miércoles, 30 de agosto de 2017

Noches de baile en el Infierno

Si os pasáis por mi sección de reseñas de libros veréis que tengo bastantes trilogías y/o sagas a medias (sin contar las que tengo apartadas porque no las voy a acabar). Una de ésas es una trilogía de antologías juveniles llamada En el infierno. Realmente ésta que os traigo hoy fue la primera que leí pero por entonces no tenía costumbre de reseñar libros en el blog. Más adelante, cuando ya sí reseñaba libros, me hice con Amor en el infierno y, tras mucho desesperar por conseguirlo, con Vacaciones en el infierno. Me quedaba la espinita de traeros la reseña de esta primera antología y, aprovechando para algún punto de este reto, me he decidido a darle una relectura y acabar así de reseñar una trilogía tan particular.

Por cierto, recuerdo que este libro me interesó exclusivamente por Stephenie Meyer, pues entonces estaba enamorada de Crepúsculo, y fui a comprarlo nada más salir. Lo cierto es que al resto de autoras que salen aquí no las conocía de nada y tampoco he leído nada suyo desde entonces.

La hija de la exterminadora, de Meg Cabot

La mejor amiga de Mary, Lila, ha dejado a su adorado novio por un tal Sebastian Drake al que acaba de conocer. Algo no le cuadra a la joven y pronto se da cuenta que ésta ha caído bajo el hechizo de un vampiro. Si no acaba con él, su amiga será la siguiente de una extensa lista de víctimas. Así, Mary se presenta cargada con una ballesta en la discoteca donde el monstruo la ha llevado. Antes de armarse del valor para dispararla, ve a Sebastian manchado de un líquido rojo. Alguien le ha disparado con una pistola: Adam, su compañero en clases de Historia.

Relato corto que sigue la línea del vampiro clásico, de Drácula, frente al boom de vampiros crepusculares de los que enamorarse. Además, diría que hay cierta parodia de estas historias. Eso de que el vampiro le diga a Lila en un principio lo que es pero que no quiere beber su sangre porque se ha enamorado, ese "juego con la comida previo al festín", ese deseo de ella de entrar a formar parte de ese mundo... Para el momento de boom de historias de amor entre humana y vampiro, como mínimo resulta rompedor volver a colocar a este ser como monstruo peligroso al que derribar.

Punto negativo por la mentira que supone que Mary sea la protagonista, en teoría, fuerte que sabe lo que hace pero Adam, un chico que hasta esa noche en la discoteca no creía en la existencia de este tipo de seres, le salve el pellejo DOS VECES en las 45 páginas que dura el relato. Como historia corta tampoco termina de funcionar porque parece la base para una novela o, incluso, una saga. Hay un romance demasiado precipitado que sabemos que va a ser tal desde que vemos que se estructura en capítulos que alternan la narración de Mary y Adam y el final deja la puerta abierta a peligros aún mayores.

En definitiva, valorando pros y contras, tenemos un relato entretenido, sencillo, con potencial para ser mucho más pero al que le faltaría una buena revisión para librarse de la carga sexista que arrastra. Nada del otro mundo.

5/10

El ramillete, de Lauren Myracle

Se aproxima el baile de fin de curso y Will aún no le ha pedido a Frankie que sea su pareja. Algo desesperada decide ir con éste y su amiga Yun Sun a ver a una pitonisa. Madame Z no les dice nada que parezca interesante pero en su local algo llama la atención de Frankie: un viejo ramillete seco. Con mucha perseverancia consigue que una reticente Madame Z les confiese que éste concede tres deseos... y que tenga cuidado con lo que pida.

Subjetivaemente, el mejor relato de libro, al menos el que más me ha llegado aunque, objetivamente tiene algunas pegas, sobre todo que es muy poco original. La propia autora indica al inicio que se basa en el relato de La pata de mono, de W. W. Jacobs. Aunque no conozcamos el original, es una historia que ha sido referenciada en decenas de series, películas y demás. Otro aspecto negativo es el punto de partida en que la chica debe esperar a que el chico la invite, y más teniendo en cuenta que son amigos y hay confianza. Si Frankie sabe que por su timidez él no se anima, lo lógico era que ella diese el paso. Cualquiera diría que es un relato contemporáneo pues parece sacado de, pongamos, los cincuenta. Quizás si le hubiese dado ese contexto más antiguo habría funcionado y esta pega se perdonaría.

