jueves, 30 de enero de 2020

Un nuevo trío de cofres

Parece que últimamente me ha dado por volver a hacer cofres y un poco de eso hay. Hacer estas manualidades, además de ser útiles para proteger las series, me permite desconectar un rato y de vez en cuando el cuerpo me lo pide.

Como curiosidad, esta vez son tres cofres hechos a partir de cajas de comida, dos de couscous y la más grande de puré de patata. Los dos primeros tenían el ancho y el fondo perfecto para dos series de Ivrea de 4 tomos y sólo faltaba ajustar el alto. Las dos series que han caído han sido Love Blog (de tres tomos más Next) y Love x Mission. En cuanto a la grande, o recortaba mucho para que entrase una serie más estándar o aprovechaba para una serie así de grande y opté por lo segundo con Time Stranger Kyoko aunque como iba muy holgada por todos lados tuve que rellenar los laterales y las bases, lo que no venía mal para reforzar el cartón tan flojito que tenía la caja de puré.



En cuanto a los papeles usados, para las dos series de Ivrea usé rollos nuevos. El de corazones para Love Blog pensé que podría ser hasta demasiado cursi pero, mira, queda muy chulo y cero complejos. En cuanto al de Love x Mission, con lo perturbadora que es la serie le va como anillo al dedo. Y para el de Time Stranger Kyoko usé unos restos que tenía guardados desde hace años y que agradezco a mi yo infantil por dedicar una carpeta a ellos.

sábado, 25 de enero de 2020

Regalos navideños

Otros años, junto a los regalos, solía comentar adquisiciones que hubiesen caído en Diciembre pero éste no va a ser el caso y, visto por dónde andamos ya de Enero, no contéis con una entrada con novedades en este primer mes del año (salvo sorpresa a última hora). Así que lo siento por vuestra vena cotilla pero sigo con la tendencia del año pasado XD.

En esta ocasión he agrupado los regalos en dos fotos, lo que llegó en Navidad y lo que llegó en Reyes. Aparte de los regalos como tal, hay dinero por parte de mis tíos, pero eso ya no lo pongo en las fotos, claro. Así pues, vamos con lo que trajo papá Nöel:


- Teclado y ratón para ordenador. El primero lo necesitaba cuando, después de intentar limpiar el que tenía antes hace varios meses, se quedó mal y había varias teclas que se atascaban, así que era un engorro. Y en cuanto al ratón, como mi madre me está "robando" temporalmente el portátil más viejo que tengo, solía faltar un ratón más.
- Mochila-bolso. Mi madre es así y sólo lo de antes le parecía poca cosa como regalo de Navidad, así que añadió la mochila. Es un amor.

Y lo que trajeron los Reyes fue...


- Nuevo móvil Samsung A70. Hasta ahora tenía un Huawei P10 que no sé muy bien cuándo cayó en sustitución del HTC One X que llegó en las navidades de 2012-2013 pero, como aquél en su momento, empezó a tener problemas con la maldita batería (apagarse aún cuando le quedaba incluso un 90%, consumirse muy rápido aunque apenas le estuviese dando uso...). Ni siquiera los cargadores portátiles hacían ya mucho por mantener la batería. Así que nada, como aún funciona bastante bien, lo mantendré en uso mientras esté en casa para todo lo que no requiera el uso de la tarjeta SIM y los contactos (leer el correo, ponerme el despertador, usar la linterna...) y de este modo le doy menos trabajo al nuevo para ver si consigo hacer que me dure más tiempo.
- Pijama. De invierno y muy suave.
- Bolso. Soy más de mochilas, así que no sé cuándo o si le daré mucho uso, pero me gusta el que me han regalado.
- Foulard con adorno. Una amiga de mi madre hace preciosidades (en la entrada de las navidades de 2012-2013 tenéis otras muestras) y de entre todos los que nos dio para seleccionar regalos para familiares, yo me quedé con éste. Tengo una colección suya y si fuese más de (saber) ponerme accesorios llevaría uno cada día. 

Pues esto es todo. Recuerdo que le comenté a Flors que, a falta de saber qué pedir por Reyes lo mismo pedía la colección completa de Mujeres del zodiaco, de Miyako Maki, pues fue una compra que se me quedó pendiente del pasado 25º Manga Barcelona. Sin embargo, el Huawei empezó a apagarse solo aún quedándole mucha batería por lo que ya era necesario el cambio o me arriesgaba a quedarme tirada en la calle justo cuando me fuese a hacer falta.

Espero que hayáis empezado con buen pie el 2020 y que vuestros regalos navideños también os hayan gustado mucho, tanto si son cosas útiles como puramente lúdicas ¡Nos leemos! =)

lunes, 20 de enero de 2020

16 shojos y joseis más

Supongo que os preguntaréis a cuento de qué la entrada y su título. Como seguramente sabréis, para el pasado 25º Manga Barcelona la editorial Norma publicó un libro de Marc Bernabé y Oriol Estrada con el título de 501 mangas que leer en español. Era evidente que la polémica acabaría saltando como efectivamente fue. Por la parte que me toca, me chocó mucho la falta de ciertas series y autoras. El caso es que de demografía femenina, alguien hizo el recuento y salían 84 obras. El índice se puede ver si le dais a "Criterios de selección". Ambos justifican que el porcentaje se ajusta a lo publicado en nuestro mercado de estos títulos pero como a mí se me hizo muy escaso, os propongo 16 obras más para que se llegue al centenar. 

