Febrero de 2020 y apenas unos meses más tarde, en Octubre de 2020, la editorial Overlap comenzó su distribución con ilustraciones de Wan Hachipisu. De momento van seis volúmenes realizados y, si no me equivoco, la adaptación abarca los dos primeros. Por tanto, volvemos a tener un caso de serie que podría tener una T2 y que seguramente no sea el caso porque estamos ante una obra de demografía femenina. Encima, a diferencia de Yubisaki to Renren, ni siquiera tenemos la opción de seguir la historia ya que ni las novelas ni la adaptación a manga han sido licenciadas. En inglés sí que están ambas versiones (ver aquí y aquí), así que será cosa de planteármelo.

Argumento

Rishe es una joven caballera que muere durante la invasión del emperador Arnold Hein, del Imperio Galkhein. La espada del mismísimo emperador es la que le atraviesa el pecho cuando, junto a sus compañeros, protegían a los jóvenes príncipes. 

Lo que debería ser el final de todo para ella sólo es un "reset" y despierta cinco años atrás, la noche en que su prometido, el príncipe Dietrich, rompe su compromiso acusándola de villana y decretando su exilio, todo en base a una falsedad. Lo cierto es que a Rishe esto no le preocupa a estas alturas pues está atrapada en un bucle temporal y ésta es la sexta vez que ha muerto a los 20 años despertando nuevamente a los 15 en la noche de su exilio. 

La primera vez que vivió esa noche sí fue una sorpresa para ella, sus padres no le permitieron entrar en su hogar y se vio en la calle con nada más que lo puesto. Por suerte, un amable grupo de comerciantes la acogió y le dio la posibilidad de vivir esa vida, aprender el oficio y ver mundo. Todo hasta que murió por primera vez. Entonces volvió a esa noche, tenía una segunda oportunidad y en esa vida se hizo herborista y médica. Tras su segunda muerte y regreso, vivió la tercera vida como erudita e investigadora. A la siguiente fue una simple doncella y finalmente caballero real. Pero daba igual cómo fuesen cada una de sus vidas, en todas moría durante la guerra iniciada por Arnold Hein. Para su séptima vida decide buscar la tranquilidad y, sobre todo, se propone llegar más allá de los 20 años. 

Probando a salir del castillo de Dietrich por un camino que nunca había tomado e imaginando que sería un atajo, se choca con Arnold, quien para ella fue su asesino apenas unos minutos antes. En realidad, en esos momentos, aún no es el emperador que desata la guerra, sólo es el príncipe heredero de Galkhein. La fuerza y personalidad de la joven le impresionan y, tras su segundo encuentro, le pide que se case con él. Rishe acepta con la esperanza de descubrir por qué Arnold declara la guerra en el futuro después de asesinar a su propio padre. También le informa que nunca deberá tocarla y que ella no realizará ningún deber real pues piensa llevar una vida libre de preocupaciones.

Reseña

La serie tiene un subtítulo que, traducido, viene a ser "La villana disfruta de una vida sin preocupaciones casada con su peor enemigo". Hay dos partes de esa frase que me parecen mentira. Por un lado, Rishe no es ninguna "villana". Se la acusa de serlo para romper el compromiso con Dietrich, pero es todo una invención. Me parece que simplemente se ha querido utilizar el tirón que tienen ahora las series de villanas (como Hamefura) para llamar la atención del público en un subgénero que está teniendo mucho éxito. Luego, en el desarrollo, ya vemos que la "vida libre de preocupaciones" tampoco se aproxima a lo que vamos a encontrar, porque Rishe no para de hacer cosas con el objetivo de descubrir por qué Arnold inicia la guerra y, al final, cómo impedirlo. En cuanto a la última parte sí podemos considerarla cierta porque se casará con la persona que ha provocado seis veces su muerte, la última de manera directa.

Por situarnos, estamos ante una historia de fantasía en un contexto de apariencia pre-industrial, sin llegar a ser del todo medieval. Salvo el milagro que supone la resurrección de Rishe y el bucle temporal, no hay elementos mágicos, al menos hasta donde llega esta adaptación. Aunque hay aspectos de cierta oscuridad, lo cierto es que el tono general de la serie es alegre y optimista. Podría haber sido una historia mucho más intensa y seria, pero la autora optó por desarrollos de los arcos en que haya finales felices, así que imagino que el resto de las novelas irán en esta misma línea.

Lo cierto es que esta adaptación sirve de presentación de la historia pero muy poco más. Los doce capítulos no dan ninguna respuesta a los principales interrogantes de la trama: ¿Por qué el tiempo retrocede al pasado al morir Rishe? ¿Qué lleva a Arnold a empezar la guerra? ¿Conseguirá Rishe cambiar el destino y evitar el conflicto? Supongo que para saber la respuesta a estas preguntas y otras más habrá que recurrir a las novelas pues aquí se limitan a abrir el apetito y apenas nos dan unas migajas. La historia parece ir para largo y eso sólo da más ganas de querer saber cómo sigue.

La gran baza de la serie es su protagonista. Rishe es una joven que, gracias a lo que ha vivido y recuerda de las diferentes vidas que ha tenido, posee grandes conocimientos y habilidades fuera de lo habitual en una joven noble. Tiene fuerza, determinación y buenas ideas. También tiene un gran corazón y se preocupa por los demás, no sólo por su círculo cercano, sino por la gente corriente. Quizás tener a un personaje tan perfecto sea al mismo tiempo su mayor pega porque le falta algún defecto que la humanice así como parece que no hay margen de desarrollo o evolución. Supongo que algo de eso ya se verá en las novelas, pero lo que es en esta adaptación me falta.

Por su parte, Arnold es todo un misterio. Un guerrero implacable pero del que se va viendo que tiene mejores intenciones de las que aparenta. Si a esto se le suma la intriga por una horrible cicatriz que tiene en su cuello y que en el ending se le ve de pequeño lleno de vendas... Sin duda, un personaje del que dan ganas de saber qué se esconde tras su fachada.

