jueves, 30 de marzo de 2023

1984, de George Orwell

Cierro el mes de marzo con mi última lectura, uno de esos clásicos modernos que se consideran de imprescindible lectura. Y sí, estoy de acuerdo. No obstante, ya aviso que no es una lectura fácil por muchas cuestiones que ahora comentaré. De hecho, la he tenido que espaciar bastante y me ha durado mucho más de los habitual para ese número de páginas. Puedo decir que se me atragantaba por momentos. Con todo, ha merecido la pena leerlo. De esta historia procede la mítica figura del "Gran Hermano" que todo lo ve y hay muchos elementos sobre los que te invita a reflexionar y con los que se pueden hacer paralelismos con el mundo actual.

Argumento

Winston Smith trabaja en el Ministerio de la Verdad. Su cometido es reescribir la historia, ironizando así el ideal declarado en el nombre del Ministerio. Tras años trabajando allí, Winston es consciente de que los retoques de la historia en los que consiste su trabajo son sólo una parte de la gran farsa en la que se basa su gobierno, liderado por el Partido que sigue unos principios llamados Ingsoc (Socialismo Inglés). Éste, a su vez, está encabezado por el llamado Gran Hermano, un hombre cuyo rostro está en todas partes y que aseguran que siempre les está vigilando. Desde luego, si no es él personalmente, las llamadas telepantallas, que muestran imágenes continuamente a la vez que permiten ver a quienes tienen delante, son dispositivos de los que es casi imposible escapar. Hay que suponer que siempre habrá un miembro de la "Policía del pensamiento" atento al otro lado. 

En su ansia de evadir esa omnipresente mirada, Winston encuentra un refugio en el barrio de los proles y el amor de una joven rebelde llamada Julia, también desengañada del sistema político.

Juntos, Winston y Julia se afilian a la Hermandad a través de O'Brien. Éste es un miembro de la parte más alta del Partido con quien Winston siente una conexión, ve en él a un hombre que piensa igual. Este grupo de resistencia está dirigido por Emmanuel Goldstein, un personaje casi tan ubicuo y omnipresente como el propio Gran Hermano, el 'Enemigo del Pueblo', traidor a la Revolución y escritor de 'El Libro'.
 
Reseña

Como decía, no me parece que sea una lectura fácil, ni adecuada para todo el mundo y, mucho menos, disfrutable. Intentaré explicarme al respecto de cada uno de estos aspectos.

Por un lado no es una lectura fácil por su densidad. Hay muchas reflexiones políticas, sociológicas, históricas o antropológicas que son interesantes, pero quizás abruman por su exceso y por lo mal integradas que están. Los diálogos escasean, realmente apenas suceden cosas, hay cierto tono pedante y resulta muy redundante en muchas de las reflexiones que hace e informaciones que da. En definitiva, una lectura que se hace cuesta arriba, aburrida por momentos, y que no creo que se pueda leer de un par de tacadas, sino de manera más dosifica. Al menos, ése ha sido mi caso.

Luego, que no es adecuada para todo el mundo ni será disfrutable es evidente por el hecho que es una lectura dura. No por nada el libro pertenece al género de la distopía y llega a ser realmente brutal cómo presenta el régimen dictatorial y las herramientas que éste usa para mantener el control de la gente. Quizás el punto más perturbador es la forma de retorcer las palabras (la "neolengua"), el camuflar con palabras bonitas los horrores, lo que se evidencia en los nombres de los Ministerios (el de la Verdad es el de propaganda, engaño y falsificación; el del Amor es el encargado de la represión, torturas o control de los ciudadanos; el de la Paz se encarga de la guerra contra los otros dos super-estados creados a mitad del S.XX. y el de la Abundancia controla el racionamiento y la escasez) o en los eslóganes como "La guerra es paz", "La libertad es esclavitud" o "La ignorancia es fuerza". Si hay algo con lo que se pueda hacer paralelismo con el presente diría que es esto. Por ejemplo, al respecto de que haya una "neolengua" por la cual los hombres pueden ser mujeres, las mujeres dejamos de serlo para ser "personas menstruantes" o "uteroportantes", la explotación sexual es empoderamiento y la explotación reproductiva es altruismo.

De todos modos, en cuanto te paras a pensar, nada de lo planteado por Orwell se sostendría. Según el libro, tras las telepantallas que observan "a todo el mundo" debe haber alguien que controle a la gente. ¿Quién controla a los controladores cuando nadie está libre de sospecha en ese mundo? Es imposible que esto fuese viable. ¿Cuántas pantallas podría vigilar cada controlador? ¿Cuántas horas tendría cada uno de esos turnos? Además, no es sólo vigilar visualmente, que aún se podría abarcar a un grupo pequeño, más o menos, sino también escuchar lo que dijesen y eso ya sí que es totalmente imposible. Si al menos hubiese hecho un ejercicio imaginativo planteando algo similar a lo que hoy en día serían las inteligencias artificiales, todavía tendría sentido, pero no: son humanos observando a otros humanos 24h al día por miles de estos dispositivos. Curiosamente, son dispositivos que parece que nunca se estropean a diferencia de, por ejemplo, ascensores o tuberías de un país ruinoso. Y aquí otra pega de la historia y es que salvo por el elemento de las telepantallas, no hay nada que sea capaz de imaginar el autor para ese futuro distópico, todo son elementos contemporáneos a su época. ¿Sirve de excusa que se diga que toda la investigación está pensada para armas y la guerra? Personalmente, no, no me sirve de excusa. Fahrenheit 451 al menos sí tuvo su dosis de creatividad para justificar su planteamiento y que tuviese sentido.

