lunes, 30 de noviembre de 2020

I·O·N, de Arina Tanemura

Como llevo comentando en mis últimas reseñas, sigo con la relectura de aquellos primeros tomos shôjo que Planeta nos trajo. Carecían de sobrecubiertas y la edición no era nada del otro mundo pero yo sigo reivindicando que eran ediciones más que aceptables. Eso sí, si Caramel diary y Random Walk estaban a 5,95€, se nota que este tomo salió algo después porque costaba 6,95€ y, la verdad, a este precio ya sí que tocaba que saliera con unas sobrecubiertas (por el mismo precio, ese año, salió El juguete de los niños que sí las incluye).

Argumento

Ion Tsubaragi tiene un pequeño hechizo personal: piensa en algo que quiere que se cumpla, deletrea su nombre mentalmente y se hace realidad. Por ejemplo, esto le sirve cuando quiere huir del pesado del Presidente del Consejo de Estudiantes, Kouki Shiraishi, que está loco por ella. Por muy guapo que sea, la chica tiene claro que se enamorará de alguien que persiga sus sueños.

Un día, mientras escapaba de su admirador, es ocultada por Mikado Horai, Presidente del Club de Investigación de Poderes Psíquicos que tampoco parece tener una buena relación con aquél. A Ion le sorprende la pasión que siente el chico por este tema y la sonrisa que pone al hablar de ello, algo que hace que su corazón se acelere. Sin embargo, cuando la chica entra en contacto con un extraño cristal, un experimento de Mikado, algo sucede en ella y descubre que puede volar y hacer cosas increíbles muy alejadas de los pequeños hechizos que realizaba y que se podía decir que eran sólo producto de la buena suerte. Esto despierta el interés del chico en ella pero sólo como sujeto de investigación ¿Podrá Mikado ver en ella algo más?

Reseña

Debo confesar que, de las relecturas que llevo hasta el momento de esta tanda, ésta es la obra que menos me ha convencido. Tenía un recuerdo muy vago pero bastante bueno del tomo y ahora, aunque no lo voy a calificar de malo, la cosa ha bajado algo al verlo con una mirada más adulta.

Para empezar, hay que hacer constar que se trata de la primera serie "larga" de la autora después de las historias cortas recopiladas en ¡Qué difícil es ser una chica! (curiosamente, en Japón, I·O·N salió antes que el recopilatorio a pesar de ser posterior). Lo pongo entre comillas pero sólo son seis capítulos los que forman este tomo único. Esto debe explicar los agujeros de guión y los elementos dudosos de la trama, aunque no los justifica. Por poner un ejemplo, cuando sabemos de dónde sacó la información Mikado para hacer el cristal especial ¿cómo llegó a él? No se explica y no tiene más trascendencia a pesar de lo relevante que podría haber sido. Tenía muchas posibilidades para profundizar en la trama de los cristales, su origen y su creación así como en la de personas con poderes. El manga se centra más en la trama romántica y deja sin profundización, ni desarrollo, ni explicación la temática más fantástica.

Al margen de esos agujeros, lo cierto es que las dinámicas románticas de esta serie me han hecho torcer un poco el gesto. Lo de Kouki, aunque planteado desde un punto de vista cómico, es puro acoso de un chico que no acepta una negativa e insiste incluso persiguiendo a Ion por todo el instituto. También decir que el romance de Ion se basa en un flechazo muy flojo que, para colmo, con todo eso de que Mikado sólo la vea como un "experimento con patas", me mosquea que ella misma no se cabree por no reconocerla como una persona. Realmente todo el tomo se basa en que Mikado se dé cuenta de que es una chica, no un sujeto de estudio y es un tanto... exasperante.

Aún como obra todavía primeriza, ya tenemos gotitas de lo que en series posteriores desarrollaría mejor: el romance con dosis de drama, los elementos fantásticos, el humor tan especial que tiene y, sobre todo, el dibujo tan característico. En esta obra todo está bastante verde y le falta pulirse pero para fans resulta un imprescindible.


Por otro lado, la obra también desaprovecha bastante a los secundarios. Las amigas de Ion, Kyo y Manami (quien, no sé por qué, la autora siempre la dibuja como llorando) que parecían tener su rol al principio, son cada vez más ignoradas. Lo mismo pasa con Kouki, que como vértice del triángulo amoroso tenía un potencial totalmente desperdiciado (ignorando el enfoque tan dudoso que ya he comentado antes). En cambio, una rival que aparece en el tercer capítulo sí que tiene una interesante evolución, aunque algo precipitada. Como curiosidad decir que esta chica, Ai Minase, toma el nombre y su diseño está inspirado en una amiga de Arina Tanemura, también mangaka, de quien tenemos aquí un par de series: Mi profe y yo y Namida Usagi (ambas publicadas por Ivrea).

Como decía, es un tomo único para fans de la autora para conocer su primera serie. Tiene cosas que a estas alturas ya no me convencen pero lo cierto es que me sigue pareciendo una historia mona y entretenida, con potencial para haberla extendido más, aunque funciona bien como tomo único.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Random Walk, de Wataru Yoshizumi

Como dije en mi última reseña, la de Caramel diary, iba a aprovechar que había tenido que bajar una serie de tomos desde estanterías altas para hacer relectura. Son obras antiguas, de lo primero que sacó Planeta en formato tomo, al menos en shôjo. Sin sobrecubiertas y a un precio que ya querríamos volver a tener: 5,95€. De los que tengo, me he decantado por esta serie de Wataru Yoshizumi por dos motivos: 1) Quería releer algo de ella después del nefasto gusto que me dejaron Marmalade Boy Little pero, especialmente, la horrible Chitose etc. 2) Precisamente, Caramel diary y la otra serie de Megumi Mizusawa, Mis recuerdos del instituto, ocuparon el hueco que dejaba la autora en los lanzamientos de la editorial mientras en Japón la autora terminaba esta serie, así que por seguir el orden cronológico, pegaba hablar de ella ahora.