Angel sanctuary, de Kaori Yuki
Recuerdo que completar esta serie requirió de rezar a todos los santos dada la precaria e inestable situación de Mangaline pero la consiguieron terminar. Un shojo que juega con la mitología cristiana de los ángeles y demonios haciéndolos a todos grises, con sus virtudes y defectos. Un amor prohibido, reencarnaciones, simbolismo y luchas. Quizás se le fue un poco de las manos en la recta final pero eso no empaña la gran obra que era. Qué lástima que las editoriales se hayan olvidado de la autora con el estilo tan único que tiene.

Ayashi no ceres, de Yuu Watase (X)
Aquí reconozco que no estoy siendo muy objetiva pues ya están en el libro dos obras más de la autora (Fushigi Yûgi y Sakura Gari) y quizás ambas sean más representativas. En esta obra se mezcla la fantasía de doncellas celestiales y reencarnaciones con la ciencia ficción de jugar con el ADN para crear una especie perfecta. Pero todo esto lo usa la autora para reflexionar sobre la condición humana, el amor y los lazos familiares. Aunque hay momentos de humor, son puntuales y es sin duda la obra más oscura y profunda de la autora, al menos hasta Sakura Gari.

Carta al futuro, de Yukari Kawachi (X)
Tenía claro que uno de los 16 títulos que iba a incluir en la lista debía ser alguno que perteneciese a la colección Un manga, un romance de Planeta. Una apuesta muy interesante y variada que ojalá recuperasen por las autoras desconocidas que permitía descubrir. Cuenta con obras que van desde mediocres hasta una joya como ésta, un tomo único de varias historias cortas con temas tan brutales como el aborto, el maltrato o la pobreza. Recuerdo que era bastante jovencita cuando lo leí por primera vez y me impactaron sus historias que, a pesar de la dureza, intentaban mostrar un poco de esperanza ante las malas pasadas que da la vida. 

Corona de flores, de Chiho Saito (X)
Aunque es una autora posterior a las pioneras del shojo, que centraban muchas de sus obras en contextos europeos, parece que hereda esa tendencia y éste sería un ejemplo muy interesante, con una protagonista que en la Italia del Renacimiento se cruza con Leonardo Da Vinci y César Borgia. Con la prolija carrera y la gran variedad de contextos que ha tocado, es una lástima que sólo sea reconocida por Utena y las editoriales se hayan olvidado de ella.

Hoy comienza nuestro amor, de Minami Kanan
Los inicios de la autora coincidieron con la tendencia de la Sho-Comi de publicar historias picantes y lo cierto es que la mayoría que realizó con este enfoque son horribles pero el cambio llegó a la revista y lo que se publicaba, que pasaron a ser historias más dulces, con sexo mejor justificado y mucho menos toxicidad. Éste es un ejemplo estupendo con una historia que, aunque con clichés y tópicos, los resuelve dándoles una vuelta y creando escenas preciosas. Porque sí, un "shojo de instituto" en el sentido más puro de lo que se entiende por tal es una serie perfectamente válida y disfrutable.

Love x Mission, de Yuri Hasebe (X)
Como justo mi última entrada es su reseña, tampoco puedo añadir mucho más. Si las editoriales hace tiempo que apenas tienen apuestas por el shojo, del josei ya ni hablamos, y hay obras tan interesantes como ésta: una serie policíaca con casos y personajes realmente perturbadores. Para quienes dicen que en estas demografías todo es lo mismo. Es el clásico ejemplo de que si fuese un seinen publicado por otra editorial habría tenido el reconocimiento que se merecía.

Mayme angel, de Yumiko Igarashi
El shojo, en parte por las obras que nos han llegado, parece que sólo sabe desarrollarse en institutos, mundos fantásticos de corte asiático o, sobre todo en los clásicos, en contextos europeos. Pues esta serie es un shojo clásico con dosis de aventura en el salvaje Oeste americano. Quizás es un motivo un poco tonto para añadirlo al listado pero como muestra de que hay otras historias a la mayoría que se animan a traer las editoriales, me parecía una obra a considerar. Entiendo que esta obra no haya caído en el libro porque ya salen Candy Candy y Georgie y ambas son más importantes que ésta, sin duda. Si queréis leer otra obra shojo en este contexto, probad con Miriam.

Midnight secretary, de Tomu Ohmi (X)
Los vampiros siempre han sido criaturas que despiertan fascinación y cada obra, sea de la rama que sea, le da su propio enfoque. Aquí tenemos un josei muy interesante desarrollado en un contexto de oficinas con unos protagonistas que tienen una magnífica química y evolución: primero compañeros de trabajo, luego surge lo de beber sangre, después se hacen amantes y... Lo mejor de todo es que, sea como sea su relación, se respetan mutuamente y valoran el trabajo que el otro hace.