Lo más curioso es que realmente lo de que se vigila a "todo el mundo" es falso. Según el libro, irónicamente, se observa a los miembros del Partido, tanto los de escala superior (gobernantes) como los que podríamos decir que son el funcionariado. Al grueso de la población, los "proles" (proletarios), se les deja sin observación porque los considera sin intelecto ni capacidad organizativa. Con decir que hay algunos policías del pensamiento que van vigilando para detectar a alguno que sobresalga, ya se supone que tenemos que creer que está controlada la gente. Es decir, el autor plantea que el 85% de la población que vive en la miseria no se va a rebelar nunca y lo justifica con que en el pasado no hubo revoluciones desde abajo, sino desde estamentos medios que se aprovecharon de la masa popular para escalar hasta el poder y ya volver a un orden parecido al anterior sólo con un cambio en la cima. Como en su sociedad los estamentos medios o son fieles al Partido o se van "vaporizando", no existirá un peligro real de cambio de sistema nunca. Me gustaría escuchar lo que dirían algunos historiadores de esta visión de Orwell de las revoluciones.

Esto también me lleva a preguntarme cómo sobrevivirá el Partido. En el libro se elimina a uno que es totalmente fiel pero parece ser demasiado inteligente. Se eliminan a los que son fieles pero meten la pata con algún desliz. Los hijos denuncian a los padres y se les cree. Los vecinos se denuncian entre sí. A ese ritmo, este sistema no puede durar porque se destruiría a sí mismo.  

También hay que considerar un poco la biografía del autor. Éste escribió el libro hacia 1948, poco después de la Segunda Guerra Mundial, habiendo pasado anteriormente por la Guerra Civil española. Teniendo una ligera idea de esto una pensaría que los elementos que le inspirarían serían el horror nazi y fascista, pero lo cierto es que el libro destila mayormente puro anticomunismo por la forma en que retorció los principios e ideales de éstos y las referencias que cogió de la URSS y sus líderes. Si no me creéis en lo dicho hasta ahora, quizás creáis a Isaac Asimov que analizó esta obra y a su autor en un artículo cuando se acercaba el año 1984. Lo podéis leer en español aquí y es realmente interesante.

Con todo, lo que más me chocó es el tufo misógino del libro. Hasta Asimov en ese artículo ya lo señala. No sé si el autor lo sería de una manera tan descarnada, pero el desprecio que se muestra por las mujeres en general en este libro es brutal. Sirva como muestra más evidente este fragmento.

No tengáis muy en cuenta la traducción, 
es una edición venezolana que me salió por 3,5€.

¿Está justificado en el resto del libro? No. Como dije en un tuit en que subí esta misma imagen (y que menuda me liaron), me parece una muestra de lo que actualmente llamaríamos incel (célibe involuntario). Un hombre que, como no puede tener sexo con una mujer atractiva, acaba fantaseando con violarla y hasta acabar con ella. Ese nivel de detalle gráfico de su fantasía y de odio que se describe ahí no se ve replicado con ningún hombre, ni siquiera con el mismo partido que es el que restringe las relaciones sexuales. Curiosamente, en otro punto del libro se dice que el Partido tolera bastante la prostitución siempre que no se reincida demasiado. Además, no es sólo hacia esa mujer que Winston resulta odioso, podríamos añadir su vecina o los flashbacks con su madre y su hermanita enferma. Y se podrá intentar justificar como se quiera, pero esos pasajes hablan por sí mismos. En definitiva, que Winston es un protagonista con el que es imposible sentir empatía entre unas cuestiones y otras. No nos interesa lo que le pasa y eso encima hace más insufrible la novela ya que seguimos su punto de vista.

Aparte de él, Julia es el único personaje con algo de relevancia en la trama. Una vez la conocemos, sí que creo que la misoginia del libro no es del personaje de Winston sino del propio autor. ¿Os hago un pequeño destripe? Julia es la chica de ese pasaje que he subido en foto. Sí. Se vuelve la amante del protagonista. ¿Y creéis que él le ocultaría esas ideas tan majas que tuvo? Pues no, se lo confiesa... ¡y ella encantada! Aparte de eso es retratada con pocas luces, frívola y superficial. En el refugio, con Winston, confiesa que lo que desea es poder maquillarse y ponerse vestidos. Se duerme cuando Winston lee en voz alta "El Libro" porque es demasiado denso (que en parte la entiendo...). Su personaje acaba resultando insultante como mujer.

