miércoles, 28 de diciembre de 2016

Fahrenheit 451, de Ray Bradbury

Justa, pero he llegado. Aquí el último libro del reto de los Imprescindibles de 2016. Llevo realizándolo cuatro años con éxito y, desde entonces, he podido disfrutar de un buen número de clásicos maravillosos. Sin embargo, es un modelo de reto que se me agota por el simple motivo de que las listas originales en que me baso tienen un sesgo de género muy fuerte. Tanto este año como el anterior he conseguido que fuesen lecturas paritarias pero en los dos años anteriores hubo el doble de autores que de autoras (podéis comprobarlo: 2013, 2014, 2015 y 2016). Y son ese tipo de cosas que no se perciben hasta ser feminista. Así que en el 2017, que está a punto de empezar, voy a mantener mi reto personal de leer 12 clásicos, pero le daré una vuelta de tuerca. Y os estaréis preguntando por qué he divagado tanto aquí. Pues porque en este libro que voy a pasar a reseñaros a continuación, se da este mismo problema.

Argumento

En un futuro no muy lejano, la sociedad está inmersa en un caos de estímulos audiovisuales constantes, de manera que los ciudadanos viven en un mundo paralelo de televisiones que ocupan paredes enteras, coches cada vez más rápidos y radios a modo de audífonos activos 24 horas. Todo esto hace que estén alejados de la cruda realidad, ignorando la posibilidad de que estalle una guerra inminente. 

En este mundo, los libros han sido prohibidos, ya que hacen pensar, y pensar sólo genera problemas. Lo importante es que la gente disfrute y sea feliz viviendo el momento al máximo. Aunque eso suponga atropellar a gente por pura distracción.

Los bomberos ya no se dedican a apagar fuegos, sino que se han convertido en guardianes de esa prohibición, quemando libros que arden a 451º Fahrenheit. Montag es uno de estos bomberos, al igual que lo fue su padre y su abuelo, y su vida discurre feliz hasta que se topa con Clarisse una joven de casi 17 años que hace preguntas demasiado raras. Montag empieza entonces a pensar...

Reseña

Uno de los clásicos de la novela distópica. Sorprende que estuviese escrita en 1953 porque lo cierto es que resulta terriblemente visionaria en ciertos aspectos de nuestro presente. El autor supo ver con clara nitidez la sociedad de masas en que vivimos, una sociedad muy acelerada, sin tiempo apenas para descansar, bombardeados de imágenes y anuncios de todo tipo, con grandes eventos deportivos cogiendo trascendencia inmerecida... Y en medio de todo esto, cada vez menos tiempo para la lectura reposada, para divagar y pensar. Con todo, del dicho al hecho hay un trecho y vistos los años pasados, la predicción del autor (que por algún sitio he leído que la hizo pensando en 40-50 años posteriores a su obra) se desvía bastante de lo que imaginaba para mal. Alguien le debería haber explicado que lo mismo hay libros malos como programas de televisión maravillosos.

Lo más positivo de la novela es ese alegato a favor de los libros. Siempre es necesario recordar la importancia que tienen éstos en la formación del espíritu crítico y del pensamiento propio. Ir leyendo libros cada vez más profundos ayuda a madurar. Obviamente, no es lo único importante, ahí tenéis a Reverte, un hombre muy culto y gran lector, al mismo tiempo que es uno de los mayores cuñados que tenemos por aquí. En este sentido, sobre todo en la recta final, el libro peca de caer en el clasismo y la pedantería más recalcitrante, cuando Montag encuentra hombres que son bibliotecas andantes que se erigen a sí mismos como los futuros salvadores de ese mundo en decadencia.

El segundo aspecto que ya sí me ha mosqueado muchísimo más es la misoginia que se desprende de sus páginas. Me explico. En este mundo que dibuja donde la televisión atonta a las personas, únicamente se habla de mujeres estúpidas y superficiales, sobre todo la esposa del protagonista, Mildred, y las amigas de ésta, que viven obsesionadas con la "familia" que forman con quienes ven en las pantallas. Aparte quedaría Clarisse, la chica que supuestamente es el detonante del cambio en Montag, algo que resulta no ser tal cuando descubrimos que conoció a un viejo profesor llamado Faber, años atrás. De no haber sido por él, habría pasado de la chica en cuanto ésta le intentó hablar por primera vez. Además, la joven, que prometía ser un personaje muy interesante, no tarda en desaparecer del libro convirtiéndose en una "mujer en la nevera". Igual que una señora que tenía libros en su casa y es denunciada, inmolándose con ellos. Otra mujer que alimenta la rabia del protagonista ante el mundo en que vive.

La cosa podría haber quedado en este recurso narrativo que hoy en día tiene hasta su propio nombre, pero no. Lo peor viene cuando hacia el final se da una lista de autores importantes. Sólo autores. No hay una sola autora en la lista. No hay mujer que haya escrito algo por lo que merezca ser recordada, según Ray Bradbury. De ahí que me haya detenido tanto en la introducción a la reseña. Esa invisibilización histórica es cabreante. Y más cuando en un posfacio escrito en 1993, el mismo autor habla de lo importante que fueron en su vida y su formación las bibliotecarias, las profesoras y las libreras ¡¡¡Menos mal!!! Nadie lo diría leyendo esta obra en que  las mujeres o son tontas perdidas o son un mero motor para que el protagonista se convierta en el héroe que está destinado a ser. Y no me vengáis con la excusa de que eran otros tiempos porque no cuela, que ya hablamos de la década de los 50.