Argumento

Yuka Kunimoto es hija de un padre novelista bastante liberal en cuestiones amorosas. Éste se ha casado tres veces y, actualmente, su mujer es Yoko, que trabaja en la editorial donde publica y, de hecho, es su editora. Desde pequeña, entre las enseñanzas que este hombre le ha dado está aquella en que la insta a que se convierta en una mujer de diez y que para ello viva todas las experiencias románticas que pueda, aunque acaben en rechazo y corazón roto porque aún así madurará y encontrará su propio camino. 

En su clase está con su amiga de la secundaria baja, Touko Negishi, que es aún más abierta que ella y es capaz de salir con un par de chicos al mismo tiempo, incluso universitarios. Por otro lado, también es amiga de Katsura Ishimura, completamente inexperta en relaciones amorosas ya que no ha salido con nadie.

Con tantas voces que le dicen una cosa y la contraria, Yuka irá experimentando el amor intentando encontrar lo que realmente busca: el chico con el que pueda ser feliz para siempre.

Reseña

Ahora quizás no tanto, pero en las primeras obras de la autora, Wataru Yoshizumi destacaba por sus inicios originales. Salvo por el hecho de tener un padre tan abierto, más que dispuesto y a favor de que su hija adolescente experimente cuantas más relaciones amorosas, mejor, se puede decir que estamos ante la historia más natural y realista de la autora. Lo cual no quita que haya personajes y situaciones clichés y un tanto enrevesados que le quitan esa naturalidad.

El manga se basa en los líos amorosos de un grupo de adolescentes, sobre todo los de Yuka pero sin olvidar a sus amigas. No se puede decir que sea un manga coral pero es cierto que cada personaje da una visión de las relaciones y el amor, desde las más abiertas y liberales como serían el padre de Yuka y Touko a la visión más tradicional de Katsura, que habría sido la típica protagonista de un shôjo manga habitual. Yuka quedaría un poco en un punto medio de ambas: no tiene el miedo de Katsura a arriesgarse pero no es tan liberal como Touko. No sé si era la idea, pero no es difícil que una lectora se pueda sentir más o menos identificada con alguna de ellas y/o sus ideas.


Me gusta el personaje de Yuka en el sentido de que, aunque es una enamoradiza que sólo quiere encontrar su príncipe azul, no tiene miedo de arriesgarse y lanzarse si siente algo por un chico. Tomará decisiones muy cuestionables y muy idiotas porque pondrá su corazón por delante de sus principios racionales pero, bueno, es una adolescente muy influenciada por lo que a mí me parece un padre irresponsable, así que es inevitable que cometa errores.

Lo cierto es que desde una perspectiva adolescente, este manga parece una frivolidad continua. Sin embargo, creo que es ahora, ya con cierta madurez, cuando se puede valorar mejor. No es el clásico manga en que se sepa cómo va a acabar todo, al contrario, recuerdo que sorprendía en cada giro de guión porque, precisamente, era muy natural lo que sucedía. Hay historias que acaban bien, otras regular y otras fatal. Como la vida misma.

Quizás influyó mucho en la autora el pensar que ésta iba a ser la primera obra que iba a dibujar con la entrada en el S. XXI. Creo que quiso mostrar una realidad más abierta y menos puritana de la que habían tenido las chicas con anterioridad. Ya no eran sólo los chicos los que se podían permitir experimentar en el amor con varias relaciones antes de llegar a "la definitiva". Las chicas también podían hacer eso ya, sin culpa ni prejuicios. No es superficial, es realista con el sino de los tiempos. Se empieza a salir muy enamorado pero surgen problemas y no siempre se pueden resolver. Es mejor romper y seguir cada cual su camino que obcecarse en una historia que no lleva a ningún sitio. No hay personas perfectas, tienen defectos y formas de ser más o menos compatibles. Existe el perdón y los celos. Las peleas y la reconciliación. El amor y el desengaño. Sin melodramas, sin un "villano". Pura realidad.

Por otro lado, debo mencionar que los chicos salen realmente MUY mal parados en esta serie salvo algunas excepciones. Está el primer ex de Yuka, que la dejó antes de que empezase la trama de la serie porque se acostó con su profesora de clases particulares, luego hay otro que tampoco es sincero con sus sentimientos, otro que es un cerdo infiel con todas las letras que es despreciable sin más y otro que es un cobarde que, por no quedar como "el malo", hace daño a quien debería proteger. Por contrarrestar con ellos está Hiro, un amigo de la secundaria baja de Yuka y Touko que es muy majo y que habría estado bien conocer un poco más o Touwa, "ex-hermano mayor" de Yuka (hijo de la mujer del segundo matrimonio de su padre) que es bastante sensato. En cuanto a chicas, lo cierto es que Touko es, la mayor parte del tiempo y al margen de su visión de las relaciones, bastante desagradable (la parte en que se presenta la novia de Hiro resulta terrible).

