Hoy os vengo a comentar algo un poco diferente. Se trata de un documental, aunque lo pondría entre comillas por lo que ya iré contando, producido por Movistar+ en 2018. El título es ése: Anime en femenino y en él salen muchas caras conocidas del mundillo. Dado lo limitado de su acceso, os voy a poner en un resumen lo más destacado del mismo para quienes no tengáis esta plataforma. Realmente es un revisionado porque ya lo vi hace unos meses pero al hilo de que Deirdre había comentado un vídeo similar me acordé y quise comparar y refrescarme la memoria por si era tan terrible como recordaba.
El documental comienza con una parte más introductoria, hablando de los orígenes del manganime en los mismos kanjis como lenguaje visual o los ukyo-e por parte de Laura Montero Plata. A continuación, la youtuber Nari Springfield explica brevemente qué es el manga y qué es el anime.
Marc Bernabé pasa a hablar de los primeros animes que nos llegaron en los 70 y que quienes los vieron entonces ni sabían que lo eran como Heidi o Mazinger Z. Luego de las series que ya en las autonómicas, T5, A3 y otros canales fueron llegando creando un primer boom.
Diana Calleja (cofundadora de Rp2) habla de que hay elementos derivados del anime que ya están en la cultura pop actual (Pacific Rim, Tarantino). La ayuda para normalizar esto del Oscar a Miyazaki con El viaje de Chihiro. Precisamente la retirada de éste ha hecho que otros directores empiecen a ser más considerados en Occidente (Makoto Shinkai, Keichi Hará, Sunao Katabuchi, Shunji Iwai...). Aquí entra Mari Okada con Maquia o Naoko Yamada con A silent voice.
Se pasa a comentar que en los 70, los estudios empiezan a contratar a más mujeres cuyas tareas eran de entintado, coloreado... Pero no de guionistas y directoras, que tardan mucho en hacerse un hueco. Por otro lado, en el mundo del manga sí que hay más mujeres creadoras. Marc Bernabé habla de Osamu Tezuka y de que, durante unos 20 años, el manga para chicas lo dibujaban hombres. Aún así despuntaron Machiko Hasegawa con Sazae-san y la Generación del 24.
Otros nombres que se mencionan son Rumiko Takahashi. Para Lolita Aldea las CLAMP fueron su referente cuando era más joven o Diana Calleja destaca a Hiromu Arakawa con las dos series de anime del mismo manga que se realizaron.
Verónica Calafell sale con que las etiquetas shonen y shojo están cada vez más desdibujadas y tienen menos sentido. Nari Springfield reaparece para explicar esto de las etiquetas brevemente.
Diana de Kôsen comenta el tema de la mujer en el mundillo y recuerda que, por ejemplo, en The Big Bang Theory el que entre una chica a una tienda de cómics hace que aún haya quienes se sorprendan. El manga ha cambiado bastante todo esto al atraer a muchas lectoras. Anabel Espada comenta que hay muchas chicas que leen shonen/seinen.
Lolita Aldea dice que conoció el anime a través de Slayers. Habla un poco de su trayectoria hasta Virtual Hero que ha acabado teniendo su propio "anime".
Diana de Kôsen habla de que ella no se considera mangaka al no haber publicado en Japón. Y que el manga es una forma de contar historias muy cinematográfica, no un estilo. Ellas cuentan historias de mujeres que suelen ser de aventuras y acción. Esto, que lo puede leer perfectamente el público masculino, no llega a pasar porque lo que hacen mujeres se queda como para mujeres.
Lolita Aldea reivindica que aquí han llegado sobre todo mucho anime con visión masculina donde la figura de la mujer está muy sexualizada pero que en Japón hay una gran tradición de cómic femenino con chicas y mujeres normales. Diana Calleja hace notar que cada vez hay más diversidad en los cuerpos femeninos.