Esto resulta doblemente triste cuando tenemos un elenco de personajes masculinos profundos y con más o menos interés: Montag, el protagonista que sufre una evolución absoluta desde el inicio de la historia, con grandes dilemas internos, aunque cuya evolución es demasiado precipitada; Faber, el viejo profesor, cobarde y arrepentido por lo que nunca se atrevió a hacer y al que Montag le devuelve las ganas de "luchar"; Beatty, el capitán de los bomberos y, con diferencia, el personaje más fascinante e interesante de la obra: un hombre tremendamente ilustrado, por lo que debía haber leído mucho libros para poder citar tantos pasajes, y con una capacidad de argumentación casi irrefutable. Por no hablar que suya es la mejor parte del libro cuando le explica a Montag cómo se forjó el mundo en que viven, cómo pasaron los bomberos de apagar a quemar y por qué los libros son perniciosos. Por cierto, si os soy sincera, hasta que no llega esta parte (final del primer tercio del libro, más o menos), no me enganchó. 

Creo que entre el casi-monólogo de Beatty y unos pocos pasajes e ideas más se resume todo lo que Bradbury quería contar, y parece que luego fuese rellenando los huecos intermedios con escenas y personajes con poco fondo o lógica interna.

Hablando de Beatty y su discurso, muy interesante en líneas generales pero en el que Bradbury esconde una idea que les encantaría a los "cuñados". Este pasaje: «A la gente de color no le gusta "El negrito Sambo"? Quémalo ¿La gente blanca se siente incómoda con "La cabaña del tío Tom"? Quémalo». Es decir, el autor está explicando cómo se llegó a la conclusión que era mejor eliminar los libros y para ello pone al mismo nivel un cuento que acabó siendo polémico, más por las ilustraciones racistas que por el cuento en sí, con una obra que retrata la esclavitud (por cierto, curiosamente, son las dos únicas obras de autoras que hay en todo el libro. Curiosamente, no salen sus nombres: Helen Bannerman y Harriet B. Stowe). Porque es igual la "incomodidad" del opresor que la lucha contra los estereotipos del oprimido. Como criticar una cosa está mal, criticar la otra también lo está ¿no? Creo que ni se planteó qué pasaría con las minorías en este mundo ficticio suyo. Me meto en su mente y sólo veo personas blancas. 

En cuanto al estilo, no me ha terminado de convencer del todo. Hay cierto abuso de escenas metafóricas y lenguaje un tanto rimbombante y recargado que en ocasiones, lejos de producirme impacto o generar la emoción buscada, me sacaba de la lectura. 

Teóricamente, estamos ante una joya, pero no puedo olvidar el regusto amargo que me han dejado esos puntos flojos. Y más reflexiono sobre la novela, más detalles mosqueantes voy sacando y la nota que le pongo va bajando más y más. Hay machismo, hay clasismo y hay cierto tufo a cuñado anti-tecnología, pues no hay avance bueno en toda la obra que merezca ser alabado, ni el aparato que le salva la vida a Mildred, después de haberse atiborrado de pastillas, merece las alabanzas del personaje/autor. 

Con todo, lectura que hay que probar al menos una vez. Aunque aviso, a quienes sois amantes de los libros, os dolerá un poco cada vez que se lee que han quemado uno ¡Ay!

sábado, 24 de diciembre de 2016

¡Felices Fiestas!

El tiempo vuela y otro año más está llegando a su fin. Y menos mal, porque el 2016 ha tenido tela, aunque reconozco que, de manera personal, no me ha ido muy mal. Tengo (¡AL FIN!) el Proyecto Final de Carrera encaminado por una línea prometedora, me he sacado el B1 de inglés y ahora voy por el B2. Además, lo mejor de todo es que durante este año que ha pasado, mis problemas de salud se han ido solucionando desde que por Octubre del año pasado me dieron al fin un diagnóstico que iba más allá de "Ve al gimnasio". Me encantaría volver a ver al endocrino que me dijo eso para mandarle a la mierda como en su momento no hice. Pero no nos amarguemos. Ha sido un año redondo al que sólo le ha faltado haber podido volver a Barcelona, al Salón del Manga. Ya estuve el año pasado y espero que el siguiente sea factible.

En cuanto al blog, pues de primeras espero poder seguir con él, ya sea con mejor o peor ritmo. No sé qué va a ser de mí cuando acabe el PFC, pero espero poder seguir sacando tiempo para reseñas, para las entradas de compras y cuatro cosas más que voy poniendo. De momento, aún me queda un imprescindible para cumplir el reto y creo que me dará tiempo. Además, también quiero hacer una entrada de balance de lecturas y animes del año. Y además, tengo muchas cosas molonas que enseñaros (hay una pista justo aquí abajo ;D).

(Ilustración para una postal navideña de las Xian Nu)

Pero ya vale de hablar de mí. Os deseo unas muy Felices Fiestas y un gran Año Nuevo 2017. Deseo que este trineo animalero, con estos bichines al mando, venga cargado de regalos, salud, amistad, amor y mucho más ;D

¡Feliz Navidad!

PD:  Y para quienes, como yo, cada vez nos gustan menos estas fiestas, ¡Animo! Se pasarán más rápido de lo que creemos XD

lunes, 19 de diciembre de 2016

Mary Poppins, de P. L. Travers

Como penúltima lectura del reto de los imprescindibles de este año que está un paso de acabarse (¡cómo vuela el tiempo!) me he ido a por un título que todo el mundo conoce pero no todo el mundo ha leído. Y es que si hablamos de Mary Poppins es imposible no pensar en la famosísima adaptación de Disney. Es muy probable y, de hecho, he leído reseñas que lo corroboran, que al leer el libro con la película en mente, éste no acabe gustando. Son muy diferentes, más de lo que de primeras nadie se puede imaginar, y me va a ser imposible no hacer comparaciones entre ambas versiones al escribir la reseña.