La relación entre ambos es... peculiar. Arnold le dice cuando le pide la mano en matrimonio que se ha enamorado de ella y por momentos lo parece, pero en otros da la impresión de que simplemente le interesa casi como un entretenimiento, como alguien de quien no puede saber qué está pensando o qué pretende, y en otros momentos sale su vena más oscura que da algo de miedito. En cuanto a Rishe, lo suyo es más sencillo, se va enamorando y cada vez está más decidida a impedir que llegue el futuro terrible que conoce. Hay momentos MUY buenos entre ambos y ha sido un disfrute verlos en las diferentes situaciones que se van produciendo. Además, otra virtud es que la joven no necesita que Arnold le saque las castañas del fuego y se las apaña muy bien por sí misma.

He leído algunas críticas bastante ridículas (a mi modo de ver) sobre cómo se comporta Rishe cuando está junto a Arnold (se sonroja todo el rato, se pone nerviosa, hace cosas de una ingenuidad que generan una carcajada...). La joven ha vivido ya seis vidas pero nunca se ha enamorado. El compromiso con Dietrich era arreglado y por lo poco que se ve de sus otras vidas, se centró en desarrollarse personal e intelectualmente sin llegar a enamorarse (bueno, hay una extraña laguna de información al respecto de su quinta vida que quizás dé alguna sorpresa en el futuro). Por tanto, en temas amorosos, es una auténtica novata inexperta y no olvidemos que tiene 15 años, no sé lo que espera la gente. 

El elenco de secundarios es muy variado pero todos comparten el mismo destino de caer prendados de la protagonista, aunque hasta donde se ha visto, sin componente romántica, lo que se agradece. Los arcos que forman las historias que giran alrededor de estos personajes, aunque puedan pecar de previsibles, me han parecido muy bien llevados. También me ha gustado cómo la joven, con la intención de evitar la futura guerra, hace uso de lo que sabe de personajes relevantes que conoció en sus vidas pasadas: Tully, el jefe de los comerciantes que acabará teniendo una gran empresa; Michael, el sabio capaz de grandes creaciones o Kyle, el príncipe enfermo de un país con avances tecnológicos únicos. Aparte de ellos queda Theodore, el hermano pequeño de Arnold, y debo decir que su personaje me ha parecido el más flojo de todos y su arco argumental da un poquito de vergüenza ajena. 

Del anime como tal se puede decir que tiene una animación decente, no hay momentos en que sangren los ojos, pero es cierto que no destaca especialmente, resulta un tanto genérica. En cambio, tanto el opening como el ending son realmente preciosos y podrían haber usado algunos de los recursos para los capítulos.

En definitiva, una serie muy disfrutable, con una trama realmente interesante y un gran potencial. Los doce capítulos se quedan cortos y ése es el mayor problema que le veo, que hay mucho más todavía por saber y nos quedamos con las ganas. Ojalá me equivoque y sí le den una continuación en un futuro próximo.

sábado, 30 de marzo de 2024

Yubisaki to Renren

Ha acabado recientemente la temporada de animes de invierno y de ella he seguido dos series, 7th time loop, de la que os hablaré próximamente, y ésta.

Yubisaki to Renren, obra del dúo de autoras que publican con el pseudónimo de Suu Morishita, es un shôjo de la Dessert que empezó en 2019 y está abierto con 10 tomos de momento. En España lo está sacando la editorial Arechi con el título Signos de afecto, van por el #6 y el siguiente está previsto para Abril. En cuanto a la adaptación, los doce capítulos llegan al tomo #5, por lo que claramente hay material para una T2 que seguramente no harán porque, claro, es shôjo.
 
Argumento

Yuki Itose es una universitaria con sordera de nacimiento que, a pesar de ello, logra llevar una vida prácticamente normal. No tiene problemas para socializar con los demás y puede seguir las clases gracias a la ayuda de su mejor amiga, Rin.

Un día, mientras viaja en tren, un turista le pide indicaciones sin poder ayudarle. Por suerte, un chico alto, de llamativo pelo teñido de blanco, resuelve la situación. No tarda en recordar que le conoce de vista pues va al mismo club que Rin. Después de que el extranjero se baje en la siguiente parada, Yuki le indica por signos sus audífonos y le da las gracias. El chico la observa y le pregunta si puede leer los labios. Así se comunican un poco y se despiden, dándole éste una palmadita en la cabeza.

Yuki no puede evitar sentir interés por el chico y le pregunta a Rin el siguiente día de clases. Se llama Itsuomi Nagi, tiene una gran pasión por los idiomas y suele viajar por todo el mundo como mochilero. Rin le confiesa que le gusta el primo mayor de Itsuomi y su jefe en una cafetería. Las dos se arman de valor para ir allí y pedirles los números de teléfono. El interés de Itsuomi por los idiomas facilita las cosas pues le dice que quiere aprender la lengua de signos. ¿Llegará a ver en ella algo más que una amistad?

Reseña

Respondiendo a la pregunta del final del argumento: sí, claro, estamos en un shôjo romántico a fin de cuentas. Yubisaki to Renren no es una serie en la que no sepamos por dónde van a ir los tiros, no hay intriga, es previsible. Y, con todo, sorprende, no en el destino sino en el camino. 

