martes, 16 de agosto de 2016

Lady Ludlow, de Elizabeth Gaskell

Libro para el reto de los imprescindibles del año. En concreto para el mes de Mayo, ya veis el importante retraso que llevo. Pero es que me he dado cuenta de una cosa: apenas me quedan en las estanterías libros del listado escrito por mujeres. El año anterior me planteé (y logré) hacer el reto de manera cremallera. Este año quería hacer lo mismo pero no me había dado cuenta que casi no me quedaban libros de autoras. Es más, éste de hoy ni siquiera sale en las listas de 1001 libros o los 340 de Rory Gilmore de donde confecciono la lista de posibles lecturas, pero al menos era un clásico y, ya que llevaba tanto tiempo en mis estanterías, me pareció la opción adecuada. Seguramente para completar el reto salga la otra novela que compré entonces.

Si no sabéis quién es esta autora (yo misma empecé a saber de ella hace muy poco y fue cuando recordé que había adquirido esta novela suya) os recomiendo esta entrada de Magrat. Para que os hagáis una idea, es una especie de heredera del costumbrismo de Jane Austen con la denuncia social de Charles Dickens. En definitiva: una imprescindible. Si bien esta historia no es de sus más famosas, yo he empezado a conocerla a través de ella y me ha encantado. Si no encontráis el libro y sabéis inglés podéis leerlo aquí.

Argumento

Margaret Dawson es ya una anciana inválida cuando, en reuniones con amigos, éstos le piden que cuente quién fue su querida Lady Ludlow. Así, ésta empieza rememorando la complicada situación familiar, tras la muerte de su padre, que llevó a su madre a pedir ayuda a diversos familiares lejanos. La única que les tendió una mano amable fue esta dama que colocó a uno de sus hermanos y se ofreció a acogerla en su mansión de Hanbury Court, como la mayor de las hermanas, junto a otras cinco chicas en difícil situación. 

Lady Ludlow es una mujer madura pero muy enérgica con ideas que chocan con los nuevos ideales que empezaron a surgir con la Revolución Francesa. Esto le generará enfrentamientos con el señor Gray, el nuevo párroco, que quiere crear una escuela en la aldea para enseñar a leer, escribir y hacer cuentas.

Reseña

En una estupenda presentación biográfica de la autora que tiene esta edición se comenta que realizó esta obra cuando necesitó un descanso de las polémicas de sus otras novelas. Y se nota. Estamos ante un relato costumbrista por el que vamos conociendo una serie de personajes maravillosos, muy humanos todos, con los que es imposible no llegar a simpatizar aunque discrepemos. Además, la pluma de la autora es tan buena que sabe pasar de momentos alegres a otros más tristes y viceversa sin que haya transiciones forzadas.

La novela es una de esas historias que encierra otras en su desarrollo. Conocer a Lady Ludlow sirve para hilar tanto con las personas que hay a su alrededor como, de manera más independiente, la de unos conocidos que sufrieron el "reinado del terror" durante la Revolución Francesa: Madame de Créquy, su hijo Clément y la prima de éste, Virginie. Sobre todo con estos últimos, la historia toma otro tinte muy diferente con toques de drama histórico.

No quiero dar a entender que la parte "francesa" sea un pegote que nada tiene que ver con la trama. No. La autora la introduce a la perfección tanto por la relación de Lady Ludlow con la familia, como por el sentido que le da a que se le dediquen bastantes páginas de la novela. Este pasaje ayuda a entender las reticencias de la protagonista respecto a la educación de las clases populares y es que, si bien hoy en día lo vemos como un derecho básico, hubo mucho tiempo que no fue así. Por no hablar que también nos pone frente a una parte menos brillante de la alabada Revolución Francesa: las atrocidades injustificables que se cometieron esos años.