Laura Montero Plata menciona La princesa Mononoke, un hito que desbancó a ET en taquilla en Japón. Aunque el protagonista era un chico, las historia giraba alrededor de dos mujeres fuertes. Luego menciona a Satoshi Kon y su gran universo femenino. Laura menciona la crítica del mundo idol que absorbe y destruye a chicas a un ritmo brutal en Perfect Blue. Hay una entrevista a Haruka, una cantante y compositora que no se considera idol.
En líneas generales, esto es lo que cuenta el documental en sus 40 minutos. Me he dejado menciones a algunas intervenciones menores y tal, pero aquí está el grueso del contenido. Y, por cierto, el resumen sigue el orden tal cual, no he reorganizado nada. Podéis ver a modo de trailer
este extracto que coincide con el arranque del mismo. Ahora os remito a que volváis a leer el título de la entrada y del documental ¿Veis por dónde va la cosa?
El documental resulta caótico, no hay un orden claro, se salta de un punto a otro y no se profundiza en absolutamente nada. Más que un documental parece un trailer muy largo de las obras distribuidas por Selecta Visión, mayormente Your Name y Maquia, pero también otras tantas de su catálogo. Lo mismo se puede decir con lo del "anime" de Virtual Hero y que precisamente haya hecho este revisionado ahora, que el muy miserable del Rubius se ha ido a Andorra para no pagar impuestos aquí pues como que se me llevan los demonios de que un niñato así tenga tanta trascendencia y relevancia.
El caso es que no hay una mínima estructura y son un conjunto de comentarios de unos y otros mal ensamblados. Podrían haber hecho un apartado de introducción de historia + conceptos básicos, otro centrado en Ghibli, otro con la evolución y recepción del anime en España, otro con las nuevas autoras y directoras, otro con la creación de autoras patrias... Si es que lo tenían todo pero el resultado es catastrófico. Y el remate es hablar del mundo de las idol cuando es algo que no tiene nada que ver con el tema tratado y es casi lo último del documental.
Además, el contenido no parece aclararse al respecto de si por "Anime en femenino" quiere hablar de mujeres creadoras o de la representación de las mujeres en el anime. Si es por lo primero, la falta de nombres es brutal, llevándose mucho más peso en el mismo los nombres masculinos. Casi hay que agradecer pequeños fragmentos de una entrevista a Mari Okada. Y si es por lo segundo, resulta aún más indignante cómo se obvian tantísimas obras de corte shojo y josei que precisamente son las que tienen más mujeres de protagonistas.
Y además, vuelta a lo mismo de siempre, cuando
Anabel Espada comenta que hay muchas chicas que leen shonen/seinen qué curioso que el caso contrario no lo mencione, ¿no? O que
Verónica Calafell sea otra entrevistada que aboga por hacerlas desaparecer. Para estas cosas nunca hay una visión opuesta. Desde
@shojospain defendemos que eliminar las etiquetas demográficas sólo supondrá que las obras de mujeres para mujeres tengan aún menos visibilidad, algo que ha quedado demostrado en este documental en que he podido contar que se mencionen o que aparezcan breves escenas de:
Cardcaptor Sakura,
Sailor Moon, páginas del manga de
LIFE (curiosamente, de la edición inglesa),
Akatsuki no Yona, Magical Girl Boy o la portada de un tomo de
Nana de la edición inglesa (¿?). Tendría que verlo una tercera vez y no hay ganas para comprobar si me dejo alguna obra, pero no creo que sean más de una o dos mostradas brevemente.
En definitiva, un documental prescindible para todo el mundo. Quien no está iniciado, dudo que entienda la mayor parte de lo que se comenta ni se quedará con lo relevante. Para quien ya sabe de qué va la cosa, sólo verá publicidad de las obras de Selecta y de Virtual Hero. Una magnífica oportunidad perdida. No sé si por querer abarcar más de lo que se podía en 40 minutos o por ignorancia de quien montaba para obtener un resultado coherente.