lunes, 15 de junio de 2015

No estamos locos, de El Gran Wyoming

Tocaba lectura de 2014 y en la lista de libros que tengo de ese año me llamó con fuerza el nombre de uno de mis ídolos televisivos y políticos. No estaba segura de llegar a hacerle reseña dado que no es una novela y nos salimos por completo de la temática normal del blog, pero al final me he decidido, aunque sea sólo por recomendarlo, porque merece y mucho la pena escuchar y, en este caso, leer a este señor.

Por situaros, para quien no lo conozca, El Gran Wyoming es, actualmente, el presentador de El Intermedio, un programa que, en clave de humor, repasa las noticias del día y además, de vez en cuando, se detiene en temas graves que pueden no estar en la primera página de los periódicos pero son importantes, para lo que suelen invitar a portavoces de diferentes ONG. En el programa, salvo algunas reflexiones, Wyoming hace de cómico que responde a la parte seria del programa, que la desempeña Sandra Sabatés. Aunque el programa me parece de por sí un imprescindible para desentrañar lo que las noticias cuentan cada día, el "Wyoming cómico" se queda en un personaje genial pero que no exprime todo el potencial de este hombre. Es en entrevistas como las que ha dado en La Sexta Noche o en este libro mismamente donde deja la boca abierta a la gente. Algunos vídeos donde lo podéis ver en todo su esplendor es en un discursó espontaneo que se marcó en Alcalá de Henares, o en un acto de campaña apoyando a Ada Colau hace poco, o las dos entrevistas ya mencionadas. Buscadlos, no tienen desperdicio.

En este libro tenemos al Wyoming más indignado, asqueado de la situación por la que pasa el país. El análisis que hace se centra en la derecha política, religiosa y económica aunque también tira a la izquierda en algún momento puntual. Como muestra de su estilo, podéis leer los artículos que escribe en Infolibre.

Estructuralmente, el  libro tiene un primer gran capítulo llamado "Quienes somos" que serviría de presentación y toca varios temas que desarrollará más adelante. Personalmente, es el bloque que menos me ha convencido por ser algo caótico y disperso, aunque sienta las bases de lo que vendrá a continuación. De esta parte, no obstante, me quedo con un análisis de la religión brutal, demoledor y con el que me sacó auténticas carcajadas (a los creyentes de buena fe probablemente les escueza). En general, es la parte más ligera del libro. Lo gordo viene a continuación. 

En "De donde venimos", el siguiente gran bloque, hace un repaso histórico desde la Segunda República hasta nuestros días. Puedo confesar que la historia de esta época que me tocó empollar en el instituto fue un horror (aunque recuerdo que el profesor se esforzaba por hacerla amena e interesante y lo conseguía, pero estudiarla...) y, además, me ponía de mala leche, pero la lectura de esta parte no cansa y cuenta algunas anécdotas históricas que resultan brutales y desmitifican al "Gran" Franco.

Los siguientes bloques son una avalancha de todas las vergüenzas que ha tenido el PP desde antes de existir como tal hasta que alcanza los últimos escándalos previos a la publicación de este libro. No se deja nada: la Guerra de Irak, el 11-M, el Yak-42, el Prestige, la boda de la hija de Aznar, Fabra, Bárcenas, El Bigotes, Camps, Esperanza Aguirre... Se podría haber retrasado la publicación de manera indefinida porque ha seguido saliendo más y más mierda. Y la que quedará todavía, sólo tenemos que esperar a la formación de nuevos Ayuntamientos y Parlamentos Autonómicos para ver la cantidad de papeles que empezarán a salir (así es normal haber visto decenas de fotos de papel triturado en las proximidades de estos edificios...).

Por último, en un Epílogo en clave más personal, Wyoming cierra el libro haciendo un resumen y explicando por qué él, pese a ser un hombre rico, el prototipo de un miembro de la derecha, se posiciona del lado contrario. Es lógico ser de izquierdas cuando eres clase media-baja, lo raro es ser de izquierda si eres de la clase alta (lo de ser de clase media-baja y ser de derechas es sinónimo de estupidez, no hay otra explicación).

Claramente, estamos ante un libro subjetivo, es personal y la ideología está en cada una de las páginas. Pero no por ello deja de ser riguroso. Las tesis que defiende están claras y, si no teníamos muy claro de dónde viene la derecha que dirige el país (más allá de que gobierne o no) o por qué hacen las cosas que hacen, aquí quedan retratadas y muy claritas. 

Algo a destacar es que el libro es previo (2013) al brutal estallido que ha sido Podemos en la vida política. Ahora es difícil imaginar una España sin el partido morado pero es que sólo tienen un año largo de vida. En el libro, Wyoming acaba con una palabra que bien podría ser la clave de esta nueva etapa: "Uníos".

Ahora podría detenerme y comentar las diferentes tesis que se extraen del texto, pero prefiero dejar que las descubráis por vuestra cuenta. El libro merece la pena por la fuerza con la que se expresan las ideas, por lo ameno que resulta de leer y por todo lo que se aprende de este país y esta sociedad. No es un libro que deje una sonrisa en la cara, la mayor parte de él hace que nos cabreemos, pero por eso mismo es necesario. 