Luego, aunque de manera muy puntual, también se cuela la homofobia que el autor sentía, lo cual resulta hasta gracioso cuando en el libro Winston siente una idolatría casi pasional por O'Brien. 

Y a pesar de todo lo dicho, la lectura ha merecido la pena. Siempre tiene su interés conocer los clásicos y hay muchos elementos de esta obra que han trascendido por los que quería ver su origen y tener una imagen global de la obra. No obstante, es una lectura densa, opresiva y muy oscura. Incluso para el género de la distopía es especialmente amarga y carente de toda esperanza. Quizás por eso, el desenlace, que va acorde al tono del resto del libro ha sido la única parte que ha conseguido despertarme algún sentimiento aunque no sea precisamente positivo. No coincido con el tono pesimista y triste que le da el autor. No hay ningún personaje que resulte tener rasgos positivos. Parece que por vivir en un régimen dictatorial los sentimientos y valores humanos desaparecen por completo y no me lo creo. 

En definitiva, no creo que vuelva a leer el libro. Ha estado bien conocer el clásico de primera mano pero me temo que está tremendamente sobrevalorado. Como novela es aburrida y los personajes son de cartón-piedra. Las reflexiones interesantes que sí que tiene se pierden en un exceso de texto redundante, lo que es una pena porque no supo integrarlas en una trama en la que realmente pasase algo. Es completamente inviable e increíble lo que plantea, tanto en la parte práctica como en la sentimental. De todos modos, la puntilla la da la misoginia y el anticomunismo tan descarados con los que no puedo tragar.

jueves, 23 de marzo de 2023

Una rubia imponente, de Dorothy Parker

En el desaparecido Círculo de Lectores a veces sacaban colecciones interesantes. Una de ellas fue una serie de libritos ilustrados, pequeños y breves, con los que no había tenido mucha suerte hasta el momento. Eran cuatro, tal como comenté en la entrada de su adquisición, pero había uno que tenía ya en casa, así que pedí que no lo incluyesen. De los tres libritos, uno fue Kew Gardens, de Virginia Woolf, que lamento decir que no me gustó, lo vendí y ni siquiera le hice reseña en su momento. Espero tener más suerte con lo próximo suyo que lea. Luego, aunque tampoco me convenció, sí le dediqué entrada a El festín de Babette. Y hoy viene el último de la colección, del que menos esperaba y el que más me ha gustado con diferencia.

Argumento

Publicado en 1929 en Bookman Magazine, Una rubia imponente es el relato más conocido de Dorothy Parker y uno de los más emocionantes y perfectos de la literatura del siglo XX. Por él recibió ese mismo año el prestigioso premio O. Henry.

La historia narra la ascensión y caída de Hazel Morse, una rubia que «se sentía muy orgullosa de sus pies diminutos y era capaz de soportar el sufrimiento por vanidad». Tras aferrarse a algunos hombres, incluso casándose con uno, Herbie Morse, se adentra, de la mano del alcohol, en un mundo ficticio y autodestructivo buscando una escapatoria a la tristeza...

Reseña

El libro, como el resto de la colección, es más bien un relato breve, un cuento. La edición supera por poco las 100 páginas, pero hay que contar con numerosas ilustraciones a página completa e incluso a doble página. Hablando de éstas, aunque tienen un simbolismo muy potente y muestran escenas de gran intensidad emocional, lamento que el estilo me parezca tan burdo y pobre.

La trama es bastante sencilla, se limita a seguir la vida de una mujer que vivió en el Nueva York de principios del S. XX coincidiendo con la imposición de la llamada ley seca. Todo lo sencilla que es no le quita una pizca de brutalidad a lo que cuenta. Es un relato amargo, duro y muy triste. Hazel era una mujer despampanante que disfrutaba de la vida y se ganaba la atención y el interés de los hombres. Entonces se casó, dejó su trabajo y pensó que así podría ser más libre de esa fachada que mostraba de despreocupación. Hazel también era una mujer que se forzaba a sonreír y mostrarse feliz, sensible y deseosa de ser amada. Así, acaba entrando en una espiral destructiva terrible de la mano del alcohol. No quiero contar mucho más porque de por sí el relato es muy breve y porque realmente lo recomiendo.


Analizándolo, no podría decir que se pueda considerar un relato feminista al uso. Ahí tenéis la ilustración sobre estas líneas. No es un relato de "empoderamiento" de la protagonista, no se puede sacar nada positivo de su historia. Por esto mismo, quizás sí se pueda considerar rompedor en ese mismo enfoque brutal que hace. La crítica es demoledora y esconde unos mensajes muy potentes a poco que se lea entre líneas.

También se puede hablar de cómo critica las fachadas que nos hacemos, el personaje que creamos ante el mundo. Hazel se presenta como máximo exponente de lo peligroso que esto puede resultar, de llegar al punto en que no sea posible librarse de esa fachada ante nadie. Y de lo fácil que resulta que se geste una depresión en una persona que vemos siempre feliz.