La sordera de la protagonista, elemento clave a fin de cuentas, no está enfocado desde el drama. Por supuesto, hay algún momento en que vemos las dificultades que implica en el día a día o que Yuki se quede aislada de quienes la rodean, pero son situaciones puntuales y sin que haya mala voluntad por parte de nadie. La sordera es parte de su vida, pero no lo es todo, es agradable la naturalidad con la que se trata. Yuki es una chica dulce, le gusta la ropa mona y usa redes sociales como cualquier joven de su edad. Lo que sinceramente más me ha sorprendido de ella es lo lanzada que es a pesar de su timidez. Le ha hecho tilín un chico y en vez de limitarse a observarlo de lejos se lanza (con la ayuda de su amiga) a conocerle más. En otro tipo de personaje no sorprendería esto, pero Yuki es una chica dulce, tranquila y tímida. Eso sí tiene su mérito.


Por su parte, es muy original el planteamiento de Itsuomi como mochilero. Le gusta viajar, aprender otras culturas y los diferentes idiomas que hay. Esto hace que no se ciña a los estándares de comportamiento japoneses en que tienden a mantener las distancias. Al parecer, esto ha levando algunas críticas en redes sociales porque se pegaba mucho a Yuki y a la chica le sorprendía. Eso no lo he visto mal dada su crianza fuera de Japón en que ha socializado de manera menos rígida, tiene sentido. En cambio, lo que he echado en falta es más emoción de su parte. No he visto su enamoramiento por Yuki, lo más han sido celos por un amigo de la infancia de ella, Oushi. Es tierno, maduro, serio y es muy buen chico, pero me ha parecido un tanto frío. No sé si me explico. Quizás, más que frío, sería impasible, nunca se pone nervioso.

La pareja que forman es bonita y tierna. Aun así, lo cierto es que los capítulos, sobre todo al principio, empalagan, y recomendaría dosificarlos para no ver la serie en maratón. De positivo sí que tiene que Itsuomi respeta los ritmos de Yuki o su timidez para hacer algo más que darse la mano entre la gente. Con todo, como decía, hay que reconocer que es un romance en que no hay ninguna tensión, ni incertidumbre, ni dramas, ni desencuentros. Es todo tan bonito y va todo tan sobre ruedas que es cierto que le falca una piza de chispa. Si esto no os importa porque no buscáis una serie de grandes pasiones, es un anime adorable, de pequeños momentos de romance natural y sencillo.

A ellos les acompañan unos cuantos secundarios interesantes. La más destacable es Rin, una chica abierta y simpática, muy maja. Me gusta la pareja que hace con Kyoya, el primo de Itsuomi, que aun siendo algo más mayor se le nota más sangre en las venas que al protagonista. Luego está Oushi, a quien ya he mencionado como amigo de la infancia de Yuki y, claro, enamorado de ella. Resulta bastante imbécil, para qué negarlo. Le gusta la chica desde que eran pequeños, aprendió lengua de signos, pero siempre tiende a ser borde con ella y cuando aparece otro que se gana su corazón, se pone celoso y paternalista. Por último quedan Ema y Shin, amigos del instituto de Itsuomi que forman un triángulo amoroso entre ellos de muy poco interés. Shin lleva años enamorado de ella ocultándoselo y Ema de Itsuomi abiertamente y siendo rechazada una y otra vez. La verdad es que aportan muy poco. Ni siquiera se puede decir que la chica entre en la categoría de rival amorosa de la protagonista.

Lo cierto es que el anime pertenece totalmente al género romántico y deja poco espacio a nada que se salga de ahí. Siendo los protagonistas universitarios me sorprende el poco peso que parecen tener los estudios: ni periodo de exámenes, ni trabajos que entregar... ¿Cómo son las universidades japonesas? Lo digo en serio. Aparte de asistir a clases y tomar apuntes en ciertos capítulos no se les ve haciendo nada más. Siendo Yuki sorda, por mucho que tenga la ayuda de Rin, habría tenido su interés ver algo más de las dificultades por seguir el ritmo, más cuando las etapas anteriores las hizo en centros adaptados para jóvenes con sordera. También me sorprende que Itsuomi se pasa alegremente semanas de viaje por el extranjero sin coincidir con periodos de vacaciones. Además, ni idea de lo que están estudiando ni de lo que pretenden hacer cuando acaben sus estudios. 

Lo único que se sale del tema romántico es cuando Yuki quiere encontrar un trabajo, pero al final es para ahorrar y poder ir de viaje con Itsuomi, por lo que no deja de estar relacionado. Es un tema interesante, pero no se trata muy a fondo. No hay reflexión al respecto de la discriminación de personas con discapacidad siendo además una chica joven y sin experiencia.

Algo que supongo que tendrá más peso en futuros arcos (que seguramente ya haya que verlos en el manga porque no creo que el anime vaya a tener una T2) es el tema de las familias, sobre todo la de Yuki. A pesar de ser adulta, tiene una hora de llegada muy marcada a las 22.00. ¿Cómo se compaginará eso con su intención de irse de viaje con Itsuomi? También es raro que su madre no haya aprendido la lengua de signos siendo su hija sorda de nacimiento. ¿Eso no le afecta a la chica? ¿Su vecino y amigo de la infancia lo aprende y su madre no? Me parece que la protagonista está sobreprotegida e infantilizada y que habrá conflicto familiar porque no parece haber comunicación fluida. Pero bueno, eso queda en todo caso fuera de lo que da de sí esta adaptación.

El apartado gráfico de la serie es un gran punto a favor. Muchos tonos pastel, estilo acuarela en algunos momentos, buen diseño de personajes y sin bajones de calidad sangrantes. Una delicia visual, vamos. Y como remate, tanto el opening como el ending son muy bonitos. También, punto a favor al tocar el tema de la sordera de la protagonista con detalles como el mismo silencio que ella percibe para que nos metamos en su piel. 