Por otro lado, y aunque este libro se puede leer de manera independiente, en realidad es el primero de una saga de ocho, ahí es nada. Aquí llegaron a salir los cuatro primeros, pero hace muchos años y deben ser (casi) imposibles de encontrar. Al menos, los dos primeros han vuelto a editarse. Por mi parte, la edición que tengo es de Círculo de Lectores, que cuenta con ilustraciones de Júlia Sardà. En vista de que no parece que vayan a traer toda la colección, y al ser libros principalmente infantiles, lo mismo me animo y los pillo en inglés.

Argumento

Cuando Katie, la última niñera de la familia Banks, se marcha, éstos se ven en la imperiosa necesidad de contratar a otra mujer para dicho papel. No sólo están los niños, Jane y Michael, sino también dos bebés mellizos, John y Barbara, que requieren los cuidados de una niñera.

Así llega a su puerta, traída por el viento, Mary Poppins que es aceptada en el cargo y dice que se quedará hasta que cambie el viento.

Jane y Michael empezarán a vivir maravillosas aventuras junto a su nueva niñera y muchas veces se quedarán con la duda de si lo que han vivido ha sido realidad o un sueño. Porque tomar el té flotando en el techo de un salón o dar la vuelta al mundo con sólo una brújula en apenas minutos no es algo posible... ¿o sí?

Reseña

Ya en el argumento habréis visto un par de diferencias respecto a la película: en el original había unos mellizos, unos bebés, que tienen poco peso en la historia, salvo por un capítulo en que tienen el protagonismo. Y es que, en contraste a la adaptación, el libro se estructura en capítulos casi independientes donde se da una aventura diferente cada vez. 

Con todo, las dos mayores diferencias se dan en los adultos. Empezando por los padres, el papel de éstos es casi anecdótico. No existe toda la trama familiar de la película, la del padre obsesionado por el dinero y su trabajo en el banco que ya sabemos cómo se desarrolla. La película tiene un hilo argumental; la novela, no. Cuesta eliminar de la mente una adaptación que, probablemente, todo el mundo haya visto más de una vez. 

Otro cambio, quizás el más mosqueante para quienes hacemos el camino inverso de haber visto primero la adaptación y luego ir a por la obra original es la propia Mary Poppins. La original es mucho más vanidosa (le encanta pararse frente a escaparates a observar sus guantes, su sombrero, sus zapatos...), mucho menos dulce, llega a ser antipática y, hasta por ciertos seres con los que se relaciona, puede llegar a dar un poco de miedo. Eso sí, por esto mismo resulta más humana, menos perfecta que la versión que nos ofreció Julie Andrews.

Disney hizo una historia que, como siempre en sus obras, buscaba el final feliz, eliminar todo lo malo, feo o negativo de las historias para que el bien siempre triunfase. No había moraleja en un conjunto de historias fantásticas y la creó a través del drama familiar. No tenía a una niñera ideal y limó sus aristas menos agradables. La adaptación me parece una maravilla por su trama, sus interpretaciones y su banda sonora, pero entiendo que a su autora le pareciese un horror (os recomiendo leer su biografía aquí).

Hay que aceptar que estamos ante un libro infantil, aunque las aventuras son tan maravillosas que todas las edades pueden disfrutar de ellas. Y es que el despliegue de imaginación es tal que os merecerá la pena conocer una vaca que, un día, empieza a bailar y no puede parar; una anciana que pega estrellas en el cielo con la ayuda de sus dos hijas gigantas o a una de las Pléyades que baja a comprar regalos navideños a sus hermanas. Son tan fascinantes y tan mágicas estas historias dentro de la propia novela que espero, antes o después, poder conseguir las continuaciones para seguir disfrutando. 

Por cierto, no sé si era su intención original, pero en uno de estas aventuras deja caer un mensaje muy interesante que entiendo en contra de los zoos como escaparates de niños (crías) y ancianos (animales ya viejos), algo muy desagradable. Ojalá poder preguntarle sobre sus intenciones. Y si se lee entre líneas, en otros pasajes, también podría haber otros dobles sentidos muy interesantes.

Poco más que decir. Después de Al encuentro de Mr. Banks, esperaba que el libro iba a ser más como la adaptación por todo lo que se cuenta en esta película... pero no. Igualmente me ha encantado la obra original, con tanta fantasía y con una Mary Poppins tan carismática, aunque sea un carisma algo borde, como parece ser que tenía la propia autora. Fascinante. Dadle una oportunidad y volved a ilusionaros con la magia de la infancia, tengáis la edad que tengáis, pasaréis un rato memorable.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Amor programable, de Kayoru

Retomamos las adquisiciones de Noviembre para hablar de una de las mini-series de dos tomos que se vinieron a casa. Además, es la primera obra de Kayoru, la que parece la última incorporación al listado de "autoras fetiche" de Ivrea, que reseño. He optado por la serie por variar de los tomos únicos, pero lo cierto es que es casi uno de éstos extendido, porque entre los dos tomos hay un total de tres historias cortas adicionales, alguna bastante extensa, que supone que cada tomo tiene en realidad como 2/3 de sus páginas sólo para la historia principal. Así que, dadas las características de la obra, la reseña la voy a enfocar como si de un tomo único se tratara.

Amor programable

Mariko es una chica que se pasa el día trabajando en empleos a media jornada para echar una mano en casa dado que su padre vive en EE.UU. y, con el dinero que les envía, no llegan a fin de mes. Su madre murió hace un tiempo, así que aparte de cuidar de sí misma, está a cargo de Makoto, su hermano pequeño.