En definitiva, si tenéis estómago para una historia dura, amarga y oscura, es una lectura que os recomiendo encarecidamente. Es una pequeña joya que me alegro mucho que forme parte de mis estanterías.

viernes, 17 de marzo de 2023

Un bonsái en la Toscana, de Isabel Keats

Hoy toca nueva reseña literaria, en concreto del género de la romántica contemporánea. Una lectura ligera y entretenida de una autora de la que aún no había probado nada, aunque he visto que tiene ya un buen número de novelas publicadas. Os dejo su web.

Este libro formó parte de una colección del desaparecido Círculo de Lectores. De la misma también formaba parte No me prives de tu piel y, visto lo visto, no parece haber sido un acierto pues ya van dos libros (de seis que fueron en total) que no me han convencido. Al menos no es el nivel de horror que fue aquél.

Argumento

Robert Gaddi es un prestigioso médico dedicado en cuerpo y alma a la investigación. Con el proyecto que tiene entre manos está a punto de hacer un descubrimiento que cambiará el mundo: una vacuna contra el cáncer. Sin embargo, por horrible que esto sea, hay gente poderosa que no quiere que vea la luz su hallazgo. 
Una noche que regresó de manera inesperada a su laboratorio se encontró un par de tipos husmeando en su ordenador. Tuvo una pelea con ellos y los ahuyentó. Ian Doolan, su jefe de proyectos, y Charles Cassidy, jefe del FBI y amigo de Robert, coinciden en que las amenazas han llegado demasiado lejos y deben poner alguna medida de protección a Robert.

Tres días después, en el edificio del FBI, Charles le presenta a Robert a Lian Zhao, la que será su guardaespaldas. La joven bajita, rubia y de ojos azules no tiene nada de asiática, pero es una experta en kung fu que ya ha realizado trabajos de protección con éxito. Con su habitual mala leche, Robert se niega, pero no le queda otra opción que aceptar a la joven a su lado. No lo sabe en ese momento, pero le va a salvar la vida de muy diferentes formas.

Reseña

¿Recordáis la serie House? Pues Robert es su protagonista. Tiene su misma cojera acompañada de bastón, su misma genialidad médica y su misma mala baba y amargura. Y Lian, por su parte, aunque ya hay muchas más diferencias, también recuerda un poco a la Dra. Cameron: joven, guapa y capaz de contrarrestar sus salidas de tono y aun así enamorarse del viejo cascarrabias. 

El libro tiene varias subtramas y creo que la mejor forma de reseñarlo es comentar un poco de cada una. Para empezar, la que da pie al argumento es el tema de la vacuna milagrosa contra el cáncer. Lo cierto es que sirve para poco más que dar el punto de partida y tener algún momento de tensión hacia el final. El resto del libro no tiene mayor trascendencia que leer cómo Robert se encierra en su despacho a trabajar. Una pena porque podría haberle sacado mucho más provecho. Además, resulta previsible que va a haber un malo y quién va a ser.

Luego, o más bien, antes, el libro realmente empieza con una situación muy oscura: el secuestro de una niña pequeña tras salir de un tiovivo. Lo cierto es que lo primero en lo que pensé fue que este hecho y esta niña tendrían relación con Robert y explicaría su carácter amargado y furioso. Pero no. Por un lado, porque según avanzan los capítulos vemos que en realidad es la historia de Lian. Por otro, porque se nos acaba contando qué ha hecho de Robert un tipo tan desagradable como llega a ser. Seguro que no os sorprende saber que es una mujer muy mala, qué si no.

Y así toca hablar de Lian. Por mucho que tengamos toda su historia en pequeñas dosis, en ningún momento llega a resultarnos creíble. Menos cuando sabemos hacia el final cuáles son sus orígenes. Hay tantos detalles que chirrían que hay que hacer un auténtico acto de fe. Habría sido más interesante y más realista que fuese una mujer asiática. Por lo demás, es un personaje muy "zen", tranquila y calmada. También es muy inocente así que, como en el mismo libro se describe, es una extraña mezcla de anciana sabia, ingenuidad infantil y cuerpo de veinteañera. También es una pena que sus habilidades de guardaespaldas no sean aprovechadas todo lo que podría.

El romance entre ambos es lento y se agradece. Dos personajes tan opuestos tardan en superar sus diferencias y conectar. Reconozco que tienen algunos momentos muy bonitos juntos. No obstante, no han conseguido emocionarme en ningún momento y mayormente se debe a la personalidad de Robert. Posesivo, con momentos violentos y desagradables de más. Además, cansa que se recurra al cliché de una notable diferencia de edad siendo él maduro y experimentado y ella inocente aunque segura de sí cuando llega el momento. En este sentido también peca de caer en que él se vea, en cierto modo, salvado de su amargura por la joven pura y amable. Es de las pocas lecturas de este género en que me habría gustado más y habría visto más lógico que no acabasen juntos.

De secundarios, la única con cierta relevancia es Nella, la vieja ama de llaves del castillo de Robert en la Toscana. Un estereotipo con patas de señora maternal, estricta cuando es necesario, cariñosa, algo cotilla y sabia consejera.