En definitiva, una serie muy bonita y tierna. Demasiado centrada en el romance, le habría venido bien tener un punto más costumbrista, de slice of life, para tratar otros temas. La he disfrutado mucho a medida que la veía porque daba un rato dulce, tranquilo y que te acababa dejando el corazón calentito. A veces apetecen cosas así de sencillas y agradables, pero es cierto que se me ha quedado algo por debajo de lo que esperaba. Punto a favor de la adaptación que, aunque el manga siga varios tomos a partir de su final, el desenlace es satisfactorio en el punto al que llega.

lunes, 25 de marzo de 2024

Estadísticas lectoras (2022-2023)

Siento haber dejado el blog abandonado lo que llevamos de mes de Marzo. Tengo empezado un libro que me estaba gustando, pero llevo una racha que llego a las noches sin energía ni ganas de leer y ahí lo tengo muerto de pena. Hay un par de animes de esta temporada que estoy viendo, así que al menos creo que sus reseñas caerán ya en Abril. El caso es que, por no dejar todo el mes en blanco, quería hacer al menos esta entrada. Otro año más que me pongo con este listado que me ayuda a ver cómo va mi lista de libros pendientes. La última fue justo el año pasado, así que tampoco es mucho lo que ha cambiado. Lo que más destaca es que, rompiendo la tendencia de los últimos años, en 2023 adquirí bastantes libros, mayormente por "culpa" de la colección de Historias maravillosas, pero es que no me pude resistir a esas ediciones tan preciosas. Si queréis cotillear, os dejo las entradas de los años anteriores: 20152016, 2017 2020.

  • 2010: Adquiridos: 47 - Leídos: 42 (+2) - 89.4% (+4.3%)
  • 2011: Adquiridos: 59 - Leídos: 42 (+2) - 71.2% (+3.4%)
  • 2012: Adquiridos: 96 - Leídos: 47 (+1) - 48.9% (+1.04%)
  • 2013: Adquiridos: 84 - Leídos: 34 (+1) - 40.5% (+1.2%)
  • 2014: Adquiridos: 78 - Leídos: 26 (+1) - 33.3% (+1.3%)
  • 2015: Adquiridos: 60 - Leídos: 18 (+1) - 30.0% (+1.7%)
  • 2016: Adquiridos: 42 - Leídos: 12 (+1) - 28.6% (+2.4%)
  • 2017: Adquiridos: 36 - Leídos: 9 (+1) - 25.0% (+2.8%)
  • 2018: Adquiridos: 36 - Leídos: 10 (+5) - 27.8% (+13.9%)
  • 2019: Adquiridos: 15 - Leídos: 3 (+1) - 20.0% (+6.7%)
  • 2020: Adquiridos: 1 - Leídos: 1 - 100%
  • 2021: Adquiridos: 0
  • 2022: Adquiridos: 2 - Leídos: 2 (+2) - 100% (+100%) 
  • 2023: Adquiridos: 42 - Leídos: 3 (7.1%)

Sumando, el año pasado me quedaban 328 libros pendientes. Quitando los leídos pero añadiendo los adquiridos durante 2023, en vez de disminuir, la cifra ha crecido a 349 libros. Siempre, claro, si no he contado mal. Y esto sólo los que tengo listados desde que me hice el blog, de años anteriores.... Mejor no pensarlo. Decía el año pasado: "No sé cuántas vidas voy a necesitar para leer todo esto. Y encima este 2023 estoy pillando más que en años anteriores. Si hago entrada el año que viene, miedo me da lo que puede subir la cosa...". Bueno, ha crecido, sí, pero ¿podría haber sido peor? También, así que ni tan mal. De momento, este 2024 no ha caído nada aparte de los dos últimos libros de la colección mencionada. Intentaré no añadir muchos mas y a ver si me vuelven las energías para retomar el hábito de lectura y seguir bajando poco a poco los pendientes. 

domingo, 25 de febrero de 2024

Cuentos de Charles Perrault (2)

Regreso hoy con una nueva tanda de cuentos de este autor (la primera, aquí, con Caperucita Roja y La Cenicienta) porque la siguiente novela que quiero leer está muy relacionada con una de estas historias. ¿Cuál? Bueno, haced vuestras apuestas, que van a ser un 50-50% porque, de nuevo, me he vuelto a enrollar mucho hablando sólo de dos cuentos, pero es que uno tiene muchas curiosidades que comentar y el otro, bueno, he divagado bastante con esa terrible historia.

La Bella Durmiente del Bosque

Tras mucho tiempo deseando tener descendencia, un rey y una reina al fin tienen una hija. Éstos festejan el primer cumpleaños de la princesa e invitan a siete hadas buenas para que le otorguen dones. Un hada malvada a la que olvidaron invitar irrumpe y maldice a la princesa: cuando cumpla dieciséis años se pinchará el dedo con un huso de una rueca y morirá.

Uno de esos cuentos que Disney inmortalizó en una preciosa película animada que todo el mundo debe tener en mente. En un principio, el planteamiento de la película es bastante fiel salvo por un número de hadas madrinas mucho más reducido, pero la trama no tardaba en separarse y, a decir verdad, mejorando bastante lo que aquí tenemos.

El cuento original resulta bastante aburrido porque todo se desarrolla como pronosticaron las hadas. La gran diferencia con lo que conocemos es que el relato no termina al poco de despertar la protagonista, sino que continúa con una nueva villana que sería la madre del príncipe. No me extraña que todo este fragmento haya desaparecido de la mayoría de recopilatorios de cuentos clásicos, es un auténtico pegote inconexo con el resto de la historia, un tanto absurdo y que no aporta nada. Sólo mencionar, a modo más de curiosidad que otra cosa, que en esta parte se dice que la protagonista tiene primero una hija llamada Aurora y luego un hijo llamado Día. De aquí salió el nombre que en la adaptación animada tomaron para la Bella Durmiente.

Cabe destacar que Perrault le puso cierto punto cómico al cuento. Por un lado, el príncipe se guarda para sí su opinión del vestido de la protagonista que, habiendo dormido cien años, está totalmente desfasado, mencionando específicamente la gorguera. Por otro, dice que estuvieron hablando largo rato, mientras que los sirvientes, que también despertaron y no estaban distraídos por el amor, se pusieron a hacer sus tareas... porque tenían hambre. La moraleja final también resulta un tanto descacharrante, pero ésta voy a dejar que la busquéis y leáis por vuestra cuenta.