A pesar de que ya tiene sus años, veinte para ser exactos, ahí es nada, me sigue pareciendo uno de los shôjos más rompedores en su enfoque. Detrás de una premisa sencilla, hay un interesante análisis de las relaciones románticas además de un desarrollo de la trama que se sale de lo habitual. Eso sí, ya aviso que os cabrearéis con según qué personajes, decisiones y actitudes.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Caramel diary, de Megumi Mizusawa

Llevaba un tiempo con unas ganas tremendas de releer este tomo único así que, aprovechando que tuve que bajarlo de una estantería alta para una colaboración con PSS, le ha llegado el turno junto con otros que irán cayendo en próximas reseñas (así los releo y reseño y los vuelvo a subir todos juntos). Van a ser obras "viejas". Puedo decir que éste fue 
mi primer manga en formato tomo después de haber empezado Marmalade boy en cómcis-book, así que es un primer motivo por el que la nostalgia me golpea fuerte y quizás la reseña no me salga demasiado imparcial u objetiva, aviso hecho.

Argumento

Hana Yamano tiene 15 años y ha debutado como mangaka hace poco en la revista Panda. En sus primeras obras dibuja situaciones tan románticas como darse la mano en la primera cita y acabar besándose en lo alto de la noria. Para crear estas historias, además de sacar energía de los caramelos que le chiflan, suele recrear lo que ella querría vivir junto a su compañero de clases, Taro, un chico de sonrisa brillante y encantador aunque bastante despistado.

El gran apoyo de Hana en su labor de mangaka es su mejor amiga, Yumi, y Jiro, hermano mellizo de Taro y todo lo opuesto a él: sarcástico y borde... pero una fiera a la hora de pegar tramas y entintar. 

Aparte de las terribles fechas de entrega y las clases, a la chica le sale un nuevo obstáculo: Marie Hoshikawa, otra adolescente que también ha debutado en una revista diferente y que se convierte en su rival como mangaka... y en el amor.

Reseña

Que nos llegase este tomo en su momento tiene su explicación que me parece relevante contar para situar a quienes no vivieron la época en que salió. Cuando, tras el éxito de Marmalade Boy, la editorial Planeta ya había sacado sus otras obras disponibles y relevantes (sin atreverse con su primera serie, Handsome Girl, por la extensión) y no había terminado Random Walk, llegó el momento de buscar una sustituta que llenara el hueco de novedades en el 2001. Megumi Mizusawa fue la elegida por su más que evidente parecido en el estilo de dibujo, no por nada trabajaban en la Ribon en aquellos años y era el que había entonces. Además de este tomito, sacaron en formato cómic-book Mis recuerdos del instituto. No sé si fue una decisión consciente pero me llama la atención que en ambas historias licenciadas las protagonistas sean aspirantes a mangaka. No volvieron a apostar por la autora y ni siquiera han reeditado estas obras aunque si os interesan, es fácil dar con ellas en el mercado de segunda mano.

La serie es una monería de lo más sencilla y divertida. No hay personaje que pueda caer mal, son un grupo de adolescentes más o menos inmaduros y torpes pero adorables y muy humanos. Hana es lo más inocente que os podáis echar a la cara. Me gusta mucho la lectura y enseñanza que da la serie de cómo el amor no es como en un shôjo porque los sentimientos no responden a lo que tenemos en mente. No es un mal mensaje si pensamos que el target principal de esta historia eran niñas pre-adolescentes mayormente. Muy cuco el detalle de cómo asocia determinados sucesos a los diferentes sabores de caramelos que va probando: el regusto amargo del café o la dulzura de la cereza. 

Del resto del elenco, empezando por Taro, podemos decir que se pasa la vida en las nubes pero aunque no se entera de lo que ocurre a su alrededor, el chico acaba teniendo sus puntos lúcidos. Yumi se parece bastante a Taro aunque es más madura y centrada que él. Y en cuanto a Jiro, es el clásico adolescente que como no sabe cómo tratar a la chica que le gusta, la pica siempre que puede. ((Nota curiosa: Megumi Mizusawa fue tan vaga que no les puso a los hermanos un apellido cuando hasta Yumi lo tiene, siendo su nombre completo Yumiko Kawai. No se le ocurría ninguno que les fuese bien a ambos y se las apañó para no tener que usarlo. Incluso llega a decir que si a alguien se le ocurría uno, que se lo dijese, que ella encantada.))

Aunque secundaria, una figura muy interesante es Marie. Es sin duda el personaje más divertido de la obra (y eso que todos tienen su punto) por la forma en que vive en una especie de mundo paralelo de shôjo melodramático. También es una parodia de las típicas rivales de las protagonistas de las historias clásicas, ricas y pérfidas, sólo que ella se queda en pija idiota. 

A día de hoy puede parecer de perogrullo lo que se cuenta en este tomo respecto a la creación de mangas pero lo cierto es que, cuando salió, las gotitas de información que da sobre ayudantes, pegado de tramas o entintado fue bastante instructivo. No obstante, no esperéis leerlo y tener la Biblia de cómo hacer un manga. La historia va de los líos y sentimientos de una chica aspirante a mangaka. Hacer sus obras tiene sus momentos de importancia, pero no es el centro de la trama.

El tomo se compone de cuatro capítulos y un pequeño extra, Un hermoso tesoro, que representa la historia corta que dibuja la protagonista al final de la mini-serie. Son sólo 16 páginas, así que la trama es muy sencilla. En ella, Mei encuentra un "mapa del tesoro" en su pupitre y, a pesar de las burlas de su compañero Oto, decide seguir las flechas para ver si encuentra un baúl lleno de joyas al final. Muy infantil pero adorable, es fácil pensar que sería el manga que haría una chica bastante inocente de 15 años, así que la autora se mete bien en la piel de Hana.