¡No hace falta!, de Ai Morinaga (X)
El humor es muy sano y nada mejor que reírse de los clichés y darles la vuelta para ver lo absurdos que pueden llegar a ser. En esto era experta la difunta (DEP) Ai Morinaga que en esta serie de dos tomos me sacó varias carcajadas. Será nuestro secreto XXX me parece su mejor obra pero como Mangaline no la completó he preferido destacar ésta. Lo cierto es que no sé si podré volver a reírme con sus tomos sabiendo que ya no está.

Otomen, de Aya Kanno
Ahora que Tomodomo ha recuperado a la autora con Réquiem por el rey de la rosa y parece irles bastante bien, hasta el punto de traerla en el pasado salón, me parece indignante y estúpido que Planeta siga ignorando esta serie. Aún así, aunque esté parada/cancelada con seis tomos, es un imprescindible a incluir por lo rompedora de tópicos que es: una obra que pone en duda la masculinidad y la feminidad planteando interesantes cuestiones al respecto de los roles de género.

Promesa, de Keiko Nishi (X)
Este título es un imprescindible que me consta que saben los autores que debe estar en el libro pero que no lo pudieron añadir en su momento porque no lo tenían para poder leer, elaborar la ficha y escanear la portada. Dicho lo cual, incluso si hay quien no termina de apreciar las dos historias que lo forman, es un tomo que es historia del manga en España: no sólo fue peculiar su licencia sino que fue el segundo shojo, sólo detrás de Candy Candy en llegar, pero sí el primero en reivindicarse como "shojo manga".

Secretos del corazón, de Aoki Kotomi
El "shojo de instituto" no tiene por qué limitarse a retratar la vida adolescente con sus amores, amistades de manera ajena a otras problemáticas, como mucha gente piensa, y esta serie es un ejemplo. Un drama mayúsculo perfectamente desarrollado y que engancha inevitablemente por el sufrimiento de la pareja protagonista: dos jóvenes que quieren estar juntos pero que no saben si podrán o por cuánto tiempo por el mal estado en que se encuentra el corazón de él.

Shibuya Love Hotel, de Mari Okazaki
Aunque nos llegaron dos tomos, lo cierto es que quedaron por publicar otros dos que, al menos, como están formados por historias cortas no da la sensación de que quede abierta, pero manda narices el cachondeo de las editoriales. Lo especial de la obra es el contexto donde se ubica: el distrito de los famosos love hotels de Shibuya. Ahí desarrolla la autora las historias con una calidad narrativa, gráfica y una sensibilidad sobresalientes. Una obra elegante y madura que es un imprescindible.

UFO Baby, de Mika Kawamura (X)
Entre tanto shojo y josei de corte maduro o, al menos, adolescente, me parecía oportuno mencionar uno de corte más infantil, una de esas series que podría atraer a lectoras jóvenes a la afición para ir renovando el público. Esta obra encima contó con el plus de haber tenido su anime íntegramente emitido en televisión en abierto, Telecinco para ser más precisa ¡y eran 78 capítulos! Sí, hubo una época en que salía shojo en televisión, en el canal que ahora es prácticamente telebasura a todas horas. Una serie muy divertida, sencilla y tierna con la que tener una sonrisa en la cara.

Uwasa no Midori-kun!, de Go Ikeyamada
El shojo picante está muy denostado porque parece que hay gente que tiene en mente que el shojo sólo puede ser puro, le chirría que las chicas también sintamos interés en el sexo y queramos verlo en algunas series, de ahí que se hablase con mofa y desprecio de los "porno-shojo de Ivrea" sin llegar a discriminar y evaluar cada serie por si misma. Destaco ésta porque tiene elementos interesantes y porque enganchaba cosa mala con esa mezcla de venganza como motivación de la protagonista, fútbol como elemento diferenciador y chica que se hace pasar por chico aunque le ponga poco esfuerzo a lo de ocultarlo. Además, la autora es única para crear escenas divertidas, monísimas y sensuales. Y la resolución del triángulo amoroso te mantiene en vilo hasta el mismo final. Una lástima que la editorial se haya olvidado de ella (y van...).

Virgin crisis, de Mayu Shinjo (X)
Como de ésta también tengo reseña no me explayaré. Es una obra que debería estar en el listado por lo que significó de apertura de shojo, que pasó de historias infantiles (aunque tuviesen sus elementos de cierta dureza) a historias para adolescentes en que el sexo forma parte de las relaciones. Fue un boom que permitió ampliar notablemente el rango y tipo de obras que llegaban de la demografía así que, por más denostada que esté, su valor es indiscutible en este sentido.