He leído que los Hermanos Grimm también tienen una versión del cuento que es muy similar a la de Perrault, salvo porque termina al poco de despertar la protagonista y no existe esta extraña segunda parte de la historia. De ser así, cuando lea su versión, si no veo nada que aportar al comentario, lo obviaré para enlazar con esta entrada. 

El relato tiene, además, otras versiones más antiguas (tenéis más información aquí). Me quedé en shock cuando me enteré, hace ya tiempo, que en algunos de esos antecedentes hablan de que el hombre que descubre a la Bella Durmiente lo que hace en realidad es violarla estando dormida. Ésta queda embarazada y tiene un bebé (o o dos, dependiendo de la versión) que la despierta, bien al mamar o bien al extraer la astilla encantada de su dedo mientras buscaba el pecho. La violencia normalizada hacia las mujeres desde siempre.

Barba Azul

Un rico comerciante conocido como Barba Azul, porque realmente tenía la barba de ese llamativo color, pidió en matrimonio a una de las hijas de su vecina. Ninguna de las dos quiso, primero por la barba y segundo porque el hombre ya había tenido otras esposas que habían desaparecido. No obstante, al final, tras disfrutar de días de lujo y juegos con sus amistades en las propiedades de este hombre, una de ellas aceptó casarse con él.

Cuento terrible que poco tiene que ver con la mayoría que hasta ahora he comentado en estas entradas. El de Caperucita Roja, al menos, ha tenido reinterpretaciones para dar un final feliz. Éste, en cambio, aunque su final sea bueno, es demasiado brutal.

La historia, aunque no la conozcáis, sólo por el argumento, ya imaginaréis que va de un feminicida en serie. Un hombre que ha asesinado a sus siete esposas y que se casa con una de las hermanas que corre el riesgo de ser su octava víctima. Aunque hay algún elemento fantástico, casi toda la historia es muy realista y, según he leído, puede tener inspiración en algunos personajes históricos. 

Justamente anoche, según escribo estas líneas, vi en La Sexta Columna el programa dedicado a Raquel Díaz, mujer que casi murió asesinada por la paliza de su marido que incluyó tirarla por una ventana, dejándola con terribles secuelas. Cuando llega el inevitable momento en que Barba Azul amenaza a la protagonista con matarla he recordado este testimonio y se me ha puesto muy mal cuerpo.

Luego, el cuento tiene dos formas de interpretarlo. Por un lado, la protagonista peca de curiosidad desobedeciendo la orden de su marido, lo que desencadena que Barba Azul quiera matarla. Otra vez, como Eva y la manzana o como Pandora y la caja, la mujer es la mala por no obedecer, por ser curiosa, así que se gana el castigo. Lo merece. Además, la primera moraleja de Perrault va por aquí: "un placer que cuesta muy caro". No obstante, por otro lado, como al final ella se salva y Barba Azul muere, también cabría la interpretación de que el cuento anima a no confiar ciegamente en los maridos, a desobedecer una orden absurda. Me parece que la primera es más evidente y directa, aunque preferiría quedarme con la segunda por muy cogida con pinzas que esté.

Luego, la segunda moraleja de Perrault resulta en cierto modo triste. Ahí dice que "ya no existen esposos tan terribles". Ojalá fuese así, la realidad lo niega cada pocos días y eso sólo pensando en España. 

martes, 20 de febrero de 2024

Gunelle, de Diane Lacombe

Cambiando de tercio, hoy vengo una ración de romántica de corte histórico. Se trata de la primera parte de una trilogía titulada El Clan de Mallaig que adquirí vía Círculo de Lectores en una edición 3-en-1 que salía a un precio inmejorable de 9,95€ como ya dije en la entrada de su compra (supongo que estaba de oferta por ser uno de esos libros que iban a dejar de estar disponibles o del que tenían stock para deshacerse, ya no me acuerdo) en Febrero de 2011. Sí, ya ha llovido, pero mi lista de pendientes es... En fin. 

El formato es prácticamente el mismo que también usaron para la trilogía Remmington/Montague (El señor de la guerra, Encadenados, El duque) sólo que la autora de estos libros sacó, años después, un par más de la misma saga que tengo pendientes. Al menos, en este caso, Diane Lacombe lo dejó en la trilogía original. 

Argumento

Año 1424. La joven Gunelle Keith, procedente de las Lowlands escocesas, ha sido prometida en matrimonio con Iain McNeil, el heredero del clan de Mallaig, de las Highlands. 
Por tratarse de una alianza que conviene a los dos clanes, 
a Gunelle no le quedó más opción que aceptar. Por un lado, los Keith podrán talar árboles de un bosque de los McNeil con los que fabricar barcos y, por otro, ponen fin de este modo a las disputas por un tema de blasones. 

Como antes de claudicar se opuso fuertemente al enlace, la joven acabó despertando la ira de su padre que se negó a que nadie de la familia la acompañase en el viaje y se limitó a ponerle una escolta. Al menos, aparte del amable teniente Lennox, su nodriza Nellie y su criada Vivian sí pudieron ir con ella. 

Para una mujer culta y refinada como Gunelle, que ha pasado varios años en un convento de Francia estudiando, el viaje a las tierras del norte constituye un tremendo choque cultural. Ella ha vivido toda su vida en entornos urbanos y ahora deberá vivir en un lugar agreste y duro. Además, la mayoría hablan en gaélico, idioma que ella no conoce.