Un día, al salir del trabajo, se encuentra desmayado a un chico muy atractivo entre bolsas de basura. Al tocar un tatuaje de aspecto digital que tiene en su cuello, éste se despierta. Para su sorpresa, el chico se autodenomina un androide. Su nombre es Kohta y, desde ahora, Mariko se ha convertido en su "ama". Aunque Makoto lo acepta en su casa encantado, a ella no le resulta tan fácil habituarse a que un chico tan guapo la siga a sol y a sombra, buscando protegerla y complacerla.

Amor programable me llamó la atención porque me recordó al planteamiento de Zettai Kareshi, de Yuu Watase (de hecho, en el original, la serie se llama Zettai Renai Program). Luego, también me hizo pensar en Chobits, de Clamp y hasta en A.I. Revolution, de You Asami (que sacó Mangaline y, cómo no, dejó inconclusa). Vamos, una historia de romance entre robot-persona. La diferencia es que esas otras necesitaron bastantes más tomos para desarrollar la trama y aquí no llega a los dos tomos (por todas las historias extras ya mencionadas). Quizás ese primer detalle sería la primera alerta para intuir que la serie no va a ser nada del otro mundo. Por otro lado, es la primera obra que supera el tomo de longitud que hace la autora, otro punto más que haría dudar de la serie.

A pesar de todo, la historia no iba mal y el primer tomo está bastante bien. Se intuye por dónde van a ir los tiros y todo apuntaba a una especie de versión comprimida de Zettai Kareshi. Sin embargo, el problema llega en el segundo, que la trama da un bandazo de lo que parecía que iba a ser hasta un desenlace totalmente irreal, incluso para lo que un argumento así propone de primeras. Me limitaré a decir que si el tema de los robots humanos con sentimientos es propio de la ciencia ficción, el desenlace parece sacado de un cuento de hadas, totalmente fantástico.

Entre la escasa longitud y la inexperiencia de la autora para narrar algo más extenso de un tomo único, la obra se deja toda explicación mínimamente plausible de cómo acabó Kohta en mitad de la basura (Chobits tenía un punto de partida idéntico y se explicaba) para que lo encuentre cualquiera. El único detalle de su pasado que sale sólo sirve para la trama romántica, no aporta nada al tema androide, un contexto del que tampoco nos dice nada. De nuevo, haciendo comparaciones, en Chobits eran ordenadores con forma humana, con cables, que se estropeaban...; en Zettai Kareshi los fabricaba la empresa Kronos Heaven. Aquí el único dato técnico que tenemos es que Kahto se carga a través de sus auriculares (¿¿¿???) y tiene fuerza sobrehumana, como se demuestra con una escena muy similar a otra de Crepúsculo (en la que Edward salva a Bella de morir atropellada).

Todo esto son puntos negativos, como podéis ver. Sin embargo, si conseguimos evadirnos de todas esas lagunas y quedarnos con lo que ofrece, la parte romántica no está mal. Mariko es una chica trabajadora con momentos muy humanos y Kohta es muy tierno. El problema es que la relación avanza sin poder evitar caer en escenas de celos y posesividad, que son las menos, pero ahí están. En menor medida, y resueltos de manera mucho más sencilla que en las otras series, se dan los dilemas de amor robot-persona con el punto concreto de la longevidad de cada uno. No niego que haya dado respuestas algo simplonas, pero no lo veo mal del todo: son directos, sinceros consigo mismos y con la otra persona y no se van por las ramas, algo no muy común y que se agradece.

En definitiva, una serie muy sencilla para el tema que trata, que en otras obras supone grandes dilemas filosóficos y existenciales. Personalmente, en líneas generales, me ha gustado, pero el desenlace se le fue de las manos a la autora.

7/10

Candidato a primer amor

La abuela de la Kasumi acaba de fallecer pero antes de que le llegase su hora le dejó una carta a modo de testamento. En ella le dice que quiere que se case con Takuma Fujioka porque su abuelo fue su primer amor.

Punto de partida absurdo que no tiene nada de romántico, y menos cuando en un giro de los acontecimientos al final hay cierta sorpresa ¿la abuela no se informó de cómo era el tipo con quien quería emparejar a su querida nieta? En fin. 

Está muy cogido con pinzas que Kasumi quiera cumplir con una última voluntad como ésa. Se acepta que la quisiera tanto que intente hacer algo por ella, incluso después de muerta, pero sólo puedo pensar en una niña rica a la que no le han dado la oportunidad de tener personalidad propia y la han manejado durante toda su vida para ser sumisa y obediente. Creo que la trama tenía potencial de haber sido más dramática e intensa, con Kasumi liberándose de los designios de una anciana que, aunque en principio parecía quererla y desear lo mejor para ella, en realidad era una mujer manipuladora y controladora.

Al menos, la parte romántica tiene sus puntillos emotivos y, aunque precipitada, la escena en el acuario es bastante bonita y los sms que intercambian luego son muy cucos. 

5/10

Soy todo tuyo

Hiroki era un canijo llorón al que Masumi debía proteger cuando eran niños. Ahora, ya en bachillerato, él es el novato estrella del club de fútbol y ella no quiere reconocer que está enamorada de él, sobre todo después de haberle rechazado un par de años atrás, en Navidad. 


Me encantan las historias de amigos de la infancia. Como ya he dicho en alguna ocasión, tienen de bueno que se elimina el factor de precipitación al haber ya una relación previa. Además, esta historia en particular me ha gustado bastante por lo cabezota e indecisa que es Masumi, por meter la pata y esforzarse en arreglarlo. Ambos me han parecido muy humanos.