Y hasta aquí mi lista de recomendaciones adicionales. Se siguen quedando muchas en el tintero pero es inevitable siempre que se hacen listas, por eso las odio tanto. 

miércoles, 15 de enero de 2020

Love x Mission, de Yuri Hasebe

Otro de los pocos pero interesantes joseis de la Petit Comic (Private Prince, Midnight Secretary, Eso pasa por enamorarte) que la editorial Ivrea nos trajo fue esta serie de cuatro tomos que se salía de todo lo visto hasta el momento en la demografía por aquí. O al menos, a mí no se me ocurre nada con lo que hacerle paralelismos que se aproximen.

El nombre de la autora os puede sonar y para mal porque también trajeron en sus inicios, por el 2005, la serie Los caprichos de mi amo. Lo cierto es que sólo he visto unas pocas páginas pero suficientes para decidir no hacerme nunca con semejante título y, además, no me he cruzado nunca con nadie que hablase bien de ella. Por otro lado, este josei es otra cosa y espero que no os lo empañe la imagen mental de ese shojo tan malo a poco que os interese lo que os voy a contar.

Por cierto, he curioseado en su ficha de Baka-updates y resulta que desde 2010 no ha sacado nada. Después de esta serie sólo hay registrados tres tomos únicos y ya desapareció, otro caso que se suma a Rie Kanenari o Mihona Fuji (aunque ésta ha reaparecido por Twitter hace poco).

Argumento

Yoshiki Gotoh, recién salido con excelentes notas de la Universidad de la Policía, ahora es un nuevo detective que busca progresar en su carrera sin sobresaltos y lo más rápido posible. Para ello no tiene remordimientos en aprovechar la influencia de su padre, Jefe de la Policía Metropolitana. Además es alto y considerablemente atractivo por lo que tampoco le resulta difícil ligar con sus compañeras. No obstante, sigue siendo un novato, así que al llegar a la comisaría donde va a empezar a trabajar su nuevo jefe le asigna un superior, alguien que podría echar por tierra sus intenciones de ascenso fulgurante.

Shinobu Kujoh es la detective más problemática de la comisaría al ser denunciada a menudo por mala praxis, pero por otro lado es la que más casos resuelve así que al final los jefes y demás compañeros la dejan un poco a su aire. Una mujer de lengua afilada, fuerte, fumadora empedernida y con un carácter terrible que encima recibe más atención de las chicas de la comisaría que él. Pero Yoshiki no puede negar que tiene un físico espectacular del que se prenda en seguida, especialmente de sus largas piernas, convirtiéndose en la última conquista de esta explosiva mujer.

Pero al joven detective no le gusta tomarse las cosas muy en serio y Shinobu guarda profundas heridas: secuestrada y violada durante una semana cuando era una niña, ahora tiene sexo desinhibido para ayudarla a olvidar. Pero además ha desarrollado lo que se podría decir que es un instinto para "sincronizarse" con las mentes de los criminales, lo que le permite descubrirlos antes que el resto de sus compañeros. Esa habilidad hará que caiga en manos de la pareja los casos más retorcidos y Yoshiki no sólo tendrá que colaborar para resolverlos sino también evitar que Shinobu se hunda en la oscuridad que guarda en su interior.

Reseña

Recuerdo que cuando salió la serie el boca a boca entre las shojeras de PSS hizo que muchas que no pensaban hacerse con la serie se interesaran por ella. En mi caso sólo me salían alabanzas y recuerdo que quedé muy satisfecha con su lectura cuando la terminé. Me daba un poco de miedo que al releerla ahora la percepción hubiese cambiado pero lo cierto es que creo que me ha gustado igual o incluso puede que un poco más que entonces.

Supongo que la clave para que te interese y te guste esta serie es partir de ser alguien que sigue con cierta asiduidad las series de policías y detectives como me sucede a mí. Sin duda con la que más paralelismos se puede hacer es con Mentes criminales por las tramas de los casos que están a un nivel bastante parejo a lo perturbadores que son algunos de la serie americana. Quizás las resoluciones estén cogidas un poco con pinzas porque el espacio en páginas es limitado y se da más prioridad a tratar a los protagonistas que a resolver el caso como tal. Aun así son casos interesantes, perturbadores y con diferentes enfoques turbios. Por ejemplo, en el primer capítulo el psicópata destroza el cadáver de una mujer e incrusta perlas en las heridas. Mucho me temo que si en vez de ser un josei hubiese sido un seinen que hubiese publicado Norma o Planeta, la recepción y la publicidad que habría recibido habría sido otra.

Uno de los puntos más positivos es que va al grano. Lo habitual en la series de este tipo es que el pasado triste, en este caso de la protagonista, se retrase y sólo con unas escasas pistas se acabe armando el puzle de su drama, desvelado con todo detalle más adelante. Supongo que en esto influye que, según por los freetalks, la idea es que iba a ser un tomo único. Aún así sorprende que en la primera página en la que se ve a Shinobu en mitad de una pesadilla se leen unas líneas que no hay que ser demasiado listo para saber que hablan de que la violaron de niña.