En definitiva, un libro entretenido que da para unas horas de lectura ligera con unas pocas dosis de intriga y romance. Ya está, no le pidáis más. Personalmente, lo habría disfrutado más si el protagonista no me hubiese parecido, como en el mismo libro lo llaman, un capullo.

domingo, 12 de marzo de 2023

Spicy Girl, de Mihona Fuji

Hoy vengo con la reseña de un tomo único cuya lectura tenía pendiente desde que lo adquirí en el Salón del Manga de Barcelona de 2019, el anterior a la pandemia. Como digo en aquella entrada, llevaba tiempo detrás de él y ahí lo pillé de oferta. 

Nunca he leído reseñas positivas de este tomo, pero aún así quería hacerme con él por completismo. Por un lado, porque siempre me ha interesado ver los primeros trabajos de mangakas que después dieron obras que me gustaron mucho, en este caso, Gals! Por otro lado, también quería sumarlo a los de la lista de Un manga, un romance, esa interesante colección que sacó hace años Planeta. Este tomo fue el 12º volumen de la misma y el siguiente, Pétalos de nieve, también era de Mihona Fuji. Ya he hablado de varios tomos de esta colección, por no poner todos los enlaces, os dejo el link a la etiqueta si tenéis curiosidad.  

Spicy Girl

Rika Sawaguchi es la madona del instituto y cuenta con una lista de admiradores kilométrica. No obstante, ella prefiere salir con chicos mayores, universitarios, y lo cierto es que cuando se arregla, da el pego como una más.

Un día, su amiga Mako le pide que se vengue en su nombre. Su novio, Kazuki Hirota, la ha dejado y quiere que Rika le devuelva el golpe conquistándolo primero y luego rechazándolo. Ésta se niega y se va con su nuevo ligue a una exposición y luego a una cafetería por la noche. Allí el camarero la reconoce, se burla de ella, la humilla y consigue chafarle la cita. Al saber que este chico es el famoso Kazuki, decide aceptar la petición de su amiga y vengarse. Lo que no sabe es que acaba de dar con su némesis: un chico que no cae rendido a sus pies. Muy al contrario, es ella la que empieza a prendarse del muy ligón.

Spicy Girl es el segundo tomo de la autora que fue publicado en 1994, así que ya ha llovido... Casi 30 años, que se dice pronto. Lo dibujó cuando tenía unos 18 años, según comentó ella misma en Twitter. Con estos datos en mente y el no recordar que nadie dijese nada bueno del tomo nunca, pues una iba con bajas expectativas que se han cumplido, no voy a mentir.

La historia en realidad es una mini-serie de tres capítulos, su primera obra "larga" después de varios oneshots. Esto al menos le permite tener cierto desarrollo y que la evolución de la pareja no sea demasiado precipitada. 

Siendo generosa, se le pueden sacar algunas virtudes. Por ejemplo, sobre todo para aquella época, lo echada para delante que es Rika es un punto positivo. Está segura de sí misma y tiene carácter, sabe lo que quiere y no se asusta de decirlo. Por parte de él, Kazu es un chico muy listo y un donjuán, por lo que no cae en los trucos de Rika. Son las dos caras de una misma moneda, así que se ve una relación de tira y afloja no muy común para una obra de la Ribon. Incluso hay gags de la autora al respecto. Ninguno de los dos son personajes que diríamos "castos y puros", saben que tienen poderosas armas de seducción y las usan descaradamente. 

En ambos hay bastantes detalles de Ran y Rei, a quienes conocimos en Gals! Ella tiene esa personalidad directa aunque en el fondo resulta ser bastante inocente y él tiene un punto frío y borde muy similar.

En definitiva, una historia divertida, para no tomarse muy en serio y con algún puntillo de emoción. Se nota que aún estaba muy verde la autora, pero aquí se le ve el potencial que explotaría años después con ese shôjo tan mítico.

7/10
 
Presentimiento de un beso

Rika y Jun llevan un tiempo saliendo juntos y la cosa va muy bien. Incluso parece que ha llegado el momento del primer beso, pero el chico no termina de lanzarse. La cosa se complica cuando a Jun le entran celos por otro chico con el que Rika ha empezado a hablar a raíz de un choque accidental que tuvieron.

Un romance adolescente bastante feo, a mi entender. Jun es un chico celoso que no confía en Rika. Se suma a esto una serie de enredos tontos que en la época previa a los móviles no se podía solucionar y el cóctel de desencuentros está servido. El único punto positivo de esta historia es la bonita amistad que hay entre chicas. Sayuri y Kanako son dos amigas de Rika y las tres se animan y se apoyan en los momentos duros.

Como curiosidad, sí, las protagonistas de ambas historias tienen el mismo nombre. La autora dice en un freetalk que se dio cuenta más adelante porque, aunque suenan igual, los kanjis que usó eran diferentes.

2/10

¡Quiero abrazarte!