3 comentarios:

  1. Lo primero: me he reído muchas veces viendo el Intermedio. José Miguel Monzón Navarro me cae de todo menos mal.

    Pero con toda franqueza y simpatía, es un señor que debe su éxito a la ignorancia de su público. Proporciona textos intelectualmente nulos a un grueso de personas intelectualmente desganadas; es decir, da a la gente lo que quiere, porque no deja de ser lo que en su falta de instrucción valora él también.

    A mi modo de ver, el suyo es un aporte valioso en medida en que representa la actitud crítica ciudadana. Pero lamentablemente, en esa imagen pública crítica se queda todo cuanto puede ofrecer, porque aunque ya por sí misma esta sea algo, sobre ella apenas alcanza a erigirse un charlatán de bar, cuya instrucción filosófica y conocimiento real sobre lo que significan los conceptos "política" y "religión" es el mismo que los de cualquiera (en el peor sentido de "cualquiera"). También tengo que decir, por el mismo lado, que esa conexión con un público es su mayor virtud como comunicador.

    En suma, su pobre alcance arguemental es requisito para tal personalidad púbica, con la que se siente cómodo y bajo cuya piel naturalmente no experimenta interés por valorar un bien que el público no le pida. Es una persona que me cae bastante bien. Un intolerante simpático en su falta total de perspectiva. Intolerante, pienso yo, por la causa habitual; el desconocimiento.

    Pero si a todo esto yo le encuentro una sola objeción, es que mucho de su público no lo valora solamente como un símbolo de actitud crítica. La percepción sobre José Miguel Monzón Navarro es, a menudo, aquella que le otorga cierta autoridad sobre los asuntos de los que habla.

    Y eso ya sí que constituye un problema, uno especialmente triste en mi opinión. El de siempre: por la gran accesibilidad de sus libros (y de otros de autores en la misma categoría), gran parte de la sociedad pierde cada vez más el horizonte de la existencia de los verdaderos textos intelectuales y de gran practicidad que no solo consiguen definir y mencionar los problemas de esta sociedad, sinó que abren grandes propuestas para solucionarlos.

    MacIntyre, John Rawls, Charles Taylor... hay cientos, y para la sociedad están desapareciendo tras el horizonte de esta literatura que hoy has reseñado.

    P.D.: Muy entretenido, el blog.

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    1. Lo primero, te agradezco la extensión del comentario, tu rato te debe haber llevado =)

      Lo segundo, no termino de entender tu punto. Wyoming es un médico, humorista, actor y presentador. En este libro da su visión de la derecha de este país de manera llana y directa. Es cercano al pueblo ¿Dónde está lo malo? Personalmente, soy muy poco aficionada a los textos que se escriben con una forzada palabrería, como para que sólo puedan ser leídos por eruditos.

      Lo siento, pero tu comentario me da la sensación de que rezuma clasismo en cada frase, sobre todo al final:

      - grueso de personas intelectualmente desganadas
      - charlatán de bar
      - los de cualquiera (en el peor sentido de "cualquiera")
      - verdaderos textos intelectuales

      "Wyoming escribe para la gente que no le da el nivel para textos más profundos y elaborados". Ésa es tu conclusión.

      La mía, en este libro, es que le quita la máscara a una derecha rancia que se ha vestido de una falsa moralidad que predica pero incumple de manera sistemática. Y lo hace de una forma que cualquiera pueda entender. A mí, eso, no me parece mal, al contrario.

      En cuanto a que no hace propuestas, como se desprende de que hablas de otros textos que sí las aportan, te diré que no era la finalidad de este libro. Y aún así, como comento en la reseña, su última palabra "Uníos" me parece un claro alegato hacia la solución que nosotros, como sociedad debíamos buscar para poner a la derecha en su sitio. Algo que me parece visionario cuando hoy tenemos candidaturas de unidad popular que han triunfado en muchos municipios.

      Me falta leer su otro libro más reciente, "No estamos solos" donde tengo entendido que recoge iniciativas ciudadanas de todo tipo. Binomio críticas-propuestas que tú decías.

      Un saludo!

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  2. jej uno, que veces pasa de optimizar los párrafos xd

    "a todo esto (y no a lo que escribe en sí) yo le encuentro una sola objeción", y de verdad que es solo la que he dicho. De esta persona no tengo nada que recriminar, pues a que escriba en sí mismo ya digo que le veo determinada utilidad (yo no recuerdo cómo se llamaba el que leí de él, pero no era este).

    Es más una sospecha de que la "clase" (has decidido llamar así a la simple mayoría desinteresada e incualificada) puede llegar a adoptar que este es el modelo de lo que debe ser un intelectual. Solo eso.

    Me permitirás que no comente lo de "forzada palabrería", no he conocido nunca a un autor valioso que tuviera de eso, y no sé por qué parece que lo hayas contrapuesto a la literatura de este hombre xDD

    No hace falta que contestes ya, solo quería volver a aclararte que no tengo nada en contra de José Miguel Monzón Navarro

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