Iain, por su parte, también estaba totalmente en contra de ese matrimonio de conveniencia y se largó del castillo el mismo día que llegaba su prometida. A pesar del humillante desplante, Gunelle no tarda en ganarse el afecto de la mayoría de Mallaig, incluido Baltair McNeil, su futuro suegro, y Tòmas, primo de su prometido. No obstante, hay alguien que la detesta tan pronto llega allí. Beathag es la viuda de Alasdair, difunto hermano mayor de Iain y quien habría heredado el liderazgo del clan. No es sólo que ve que otra se llevará el papel de señora del castillo, sino que, además, lleva tiempo siendo amante de Iain.

Reseña

No cabe duda que, en el género de la romántica histórica, las Highlands escocesas son una fuente de inspiración muy destacada. El imponente paisaje, las costumbres, los clanes... Diría que, por volumen de obras, la cosa debe quedar más o menos empatada con las historias victorianas y las de la regencia.

Precisamente, en cuanto a ambientación, la autora hace un gran trabajo para llevarnos a ese entorno medieval, tanto por la breve descripción de vestuarios como de las distintas zonas del castillo. Además, para meternos más en contexto, durante la historia aparecen episodios como el asedio al castillo, un torneo con lanzas entre caballeros o la peste negra haciendo estragos. A esto se suma el papel del rey y se nota que la autora se tuvo que documentar bastante de su reinado y su persona. Claro que no tengo ni la más remota idea de historia de esa época y lugar como para asegurar que esté todo correcto, pero al menos, lo parece.

El punto más fuerte de este libro es Gunelle. La protagonista es una dama culta e inteligente que usará sus recursos mentales para ayudar en más de una ocasión. La joven lo pasará muy mal antes de aclimatarse a su nuevo hogar. No es para menos, a fin de cuentas, prácticamente ha sido vendida por su padre y forzada a un matrimonio que no desea. Que al final llegue a un más que previsible final feliz no quita la forma en que empieza todo.

Por otro lado, como contra, Gunelle es bastante ingenua, lo cual tiene sentido con los años que ha pasado en un convento estudiando. Sin embargo, la mayor pega que le puedo poner es que, con lo inteligente que es para algunas cosas, se mete en la boca del lobo (y quien haya leído el libro recordará esto) por pura inconsciencia, y no es algo que se pueda achacar a la ingenuidad que decía antes. Me parece que la autora forzó la trama para poner a su protagonista en peligro en situaciones que ella habría evitado en realidad, todo para que Iain se acabe luciendo después para salvarla de una manera directa o indirecta.

Y si ella es la mayor virtud del libro, aún con esos defectos, su contraparte masculina es lo peor. Iain, durante buena parte de la historia, será un miserable integral. Se supone que su triste pasado lo justifica, pero no me ha parecido lo bastante terrible como para que me convenza. En el género, es de lo más común este cliché de personaje masculino traumado, pero normalmente suelen tener motivos más de peso que los que presenta Iain y, en esos otros casos, eso no los hace actuar de según qué formas. Gunelle debe aguantar cosas que están fuera de lugar y me parece un caso de planteamiento típico de Bella que transforma a la Bestia en humano. Al menos, no lo hace a base de "amor", sino de plantarle cara y de demostrar su valía, pero sigue siendo ella la que le debe comerse el marrón. Además, la evolución en él me parece muy brusca y el cambio, demasiado radical. No me ha parecido creíble.

La relación entre ambos es, claro, lenta por esto que ya he dicho. Se agradece que no haya ningún flechazo entre ambos y realmente se detesten mutuamente. El problema de esto es que podría haber dado una relación bien desarrollada con esa base y en cambio, tenemos a una pareja que de odiarse pasa a amarse a partir de uno de esos eventos forzados del guion que decía. Luego, sí tiene momentos bonitos, pero que no han conseguido hacerme olvidar lo anterior, principalmente porque no veo que el protagonista se redima, sólo cambia de la noche a la mañana.

En cuanto al contenido picante de esta historia, es muy leve. No estamos en una novela romántica histórica en que los actos sexuales tengan el peso que otras autoras le dan. Sí que los preámbulos de la primera vez de la pareja son bonitos y tiernos, pero le falta más chispa.

Dado que la parte romántica no me ha convencido, el resto de la trama podría mejorar el resto del libro. Hay unas subtramas de complots por el liderazgo del clan, con robos y traiciones, que tiene su interés. Si no fuese porque es todo demasiado previsible, demasiado evidente los quiénes y los porqué, la historia habría ganado algún punto más.

Entre los secundarios, el más destacado como aliado es Tòmas. Un joven que se está preparando para ser nombrado caballero. Amable y enamoradizo. Ojalá la historia hubiese tenido a Tòmas de protagonista y que Iain se hubiese quedado con su cuñada-amante. Ésta, Beathag, no diría que es un personaje sino que es la caricatura de un personaje. No tiene una sola virtud, en ningún momento se presenta como positiva su seguridad en sí misma y su libertad para tener relaciones con quien ella quiera. Simplemente es una villana retratada como una promiscua. Es mala y retorcida sin ningún trasfondo. Parece pensada sólo para elevar más todavía a Gunelle, tan buena y pura.

Me quedaría mencionar a la pequeña Ceit, una niña que acogió la difunta madre de Iain a la que todo el mundo en el castillo considera tonta o con algún retraso. La pequeña se ganará el corazoncito de cualquier lectora, aunque sus problemas me parecieron un tanto inconsistentes a lo largo del libro. 

Algo curioso de la escritura de este libro es que alterna dos voces. Por un lado, la autora deja que Gunelle hable en primera persona, por otro, para seguir las andanzas del resto de personajes, usa la tercera. Quizás habría mejorado mi impresión de Iain si él también hubiese tenido su voz narrativa para meternos en su mente y ver su evolución.