Sin duda, lo más interesante de la obra es precisamente Shinobu. Aunque se hace mucho hincapié en que está trastornada, lo que es lógico por lo que le pasó y lo que vino a continuación con su familia que ya se descubre más hacia el final, no deja de ser una mujer que se repuso y aprovechó la conexión mental con los psicópatas y degenerados que se estableció entonces para atraparlos como policía. Además, es interesante ver a una mujer tan especial desenvolverse sin problemas en un mundo tan masculinizado como la policía, más aún, en un país tan machista como Japón. Me gustó mucho el capítulo que explica la devoción de las chicas de la comisaría por ella como un referente al que les gustaría aspirar.

La relación con Yoshiki es bastante compleja también. Son adultos y Shinobu no quiere nada serio, de hecho preferiría que él tuviese una novia formal y más normal que ella y limitarse a ser amantes. Sin embargo, él se enamora del todo y aunque en la superficie no lo parezca, se la va ganando poco a poco. Por cierto, me parece oportuno mencionar la aparición de un personaje que resulta ser abiertamente bisexual, algo no muy fácil de encontrar en el manga. Habría estado bien que tuviese más espacio pero ya su sola existencia es algo a valorar.

El desenlace quizás no gustará a todo el mundo pero a mí me deja muy satisfecha. Spoiler: Shinobu se niega a casarse durante toda la serie y aunque al final parece que se queda definitivamente con Yoshiki, lo de la boda es algo que queda en el aire y que no tiene por qué darse Fin de spoiler. Es decir, no es el clásico final feliz que se espera en una serie de corte josei y va mucho más acorde a la personalidad de la protagonista.

En el último tomo hay una historia extra también josei titulada Moe, el doctor y el profesor. En este caso Moeko es una enfermera que está en una relación que no llega a ningún lado con un doctor casado a la que un profesor de secundaria que está ingresado le reprocha lo que hacen al pillarlos. Poco memorable, lo cierto es que no aporta gran cosa con un desarrollo previsible y personajes con poca chispa. Se olvida en cuanto pasan un par de días de su lectura.

Si tengo que ponerle un pero a la serie es sin duda el dibujo. La autora tiene grandes problemas al dibujar perspectivas y anatomía. Cada plano o pose que se sale un poco de lo básico tiene cosas raras. Incluso diría que en vez de mejorar, empeora con el paso de los tomos. Tampoco llega a ser ninguna abominación pero es una pena porque te saca de la lectura al ver ciertas cosas.

Poco más puedo añadir ya que tampoco es una serie muy larga. Para la escasa variedad de joseis que tenemos en nuestro mercado publicados éste es una buena opción por salirse de lo que habitualmente se espera en las demografías para chicas, mujeres en este caso. Una protagonista rompedora de todos los esquemas, casos un tanto escabrosos y un buen desarrollo de la pareja ¿Qué más se puede pedir?

viernes, 10 de enero de 2020

Kingdom Hearts

En Mayo del año pasado entró en casa como regalo de cumpleaños el Kingdom Hearts III. Después de tantos años esperando su salida, lo normal era haberme puesto con él en cuanto hubiese tenido oportunidad pero lo cierto es que con lo compleja que se había vuelto la trama y que hacía mucho que no jugaba a ninguno, recordaba más bien poco y me daba algo de miedo no disfrutarlo por haber olvidado mucho de lo que pasaba en los anteriores juegos, sobre todo del segundo, que, si mal no recuerdo, sólo llegué a pasármelo una vez. 

Por resumir un poco mi historia con la saga, sé que me pasé varias veces el primero, que hoy reseño, en la PS2. Luego creo que me pasé el Chain of memories en la DS (su consola original era la Advance pero no la llegué a tener) una vez y luego el Kingdom Hearts II una única vez en la PS2. Más adelante me pasé el 358/2 Days y el Birth by sleep no lo llegué a tocar y lo tengo pendiente (*shame on me*). Aparte, ya con los Remix de la PS3, en 2014 (lo sé gracias a los trofeos logrados y sus fechas) me volví a pasar la historia del primero y del Chain of memories. Es decir, que hace como cinco años que no tocaba un juego de la saga. Así pues volví a coger el Remix del primero, me lo pasé en los dos modos de dificultad que me faltaban, logré el resto de trofeos y conseguí el Platino. Con todo eso hecho, toca al fin que le haga reseña al inicio de esta saga.

Argumento

Sora, Riku y Kairi son un trío de amigos que juegan juntos en las Islas del Destino. Allí están en plena fabricación de una balsa con la que poder salir a navegar y llegar a descubrir otros mundos, algo que está en la mente de todos, especialmente de Riku, desde que Kairi llegó a su pueblo años atrás. 

