lunes, 2 de marzo de 2015

Sed de venganza, de Sherrilyn Kenyon

Nueva entrega de mis queridos Cazadores Oscuros que veréis en la próxima tanda de adquisiciones. Y que vendrá acompañado del siguiente, así que, como os imaginaréis, no vais a tardar en tener otra reseña más de esta entretenida saga. 

Ya sólo me falta decidirme a darles una relectura a todos (a algunos les tengo unas ganas enormes) y seguir reseñando los que se me quedaron colgados, diez, ni más ni menos... Claro que con tantos libros esperando su turno, me da cosica hacer eso... Qué triste es no tener todo el tiempo que uno quiere para leer... En fin, al tema. 

Argumento

Jess "Sundown" Brady fue un temible forajido en el Oeste de 1873. Empujado a esa vida para poder sobrevivir tras la muerte de su madre, la única persona que le demostró cariño, se convirtió en una leyenda. Sin embargo, todo cambió cuando conoció a Matilda, una mujer que le enseñó que no todos los humanos son escoria, que hay buenas personas y que podía amar. Por ella, decide dejar su vida y convertirse en un simple granjero. Pero el día de su boda las cosas acaban de manera espantosa, con un tiro por la espalda. En su muerte, su grito de venganza alcanza a Artemisa que decide reclutarle como uno de sus Cazadores Oscuros.

Huérfana y criada por apólitas, Abigail Yager busca venganza por la muerte de sus padres a manos de Jess. Pero antes de acabar con él ha entrenado para convertirse en un arma letal que colabora con su familia para acabar con los despiadados seres que los persiguen: los Cazadores Oscuros. Y como Jess es uno de ellos, matará dos pájaros de un tiro.

Unidos por los caprichos de los dioses y perseguidos por antiguos enemigos, ambos deberán encontrar la forma de superar su mutua animadversión o ver cómo uno de los poderes más oscuros jamás conocidos despierta un nuevo apocalipsis.

Reseña

Aunque no llegué a mencionarle en la reseña de Bailando con el diablo (la de Zarek), Jess tenía ahí su presentación como personaje divertido e interesante. Kenyon se olvidó de él hasta ahora, que ha esperado hasta este libro, el 20º, para que le llegase el turno de contar su historia. Un pequeño chasco ha sido que Zarek sólo tuviese una pequeña (pero importante) aparición estelar, cuando contaba con su presencia para darle más salsa a la trama. Dicho papel lo ocupa Sasha, el lobo katagario que también se presentó en aquella novela y que da algunos momentazos aquí.

Pero entremos en el libro en sí. La historia de Jess sirve para introducir un nuevo panteón, con su mitología particular: la cherokee. Tal vez por estar menos familiarizara que con la griega (a diferencia de lo que les pasará a los americanos), o porque no están muy bien explicados los mitos, lo cierto es que me he perdido un poco. Con la importancia que tiene en la trama del libro, habría sido deseable una mayor calma para satisfacer la incultura en el tema de sus lectorxs extranjerxs. Además, este libro hace de "introducción" a una trama que aún tiene que continuar (¿y cerrarse?) en Tiempo Sin Tiempo. No es que sea un final abierto, es que han ganado una batalla pero no "la guerra".

Como valoración general, debo decir que es uno de los libros de la saga en que más acción ha habido, y eso que todos tienen su dosis importante, sobre todo los últimos. Pero éste está a otro nivel en este aspecto. Desde su comienzo ya es movidito y, tras la visita de Zarek, las cosas se ponen tan mal que no hay momento de descanso. Si un libro pudiese ser hiperactivo, éste lo sería.

Lo que hace del libro emocionante, intenso y adictivo, la acción, se lo quita a la relación de pareja. Con decir que sólo hay una única escena sexual, lo que se "compensa" con su ubicación diferente a lo habitual. Tienen buenos momentos juntos, hacen buena pareja pero no he sentido nada, y es que es una de las relaciones más precipitadas que recuerdo, si bien Kenyon se las apaña para que finalmente no sea así y que esté justificado el rápido e intenso enamoramiento. Aún así, se echa de menos cómo florecía el sentimiento en las primeras novelas y que el amor surja por predestinado y por las leyendas le quita gracia. Me lo he pasado muy bien con su lectura, ha sido entretenido, divertido y adictivo, pero me ha faltado amor, por cursi que eso pueda sonar.

De los protagonistas como tales ninguna queja que decir. Jess es el clásico hombre carismático de Kenyon al que la vida ha tratado a patadas pero que no por ello ha perdido el humor o el corazón (aunque no se vea capaz de volver a amar). Sin embargo, la más interesante aquí es Abby. Siempre es de agradecer que haya mujeres fuertes, que sepan valerse por sí mismas, la pega es su ingenuidad, que la llevó a ser engañada por sus familiares que la convirtieron en una asesina de inocentes. Sus errores son los desencadenantes de lo que sucede y me he creído su arrepentimiento, su reconocimiento de los errores, su miedo a las consecuencias y su determinación de hacer lo necesario para compensar el mal causado, le cueste lo que le cueste. Creo que habría preferido que la novela se centrase en los protagonistas como tales y dejase las leyendas para la ya comentada continuación, que aquí se hubiese limitado a introducirlas para Ren, el que será su protagonista y personaje con un peso importante.

De secundarios, aparte de los ya mencionados, destaca Andy, el escudero de Jess, que me ha hecho recordar a aquel adorable Nick de los primeros libros, aunque con un tono mucho más melindre. También mencionar a Choo Co La Tah, que es el prototipo de viejo guerrero indio y sabio que aporta inteligencia y peso a la trama.

Y cuando ya creía que el libro acabaría sin volver a ver a nuestro querido Ash, Kenyon nos regala una preciosa escena extra con maravillosos momentos y una Artemisa que consigue redimirse un poco. 

En definitiva, Sed de venganza es una novela muy intensa, que asegura buenos ratos de lectura, como la mayoría de libros de la saga, pero con la pega que la parte romántica se queda bastante floja (vamos, lo mismo que pasaba con el libro anterior a éste, Un amor despiadado). Es interesante la introducción de un nuevo panteón con el que cambiar de aires, pero no lo ha sabido explicar bien y, con todo lo que ya tenía la saga encima, que incluso parecía estar yéndosele de las manos, me genera dudas de si el nuevo lío ayudará o lo complicará todo más.

1 comentario:

  1. Que ganas tengo de leer esta saga :) Gracias por la reseña.
    Un beso

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