En definitiva, una novela que entretiene pero no encandila. La buena protagonista y los interesantes episodios que reflejan el contexto medieval escocés se contraponen con un protagonista nefasto, la falta de sorpresas en la trama y un cambio demasiado brusco en Iain que se refleja en la dinámica de la pareja.

jueves, 15 de febrero de 2024

El Valle de los Lobos, de Laura Gallego

Ya tocaba salir de Francia, que todas las reseñas que llevo este año están relacionadas de algún modo con el país vecino. Así, hoy vuelvo a probar con una obra de Laura Gallego y, de hecho, es su segunda novela después de Finis Mundi, que aún tengo pendiente.

El Valle de los Lobos es la primera parte de la trilogía Crónicas de la Torre aunque técnicamente es una tetralogía porque existe un cuarto libro que funciona a modo de precuela: Fenris, el elfo. Según he leído, en palabras de la propia autora, para no saber cosas que quitan un poco la sorpresa de este personaje en el primer libro de la trilogía, recomienda su lectura después de éste que hoy os reseño. También, claro, puede leerse en el orden cronológico en que salió y dejarlo para el final. Según escribo estas líneas, no sé con cuál seguiré. 

Argumento

Una noche de tormenta, en una granja como tantas otras, se adelantó el nacimiento de la pequeña Dana. Desde que la comadrona vio sus ojos azules, supo que había algo especial en ella.

La niña creció ayudando a su familia en las tareas habituales pues los inviernos eran duros y se necesitaban todas las manos. Aunque no era tratada de forma diferente, sí que tenía un carácter atípico: era retraída, le gustaba estar sola, no jugaba con otros niños y hablaba poco. Hasta que conoció a Kai. Un niño de su edad al que nadie más podía ver, ella misma no le podía tocar, pero la ayudaba recogiendo huevos o bayas silvestres. ¿Estaba loca? ¿Podría ser fruto de su mente ante su soledad? Pero, si era así, ¿cómo podía el chico coger objetos? Lo más extraño es que los años pasaban y Kai crecía igual que ella.

Un día, en plena época de carestía en la comarca, un jinete que daba toda la impresión de ser un sabio se paró a pedirle indicaciones a la joven. Lo más sorprendente de todo es que dirigió su mirada hacia Kai. Dana no lo sabía, pero ese encuentro casual iba a cambiar su vida.

Reseña

Debo decir que el argumento que os he puesto lo he redactado yo misma porque los que he leído de la editorial o la misma Wikipedia desvelan demasiadas cosas. Si no lo habéis leído y os interesa lo que os cuento en esta entrada, mi consejo es que lleguéis al libro conociendo eso, lo mínimo imprescindible para saber sólo cómo arranca la trama. 

Teniendo en cuenta que la novela es una de sus primeras obras, se nota que aún estaba algo verde ya que peca de previsible, personajes muy planos y cierta falta de chispa de originalidad. No obstante, ello no le quita que es una lectura ligera y entretenida, que se desarrolla a buen ritmo y que tiene algunos puntos especialmente interesantes.

Sin duda, lo más destacable es Kai y el misterio sobre su extraña existencia. Sólo Dana puede verle y va creciendo de niño a adolescente a la par que ella. Sabiendo que estamos en el género de la fantasía, las posibles respuestas se multiplican y me parece que, sin ser nada muy inesperado, sí que tiene un toque especial. Además, la relación entre ambos es bonita, pero como amigos. Se fuerza un romance que pretende ser de amor imposible, dramático e intenso, pero carece de auténtica química y sentimiento.

Por otro lado, la autora introduce varios elementos de la fantasía más clásica. Ya habéis visto que hay un elfo que se llama Fenris y tiene un papel lo bastante destacado como para recibir su propio libro como precuela de la trilogía. A éste se suma una enana de nombre Maritta, de papel más secundario aunque con sus momentos de relevancia. Cuáles son el resto de criaturas o elementos mágicos relevantes me lo voy a callar para dejar que los descubráis por vuestra cuenta. Sí que puedo decir que, tal vez por ser aún una autora novel, el número de personajes está muy acotado así como los escenarios en que se desarrolla la historia y quizás sepa a poco dadas las grandes historias que tiene el género. En cambio, para iniciar a alguien de 10-12 años que tengáis cerca sería una muy buena opción precisamente por esto mismo. También hay que decir que, con lo poco que profundiza en la componente fantástica, todo queda bastante en el aire y casi parece que eso le permita ir introduciendo elementos según los necesite.

En cuanto al ritmo, como dije antes, está bastante bien. Introduce algunos saltos temporales que ayudan a que la trama vaya rápido donde la autora quiere, pero, como contra, esto supone perder momentos importantes y no ver los cambios que se producen en los protagonistas y su relación. No le habría venido mal uno o dos capítulos intermedios en esos saltos para tener un mejor desarrollo que permitiese profundizar en ellos. El libro no es tan largo como para que eso hubiese supuesto un relleno excesivo.

Cabe decir que el desenlace se puede considerar perfectamente cerrado y aunque puede haber algún elemento que motivase una continuación, era prescindible. En parte me da un poco de miedo leer los siguientes con el buen final que tiene éste, que me ha parecido lo mejor del libro.

En definitiva, el primero de la trilogía funciona bien como libro independiente y puede daros un rato de lectura entretenida. Eso sí, debéis tener presente tanto el target del rango de edad al que va dirigido como la falta de experiencia como escritora que aún tenía por entonces la autora. Le falta profundidad y desarrollo, tanto a los personajes como al mundo creado, pero hay destellos de un potencial que explotaría en sus siguientes obras.

sábado, 10 de febrero de 2024

La vuelta al mundo en 80 días (Miniserie 1989)

Parece que he empezado el año sin poder dejar de hablar de franceses célebres desde que reseñé El Conde de Montecristo (incluyendo su adaptación a anime) y luego un par de cuentos de Charles Perrault. Pues ahora vuelvo con Julio Verne y quizás su obra más emblemática en una de sus muchas adaptaciones.