La noche previa a la partida se desata una tormenta terrible sobre las islas. Sora llega allí preocupado por asegurar la balsa y se la encuentra infestada de unas criaturas oscuras que más tarde descubrirá que se llaman "sincorazón". Esquivando a estos seres, Sora encuentra a Riku quien, más que temer lo que está sucediendo, parece feliz de tener la oportunidad al fin de descubrir otros mundos y no le da miedo que para ello la oscuridad se lo trague. Justo cuando la oscuridad también está a punto de llevarse a Sora, una luz surge y en sus manos aparece una espada con forma de llave con la que puede luchar contra los sincorazón. Finalmente, Sora encuentra a Kairi pero ésta se desvanece en cuanto está a punto de abrazarla. A pesar de sus esfuerzos, la oscuridad acaba arrastrando a Sora lejos de su isla.

En otro rincón del universo, en un enorme castillo, el rey Mickey ha desaparecido dejando una carta con instrucciones a su fiel mago Donald y su no-muy-valiente soldado de la guardia Goofy. Los mundos están desapareciendo y ambos deberán encontrar al elegido de la "Llave espada" pues tiene la clave para detener esa destrucción.

Sora se encontrará con Donald y Goofy en un mundo llamado "Ciudad de Paso" y accederá a ir con ellos para así poder buscar por los distintos mundos a Riku y Kairi.

Historia

La trama de este primer juego de la saga se puede considerar un tanto simple, sobre todo si tenemos en cuenta cómo se complejiza todo a partir del siguiente juego con la entrada en escena de la Organización XIII, quizás demasiado, perdiendo la esencia de esta aventura tan divertida y amena. Recuerdo que antes de su lanzamiento, que entonces compraba alguna revista de videojuegos, aluciné en colores al ver que iba a salir un juego que mezclaría a Disney con los Final Fantasy. La locura maravillosa que podía salir de ahí era de lo más apetecible y tenía todos los elementos para que me encantase, como así fue. 


Quizás sea porque todo el interés estaba en conjugar los dos universos pero la trama como tal quedó un tanto sencilla, con elementos muy clichés que formaban su base: el triángulo amoroso entre los tres amigos, el bien contra el mal sin muchos matices o la ambigüedad en el mejor amigo en lo que al bando que elegir se refiere. Aún con todo, el juego tiene un par de giros de guión muy interesantes que aún recuerdo lo que me emocionaron cuando jugué por primera vez. Además, es muy entretenido y tiene momentos muy divertidos como no podría ser menos teniendo de compañeros a Donald y Goofy.

Esta misma sencillez de la trama se refleja en Sora, un protagonista que peca de ser bastante plano. Es bueno, tiene muy claro que está del lado de la luz y sus amigos son lo más importante. Aparte tiene sus momentos de celos y berrinches para recordarnos un poco que es apenas un niño pero, por lo demás, carece de un gran trasfondo.

Por parte del universo de los Final Fantasy no hay tantas aportaciones como cabría esperar en un primer momento y, de hecho, conocemos a la mayoría de los personajes que vienen de esa saga al principio del juego, tanto en Islas del Destino como en Ciudad de Paso. Lo más interesante es que los que salen en Ciudad de Paso son personajes recurrentes que nos ayudarán a resolver dudas y con los que podremos luchar luego en el Coliseo del Olimpo, el mundo de Hércules, que es básicamente una arena de batalla. Para los fans de la saga también resultará curioso ver referencias en los nombres de objetos (pociones, éteres, mitrilo...), armas (Arma Artema, Viva la reina...) y accesorios (Cinta, Cinto de Shiva, Collar coraza...). Tal vez para lo que se esperaba que iba a ser la aportación, sepa a poco.


Realmente creo que en la sencillez está el encanto del juego. El ir por los mundos de las diferentes películas de Disney ayudando a sus protagonistas (que en algunos mundos son nuestros aliados de batalla en lugar de Donald o Goofy) mientras vamos resolviendo dudas y haciéndonos nuevas preguntas es un esquema muy claro que funciona de maravilla. 

No podemos negar que hay varios Deus ex machina sacados de la manga y que hay otros tantos elementos que no terminan de estar claros pero nada comparado con lo que vendrá en los siguientes juegos.

Jugabilidad

Movimientos
En el juego manejamos a Sora mientras que Donald y Goofy nos siguen. En un principio podemos correr, trepar y dar un salto básico pero según avanzamos conseguimos las habilidades de dar volteretas, saltar más alto e incluso planear (a veces es divertido ver cómo se quedan atascados o se caen nuestros compañeros por no seguirnos bien el ritmo). Esto obliga a que tengamos que revisitar los mundos varias veces si queremos llegar a todos los cofres y secretos inaccesibles en un primer momento. El control en ocasiones deja bastante que desear y la cámara se gira para donde le da la gana en mitad de la pelea con lo que llega a ser un poco exasperante... por no hablar del nivel de La Sirenita en la que tenemos que nadar bajo el agua para complicarlo todo un poco más.