Mi única pega con este tomo es que se queda corto. La trama está bien estructurada y, aunque el final no es explícito en cómo acaba, es bastante previsible por dónde van los tiros a partir de ahí. No obstante, y aquí va un pequeño spoiler, a Hana le ofrecen hacia el final que deje las historias cortas y haga su propia serie así que aquí habría un hilo del que tirar para extender la obra mucho más. Además, claro, de ver cómo se desarrolla el romance de la protagonista y tratar más a las secundarias Yumi y Marie. Tenía la base para haber hecho una serie larga que me habría encantado leer... sólo que, en ese caso, no nos habría llegado, por lo que ya me vale que quede tal cual y haber podido disfrutar de esta cucada de historia hasta donde alcanza.

Tenía el recuerdo de que era una historia mona pero ya pasados mis treinta-y-tantos, volver a leer este tomo me ha puesto la sonrisa en la cara constante y me ha llenado el corazoncito de un sentimiento muy cálido y agradable. Seguramente influye en esto la nostalgia, el recordar cómo lo leí cuando tenía como la edad de la protagonista, y eso no puedo negar que pesa en mi valoración. Seguramente quienes lean este tomo a estas alturas, con mucho más bagaje de otras historias, verán un manga entretenido y poco más, pero para mí es de los shojos más tiernos y adorables que nos han llegado.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Pink Prisoner, de Kazumi Ohya

Como últimamente no ando con mucho tiempo libre, ya os habréis dado cuenta de que voy trayendo reseñas de obras cortas, sean del tipo que sean. En este caso, otro tomo único de demografía shôjo.

Lo primero que quiero comentar es que tenía la idea de que fue lo primero que nos llegó de la autora, pero no. El tomo salió en 2005 por la editorial Glénat pero, el año anterior, Ivrea publicó Dream Kiss, una serie de cuatro tomos, y creí que había sido al revés. Es poco habitual que haya cruces de mangakas entre editoriales así que supongo que estuvieron negociando casi a la par con Japón. Lo siguiente y ya lo último que hasta el momento nos ha llegado fue otra serie de cuatro tomos en 2009 con el llamativo título de Culebrón romanticón

Antes de pasar a la reseña, otra peculiaridad a comentar es que Glénat no solía prodigarse en este formato de tomos únicos shojos. De hecho, sólo sacó dos más: Mi tercer novio y Epotrans! Mai, que salió en ese formato aunque en Japón era una serie de dos tomos. Tan poco se preocupaban de este formato que en la contraportada de este tomo que hoy os reseño pusieron de argumento un resumen que en realidad corresponde a uno de los tomos de Alice 19th, encima de su sexto tomo (de siete que son) así que hay bastante de spoiler en lo que se narra ahí. Pero no sólo eso, en la solapa, bajo el nombre de la autora, que al menos sí pone Kazumi Ohya, están las palabras de Yuu Watase al respecto de la portada de ese tomo *Facepalm*. No sé si llegaron a hacer alguna reedición corrigiendo esto pero el tomo que yo tengo es así.

Pink Prisoner

Mayu Hazuki es la nieta de Ichinose Hazuki, un experto en kendo con su propio dojo, y ha seguido los pasos de su abuelo llegando a ser una joven muy talentosa en dicho estilo de lucha. Pero no sólo es conocida por eso, cuatro años antes debutó en el mundo del espectáculo en una serie con gran éxito aunque al final acabó huyendo del mundillo por algunas malas experiencias como fans acosadores y otros sucesos más delicados. El tiempo ha pasado y con 17 años sólo quiere llevar una vida normal. Sin embargo, un director de cine muy amigo de su abuelo, a través de éste, le pide que instruya a varios actores jóvenes en el manejo de la espada para su nueva película de samuráis. La sorpresa de Mayu es que, al llegar al lugar de rodaje, se encuentra a Riki Tôma, con quien compartió protagonismo en aquella serie... y con quien tuvo un primer amor que no acabó precisamente bien. 

El punto más fuerte de esta historia que da título al tomo es la protagonista. Mayu es una chica fuerte, tanto en el kendo como en personalidad, aunque no por ello tiene sus momentos de bajón y debilidad que la humanizan.

Tenía el recuerdo de que me había gustado mucho pero, esta vez, he visto con otros ojos ciertos hechos. Si no os importan los spoilers, allá voy. Resulta que Mayu dejó el mundo de la actuación a raíz de una pelea con Riki. En ella, él intentó sobrepasarse y, al defenderse, la chica, le golpeó con la espada rompiéndole la nariz. Desde entonces no hicieron más que pelear. Ella dejó el mundillo pero él siguió y con 17 años es un actor ya bastante famoso. Encima ella se sentía culpable por no haberle pedido perdón. Pues bien, ahora me he cabreado con esta lectura. No sólo es ella la que se marcha y deja de hacer lo que le gusta sino que encima se culpa por haberse defendido de un asalto de quien quería y que resultó ser un chaval salido. 


Podemos pensar que entonces tenían unos 13 años pero es que con 17, Riki sigue siendo bastante imbécil y hasta me da coraje que ella siga enamorada de él y tenga el previsible final feliz cuando tenía mejores candidatos como Shinya, su mejor amigo cinco años mayor que ella que siempre la ha valorado como se merece.