Pero como decía, es de los mejores del libro por el tono más oscuro, por unos personajes idiotas que comenten errores, lo que los hace muy humanos, y por lo bien que funciona en el espacio que tiene. Al ser ésta una relectura ya sabía cómo acababa pero debo reconocer que en su momento me sorprendió y me emocionó. 

8/10

Madison Avery y los carontes, de Kim Harrison

Madison ha ido al baile acompañada de un anodino Josh con el que no quiere bailar. Éste se enfada, le grita y se larga a divertirse al otro extremo de la sala. La noche no podía ir peor así que la joven, que encima cumple 17 años a esas horas, decide marcharse, pero un atractivo joven se interpone para salvar su reputación y la noche. O tal vez no.

Este relato peca aún más que el primero en lo de parecer más un inicio de novela que una historia breve. De hecho, existe una trilogía que no ha llegado a ser publicada aquí y cuyo primer libro salió después que esta antología, por lo que es evidente que no dejó pasar la ocasión de reaprovechar los elementos aquí mostrados. 

Quiere condensar demasiado en sus 60 páginas e introduce incontables variables con unos seres fantásticos no tan arquetípicos como podrían ser vampiros u hombres lobo, lo que permitiría simplificar. Los carontes están abiertos a muchas posibilidades y la autora crea una trama compleja que llega a un desenlace demasiado abierto y que es imposible de entender como final. Por esto mismo tenemos un relato confuso donde lo único más o menos claro es que la protagonista es bastante idiota e inmadura. Si realmente lo visto aquí fuese el inicio de la trilogía y éstos los capítulos de muestra, no creo que me animase a leerla. Quizás con alguna revisión y varios cambios... pero de primeras, no me convence.

4/10

Verdades, de Michele Jaffe

Miranda es una joven huérfana de 18 años que, aparte de estudiar en un internado de prestigio, se saca un dinero como chófer de limusinas. Pero la joven no es del todo normal pues tiene unas habilidades especiales de las que poco sabe pero que la impulsan a hacer el bien. Su siguiente encargo es recoger en el aeropuerto a una peculiar chica de 14 años. Lo que parecía un trabajo más acabará necesitando de sus poderes especiales.

No recordaba nada de este relato de mi primera lectura. Supongo que el hecho de tener poco romance me hizo despreciarlo un poco en su momento, algo que ahora me parece un plus. Además, cuenta con muchos puntos interesantes y positivos. Para variar, aquí lo importante es la curiosa relación entre las dos chicas, siendo el papel de los chicos secundario. También destacaría que es el relato que más acción tiene, incorpora una protagonista fuerte de verdad que no necesita que la rescaten sino que es una especie de Wonder Woman pero con las inseguridades y miedos propios de una adolescente. De hecho, la conocemos leyendo un libro de autoayuda para ligar porque algo fue mal con su última cita. Y no olvidar que sabe incorporar varios momentos de humor.

En definitiva, un relato muy redondo al que sólo le falla que también parece el inicio de una novela. Pero en este caso, me encantaría saber cómo sigue.

9/10

El infierno en la tierra, de Stephenie Meyer

El baile no puede ir peor para todo el mundo que ha asistido: tacones que se rompen, torceduras, una música horrible, parejas que discuten, amistades que se pelean, un chico con una pistola bajo la chaqueta... Únicamente el santurrón de Gabe y sus amistades conservan algo de felicidad en medio de ese horror de noche. El ambiente huele a azufre y hay cierta diablesa dispuesta a desatar el caos por completo.

Y aquí el relato por el que me hice con el libro. Temía que la relectura iba a ser decepcionante ya que lo recordaba bastante bien y, claro, eso fue cuando estaba enamorada perdida de Crepúsculo. Pero me ha vuelto a parecer una historia interesante y, por cierto, la que mejor se aproxima al título de la antología y aprovecha la idea del baile.

Si bien podría tener continuación, lo cierto es que también funciona como historia corta y no deja con la sensación de que quedan cosas por contar. Podría, sí, pero el cierre es decente.

7.5/10

Conclusión

En definitiva, como suele pasar con este tipo de libros, si de por sí os gustan las historias cortas las hay que están bastante bien y otras que no tanto, pero en general creo que es una antología interesante. Los peores relatos no son infumables y los buenos merecen bastante la pena.

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