Batallas
A estas alturas, quien pille el juego proveniente del mundo de los Final Fantasy tendrá algo no muy distinto a lo que ha habido en los últimos de esta saga. Sin embargo, recuerdo que para quienes veníamos de los juegos tradicionales por entonces, el que no hubiese combate por turnos y que, por tanto, sólo pudiéramos manejar a Sora, nos resultó un gran shock. Con este sistema perdemos la oportunidad de hacer que Donald, Goofy o aliados puntuales de sus mundos, comos Aladdin o Ariel, hicieran lo que nosotros queremos. Esto hace el juego más dinámico y "realista" ya que, además, combatimos en la zona en que estamos y no nos trasladamos a un escenario de pelea propiamente dicho como era lo habitual.


Una pega muy clara del sistema de batallas es que es básicamente un machabotón. Ni siquiera lo digo en plural. Prácticamente todo el rato es darle a la X para hacer combos con la espada. Aparte de eso, las magias son prácticamente inútiles a la hora de luchar y realmente su mejor uso se da cuando necesitamos alguna para activar algo en el escenario (como encender el fuego de una chimenea o darle electricidad a unos cables). Salvo un par de jefes opcionales que te obligan a usarlas, apenas son necesarias. Por supuesto, la excepción es la magia Cura y ya, cuestión de gustos, la magia Aero que genera un escudo temporal que con su versión máxima de Aero++ también daña al enemigo un poco. Esto, claro, es en mi caso que prefiero pelear a lo cafre, pero supongo que habrá quien las use más y mejor.

Igual que las magias, casi lo mismo me sucede con las invocaciones. Con lo genial que sería que actuasen por su cuenta como Donald y Goofy, aquí sí que tenemos que manejarlas y, la verdad, nunca les he visto el punto. Pero tal como pasa con las magias, hay un par de invocaciones útiles, aunque yo me limito a usar a Campanilla que te va curando progresivamente sin tener que hacer nada y, en caso de morir, te permite sobrevivir una vez.

En cuanto a los rivales, la mayoría no dan grandes problemas pero hay que andarse con ojo de la vitalidad, sobre todo al principio que no tenemos el hechizo cura. Diría que al principio del juego es cuando más se nota los modos de dificultad que se eligen al empezar pero si en el modo difícil vamos subiendo regularmente de nivel, no hay muchas peleas que se atraganten. También es cierto que esto lo digo siendo un juego que me he pasado varias veces así que mi percepción de la dificultad puede estar un poco tocada.

Desarrollo
La evolución de nuestros personajes se basa en los clásicos niveles. Eliminas sincorazón y obtienes experiencia para subir niveles en los que se van obteniendo puntos de vitalidad, fuerza, defensa, habilidades y ranuras para accesorios y para objetos que usar en las batallas. Aparte, durante el juego podemos encontrar objetos que suben un punto la fuerza, la defensa y los puntos de habilidad necesarios para activar las habilidades. Y si queremos mejorar aún más a Sora, podemos fabricarlos en la orfebrería de los moguris de Ciudad del Paso, aunque requieren varios objetos difíciles de conseguir. Aunque básico, me parece que éste es de los mejores sistemas de desarrollo que podemos tener para un juego de este estilo.

Naves gumi
Para movernos entre los distintos mundos en el espacio controlamos una nave hecha de "bloques gumi". De un mundo a otro no sólo tenemos que esquivar asteroides y objetos un tanto psicodélicos sino que hay naves de sincorazón (ya, yo tampoco le veo a esto mucho sentido... ¿seres sin inteligencia como tal construyendo y pilotando naves? WTF?) y también objetos que nos permiten recuperar energía para facilitar el trayecto. Según avanza el juego podemos modificar nuestra nave o hacer una a nuestro gusto. 


Aquí es donde se encuentra una de las mayores diferencias entre el juego original y su Remix HD. En el original esta parte era un puro trámite y no costaba mucho llegar al mundo final sin ni siquiera toquetear un poco la nave básica. Para el Remix se han inventado unas misiones (tres niveles de dificultad por cada mundo), algunas realmente jodidas que, por supuesto, completarlas todas lleva aparejado conseguir trofeos necesarios para el Platino. Es decir, que si nos limitamos a hacer los trayectos imprescindibles esto es casi igual que en la PS2 pero a la que queramos los trofeos le tendremos que dedicar varias horas extras y unos pocos mosqueos por tener que repetir varias veces algunos trayectos hasta cumplir algunas misiones realmente difíciles. Sinceramente, la idea me parece buena pero se ha pasado de un mero trámite a una complicación excesiva que, una vez logrados los trofeos, no te dan ganas de repetir ni aunque te paguen. Ni tanto ni tan calvo.

Otros
Aparte de toda la aventura en sí, tenemos un montón de minijuegos y retos varios que lograr. Por ejemplo, tenemos que encontrar los 99 cachorros de los 101 dálmatas que están encerrados (pobrecitos) de 3 en 3 en cofres por los diversos mundos. También encontrar todas las "marcas trío", que son marcas en el suelo  con las que Sora, Donald y Goofy, tras una pequeña acción conjunta, abren un nuevo camino o alcanzan un cofre u objetos. Y por supuesto, tenemos para pasar horas en el Coliseo del Olimpo consiguiendo trofeos ganando batallas tanto con el trío junto como Sora solo como en batalla cronometrada. O también tenemos los minijuegos del mundo de Winnie the Pooh, o el descenso por los troncos resbaladizos de la selva de Tarzán... El rato de juego y diversión está más que garantizado y, aunque varias tareas opcionales pueden ser un tanto exasperantes, es de las mayores virtudes del juego.