En definitiva, una trama interesante, una buena protagonista femenina pero un protagonista masculino que empaña lo bueno que tiene esta historia si se lee con ojos actuales ¿Cuántas mujeres no han visto truncadas sus carreras por cerdos con poder que hayamos descubierto recientemente gracias al #MeToo? A menor escala es algo que se da aquí romantizado y justificado por la juventud de él. Lo que en otro tiempo no vi, ahora me es imposible ignorarlo para disfrutar del resto de la historia que, la verdad sea dicha, era bastante buena.

4/10

Spring Game

Alice Kochihira va a empezar bachillerato en un instituto al que no asistirá su ya ex-novio, Makoto, quien ha roto con ella por considerar que la cosa no saldría bien al no poder estar siempre juntos y porque conocerían a nuevas personas. Así, se presenta en el primer día de clases a la ceremonia de ingreso... sólo que no hay nadie. Su madre, tan despistada como ella, la ha llamado en domingo. Deprimida, se sienta en el jardín, bajo los cerezos en flor, hasta que escucha un tintineo. Entonces ve pasar a un chico con un peculiar gorro con forma de orejas de conejo blanco. Haciendo honor a su nombre, le sigue para acabar envuelta en líos con un sospechoso grupo.

El clásico de Alicia en el País de las Maravillas les debe encantar a los japoneses a juzgar por la cantidad de veces que la toman de referencia para crear sus propias historias. Aquí los guiños están en el nombre de la protagonista, en el chico que hace de Conejo Blanco (Yû) y en la aventura en una "madriguera". Son los elementos de partida para contar una peculiar historia de búsqueda de un sitio con su punto de misterio. 

Misterio y "aventura" aparte, lo cierto es que, aunque precipitada, la pareja que forman Alice y Yû es muy mona y el desenlace es de lo más tierno. Pero no sólo eso, la historia del grupo que les acompaña también es muy bonita y emotiva. No puedo contar más, pero os recomendaría que buscarais el tomo aunque sólo sea por esta historia. Hacía años que no lo releía y no la recordaba, así que me ha vuelto a emocionar.

9/10

Problemas con la leche


Hace un año, la familia Sono tuvo dos inesperadas incorporaciones después de una enorme pérdida. Miya, la hija mayor de la familia, se había escapado de casa para perseguir su sueño de llegar a ser actriz, rompiendo contacto con sus padres y su hermana pequeña, Kurumi. Dos años después, un accidente acabó con su vida dejando a Yuichiro, su marido, ahora viudo, y Takuto, un bebé. El padre no quiso separarse del niño pero tampoco tenía capacidad para cuidarle en condiciones, así que se acabó mudando con la familia de su difunta esposa. La situación es especialmente confusa para Kurumi que empieza a estar muy pendiente de ese escritor de novelas porno, obsesionado en beber leche, de quien la bruta y poco femenina de su hermana se enamoró.

La autora juega con el título y el nombre de la protagonista para armar la historia y queda un poco como esos chistes que se supone que te tienen que hacer reír pero no lo logran. Es decir, Kurumi, mezclando sus sílabas, nos da "miruku" que es la pronunciación "ajaponesa" de "milk" (leche en inglés) así que juega con dobles sentidos porque a Yuichiro le gusta mucho la leche.

La parte de una adolescente con sus hormonas revueltas viviendo de golpe con un adulto atractivo (por mucho que sus padres también vivan ahí) es creíble, lo malo es lo demás. No es explícito pero se da a entender que formarán una pareja a la larga y... nope. Lo siento, sólo se ve a una adolescente confusa y un adulto que amaba a su esposa. La cosa queda abierta a la imaginación de cada cual así que para mí es que irán por sus respectivos caminos.

Por otro lado, hay un extraño giro de guión al respecto de Takuto más hacia el final que no tiene ningún sentido. Resulta forzado y el desenlace es atropellado a más no poder. Se lo tendría que haber ahorrado. Además, aparte de por hacer la gracia arriba explicada, el hincapié en que le guste beber leche no tiene nada de malo. Mejor eso a que se tomase una cerveza tras otra como hacen muchos más adultos en la realidad y que se ve como algo completamente normal *Se encoge de hombros*.

En definitiva, no es una historia terrible, pero no es buena. Es un poco extraña y quizás sin el giro del final habría quedado más redonda.

5/10

Conclusión

Un tomo entretenido y poco más. La primera historia me gustó mucho en su momento pero esta relectura la he visto con otros ojos que me han hecho bajarle considerablemente la nota. La tercera nunca me dijo gran cosa pero la segunda me parece muy tierna y original y sólo por ella se salva el tomo. De todos modos, tampoco suma que tenga una edición muy descuidada y un estilo de dibujo algo burdo, muy de boceto sin terminar, por lo que no hay demasiados alicientes para animaros a pillar el tomo sólo por una historia.

martes, 10 de noviembre de 2020

Manga Barcelona Limited Edition (II)

Después de hablar en la entrada anterior de las exposiciones y las conferencias, me dejé esta segunda entrada para hacer una valoración personal de las licencias. Si queréis saber cuáles fueron sin andar mirando en mil sitios diferentes, os recomiendo encarecidamente el resumen hecho en Listado Manga.

Hablando de manera general, se nota la reducción y cierto parón por la situación en que estamos que, según escribo estas líneas, estamos en una subida brutal de positivos de Covid y no sé si para cuando se publique la entrada no volveremos a tener un confinamiento que vaya más allá del toque de queda o los cierres perimetrales de Comunidades Autónomas o municipios concretos. Aún así, la cantidad de licencias no es nada despreciable, 45 si no me fallan las cuentas (y sin contar artbooks, guías oficiales, novelas y otras cosas que no son manga).

