Si en mi anterior reseña cumplía con el mes de Junio, recuperando el retraso que llevaba con el reto de los Imprescindibles del año, con esta pequeña novela, apenas un cuento, ya me pongo al día. Estos meses pasados he procurado que lo que leía para el reto tuviese alguna relación con lo que leí el año pasado. Entonces, para Julio, escogí una novela horrible titulada La paloma. No quería nada que me recordase a aquella y sólo coinciden ambas historias en su brevedad.
Réquiem es una novela que me tocó leer en el instituto, como así he recordado cuando me encontré el librito en las estanterías y vi algunas frases subrayadas en lápiz. No recuerdo qué impresión me dejó entonces pero ahora me ha emocionado y me ha hecho soltar lagrimones. Por eso no me gusta leer historias basadas en la Guerra Civil. Lo paso mal y, encima, se me llevan los demonios por el cabreo que siento.
Argumento
En un pueblecito aragonés, el párroco Mosén Millán se dispone a ofrecer una misa en sufragio del alma de un joven a quien había querido como a un hijo. Mientras aguarda a los asistentes, reconstruye en sus recuerdos la vida de Paco el del Molino.
Reseña
No hace falta poner más argumento, pues con lo breve que es, a poco que se cuente algo más, ya se cuenta todo. Son apenas 100 páginas (a tamaño de letra muy generoso) en las que vemos desde el nacimiento de Paquito, su corta pero activa vida, ya siendo Paco, y su cruel y triste final, todo contado desde los ojos del cura al que el joven apreciaba como un segundo padre.
Es una historia dura, si bien al principio, con las travesuras de infancia, se hace simpática y consigue que le tomemos cariño al chico, lo cual es una trampa, pues cuanto más se le aprecie, más duro será el desenlace.
Hay escenas terribles y la historia, como en tantos lugares sucedió de manera similar en la realidad, acaba siendo dramática, injusta y cruel. Además, el desenlace es doblemente triste pero para saber el motivo de esto, lo tendréis que leer.
Es una novela que va a más, con un desenlace cínico pues a dicho réquiem sólo asistirán las personas que condujeron a su muerte. Nadie más se presenta a pesar de las esperanzas de Monsén Millán para que vayan llegando, preguntándole a cada poco rato a su monaguillo si ya ha entrado alguien. Curiosamente, aparte del monaguillo y el cura ya presentes, y los verdugos del difunto, sólo un ser vivo más entra en la iglesia, creando una imagen simbólica, poderosa y de gran fuerza. De nuevo, tendréis que leerlo para descubrirlo.
El monaguillo es otro personaje clave, pues entre sus idas y venidas, a modo de coro del relato, va canturreando un romance que han escrito en memoria de Paco. Los versos que canta el chico complementan los recuerdos del párroco a la perfección.
Querría comentar más cosas, pero prefiero que descubráis la obra por vuestra cuenta. Un relato costumbrista de época en su primera mitad, una historia dramática en la segunda. Una magnífica novela corta, poderosa, simbólica, cargada de metáforas y de reflexiones para leer en la situación actual. Aunque, como a mí, no os guste leer historias basadas en la horrible Guerra Civil, ésta es un imprescindible.
Pues con lo sensible que soy yo, ya me estoy viendo llorando a mares, pero apuntado queda. Con la nota que le has dado, estoy segura de que me gustará.
ResponderEliminarSaludos :)
Espero que te guste. Es una historia realmente buena pero brutalmente cruel. No podía ser de otro modo con el contexto en que se sitúa.
EliminarEs una obra maestra.
ResponderEliminarTriste y muy cruel.
Me alegra que podamos seguir hablando.
Por un momento me he asustado con tu comentario, ya estaba pensando si habría dicho algo que te molestase o yo qué sé. Luego he caído en la frase que acompaña a la nota XD
EliminarTotalmente de acuerdo, obra maestra con todas las letras. Breve pero muy intensa.
Tengo ganas de leerlo, desde hace un montón.
ResponderEliminarMe encantan las historias ambientadas en estas épocas, aunque también lo paso fatal leyéndolas U.U
Besotes