Yumi, Yosuke y Tooru eran amigos de la infancia, ambos enamorados de la chica. Yosuke tuvo que irse a EE.UU. y ha regresado cinco años después. Los sentimientos de los tres se reactivan a pesar del tiempo pasado y todo se complica más cuando también se presenta allí Lisa, una chica colada por Yosuke al que ha seguido desde Norteamérica.

Bastante mejor historia que la anterior, pero que resulta un tanto confusa. El problema que le veo es el planteamiento de esta trama como historia corta, si se hubiese estirado como una serie, habría funcionado mucho mejor. Las dos llegadas desde EE.UU., lo precipitado que resulta todo... Además, no es una trama muy original, argumentos similares  los ha habido y los habrá. En definitiva, historia sencilla, mona, con algún punto cómico que da un rato entretenido.

5/10 

Conclusión

Sin duda, es un tomo bastante mediocre. La historia principal está bien, pero tampoco para echar cohetes, y las otras son bastante peores. No os compensará a menos que, como yo, queráis saciar la curiosidad por las obras primerizas de Mihona Fuji. Tanto en narrativa como en dibujo aún le faltaba mucho por pulir, pero ya se ven detalles interesantes.

miércoles, 8 de marzo de 2023

Cansadas, de Nuria Varela

Hoy, 8M, Día de la Mujer Trabajadora (aunque en los últimos tiempos esta última palabra se ha borrado, al igual que incluso está pasando con la de mujer para vaciar de significado y contenido el día), toca reseña de una lectura feminista. 

Nuria Varela es una autora con varios libros publicados, el más famoso es Feminismo para principiantes, que tengo entendido que, precisamente para iniciarse en el análisis y pensamiento feminista, es una opción muy recomendada. 

Fue en 2017 que publicó éste que hoy reseño. Por situarnos, es previo a las masivas manifestaciones feministas de 2018 y al clamor social por el juicio de "la manada". Casi todo lo que se comenta aquí sigue siendo vigente, hay cosas que han ido un poco a mejor y otras a peor. También es un libro previo al entrismo de las teorías queer en las cotas altas del poder en España. Unas "teorías" que han supuesto todo un "caballo de Troya" dentro del feminismo y que tanto daño están haciendo. Así que, en general, sigue siendo una lectura recomendable. En parte porque precisamente no analiza la basura queer que tan saturada me tiene últimamente, lo que permite recordar cuáles son todas las luchas que siguen abiertas para las mujeres y que han quedado eclipsadas con razón, porque si se diluye el significado mismo de mujer, ¿cómo luchar contra la desigualdad?.

Contenido

Salomón no era sabio, Don Juan no era un héroe y Lolita no es una historia de amor. Estamos cansadas, sí. De las medio verdades y de las mentiras a medias. De los micromachismos, del velo de la igualdad y de los mitos que rodean al amor. Cansadas de pintar las paredes sin poder tocar los cimientos. Cansadas de la violencia, de todas las violencias, de los embargos, las guerras y las posguerras. De las batallas en el frente y en la retaguardia. De todas las trincheras. Cansadas del desdén, de la vieja y la nueva misoginia, de la cultura de la violación y del mansplaining, de la cultura del simulacro y de la RAE. Cansadas del silencio y del menosprecio. Cansadas del hombre económico y de la gran alfombra patriarcal que tantas vergüenzas esconde. Mucho antes de que la ola de indignación y los olores de la Primavera Árabe recorrieran el mundo, muchas mujeres estábamos cansadas de estar cansadas. La música nos suena. Podríamos interpretarla sin partitura y la letra apenas tiene modificaciones.

Cansadas es una mirada feminista que contempla recuerdos, reflexiones, reportajes, artículos, notas de viaje y conversaciones a lo largo de una década en la que hemos llegado a estar hartas de tanta impunidad y tanta política de la crueldad. Nos hemos hecho mayores y no nos gusta lo que vemos. Es tiempo de nuestra propia reacción. Hemos sido hormigas. Ya es hora de que nos toque ser cigarras.
 
Reseña

Del mismo modo que lo escrito como "Contenido" aquí arriba resulta un pelín caótico, el libro también lo es. En cierto modo se puede tomar como una recopilación de anotaciones de diversa índole de la autora. No hay un hilo conductor en los capítulos más allá del enfoque feminista, falta una estructura clara, sobre todo al principio, más avanzado ya sí quedan mejor enmarcados los temas. Sin duda, aquí está la parte más criticable del libro. Todo lo demás me ha parecido realmente interesante.

El libro toca todos los temas del feminismo de manera más escueta o más desarrollada. En el resumen de arriba tenéis una enumeración que diría que no se deja ninguno de los puntos tratados. La autora va comentándolos aportando datos, citas de estudios o reflexiones de otras tantas autoras. Al final del libro hay una amplia bibliografía que podría servir de punto de partida para ampliar la biblioteca feminista con obras referenciadas de Amelia Valcárcel, Silvia Federici, Ana de Miguel, Lydia Cacho o Celia Amorós entre muchos otros nombres.