Con esto puede que estéis pensando que leer una historia sobre una protagonista tan conservadora debe ser horrible a ojos actuales. Para nada. No sólo porque al leer los clásicos es imprescindible hacer el esfuerzo de situarse mentalmente en dicha época, sino porque la buena mujer tiene sus razones de peso para pensar así. A fin de cuentas, es una mujer ya mayor que está viviendo unos años en que la sociedad, en la que ha vivido y la habían educado, está cambiando de manera radical. Pero no es una inconsciente, cerrada de mente y egoísta. Sólo hace lo que cree que es mejor para quienes dependen de ella en mayor o menor medida y, si consiguen demostrarle que está equivocada, puede llegar a dar su brazo a torcer.

¿Que por qué la educación es imprescindible?

Otro tema que se toca en la obra, aunque más de pasada, es el machismo. Esto se refleja principalmente en la señorita Galindo, una amiga de Lady Ludlow imparable, simpática y muy despierta que, entre otras cosas, demostrará su capacidad para ayudar al gestor de la dama, el señor Horner. La verdad es que he lamentado que esta mujer tardase bastante en salir porque acabó siendo el mejor personaje.

En cuanto al señor Gray, tenemos un personaje de fortísimas convicciones y un sentido de responsabilidad y deber incomparable con ningún otro. Pero esas mismas ideas son también su cruz pues sufre mucho al no poder llegar a cumplir sus propias expectativas y deseos de cambio. El choque con Lady Ludlow es inevitable desde el momento en que se conocen, pero todo desde un profundo respeto. Los debates entre ambos son, en el fondo, lo que cimenta todo el libro pues, en realidad, todo él gira en torno al ya mencionado debate sobre la educación.

De manera puntual pero que me sacó una buena carcajada, no me quiero olvidar del momento en que se habla de la "medicina" homeopática que Margaret recuerda tal que así:



Os lo he puesto entero porque me parece maravilloso. No miento si digo que fue al llegar a ese temprano pasaje cuando me declaré fan absoluta de la autora. Y el resto de la novela sólo sirvió para confirmarme que estaba ante una grande que no sé cómo había pasado tan desapercibida.

Lo único que me ha fallado en esta obra ha sido conocer a las chicas con las que Margaret comparte adolescencia en Hanbury Court. Ésta es la narradora pero la protagonista es Lady Ludlow. Aún así, habría sido interesante ver algo más de la relación entre las jóvenes e, incluso, con la dama. Casi parecía que Margaret fuese la única chica allí.

En definitiva, que si ésta es una de sus obras menores, no me quiero imaginar (bueno, sí) lo maravillosas que deben ser las grandes. La humanidad de sus personajes, los debates éticos y sociales de su época, la intensidad que es capaz de dar al relato cuando lo requiere frente a la sencillez de los pasajes costumbristas... Creo que he descubierto una auténtica joya de autora y sólo lamento haber tardado tanto.

2 comentarios:

  1. Ainsss como me alegra que te haya conquistado Elizabeth Gaskell! Si es que es una autora única!!! :)
    A mi me encantan todas sus novelas pero es que además son todas muy distintas entre sí!!! Este que has leído creo que forma parte de los relatos de Crónicas de Cranford, yo solo leí Cranford (el editado por Alba) y no venían los relatos completos!! >.< Tengo que encontrarlo sin duda, que me dejas con muchas ganas!
    En fin, esta mujer ya verás, cuanto más la conozcas más te va a gustar! Ponte ya con Norte y suuuuur! jijij
    Un bsote!

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    1. Según mi edición, no, no forma parte de Cranford aunque tiene su esencia, o es su heredera, algo así. Más que nada porque hay un salto de unos 5 años entre ambas. Puede que en alguna edición los hayan juntado por las similitudes de temática, pero ya.

      Y sí que tengo ganas de leer más cosas suyas. A ver cuándo me surge la oportunidad de hacerme con Norte y Sur o cualquier otra, que pintan TAN bien *O*

      Un beso para ti y gracias por darme el empujón para animarme a probarla. Sin ti aún seguiría en la estantería sin leer a saber cuánto tiempo más.

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