Y con esta reseña me complace decir que doy por terminada otra trilogía, una menos que tengo a medias. Mejor no hago recuento de cuántas sagas tengo en dicho estado.
Lite es el último libro escrito de El Clan de Mallaig, pero cronológicamente es el primero. Ahora que he leído los tres, no sabría decir si resulta más recomendable seguir un orden de lectura u otro, creo que ambos tienen sus pros y contras, así que lo dejo a vuestra elección si os animáis a probarlos.
Argumento
Año 1390. Lite MacGugan es la pupila de Euphemia, la condesa de Ross, y prácticamente es considerada por ésta una hija adoptiva, más ahora que su hija Mariota se ha casado con el Señor de las Islas, del clan MacDonald, y su hijo Alasdair está fuera de su castillo de Dinkeual. Ambos son fruto de su primer y feliz matrimonio, pero un año después de quedar viuda, por designio real, Euphemia se tuvo que casar de nuevo con Alexandre Stewart, conde de Buchan, el hijo menor y más ruin del recientemente fallecido monarca Roberto II. A pesar de sus peticiones a la Iglesia para la anulación del matrimonio, la condesa no ha conseguido su objetivo.
Aprovechando que Alasdair no está para proteger a su madre, el conde realiza una visita a Dinkeual con el objetivo de engendrar un hijo con la condesa para asegurar su dominio en ese territorio, algo muy difícil dada la edad que ya tiene ésta. Sin embargo, el conde no se atiene a razones ni a súplicas y nada impide que la tome a la fuerza. Lite consigue subir al torreón donde hay una campana con la que avisar al pueblo de la existencia de peligro, no sin tener que correr y usar su ingenio para huir de Baltair MacNèil, el jefe cateran del conde, lo que se puede entender como un highlander mercenario.
Unas semanas después del ataque, la familia se desplaza a Perth donde se va a producir la coronación del nuevo monarca, Roberto III, el hijo mayor del fallecido rey. El día antes del acto se presenta ante Lite un muchacho que resulta ser el hijo bastardo del conde, también Alexandre Stewart de nombre, y le informa que su padre piensa casarla con él para conseguir la dote de su nada despreciable herencia con la que pagar los destrozos causados por su pillaje. El hijo, tan miserable como el padre, se marcha después de forzarla a un beso. La condesa no puede hacer nada por Lite y la joven ve un futuro muy negro ante ella. No obstante, durante la ceremonia de coronación, le cuentan que existe una ley poco usada llamada "el perdón real de los esposos" que consiste en pedir un indulto al rey y comprometerse en matrimonio con un condenado a muerte. Entre todos ellos está Baltair, a quien el conde ha traicionado y lo ha entregado junto al resto de caterans como culpables de los delitos que él mismo ha cometido. En un acto desesperado por escapar de su destino, Lite hace uso de dicho perdón pues confía en que la ira de Baltair contra el conde le sirva de escudo.
Reseña
Aunque arriba decía que no tenía un orden de lectura que pudiese recomendar por encima de otro, creo que en parte es mejor dejar éste para el final, tal como fue escrito por la autora. Esto es porque diría que cada libro ha superado al anterior. Gunelle me pareció bastante flojo, Sorcha me gustó bastante más, a pesar de algunos puntos débiles, y finalmente Lite me ha parecido un cierre casi redondo. Para acabar la trilogía con una buena sensación, quizás es el mejor orden de lectura, aunque ahora me dan ganas de releer el primero, así que quizás este otro orden también es buena opción. Queda a vuestra elección si os animáis.
Uno de los puntos débiles del anterior es que, a pesar de su potente inicio en el aspecto político, era un hilo que quedó olvidado y sin aprovechamiento. Aquí, en cambio, la autora puso toda la carne en el asador y creó una trama en que los personajes reales que existieron se entrelazan a la perfección con los de la ficción. Quizás, al ser el último libro, quiso aprovechar toda la documentación que había acumulado de esos años y la volcó en una historia compleja por la cantidad de sucesos y personajes que intervienen. Se agradece mucho que al principio se incluya un pequeño árbol genealógico de la familia real con todos los títulos que fueron teniendo (duque de esto, conde de aquello, etc.) porque a veces se les nombra con uno y otras veces con otro. También hay un mapa del reino de Escocia en el que salen marcados todos los puntos que se nombran y es que la acción no queda circunscrita a Mallaig, como pasaba en el primero, o a unos cuantos enclaves más, como sucedía en el segundo. En este libro los protagonistas viajarán mucho por toda Escocia y viene muy bien tener esta referencia. En definitiva, lo que quiero decir es que es una novela de gran carga histórica que da una visión muy global de aquel territorio y aquella época de finales del S.XIV. La pega de esto es que no se puede negar que por momentos llega a rozar el aburrimiento ya que hay demasiado contexto y tramas secundarias que le quitan espacio a los protagonistas.
Siguiendo con las comparaciones, en el primero, el protagonista masculino, Iain, me pareció un miserable la mayor parte del libro, mientras que Gunelle era lo mejor de la novela. En el segundo, ambos protagonistas resultan bastante parejos para bien. Aquí, en cambio, tenemos una pareja mucho más gris, con luces y sombras, lo que la hace muy interesante. Por parte de Lite tenemos a una mujer inteligente, culta y decidida, pero también es ambiciosa, mentirosa y egoísta, características no precisamente positivas que darán algunos momentos donde no podremos compartir sus actos. Luego, Baltair no es un personaje de triste pasado que justifique las fechorías que llegó a cometer. Simplemente, siendo el tercer hijo del jefe del clan y sin perspectivas de heredar nada decente, se fue de Mallaig para vivir como un mercenario. De no haber encontrado Lite un punto débil en él que lo mantuvo a raya, probablemente la habría violado en ese primer encuentro en que mientras tanto el conde hacía eso mismo con la condesa.
El libro se desarrolla a lo largo de algo más de diez años y veremos a una pareja que tarda en poder ser descrita como tal. Ninguno piensa bien de la otra parte y tienen motivos para ello, además de que pasarán mucho tiempo separados y tendrán encuentros puntuales de pocas horas o días, por lo que será difícil la comunicación. A esto se suma un triángulo amoroso bien planteado, pero de resolución mucho más débil. No me he terminado de creer la forma en que cambian los sentimientos de Lite. Es decir, con estos mimbres, es normal que tardemos en ver realmente romance entre los protagonistas, pero creo que dado el contexto histórico y lo que suponía sobre todo para las mujeres, acaban forman una pareja sólida y compenetrada, capaz de superar adversidades hasta el mismo final del libro.
Ya he mencionado las violaciones en párrafos anteriores y es que este libro es bastante brutal en este sentido. Se podría pensar que se limita a mostrar el contexto del momento, pero luego te paras a ver las noticias actuales y ves que no se ha avanzado gran cosa.
En definitiva, una muy buena novela histórica más que romántica. Resulta tremendamente realista, para lo bueno y para lo malo, y es fácil imaginarte siendo espectadora de los hechos que suceden. Que los protagonistas estén lejos de ser perfectos lo veo más una virtud que un defecto. Muy recomendable.




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