9/10

Una carta de amor en el pentagrama

Mizuki es fan de un grupo de música y le gusta Kei, el cantante y guitarrista. Éste no le hace caso porque le interesa una chica que ve todos los días esforzándose al máximo en sus clases de natación. Cuando por accidente, Mizuki le daña la mano, Kei aceptará que ella le ayude esos días y, tal vez, se lleve alguna sorpresa.

Gráficamente, se nota que es una historia que tiene más años que el resto que han salido en estos tomos (es de 2009 y el resto son de 2011-2012). Sencilla y dulce, me gusta la fortaleza de Mizuki y que en cierto momento Kei se reconozca como "lo peor", porque es bastante imbécil el chico. Historia pasable que no me ha despertado mucho sentimiento.

6/10

Conclusión

Dos tomos de historias variadas que darán un rato entretenido, con puntillos de emoción y alguna sonrisa. Desde luego, la principal daba mucho más de sí, como ya hemos visto en otras series, pero si nos limitamos a lo que cuenta, tenemos un romance bastante decente. Si no esperáis más de lo que ofrecen este tipo de obras, os gustará.

Por cierto, el dibujo de las portadas no le hace justicia al interior en B/N. Su estilo por momentos recuerda a Arina Tanemura y no es de extrañar pues la autora fue su ayudante. A falta de ver sus otros tomos licenciados, para fans del estilo shôjo, la parte gráfica es un aliciente, al menos en esta obra.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Huracán en Jamaica, de Richard Hughes

Diciembre ya está aquí y me quedaban tres libros para cumplir el reto de los Imprescindibles (ups). Con éste dejo la cosa en dos pero voy a tener que meterle un poco de bastante caña para llega a la cifra.

En esta ocasión he vuelto a saltarme los listados de los 1001 libros y los 340 libros. No sólo tengo ya pocos libros en mis estanterías de ambos listados sino que menos aún de ellos me interesaban en estos momentos. He acabado eligiendo uno que pertenece a la misma colección de historias de aventuras que tengo por casa desde que era una niña. Precisamente este año han caído El prisionero de Zenda y La hija del capitán de esa misma colección. Creía que iba a ser una historia de aventuras similar pero no, hay bastante más que rascar en esta novela, tal vez sea en parte porque ya es una novela del S. XX (se publicó en 1929).

Argumento

En Jamaica, a mediados del siglo XIX, los cinco hijos de la familia inglesa Bas-Thornton (John, Emily, Edward, Rachel, y Laura) y los dos de la familia criolla Fernández (Margaret y Harry) viven en una especie de paraíso entre plantaciones de cañas de azúcar. Pero, después de que un terremoto y un terrible huracán hayan reducido a escombros las posesiones de ambas familias, son enviados a Inglaterra para su educación así como para alejarlos de nuevos desastres naturales, tan peligrosos en esos parajes. 

Durante el trayecto, el Clorinda, el barco en que viajan, es abordado por unos piratas capitaneados por el holandés Jonsen y su segundo Otto. Tras el abordaje, los niños se encuentran accidentalmente "secuestrados" y, por error, dados por muertos. Ahora quedarán al cuidado de unos piratas sin ser conscientes que eso no forma parte del plan de sus familias para llegar a Inglaterra.

Reseña

No he llegado a leer El señor de las moscas, pero por lo que tengo entendido de ella, esta novela se acerca un poco a lo que se plantea. Buscando información, he leído que aquella tiene influencia de ésta. Es decir, estamos ante una obra que trata la psique de los niños y cómo en éstos se puede llegar a mezclar la ingenuidad y candidez con los oscuro y retorcido.

De entre todo este chiquillerío que acaba en un barco de piratas, son las dos niñas mayores las más relevantes en la trama, sobre todo Emily, de 10 años, es la que se acaba llevando todo el protagonismo. Por su parte, Margaret es la mayor del grupo, con 13 años, y es la única lo suficientemente madura para entender lo que sucede y, por ello, la más asustada con lo que vive.

La historia está situada temporalmente en un contexto de decadencia de la piratería, cercana a desaparecer gracias a los barcos de vapor, cada vez más frecuentes. Si tal vez el contexto hubiese sido uno con la piratería en pleno auge y el protagonismo hubiese caído en los niños, seguramente la novela habría sido otra, más cercana a La isla del tesoro, una aventura más. De hecho, era lo que yo suponía al coger el libro: que la trama iría de cómo los niños iban a acabar formando parte de la tripulación, posiblemente con alguna elipsis temporal que los llevase a la adolescencia al menos.

En cambio, el autor prefiere usar una perspectiva más psicológica. Trata el descubrimiento de la existencia propia, la diferencia del yo individual frente a los otros y la disposición a confundir y alterar verdad y mentira, bondad y maldad, realidad e imaginación. Si este enfoque es más o menos acertado ya no lo puedo decir, pero funcionar, funciona muy bien en la novela.

La sutilidad con la que se narran los hechos y el fino humor que usa el autor llega a enmascarar los hechos más terribles. Entre pasajes y situaciones que rozan lo absurdo o el ridículo (la toma del Clorinda por los piratas) se cuelan momentos muy desagradables y escenas de auténtico espanto (muerte, asesinato, violación). Es una mezcla curiosa que, al contrario de lo que os podáis creer, acaba funcionando muy bien. El punto más flojo de su estilo es cuando en determinados momentos se excede en tecnicismos, ya sea de terminología náutica o de psicología, divagando demasiado.