Duración

Pensando en la edición Remix, con la idea de conseguir todos sus trofeos, este juego da para muchísimas horas. Entre otras cosas, porque hay tres modos de dificultad (principiante, normal y difícil) y cada uno tiene su propio trofeo siendo obligatorio jugarlos a todos, es decir, que consiguiendo el difícil no saltan los de menor complicación. Esto garantiza un mínimo de tres partidas con sus respectivas horas de entretenimiento.

Como dato que quizás le sirva a alguien, el trofeo "A toda prisa" que requiere pasarse el juego en menos de 15 horas se puede conseguir más fácilmente en la partida en la que se vaya a por todos los trofeos opcionales y complicados (como los de las naves gumi, conseguir todas las armas de los tres personajes o completar el diario de Pepito Grillo) y quizás perdiendo un poco el tiempo consiguiendo objetos Fuerza+1 y Defensa+1 en la orfebrería de los moguris. Al llegar a las 100 horas de juego el contador se resetea y empieza de cero. Lo he comprobado, salta el trofeo y te ahorras pasarte el juego a toda pastilla con la duda de si al final, al poder pelear poco, tendrás nivel suficiente para los últimos jefes o no llegarás a tiempo.

Gráficos

Sabiendo que era un juego que mezclaba los mundos y personajes de Disney, cada uno en su estilo, con personajes de Final Fantasy, el apartado gráfico podría ser un punto débil por no haberlos sabido integrar bien. Sin embargo, el resultado me parece magnífico y no desentonan demasiado los Cloud o Squall (perdón, León) junto a los Aladdin o Alicia. Incluso el mundo de estética más peculiar, el de Pesadilla antes de Navidad, está la mar de bien integrado, aunque habría agradecido un pelín más de iluminación en algunas zonas. 

Aparte de eso se puede decir que algunas texturas y escenarios pueden pecar de ser un tanto simples o poco trabajados pero para ser un juego que proviene de la PS2, el nivel es más que bueno.

Perspectiva feminista

No se puede negar que en este punto el juego flaquea mucho. Los protagonistas activos son todos masculinos mientras que el rol de los personajes femeninos es mayormente pasivo. 

En lo que a la trama se refiere, del trío de amigos, son Sora y Riku los que hacen cosas. Sora, obviamente, es el protagonista, y Riku es su amigo/enemigo con su propia trama, motivaciones y evolución. Como personaje, sin duda Riku es mucho más interesante incluso que el propio Sora. Pero en cuanto a Kairi, casi todo el juego está desaparecida. Cuando la encontramos, la tenemos que salvar y después su papel es pasivo a la espera de que Sora arregle todo. Algo similar es lo que ocurre en el mundo del castillo de Disney: Mickey, el rey, desaparece para hacer cosas importantes, Donald y Goofy tienen la misión que les encarga el rey, pero Minnie y Daisy se quedan a la espera de que los hombres hagan el trabajo duro y vuelvan a casa sanos y salvos. Hay que reconocer que el planteamiento no puede ser más rancio por aquí.

Y en cuanto a lo que batallas se refiere, de los seis mundos en que tenemos aliados que pueden sustituir a Donald o Goofy, sólo en el mundo de La Sirenita, Ariel puede ser nuestra compañera. Y ya en el Coliseo del Olimpo, que podemos pelear contra algunos de los personajes de Final Fantasy, sólo Yuffie es la única a la que nos podemos enfrentar siendo, en comparación al resto (Cloud, Squall y Sephirot), la más débil. Aeris, que también sale en el juego, ni siquiera participa y aunque en el FFVII su fuerza era baja, si la hubiesen hecho una rival especializada en magia, podría haber dado problemas. Como villanas del juego a las que enfrentarnos, la cifra sube a la estratosférica cantidad de dos enemigas: Úrsula y Maléfica.


No es sólo que en cantidad de personajes femeninos la cosa esté muy mal, es que también en los papeles que ocupan la cosa es muy triste, salvo unas honrosas excepciones que, al final, sólo confirman la regla.

Conclusión

Un juego maravilloso que da para muchas horas de diversión y retos que superar, sobre todo si se quiere conseguir el Platino de su versión Remix. Es entretenido, su trama aunque peca de ser simple a priori, sabe dar varias sorpresas interesantes y los personajes caen, en líneas generales, bien. La pega que tiene es que no ha envejecido bien en lo que al enfoque de género se refiere y eso que es un juego de 2002. En comparación, el apartado gráfico que podría haber quedado más desfasado sigue luciendo muy bien. Me sigue encantando como la primera vez que lo jugué y seguro que en un futuro me lo volveré a pasar pero a estas alturas veo cosas que ya no puedo obviar sin hacerlas notar.