No estamos solos, de El Gran Wyoming

Sigo viva, aunque por lo abandonado que he tenido el blog estas semanas hayáis pensado lo contrario. Lo cierto es que se me han sumado muchas cosas, entre ellas ponerme un poco con el PFC, clases de inglés y, en mis ratos libres, me he viciado con mi recién adquirido Final Fantasy X HD. Hace años que no jugaba a esta historia y me parece mejor incluso que antes, me encanta *O*.

Entre rato y rato he seguido con una lectura que empecé antes de que acabase el año pasado, pero por la propia estructura del libro no generaba la necesidad de continuarlo después del final de cada capítulo, así que por eso me ha durado tanto.

Aunque son libros independientes, el propio título indica cierta conexión a modo de continuación con No estamos locos. En entrevistas que le hicieron a Wyoming por el mismo decía que aquél era un grito indignado hacia cómo estaban (están) las cosas en el país a la par que criticaba a la derecha. 

Con éste, el enfoque y el planteamiento es distinto. Se trata de un libro de entrevistas a gente que no ha dejado de luchar desde antes de que la crisis nos diese la bofetada que nos dio y que también nos despertó de la falsa prosperidad en que vivimos. El libro es un retrato de, principalmente, las luchas surgidas a raíz del 15-M. 

A pesar de que es de 2014 son luchas que ya no están de actualidad dada la rapidez con la que pasan las cosas hoy en día. Podemos, como partido, estaba recién nacido y no se veía lo que ha acabado siendo. Ciudadanos no era más que un partido catalán que ni pinchaba ni cortaba en el resto del país (mira, esto se podría haber mantenido tal cual... aunque tampoco es que pinchen ahora todo lo que les habría gustado *jejejeje*). Ada Colau, que sale entrevistada en el libro, ni se imaginaba llegar a ser la Alcaldesa de Barcelona. Tan cerca en el tiempo la publicación y tanto que han cambiado las cosas.

En definitiva, es un libro de historia reciente que entrevista a representantes de las luchas ciudadanas de los últimos años. Os dejo el listado de entrevistados y las causas a las que ponen voz:

- David Alegre - Solfónica. La banda sonora de las revueltas

- Martín Sagrera - Creador de pancartas para las manifestaciones

- Itziar González Virós - Cartografía de la revuelta y feminista

- Josep Fontana - Profesor de Historia

- Marina Garcés - Filósofa. Espai en Blanc

- Morosito y Eurito (Flo6x8) - Artistas reivindicativos

- Ada Colau - Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH)

- Juan Diego Botto - Sala Mirador

- Alberto San Juan - Teatro del Barrio

- Àngels, Celestino y Alfons - Yay@flautas

- Begoña Piñero - Las Comadres de Gijón, "Tren de la Libertad"

- Juan Luis Ruiz-Gimenez - Marea Blanca (sanidad)

- Pedro Uruñuela - Marea Verde (educación)

- Wyoming - Lucha del Cabanyal

No es un libro en el que disfrutar de la fuerza y lucidez de Wyoming, que queda aquí relegado a un papel de presentador de cada luchador o luchadora y entrevistador. Diría que se quita esa espinita de no haber podido aportar él algo con la reivindicación final que hace a la lucha del barrio de pescadores valenciano que querían derruir para un nuevo pelotazo urbanístico. Algunas reflexiones mordaces, tan suyas, se le cuelan en cada capítulo, pero él no es el protagonista. Aquí lo que se busca es concienciar y homenajear a todas las personas que han peleado por defender lo público y a la gente de los atropellos de las élites, políticas y/o financieras.

Todas las entrevistas son interesantes, pero personalmente reconozco que algunas se me hicieron más cuesta arriba como lectora porque el tema me era más ajeno. Otras, en cambio, como la de Begoña Piñero y el enfoque feminista del capítulo, o la de Itziar, arquitecta, se me quedaron cortos. Claro, una tira por las luchas que más le llegan.

Sea como sea, un libro optimista, que pone en valor las pequeñas y no tan pequeñas acciones de quienes se unen para defender a la gente. En cierto modo, es un chute de alegría que pone en valor que también hay muchas personas por las que nos podemos enorgullecer en este país que tantos disgustos nos ha dado en los últimos años.