Sí que hay dos capítulos que se salen un poco de este enfoque más disperso y hacen un poco de autobiografía de la autora. El capítulo #3 se titula "Memorias de una asesora del Ministerio de Igualdad" y cuenta lo que vivió en dicho puesto cuando se creó el primer Ministerio de Igualdad de la historia con el Gobierno de Zapatero y la denostada Bibiana Aído al frente del mismo. Un Ministerio que fue vapuleado por la derecha, política y mediática, que se criticaba por cada cosa que hacían y decían. La Ley del Aborto como principal caballo de batalla. Su desaparición cuando llegó la crisis y pasó a ser parte del Ministerio de Sanidad. Sin duda, una parte de nuestra historia reciente de la que no había leído nada "desde dentro". Recuerdo las polémicas ridículas, la batalla contra el matrimonio homosexual y el aborto por parte de la derecha, pero poco más. Me ha parecido muy interesante y más visto con la perspectiva del tiempo pasado.

En el capítulo #4, "Cansadas de la violencia", la autora hace lo mismo con sus recuerdos como reportera de guerra en Bosnia e Irak, con los talibanes de Afganistán y con la situación de los feminicidios de Ciudad Juárez. Las historias de este capítulo son, por supuesto, brutales. Especialmente doloroso de leer ahora es la parte de Afganistán. Hace algo más de un año que han vuelto al poder los talibanes y lo poquito que habían avanzado las mujeres allí ha sufrido un retroceso terrorífico. Debe estar siendo terrible, rozar con la punta de los dedos un futuro y que te lo arrebaten de un plumazo. Y el mundo decidido a ignorarlo. También se toca la crítica al velo o la mutilación genital femenina. Sin duda, un capítulo especialmente duro.

En el resto del libro toca muchísimos más temas. En el capítulo #2 de título "¿Por qué no puedo olvidar a Lola Muñones?" se centra en el mito del amor romántico. Parte de un relato de 1987 de Maruja Torres en que creó a ese personaje llamado Lola, una mujer que se mutilaba para ganarse el afecto masculino, haciéndose cada vez más pequeña y dependiente. También se tocan aquí los micromachismos.

Luego dedica el capítulo #5 a "Cansadas de la nueva misoginia" que va acompañada de la cultura del simulacro (creer que ya hemos alcanzado la igualdad es una gran mentira, un simulacro), del silencio como mandato patriarcal, de la misoginia encerrada en las obras de importantes autores masculinos, de la cultura de la violación o de la trampa que supone el consentimiento (tema más actual que nunca ahora que estamos viendo la cagada de Ley del Sí es Sí que defienden por poner el consentimiento en el centro, sin que esto sea nada realmente positivo).

El penúltimo capítulo, el #6, es "Cansadas de no tener". Un capítulo dedicado a la economía, sobre todo poniendo el acento en lo invisible y no remunerado de los cuidados, el gigante escondido. "¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?". ¿Quién asume la responsabilidad de cuidar? La maternidad retrasada es otro tema que se toca junto a la patraña de la conciliación. Temas que siguen sin ser resueltos y que, de hecho, van a peor.

Así, quedan por mencionar los capítulos #1 y #7 como introducción y conclusión. Son los más batiburrillo de conceptos pero enmarcan bastante bien el libro, visto en perspectiva tras la lectura.

En definitiva, un libro sobre feminismo ligero, con una prosa directa y clara. Se pasan sus cerca de 200 páginas en un suspiro. Sí que puede ser necesario parar, pero porque hay puntos en los que te cabreas o sufres con lo que narra. Hay algún puntillo en el que discrepo con la autora y creo que podría haber pulido un poco más su estructura y su organización de ideas. Con todo, un libro para releer y del que coger referencias para futuras lecturas.

viernes, 3 de marzo de 2023

Edenbrooke, de Julianne Donaldson

Hoy varío la tendencia de las últimas entradas y toca reseña literaria. Se trata de una novela de romántica histórica del subgénero que han llamado "clean romance" por el mojigato motivo de que no hay escenas de sexo. Ya descubrí este subgénero en La hija del boticario y hablé por encima de lo que pienso al respecto en dicha reseña, no me voy a repetir.

En cuanto al libro, he descubierto que la autora escribió un pequeño relato a modo de precuela de título El heredero de Edenbrooke que sigue la perspectiva del protagonista masculino de esta historia. A pesar de ser precuela, si os interesa, creo que la novela debería ir primero porque seguro que descubre algunas cosas de éste que se saben hacia el final del libro.

Argumento

1816. Marianne Daventry está harta de Bath. La joven añora su hogar en el campo, a su padre y a su hermana melliza Cecily. Allí podía montar a caballo libremente, pintar y girar bajo los árboles. En cambio, en la ciudad está al cuidado de su abuela desde que más de un año atrás su padre la dejase con ella tras el fallecimiento en un accidente de su madre. Para colmo, le ha salido un pretendiente que le resulta repulsivo y la anciana quiere que se convierta en una dama y deje de tener lo que considera modales de campesina. Al menos Cecily sí está disfrutando de su estancia en Londres y le cuenta en largas misivas todo lo que hace.