Es, sin embargo, al entrar en el terreno personal donde me siento... triste es la palabra, la verdad. Me alegro muy sinceramente de que las y los fans del BL, hayan tenido un evento tan bueno y que aún con todo, sé que les tienen que llegar más obras. También me alegro por las y los fans del yuri con una nueva apuesta por parte de Planeta, que parece que les está yendo bastante bien con esta línea y van a seguir trayendo cosas, falta que más editoriales den el paso. Ambos grupos, después de tantísimos años de sequía (podéis ver la cronología aquí), ya se merecían que las editoriales les trajeran estas obras.

En cuanto a los shonen/seinen, supongo que quienes siguen estas demografías se seguirán quejando porque no sale Haikyuu! o la serie X de turno que sea, pero teniendo en cuenta que se llevan aproximadamente del 80% de los tomos que salen cada año (o incluso algo más) pues sus pataletas me dan bastante igual, para qué mentir. No exagero, he hecho la cuenta con la suma de tomos licenciados sólo en este evento virtual y me sale que, de shonen/seinen se llevan un 80,9%. Haced la cuenta si queréis, me puedo haber equivocado en algo pero no iré muy desencaminada.


Así pues, llegamos al shojo/josei, que es lo que a mí más me gusta y la cosa se reduce a seis licencias que paso a comentar (de mayor a menor número de tomos):

1) Tokyo Girls, de Akiko Higashimura (Planeta) 
Una de las autoras más pedidas desde hace varios años al fin nos llega con una obra premiada hasta con un Eisner, que no es poca cosa. Tiene muy buena pinta y una longitud perfecta de 9 tomos. De esta mujer sólo he visto/leído hasta la fecha Kuragehime, cuyo anime me gustó bastante. Del manga desconecté porque se estaba alargando demasiado y perdí el hilo, así que mejor que no hayan empezado por aquí porque seguramente el resultado acabaría siendo negativo.

2) Josefina, Emperatriz de la rosa, de Kaoru Ochiai y Yumiko Igarashi (Arechi)
La editorial sigue apostando por Yumiko Igarashi después de anunciar varios días antes que tenían su colección de cuentos infantiles. Esta vez tiran por una obra histórica biográfica de quien fue la amada de Napoleón que consta de 4 tomos. Este apunte histórico, bastante machista, la verdad sea dicha, es lo único que sé de ella. Espero que el manga me descubra una biografía interesante que vaya más allá de eso. Desde luego, es una compra segura.

3) Utena, de Chiho Saito y Be-Papas (Norma)
Esta licencia me tiene cabreada porque ni siquiera fue anunciada como tal, se dejó caer de mala manera. Una hora de presentación en que se enrollaron como una persiana hablando de cada una de sus obras salidas, a punto de salir y de las otras licencias de corte shonen/seinen y lo de Utena se comenta como si tal cosa ¿La daban por anunciada porque se les escapó el año pasado? No lo sé pero esa desgana fue muy indignante. Personalmente no me interesa porque tengo la edición original y sólo recompro series muy concretas en otras ediciones.

4) Frozen II, de Arina Tanemura (Planeta)
Un tomo único adaptación de la película que parece ser un encargo directo desde EE.UU. porque en Japón no hay nada. Ni siquiera ha salido en inglés aún. Vamos, que han licenciado un tomo que aún no existe. También me parece muy curioso que sea adaptación de la segunda película pero no haya de la primera. Seguramente caerá o al menos le echaré un ojo porque el dibujo de esta mujer siempre es un gustazo (me resisto a vender Mistress Fotrune por lo mismo, y mira que es malo el tomo). Ojalá hagan una estrategia de llegar a centros comerciales y zonas infantiles de librerías porque la falta de relevo generacional en el mundillo (especialmente de niñas lectoras) es muy triste.

5) Kaigan y Nuresobotsu Kurokami, de Mimika Ito (ECC)
Agrupo ambas licencias porque son de la misma temática y autora. Dos tomos únicos de shôjo de terror. Después de los especiales de #HorrorPSS me quiero iniciar un poco en el género pero, por lo que he visto, no será por aquí, así que pasando, al menos en el medio/largo plazo.

Al margen de estas obras creo que me acabaré pillando Mi padre alcoholico y yo, de Mariko Kikuchi (Fandogamia, tomo único) y me dejaré orientar por recomendaciones para algún BL.

Si el 2021 pinta regular por la situación general, la perspectiva para el shojo/josei es totalmente negra. Planeta dejó caer en una entrevista con Rp2 poco después del evento que encima las continuaciones y/o reediciones de Otomen, Hanakimi y Llegando a ti son imposibles y es indignante cuando dijeron que recuperarían TODO lo que habían parado. Lo hicieron con los shonen/seinen. Se ve que con los shôjos no merece la pena el esfuerzo. Ni con la primera, que con Tomodomo teniendo un notable éxito con su otra obra, Réquiem por el Rey de la Rosa van a intentar hacer algo. 

