Sigo recuperando el tiempo perdido, por decirlo de algún modo, y avanzando con lecturas pendientes. Para no mentir, es cierto que estoy seleccionando cositas ligeras y cortas. La que os traigo hoy son apenas 175 páginas... que se me han hecho eternas. Y es que cuando un libro no gusta, pasa eso. Posiblemente, si me seguís por Twitter, hayáis visto algunas de mis quejas con el libro (pero sin nombrarlo).
Aunque no lo sabía cuando lo pedí, esta historia se podría clasificar dentro del chick-lit, un género que probé con Y lo que surja con poco éxito. Si llego a saber esto, seguramente no lo habría pedido. Es lo que pasa cuando a veces te dejas guiar por la intuición y una portada bonita. Tampoco ayudó un resumen del libro que no cuenta gran cosa, así que en vez de copiaroslo, voy a escribir uno más acorde a la realidad.
Argumento
Emma Ewing se depierta en una cama que no es la suya, en un cuarto que no es el suyo, sin recordar cómo ha llegado ahí. Además, hay alguien roncando a su lado a punto de despertar. Cuando su compañero de cama la mira, "Don Ojazos Azules", la saluda con una sonrisa y la invita a desayunar.
Al ir al baño, Emma descubre una foto del chico junto a una preciosa rubia a la que conoce muy bien: es Lis, la novia de su hermano Matt, con quien se va a casar en unas semanas. El atractivo hombre junto al que se ha despertado es el hermano de la que va a ser su cuñada. La primera vez que estaba con alguien desde su ex, y que hasta instantes antes creía que había roto su mala racha de "primeras veces horribles" ha acabado siendo una gran metedura de pata.
James observa como la pelirroja se viste a toda prisa y se marcha, sin caer en la cuenta que no tiene forma de localizarla. Lo que no sabe es que la volverá a encontrar muy pronto, gracias a su adorada hermana.
Reseña
La novela tiene muchas cosas que me han molestado durante la lectura, empezando por el mismo principio. Emma se despierta sin tener ni idea de dónde o con quién está por la borrachera que había cogido. Como es ficción y todo es maravilloso, y el chico es Don Ojazos Azules, no hay ningún problema. Pues no. Odio cuando la ficción viste como ideal algo que, sabemos, en la realidad tiene altas posibilidades de acabar con no pocas lágrimas y/o problemas. Os recomiendo este artículo (punto 2). Según se deduce, avanzados unos capítulos, la borrachera no era fuerte, el consentimiento era mutuo y el sexo, más que deseado. Todo OK. Es lo bueno de la ficción. En la vida real, mucho me temo que los finales no son tan felices tras una situación similar.
El segundo punto que me mosqueó es que, lo primero que ella piensa al despertarse y darse cuenta de dónde está es "la primera vez que te acuestas con un tío al que acabas de conocer no cuenta que sea feo, gordo o maleducado". Vamos, si es guapo (como es el caso), perfecto, pero si es un horror, "no cuenta", pies para qué os quiero, y si te he visto no me acuerdo. Al menos, también piensa que lo que sí cuenta es que no sea un psicópata, bien, algo de sentido común... De nuevo, es ficción, y James es tan atractivo que incluso hizo de modelo un tiempo. Eso sí, desde ese momento nada más empezar, ya no me pude quitar de la cabeza la idea de superficialidad de la protagonista y del libro en sí, lo que se fue confirmando poco a poco. Por cierto, que también es algo que comparte él pues durante un tiempo se había negado a conocer a Emma a petición de su hermana porque la palabra que usaba para describirla (que no recuerdo ni encuentro ahora), le daba a entender que era simpática pero poco agraciada. Prioridades, claro.
El tercer punto que me mosqueó se da durante una cena con las dos parejas en la que sale el tema de la despedida de soltera para Lis. Se comenta la idea de que van a tener una fiesta con un estríper y los dos machos sacan su vena de cromañón posesivo y celoso poniéndose de malos modos. La escena se corta ahí y, si se produce la despedida (ya sea con o sin estríper), es algo que nos quedamos sin saber. Algún día entrará en la cabeza que los celos no son muestras de amor. Supongo que vais viendo por dónde va la cosa. Tenemos una novela superficial y llena de clichés rancios de lo peor del amor "romántico".
Por supuesto, los personajes son todos modelos de pasarela. No sólo eso, sino que la protagonista es PERFECTA a todos los niveles: trabajadora, divertida, viste de maravilla, atractiva y con buena figura, maravillosa hermana, amiga y cuñada, editora jefa de la línea romántica de la gran cadena de su padre rico, visitante asidua al gimnasio... Lo siento, pero echo de menos alguna imperfección que me haga pensar en ella como humana más allá de tener mala suerte con las "primeras veces".
Con una novela tan corta en extensión, se podría pensar que la trama se centra en cómo desarrollan la relación con el lío de la boda de fondo. Pero no, la novela cae en el cliché más visto del mundo mundial al introducir a la ex de él, que era tan mala que le dejó el día en que éste le propuso matrimonio. Por supuesto, es descrita como buscona, mal vestida (en el sentido de que enseña mucho escote y piernas), artificial... vamos, todos los tópicos. Cuanto más buena es la protagonista, más pérfida es la rival. Si hubiese sido un personaje más humano y realista, se habría entendido un poco más las decisiones de James, que llegan a ser absurdas dada las personalidades tan distintas de ambas. Claudia, que así se llama ella, no es un personaje, es una caricatura.
Con personajes así de planos, no se puede tener una trama que dé una mínima sorpresa. Se ven los líos y reconciliaciones a leguas, de ahí que me haya costado llegar al final a pesar de la brevedad. Y claro, con tan pocas páginas y todo lo que debe pasar para el previsible final feliz, encima es precipitada y no deja tiempo a que se tomen decisiones que sean coherentes.
Y aquí lo voy a dejar. Que sea una historia sin pretensiones no me sirve de excusa para todo lo tóxico que muestra (me dejo cosas por no spoilear, más que nada), para el popurrí de clichés mil veces vistos, y para un argumento tan pobre. No hay chispa, ni emoción, ni auténticos momentos realmente inolvidables... Novela ligera para una tarde que os apetezca una historia simple y plana con la que desconectar. Y aún así, las hay mucho mejores para dicho fin.
Y aquí lo voy a dejar. Que sea una historia sin pretensiones no me sirve de excusa para todo lo tóxico que muestra (me dejo cosas por no spoilear, más que nada), para el popurrí de clichés mil veces vistos, y para un argumento tan pobre. No hay chispa, ni emoción, ni auténticos momentos realmente inolvidables... Novela ligera para una tarde que os apetezca una historia simple y plana con la que desconectar. Y aún así, las hay mucho mejores para dicho fin.
Pues vaya libro bueno... La verdad es que no sé cómo te atreviste con él viendo solo la sinopsis. Después de la decepción que me llevé con "El Diablo viste de Prada", me acerco con pies de plomo a la chick-lit.
ResponderEliminarUn beso!
Es que el argumento que he puesto lo he escrito yo para que se sepa de qué va en realidad, porque el original/oficial no dice prácticamente nada. Me llamó la portada, tenía un vale de descuento en la tienda online de la editorial... y cayó.
EliminarCon este libro me pasó más o menos como a ti. En mi caso, fue el primer libro de chick-lit que leí, y estoy casi convencida de que será el único. Odio el personaje prototípico de este tipo de novelas... típicas Mary Sues ya formadas o en potencia -.-
ResponderEliminar¡Un saludo!