Me alegro mucho de no haber intentado leerla cuando pequeña. O quizás habría disfrutado de la parte más de aventura y divertida de modo que una relectura ahora me habría dejado los ojos como platos al percibir cosas que entonces, seguro, se me habrían pasado por alto. Que no os engañe la temática, es una obra profunda e intensa. "¿Un niño puede ser más cruel y amoral que un pirata?" parece que se pregunta el autor al escribir esta historia. Su respuesta es sí.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Animal Jungle, de Nana Shiiba

Otro tomo de las adquisiciones de noviembre que leo y que os traigo reseñado. En esta ocasión vengo con una de las autora fetiche de Ivrea: Nana Shiiba. Esta mujer está especializada en tomos únicos o series que no pasan de un par de tomos por lo general. Ya os he hablado de ella en Como se te ocurra decírselo a alguien y Venga, déjate querer. A ver si poco a poco os voy trayendo todo lo que han licenciado suyo, que suelen (hasta el momento sólo he encontrado una excepción) ser obras muy simpáticas y sencillas que, al menos yo, siempre leo con una sonrisa en la cara.

Animal Jungle

La madre de Sumi ha encontrado un buen hombre con el que salir y, de la noche a la mañana, para ver si la convivencia funciona para todo el mundo, ambas se van a vivir con él y sus hijos: Amane, Midori y Hitomi, sus nuevos y guapos hermanos. Ella pensaba que vivirían como una familia feliz pero... ¡su nueva vida se parece más a un zoo! 

Con esta historia empecé levantando una ceja, mosqueada por el rumbo que estaban tomando los acontecimientos, pero me acabó encantando. El problema inicial que tiene es el acoso de corte sexual de Amane (el mayor, universitario) y Hitomi (el menor) hacia Sumi. Aunque esté enfocado desde un punto de vista cómico, fue muy desagradable. Tampoco ayudó una frase que suelta la madre al llegar a la casa de la familia: "Y ahora yo tengo más hijos ¡Tendré que cocinar mucho más! ¡Me esforzaré!" ¿El padre se ha echado pareja o ha contratado a una criada? Como veis, un inicio que presagiaba hoguera. 

Por suerte, cuando la trama se centra en la relación de Sumi y Midori (el mediano, que no participó en las "bromas" de antes), gana bastantes puntos. Aunque breve y demasiado precipitada, se da una bonita evolución de sentimientos, pasando de la aceptación, al cariño de hermanastros y a algo más después, con algunas escenas muy tiernas. El desenlace también tiene su punto emocionante cuando padre y madre descubren el pastel.

Al final del tomo hay un extra cómico que refuerza una idea que tenía al respecto de esta historia: le habría venido bien tener más capítulos y conseguir un desarrollo que podría haber dado muy buenos momentos, tanto cómicos como románticos. También habría ayudado a que la evolución de sentimientos no quedase tan acelerada.

8/10

La Venus más fuerte

Aoi es una chica extremadamente debilucha. Un día, en la terraza de la escuela, se encuentra rodeada de chicos que sólo la agotan más. En esas aparece Aramaki, un chico famoso por violento (de hecho, tiene rastros de sangre de otras personas por la camisa y la cara) y los chicos que rodeaban a Aoi se largan corriendo dejándola ahí. Ésta se desmaya de puro miedo y se despierta en la enfermería. Al día siguiente todo el mundo murmura que es la novia de Aramaki.

Creo que uno de los temas que mejor se le dan a esta autora son los romances con un chico (con pinta de) violento que en realidad es un cacho de pan (el tomo y la serie ya reseñados), y éste es uno de esos ejemplos. Aún así, peca demasiado de caer en el tópico de "damisela en apuros" o " frágil doncella que necesita a su caballero de (no tan) brillante armadura". De todos modos, hacen una pareja tan tierna que no he podido evitar emocionarme con esta historia tan sencillita. Guilty pleasure.

8/10

Paradoja del tío bueno

La amiga de Sachika la ha dejado plantada por culpa de un chico: Mitsuki Nakahara, el ídolo del instituto. No sólo eso, otras chicas la tiran al suelo cuando, casi a modo de estampida, van a su encuentro. Por todo esto, Sachika decide desenmascararlo, quitarle la fachada de "Don Perfecto" y descubrir algo que manche su intachable reputación.


Curiosamente, con esta historia me ha pasado al revés que con la primera: buen comienzo que se ha torcido justo al final, dejando un sabor muy amargo a una trama que iba bastante bien. No es que fuese lo más original del mundo, pero tenía su punto diferente y el carácter de Sachika se aleja de otras protagonistas más pusilánime de esta autora. 

SPOILER: El problema es que sí, descubre el punto negativo de Mitsuki: es un celoso posesivo. Yo diría que se acerca al ejemplo perfecto de "Nice guy". Intento pensar en la trama desde su punto de vista y sólo veo a un manipulador que se encapricha de la única chica que de primeras no cae a sus pies. Y que su "defecto" lo presente la autora como algo "tierno" me pone los pelos de punta.

2/10

Resonancia simpática

Nadie repara en la existencia de Chisono, una chica que pasa desapercibida y es ignorada por todo el mundo. Un día, por accidente, se cae por las escaleras y acaba chocando, cabeza contra cabeza, con Ryohei, el chico más popular del instituto. Cuando ambos empiezan a pensar en lo que acaba de pasar, se dan cuenta que... ¡Pueden leerse mutuamente el pensamiento!

Para variar de la mayoría de las historias de la autora, ésta incluye cierto elemento paranormal. Sin ser nada del otro mundo, es tierna, tiene algunos momentos divertidos y otros emotivos. Aunque no tengo nada malo que decir, tampoco puedo decir nada demasiado positivo. Creo que le podría haber sacado más partido a la idea que queda algo desaprovechada.