Un día, dos cartas cambian el futuro inmediato de Marianne. Por un lado, su hermana Cecily le pide que la acompañe a Edenbrooke, una mansión de campo en la que vive una amiga de su difunta madre. Allí quiere cazar al rico heredero y espera tener la ayuda de su hermana. Marianne no cree que la necesite para tal objetivo pero la perspectiva de dejar Bath y reencontrarse con ella son motivos más que suficientes para llenarla de alegría. La otra carta iba dirigida a su abuela y, después de leer el contenido y sentirse muy contrariada, toma la decisión de desheredar al calavera de su sobrino y dejarle su fortuna a Marianne. Eso sí, le pone como condición que se convierta en una dama de una vez.

De este modo llega el día de partir hacia Edenbrooke. El viaje se vuelve un horror cuando un hombre asalta el carruaje hiriendo al cochero. Betsy, la doncella de Marianne, consigue espantarlo gracias a una pistola que había escondida. Entre las dos llevan al herido a una posada y allí Marianne conoce a Philip, un atractivo caballero del que tiene una primera impresión nefasta. La sorpresa será mayúscula cuando, ya en Edenbrooke, descubra que es el segundo hijo de su anfitriona. 

Reseña

Edenbrooke es la primera novela de esta autora y hay que reconocer que se nota. La trama es muy sencilla y absolutamente predecible. Diría que no hay nada que suponga una sorpresa, por pequeña que sea, una vez están los personajes presentados y vemos por dónde van los tiros. Con todo, es una novela que he disfrutado al leerla.

La trama se sitúa en el ya conocido periodo de la Regencia, es decir, el contexto de las obras de Jane Austen. No obstante, creo que podría estar en cualquier momento histórico algo posterior o anterior, no hay nada que ancle la obra a dicha etapa. Además, la autora se toma bastantes licencias en la forma de comportarse de ambos protagonistas, así que mejor no leer esta novela buscando rigor histórico porque no habrá escenas de sexo, pero los protagonistas hacen cosas juntos que en esa época eran igualmente indecorosas. Y, por supuesto, la escritura, el tono y la profundidad están muy lejos de la maestra clásica.

Pasando a los personajes, Marianne tiene cosas que gustan y otras que desagradan y, como la novela está narrada en primera persona desde su exclusivo punto de vista, llegamos a conocerla muy bien. Por un lado, no deja de ser una chica de 17 años, así que es muy joven, inocente e inmadura. La chica vive sonrojándose todo el tiempo. Tiene un gran complejo de inferioridad respecto de su hermana y se ha acostumbrado a dejar que sea ella la que tenga todo lo mejor. Además, sufre por la pérdida de su madre y también por lo que siente como abandono de su padre. Me ha parecido muy humana, claro que esto también tiene su parte mala. Marianne es un tanto cretina y arrogante con, por ejemplo, su tía o Betsy. Por otro lado, la forma en que describe al pretendiente de Bath es muy fea, pero cualquier chica que haya recibido el interés de un hombre bastante más mayor y desagradable entiende ese rechazo y ese hincapié mental que hace en sus defectos. Lo veo totalmente normal y, aunque no sea lo ideal de una protagonista, mi yo adolescente se identifica con Marianne, no lo voy a negar. 

En cuanto a Philip, tenemos al clásico protagonista del que es inevitable enamorarte: caballeroso, pícaro, amable e irresistible. Se agradece que no sea uno de esos protagonistas de pasado tortuoso aunque tenga su punto de, llamémoslo, intensidad e intriga. A ver si me puedo hacer con ese relato precuela desde su punto de vista.

La relación entre ambos es muy bonita. De un encuentro accidentado y dándose una primera mala impresión, pasan a ser amigos entre los que la tensión romántica va en aumento. Todo se demora mucho porque Marianne es bastante torpe en captar las señales (las de él pero también las suyas propias), porque tiende a malinterpretarle y porque se interponen otros personajes que solo demoran lo inevitable. Que no haya nada sexual en la novela no se echa de menos porque lo cierto es que la autora lleva bastante bien la evolución de la pareja y tienen momentos muy intensos.

Hacia el final la autora mete un momento de peligro y una pizquita de acción que se sabía que se iba a dar desde antes de que Marianne saliese de viaje a Edenbrooke. Si cuando decía que era previsible el libro... El caso es que permite a la protagonista lucirse un poco y a Philip le deja hacer de caballero de brillante armadura al rescate de la damisela en apuros. Todo acaba bien y final feliz para todas las partes. Sin sorpresas.

En definitiva, una lectura ligera, entretenida, que ha conseguido emocionarme en algunos pasajes y que la he disfrutado bastante. Tiene pegas como lo previsible que resulta o que su protagonista femenina puede llegar a resultar antipática o desagradable, pero si consideramos que apenas es una adolescente, son defectos que se pueden pasar por alto y se compensan con otros buenos momentos que tiene. Y conocer a Philip es un plus muy grande de esta historia.