Con la reseña de hoy completo la trilogía original de Remmington / Montague tal como había indicado hace unos días cuando publiqué la del segundo libro, Encadenados. Quería hacerlo porque así completaba el tocho que es la edición de Círculo de Lectores que incluye los tres libros en uno. Estos tres libros salieron publicados originalmente entre 1995 y 1996 y no fue hasta 2012 que la autora sumó otro más que, por cierto, habría tenido MUCHO más sentido que fuese el tercero porque su protagonista masculino es Dante, el hermano de Claudia del libro anterior. De momento lo he conseguido de manera *ejem*pirata*ejem* pero ahora mismo no creo que caiga, me apetece intercalar otras lecturas.
Argumento
1813. En plena guerra contra Napoleón, nadie se puede imaginar que Lady Lily Walters, hija del conde de Crofford, desempeña un papel clave en ella. Su mente privilegiada es necesaria para descifrar los mensajes codificados que llegan desde Francia por los espías que allí tienen los ingleses.
La noche del baile que organizan los Ashland se presenta en la fiesta a pesar de las habladurías que eso genera. Tres meses atrás murió Osgoode, joven que la estaba cortejando, en lo que unos dicen que era un duelo y otros el asalto de maleantes. Lily debía acudir para entregar el último mensaje descifrado a su contacto sin importar lo que dijesen de ella. Al menos podría ver a su amiga Sophie Stanhope, una de las pocas personas que conoce su importante labor. Lo que no esperaba era descubrir que Miles Montague, el duque de Remmington, del que lleva años enamorada en secreto, se había comprometido con Margaret Granger, justo la joven que más habladurías levanta contra ella pues Osgoode, en un principio, era su pretendiente.
Para su sorpresa, por fin le presentan oficialmente al duque de Remmington y se queda completamente embobada ante él. Sólo es capaz de responder un sí cuando éste le pide que baile con ella el vals que tocan a continuación. Pero la mente tan despierta de Lily no tarda en reactivarse y se da cuenta que lo único que pretende el duque es poner celosa a Margaret, que la está usando de mala manera. Ante tal decepción, Lily jura que no quiere volver a saber nada de él. No sabe que sólo unas horas después, tras haber dejado la fiesta, estará corriendo en camisón y bata derecha hacia él con horribles moratones en el cuello señal de que alguien ha intentado asfixiarla.
Reseña
¿Ahora entendéis por qué decía que tenía mucho más sentido que el tercer libro de la trilogía original fuese el de Dante? Esto le habría dado a la serie continuidad histórica ya que habría estado situado en el mismo contexto. En cambio, El duque se sitúa más de cinco siglos después del segundo, totalmente desligado de sus predecesores. Lo único que se mantiene es el apellido de Montague como duque de Remmington, podemos suponer que descendiente de los protagonistas del primer libro, cuyo título ha mejorado de barón a duque. Era muy difícil que se metiese alguna referencia a personajes de más de 500 años atrás en el tiempo, pero habría agradecido algún guiño. Si os ha interesado el argumento o lo que os cuente a continuación en lo que queda de reseña, podríais leer este libro de manera completamente independiente.
Si por algo destaca esta historia es por el interés de la trama, una de las más movidas del género en lo que recuerdo haber leído hasta ahora. Tenemos intentos de asesinato, espías, algún tiroteo, secuestros... La tensión y la intriga se mantienen hasta el final y si bien tiene sus cosas previsibles, otras no lo son tanto. Entretenido es, sin duda alguna, y os dará un buen rato de lectura.
Con tres libros leídos de esta autora, puedo decir que se le da muy bien crear personajes femeninos interesantes y que rompen moldes para su época. Tess sabía leer y podía ver el futuro; Claudia sabía de remedios, venenos y era una gran matemática; Lily es una excelente criptógrafa de mente brillante. Las tres son valientes y fuertes, se enfrentan a lo que les echen con gran resolución e incluso poniéndose ellas en peligro por quienes aman. Visto así, quizás resulta un patrón un tanto repetitivo, pero no es un mal patrón que seguir.
Lily, además, no sólo es inteligente para los códigos, sino que sabe ver más allá de apariencias y confusiones. Además le gusta saber más del mundo clásico y egipcio formando parte de una sociedad que estudia este último. Y todo poniendo una fachada de cara a la galería de mujer tonta y frívola para pasar desapercibida, algo que, a pesar de ser clave para su propia seguridad, no siempre conseguirá. Pero también es una mujer con complejos como una altura superior a la de la mayoría de mujeres e incluso bastantes hombres y un busto desarrollado que atrae miradas desagradables.
En cuanto al caballero de esta novela, Miles también repite bastante de sus predecesores: atractivo, fuerte, valiente, un punto celoso y desconfiado. Coincide con Guy en que tiene un pasado con una mujer que le ha dejado heridas. En su caso, estuvo casado y enviudó de una mujer que le era infiel cada vez que estaba fuera. Por ello desconfía del amor y del matrimonio y a Lily le costará mucho permear sus defensas. La verdad es que es el menos interesante de los tres protagonistas de la saga hasta el momento. Está bien, cumple, pero ha quedado lejos de cautivarme.
La relación es un tanto desesperante con una Lily que ya está enamorada de antes y pasa de eso a odiarlo, a volver a amarlo, y así. Miles llega a ser exasperante con las señales confusas que manda, con esa reticencia a volver a amar y con su obsesión por las rutinas y reglas. La historia entre ambos es lenta aunque finalmente las idas y venidas son recompensadas con momentos realmente bonitos. Ya digo que no es mi pareja preferida, por culpa de él mayormente, pero no está mal.
Como puntillo negativo veo que a la historia le falta un epílogo y haber estirado algo mejor el desenlace. Resulta bastante precipitado y acaba en falso dejando hilos sueltos respecto a varios personajes secundarios. Habría estado bien que, más que ser un tercer libro de la saga Remmington / Montague, éste fuese un primero libro de otra saga y a continuación siguiese con las historias de estos secundarios que serían Sophie; Trevor, hermano de Miles; y Robert, hermano de Lily.
En definitiva, una novela que engancha haciendo que te bebas las páginas. La parte romántica me ha parecido floja pero lo compensa toda la intriga, tensión y misterios que resolver. También es de destacar la presencia de un personaje femenino que sea amiga de la protagonista, algo tan normal y que se suele echar en falta en muchas historias. Y la propia Lily, sin duda lo mejor del libro, hace que le suba un poco más la nota.