7/10

Conclusión

Tomo único que, sin ser de lo mejor que hay en el mercado, tiene historias en general muy majas para pasar el rato y tener algunos puntillos de emoción. Como siempre, la brevedad de éstas juega en contra de quien necesite un desarrollo y profundización para disfrutar de una obra pero a quien le vayan bien estas píldoras románticas y breves, tiene en este tomo una buena opción. Lástima de la tercera historia...

martes, 6 de diciembre de 2016

Profe sensual, de Ryu Yuuhi

Primera lectura de las adquisiciones de Noviembre. Era el tomo que me había quedado más a mano y por eso fue el elegido. Si es que a veces soy de un simple...

Ryu Yuuhi es una autora prolífica en numerosos tomos únicos y series cortas como podéis apreciar en su ficha de Baka Updates. Hasta el momento, éste es el único trabajo que nos ha llegado, de la mano de Ivrea y, aunque tiene potencial, lo que aquí nos ha mostrado no es una carta de presentación lo suficientemente buena como para querer repetir.

El tomo se compone de tres historias cortas que repiten el tema de una diferencia de edad entre ambos protagonistas, siendo siempre él el mayor y ella una adolescente.

Profe sensual

Tres años atrás, Miwa Hanazaka recibió la noticia de que sus padres se iba a divorciar. A los 15 años el golpe fue tan fuerte que se refugió en un parque a beber, con tan mala suerte que unos tipos quisieron "invitarla". Por suerte, otro hombre los ahuyentó y consoló sus penas tratándola como una niña, algo que la hizo enfadar y, diciéndole que tenía 18 años, le besó. Tras eso, fueron al piso del desconocido y se acostaron. La vergüenza llevó a Miwa a escaparse por la mañana sin dejarle ninguna pista y creyendo que no le volvería a ver. Sin embargo, ese mismo hombre aparece, tres años después, en su clase como profesor sustituto. Y la ha reconocido.

Las historias de profesor-alumna pueden salir muy bien o muy mal, no suelen tener término medio (y pocas hay que merezcan la pena, la verdad). En este caso, quizás por ser una historia tan corta y que el hecho de que él sea profesor sólo sirve como la excusa para el reencuentro, el resultado es satisfactorio y queda como la mejor del tomo.

Salvando la improbabilidad del reencuentro y que ambos se reconociesen tras el tiempo pasado, la historia tiene un aire realista que le da cierto interés. Y eso es gracias a Miwa, cuyo contexto familiar le da un fondo al personaje que la hace muy humana y creíble. Pero, sobre todo, lo que más me ha gustado de la historia es que él, al conocer su situación, decide apoyarla y la empuja a que persiga su sueño. Lástima que haya sido la historia más corta del tomo siendo la que tiene los puntos más emotivos y positivos.

8/10

Chica pura y casta

Tsubomi viaja a ver a su tía abuela para homenajear la tumba de su madre y su abuela. Ahí le confiesa que aún no le ha bajado la regla a pesar de estar ya en los 16, algo que asusta a la anciana que le pregunta si le ha salido algo extraño y sí: bajo un pecho tiene un dibujo de una flor de cerezo: la marca de una maldición ancestral familiar. Si no tiene sexo antes de los 17 quedará estéril de por vida. Y aunque tenga sexo y luego tenga pareja y descendencia, su futuro estará marcado por la desgracia, como su madre, que murió joven. El sueño de Tsubomi ha sido desde pequeña formar una gran familia, así que sólo dispone de dos meses para acostarse con alguien. Al no tener novio, su mejor opción es recurrir a un escort.

Una pena que un argumento que pintaba bien y tenía su punto de partida original tenga un desarrollo tan nefasto. Desde que entra en escena Georgie, el escort, se van sumando despropósitos uno detrás de otro hasta un desenlace edulcorado y demasiado feliz para el punto oscuro que tenía la trama.

A pesar de ser la historia más larga, que ocupa aproximadamente la mitad del tomo, los personajes  no consiguen dejar de ser planos. Sí, conocemos los deseos de Tsubomi y el pasado triste de Georgie, pero no logran emocionar y llegarnos. Además, con un desarrollo de los acontecimientos tan poco creíble, el romance tampoco termina de funcionar.

Quizás la historia habría quedado mejor si hubiese eliminado la componente del escort. Son como dos historias en una: por un lado la maldición y, por otro, el romance complejo con un prostituto, que por bonito que suene lo de "escort", es eso. Una historia que tocase de verdad el tema de la prostitución masculina podría haber sido muy interesante, pero aquí no se llega a profundizar en ello ya que la trama de la maldición es la principal.

Mención aparte a la importancia de que una mujer tengan que tener hijos (propios) para llegar a ser feliz. La tía abuela se negó a acostarse con nadie que no amase antes de los 17, quedando estéril, y cuando conoció a alguien se arrepintió de aquella decisión. No se explica si al final se casó o no al no poder dar hijos al hombre. Por la edad que tiene, es entendible que en su época, y más aún en Japón, esto supusiese un problema. En cambio, en la actualidad, que Tsubomi esté tan influida por ese deseo (que tiene su sentido personal al haber crecido prácticamente sola desde niña) chirría. Por no hablar que siendo la última mujer de ese linaje maldito, si decidiese quedar estéril y luego adoptar, la maldición se rompería ¿no?

Es un desperdicio que con elementos tan interesantes no haya conseguido dar una buena historia. No obstante, reconozco que segundas lecturas, para aclarar ideas al escribir esta reseña, han mejorado mi opinión. El desarrollo no es bueno, pero he acabado entendiendo algunos giros extraños en el guión.