Ya es la tercera vez que hablo de esta obra en el blog (¿será la última?). Primero reseñé el libro en 2015, hace poco más de un año, en diciembre de 2022, la miniserie realizada en 2021 y ahora vengo con otra miniserie que se hizo en 1989. Esto empieza a ser un poco redundante, pero por comparar con la otra adaptación, me parece que vale la pena hacer la entrada.

Argumento

El flemático y solitario caballero británico Phileas Fogg abandona su vida de escrupulosa disciplina y rutina para cumplir con una apuesta con sus colegas del Reform Club, en la que arriesgará la mitad de su fortuna comprometiéndose a dar la vuelta al mundo en sólo ochenta días, usando los medios disponibles en la segunda mitad del siglo XIX. Lo acompañará su recién contratado mayordomo francés, Jean Passepartout que había decidido servir a éste por su fama de hombre tranquilo.

En el viaje tendrán que lidiar no sólo con los retrasos en los medios de transporte, sino con la pertinaz persecución del detective Fix, pues cree que el caballero es en realidad un ladrón que ha robado 55.000 libras del Banco de Inglaterra, y que usa de pretexto el excéntrico viaje para hacer perder su pista. Habiéndole localizado en el Canal de Suez, le seguirá allá donde vaya a la espera de una orden de arresto de la Corona británica. 
 
Reseña

Si os habéis detenido a leer las otras entradas dedicadas a la obra, quizás hayáis notado que el argumento que aquí he puesto es prácticamente el mismo que el de la reseña del libro porque esta adaptación, a diferencia de la más reciente, es mucho más fiel a la historia original. Sigue habiendo algunos añadidos que hacen de relleno y hay ciertas variaciones con el viaje ideado por Julio Verne, pero ni punto de comparación con las subtramas absurdas que se inventaron en la versión de 2021.

En cuanto a duración, ésta de la que hablo hoy son tres capítulos (o partes) que suman unos 270 minutos mientras que la de 2021 fueron ocho capítulos de unos 45 minutos (360 minutos en total). Muchas subtramas tuvieron que meter para alargar tanto la historia, por lo que se agradece que esta versión se centra mucho más en el viaje y sus dificultades añadiendo algunas aventuras, tal como hacía el libro, pero sin irse de madre. 

Por otro lado, aquí hay cierta evolución del protagonista, pero nada que ver con la que desarrolla la miniserie de 2021, que habría sido su mayor baza de no haber sido tan decepcionante. En aquella le dieron un trasfondo de un amor malogrado por cobardía que resultó muy ridículo, obviando toda la subtrama de la princesa Auda. Aquí sí está este personaje y me ha llegado a parecer muy bonita la pareja que forman.

En cuanto al elenco de actores, el reparto es realmente estupendo. Phileas Fogg está interpretado por un guapísimo (lo siento, tenía que decirlo) Pierce Brosnan antes de hacer de James Bond y diría que clava al personaje en su flema, su carisma y su elegancia. David Tennant hizo una versión ridícula que no recordaba en nada al personaje de la novela, claro que el guion tan nefasto que le dieron no ayudaba.


Passepartout aquí lo interpreta Eric Idle, uno de los Monty Python, así que le da un punto cómico y carismático perfecto para su personaje. Sinceramente, no recuerdo del todo cómo era en la novela, pero me cuadra a la perfección. En comparación con la versión moderna, aquí nunca se olvida de la diferencia de clases con su señor y, aunque se tomen cariño mutuo, esa separación que existía en la época victoriana no llega a desaparecer. Si se falsea la historia, no se puede criticar lo que estaba mal entonces.

Luego, el detective Fix lo interpreta el gran Peter Ustinov y no deja de ser curioso que por el papel que yo le conozco también sea de detective, en este caso, haciendo de Poirot. Quizás por eso me choca cómo pasa de un detective serio aunque algo excéntrico a otro torpe, con pocas luces que incluso llega a despertar cierta ternura. Con él no puedo hacer comparación con su versión moderna porque no existe y sólo reutilizaron su apellido en un personaje femenino inventado.

Por último, precisamente hablando de personajes femeninos, queda la princesa Auda que la interpreta la actriz Julia Nickson, a la que no recuerdo haber visto en otras producciones. Cumple perfectamente con su papel, elegante y decidida, siendo la que toma la iniciativa en la relación con un Fogg incapaz de dar ningún paso. Además, es una mujer inteligente que hace acertadas críticas al colonialismo británico y la masacre de indios americanos. La miniserie más reciente, queriendo ir de moderna, cae en puro postureo.

Otro punto curioso de la serie es que, aunque es inventado con respecto al libro, los protagonistas se cruzan con personajes históricos reales como Louis Pasteur, el pistolero Jesse James o la actriz Sarah Bernhardt. Y si estos cameos históricos no bastan, además hay un notable número de cameos de actores célebres que hará las delicias de cinéfilos que adoren estas curiosidades.

Aunque ya estáis viendo que esta miniserie más antigua me ha gustado muchísimo, no puedo evitar ponerle una pega y es el tratamiento de los personajes femeninos al margen de Auda. Tanto la actriz mencionada arriba como una campesina con la que se cruzan en Francia son personajes sexualizados y ridículos, muy irritantes e insultantes. Al menos, esto se queda en el primer capítulo, no sé si como un reclamo típico de las producciones bastante machistas de esa época. En todo caso, empañan la impresión general tan positiva del resto de la miniserie y, de haber seguido apareciendo personajes femeninos así, la habría abandonado.

En definitiva, una muy buena adaptación la que realizaron en 1989. Si leer clásicos no es lo vuestro pero tenéis curiosidad por la historia, os la recomiendo a diferencia de la versión moderna que tanto se separa de la obra. Lástima que el sexismo de su primer capítulo me haga bajarle la nota.