No estoy cabreada, sólo estoy... triste, como decía más arriba. Parece que lo que a mí me gusta ya no gusta a casi nadie más. Me había vuelto a ilusionar con el mundo del manga pero tendré que conformarme con lo que ya tengo en casa, alguna incorporación puntual y volver la vista de nuevo a las novelas, que es lo que me sucedió hace unos años cuando la situación empezó su primera caída con la crisis económica de 2008. En cierto modo, tengo una sensación de déjà vu. 

jueves, 5 de noviembre de 2020

Manga Barcelona Limited Edition (I)

Este año de pandemia está siendo terrible en muchos aspectos y, como no podía ser de otro modo, el mundo de los eventos manga también se ha visto tocado. El más importante que tenemos en España, el Manga Barcelona, ha hecho una versión online "Limited Edition" en el fin de semana que habría sido presencial. Lo de "Limited" va porque los contenidos virtuales, totalmente gratuitos, caducaban el Lunes por la noche a las 22:00. No sé si habría podido ir al evento este año en caso de que la pandemia no hubiera existido así que al menos ha sido una sustitución más que digna y entretenida.

Para las circunstancias y el tiempo que ha habido de preparación, el contenido ha sido más que interesante. Ha habido dos autores japoneses "invitados", Gengoroh Tagame (El marido de mi hermano) y Kaori Tsurutani (Don't like this y Metamorfosis BL), ha habido exposiciones virtuales (de las que hablaré ahora), la habitual entrega de premios (con un destacable y merecido empate en shojo para Réquiem por el Rey de la Rosa y La Rosa de Versalles, curiosa la coincidencia en las rosas del título), concierto de Mika Kobayashi, concursos, conferencias (de las que también hablaré) y también las habituales presentaciones editoriales (ídem). Vamos, que lo único que realmente ha faltado son las firmas de autores y la parte de los stands, además, claro, de ver a las personas que queremos y que, aparte de en estas fechas, es muy complicado encontrarnos.

Voy a dejar en esta entrada el tema exposiciones y el tema charlas y conferencias y hablaré en una segunda entrada del tema licencias porque esto se estaba alargando demasiado.

Exposiciones

El apartado de exposiciones constaba de tres apartados:

1) Manga, diversidad e inclusión.

Desde hace años, el Manga Barcelona colabora con la Agencia de Asuntos Culturales del Gobierno japonés, organizando encuentros con autores y exposiciones relacionadas con el Japan Media Arts Festival. Comisariada por Marc Bernabé, en la exposición se podían ver una serie de obras galardonadas en el Japan Media Arts Festival que han tocado temas relacionados con la diversidad y la inclusión, con autores y autoras como Kaori Tsurutani, Toranosuke Shimada, Haruko Kashiwagi, Narumi Shigematsu, Yuhki Kamatani y Gengoroh Tagame.

De las muestras de obras (que no nos han llegado) yo personalmente me quedo con:

- Bredo garu – Kataashi no ranna (Blade Girl – La paratleta), de SHIGEMATSU Narumi.
Publicada durante el 2019 en la Be Love, consta de tres tomos y está finalizada. Es una serie que habla de la historia de Rin, una chica que pierde su pierna por un osteosarcoma y cómo renace gracias a la colaboración de Kazami, un diseñador de prótesis innovadoras con la que entrará a formar parte de un club de atletas paralímpicos. Tiene muy buena pinta y un dibujo precioso. Un shojo spokon de superación que bien podría ser una apuesta para alguna editorial en un futuro *cruza dedos*.




- Kenkou de bunkateki na saiteigendo no seikatsu (Mantener un nivel mínimo de vida saludable y cultural), de KASHIWAGI Haruko
Se empezó a publicar en 2014 en la Big Comics Spirit y consta de momento de 9 tomos. Emiru empieza a trabajar de funcionaria en los servicios sociales de un distrito de Tokyo. Junto a sus compañeros verá dramas de todo tipo como la precariedad de una mujer maltratada o la situación de sin techos. Además, también debe combatir a los que se aprovechan injustamente del sistema. Temas de plena actualidad, ya sea en Japón, aquí o en cualquier parte del mundo. Supongo que estando abierta tiene algo menos de posibilidades pero habiendo salido en esta exposición, alguna editorial habrá que empiece a estudiar su viabilidad.



2) Osamu Tezuka, el Dios del Manga

De aquí hay poco que decir, la exposición se limitaba a un vídeo de un par de minutos recordando la exposición con 200 originales que hicieron el año pasado en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Un vídeo que realmente no supone ni un pequeño consuelo para quienes el año pasado no lo pudimos ver porque realmente se muestra muy poca cosa de la exposición, ni siquiera hay una voz en off que cuente lo que allí había de manera un poco más concreta o algo. La verdad es que si os perdisteis el vídeo no os habéis perdido gran cosa.

3) Shôjo manga - An introduction

The Japan Foundation, en Nueva Delhi, realizó tres vídeos sobre la exposición Shojo Manga – An Introduction. La muestra está expuesta en la galería en Delhi desde el 21 de Febrero, pero en la actualidad se encuentra temporalmente cerrada debido a la pandemia. A diferencia de los otros casos, estos vídeos sí están disponibles. Os dejo, tras acabar el resumen de cada uno, su enlace (están subtitulados al inglés).

- El primer vídeo era una visita a la galería de exposiciones de un par de minutos. Además de páginas de manga, en la exposición hay 30 muestras a color, tomos y otros objetos relacionados. Se centra en tres autoras en particular: Keiko Takemiya (La balada del viento y los árboles), Toshiko Ueda y Masako Watanabe. Vídeo #1.