4/10

Chica encadenada

Tras la muerte de su madre, Hina quedó a cargo de su padrastro, un hombre que se casó con aquella por conveniencia mutua: Reiji quería su empresa para ampliar sus negocios y ella, sabiendo ya que estaba enferma terminal, que ésta no desapareciese y poder dejarla en manos de alguien que la sabría manejar. Además, claro, de dejar a alguien a cargo de su hija que evitase que le faltase nada. En los cinco años que han pasado desde entonces, Hina se ha acabado enamorando de su frío padrastro y está cerca de que su deseo pecaminoso llegue a su límite antes de que con los 18 años pueda escapar de esa jaula.

Junto a las historias de profesor-alumna, la de padrastro-hijastra sería el segundo cliché más explotado en relaciones de amor prohibido con diferencia de edad (sin contar esto último, estarían la historias de hermanastros, claro).

Es una historia donde el morbo por el tipo de relación y la componente sexual tienen más peso que un romance, que no llegamos a creernos. Esto no sería muy grave si no fuese porque la escena de sexo, a pesar de ser ella quien la inicia y la quiere, acaba pareciendo una violación (le miente diciéndole que ya no es virgen y cuando éste descubre que no es verdad, "ya no puede parar"). Lo que podría haber sido intenso pero sensual resulta, cuando menos, desagradable.

Lo más creíble que tiene es la parte del sentimiento de traición de Hina a su madre, pero la absolución que le da la autora al final es tan inverosimil y facilona que hace que la historia pierda su único punto salvable.

2/10

Conclusión

Las historias con diferencias de edad tienen el problema de establecer relaciones de poder entre la pareja que pueden ser muy tóxicas: un profesor, un hombre experimentado y un padrastro. Hay que ser una buena autora para esquivar esta problemática y dar relatos que emocionen y sepan escapar de esas dinámicas. Salvo en la primera, no ha sido el caso. Además, al no ser la más extensa y siendo las siguientes peores, el resultado es que el tomo no merece demasiado la pena. Tendréis que decidir si esa historia salvable y el punto original y fantástico de la segunda (a pesar de su desarrollo) son suficientes para darle una oportunidad.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Adquisiciones de Noviembre de 2016

El mes en que todo el mundo ha mostrado sus adquisiciones del Salón del Manga de Barcelona, yo me puse a pasearme por Wallapop, a ver qué encontraba de interés. De entre varios objetivos que me parecieron interesantes, al final la cosa quedó en dos tratos cerrados.

El primero de ellos tuve la suerte de que fuese con una persona de mi provincia, así me ahorré gastos de envío cuando quedamos un día en la capital que nos venía bien a las dos. Lo que le compré fue un "pack MW", con A silent voice (#1 a #5) y El jardín de las palabras. Éste último lo tenía por 6€ pero le pedí que me lo dejase en 5€ (igual que los tomos de la serie) y accedió. Ahora no sé si mejor comprar los tomos que me faltan para leerla del tirón o leer los que ya tengo y decidir.


El otro pedido bien se podría llamar "pack Ivrea" pues está compuesto en su totalidad de tomos únicos y un par de series cortas de la editorial. Tomos también a 5€ y unos gastos de envío de otros 5€ (que finalmente fueron más porque el vendedor decidió usar envío certificado para ir sobre seguro, aunque corrió él con la diferencia, así que gracias desde aquí). 


Por un lado, como popurrí de autoras, están los tomos Animal Jungle, Virgin Blood, Profe sensual, Lazos de sangre (#1 y #2 - Completa) y Beso endemoniado. Por otro lado, un "sub-pack Kayoru" con Vampiresa por sorpresa, Sastre desastre, ¡A los dieciséis! y Amor progamable (#1 y #2) - Completa. Parece que han encontrado una nueva "autora fetiche" dada la cantidad de obras que han traído. Supongo que les debe vender bien, aunque a primera vista parecen historias del montón. A ver si las leo y opino con más fundamento. Yo y mi memoria, ni recordaba que hace unos años ya pillé el primer tomo que trajeron, ¿Pero cómo pude amarte?, y ya dije que me parecía prescindible. Lo mismo (si consigo sacar tiempo) me marco un especial de la autora y me lío a hacer reseñas.


Y para acabar el mes, el pedido de turno de Círculo de Lectores con cuatro libros y un perfume-desodorante de pimienta rosa que ha sido un descubrimiento. Un olor muy original y con chispa. Para variar de la vainilla negra no está nada mal. Ahora, los libros:

- Luciérnagas, de Ana María Matute. Segundo libro (de cuatro) de una colección sobre autoras de posguerra española. Incluye una libretita-dossier con información de la obra y censura franquista por la que pasó. La verdad es que son estas cosas por las que merece la pena ser miembro del Círculo.
- Serafina y la capa negra, de Robert Beatty ¿Cómo decir que no a una portada tan preciosa y a un argumento que pinta tan bien? La verdad es que últimamente, los libros más interesantes de la revista parecen salir de la sección infantil.
- Una chica con pistola, de Amy Stewart. Me interesó que se basase en hechos reales. pero decidí adquirirlo cuando descubrí que había sido traído originalmente por Siruela y, tras la buena lectura que fue Cada noche, cada noche y El jardín de medianoche y ver que tiene cierto enfoque feminista, era una historia que tenía que caer sí o sí.
- Hamlet + Otelo + Macbeth, de William Shakespeare. No me pude resistir a incluir un libro que contiene en un sólo volumen (de menos páginas de las que creía que tendría) tres de las obras más famosas de este célebre autor del que, en realidad, no he leído nada. A ver si le pongo remedio.

Muchas lecturas que se prometen interesantes han caído este mes. Lástima que ande con tan poquísimo tiempo libre para ponerme con ellas =(