- El segundo, de unos tres minutos y medio, presentaba el Proyecto Genga' del Museo Internacional del Manga de Kyoto (una institución creada en colaboración entre la ciudad de Kyoto y su Universidad que abrió en 2006 para recopilar y conservar manga de cara al público futuro). En el vídeo se entrevistaba a la investigadora Yoo Sookyung. Ésta cuenta que a principios de los 2000 y dado el creciente interés en hacer exposiciones de manga con páginas originales (genga), se habían dado cuenta que éstas no resistían bien y se degradaban muy rápidamente ya que nunca fueron pensadas para tal fin. En el 2001, en colaboración con la Universidad de Kyoto y a propuesta de su profesora allí, Keiko Takemiya, desarrollaron un proceso de escaneado y reproducción con varias prueba-error para tener una copia que sea indistinguible de la original en cada mínimo detalle (genga'). De este modo se pueden realizar exposiciones con páginas que, aunque no sean originales, no habrá quien pueda decirlo y los visitantes podrán apreciar el más mínimo detalle del original sin que se arruinen por la exposición. Vídeo #2.

- El último y más largo con casi cinco minutos completos era una entrevista a Keiko Takemiya. Aquí comentaba lo interesante de que el manga trascienda fronteras y una a personas de condiciones muy diferentes. Para ello, en el contexto de una exposición sobre el shôjo manga, en que es importante que se vea el estilo diferenciador de las autoras, las reproducciones de genga' que se comentaban en el vídeo anterior deben ser totalmente fidedignas. Destacaba que el shôjo manga es distintivo no sólo por ser obras creadas para lectoras sino también por tener su propio vocabulario artístico que refleja la perspectiva femenina. No siempre se tiene la oportunidad de escuchar a una maestra de tal calibre así que os animo a verlo. Vídeo #3.

Si queréis saber más de esto id aquí y aquí. MUY recomendable.

Conferencias

El evento empezaba el Viernes a las 11:00 en directo y paraba a las 20:00 hasta terminar el Domingo a esa hora. Aparte de los directos se realizaron una serie de conferencias, charlas y mesas redondas pregrabadas. Me honra decir que Pro Shôjo Spain estuvo invitada a participar y que hice un enorme esfuerzo de voluntad en superar mi vergüenza y mi miedo y yo misma colaboré en algunas grabaciones. 

Empiezo por las charlas en las que PSS estuvo:

1) Historia del shôjo en España. Dos horazas de vídeo en que repasamos desde Candy Candy hasta la situación actual y lo que preveemos de cara al futuro. Al parecer quedó bastante ameno e incluso despertamos el interés en varias personas por (re)leer algunas obras que comentamos. Como mínimo fue un rato muy entretenido el que pasé con Miya, Kuroi y Kisa que, a falta de verlas en persona, estuvimos pasando un buen rato virtual. Por cierto, hicimos un hilo de "fe de erratas". La cosa de los nervios y la inexperiencia nos hizo meter la pata alguna que otra vez.

2) La figura de la mujer en el spokon. Otro vídeo muy entretenido para aprender bastante de este género y cómo ha evolucionado el personaje femenino en él, tanto en las obras de corte shojo/josei como shonen/seinen. Era impresionante que cualquier título que se mencionase tuviese a Luis Alís con tomos japoneses para mostrar. De parte de PSS en concreto sólo estuvo Kisa, que es una crack y no por nada se notaba que había hecho una tesis al respecto de este tema. El elenco de la charla se completaba con Mimotaku y Capitán Urías.

3) Shôjo de terror. Lo han llamado un "spin-off" del vídeo directo que hicieron el 25 de Octubre (que podéis ver aquí). Aquí los participantes eran Kisa, Deirdre y Matt. Aunque se tocan temas similares, en el vídeo del evento se profundizaba en el sello de Hibari Shobo en particular. 

4) Debate demografías ¿sí o no? Aquí el marronazo que me tuve que comer solita porque aparte de los nervios de participar en algo así por primera vez, mi posición (en nombre de PSS), era única en la mesa de debate. Estaban Raulizga (de Milky Way), Anabel (de Norma), Chusetto (blog) además del Capitán Urías que hacía de moderador. Lo que está claro es el mensaje que, desde las dos posiciones compartimos: se puede y se debe leer manga sin que una demografía te tire para atrás. Aparte de eso, nostras seguimos manteniendo que defender la demografía shojo/josei tiene una importancia capital desde una perspectiva feminista aunque quizás haya a quienes esto les parezca contradictorio. Espero que me supiera explicar y, al menos, haber hecho reflexionar al respecto.

Aparte de éstas, otras charlas que me parecieron de interés fueron:

1) El efecto de la pandemia. Una entrevista a los editores de Norma, Fandogamia (y el taladro de la obra del vecino) y Milky Way. Muy interesante para saber cómo han vivido estos complicados meses, algo de sus planes a futuro y las expectativas que hay con la situación actual. También se tocó el tema de la relación con los libreros y los eventos. Ojalá se cumplan los presagios más positivos que se dieron en la charla.

2) Japón a lo largo del tiempo. Con: Jorge Arranz, Diana Rossell, Marc Bernabé, Vero CalafellCapitán Urías de moderador. Una charla de gente que ha viajado y/o vivido en este interesante país, desde información sobre el primer manual que tuvimos del país en 1905 a la actualidad. También se comentaba sobre la cultura japonesa. Curioso y entretenido.

Y entre unas cosas y otras me quedé sin ver otras pocas que tenían muy buena pinta. En fin, bastante ha sido para el tiempo limitado. Peor es en un salón físico que siempre hay que elegir dónde estar y qué ver.