lunes, 24 de diciembre de 2018

¡Feliz Navidad! (y algo más)

Como no podría ser de otro modo, escribo estas líneas mientras tengo un señor catarro encima. Sí, soy de esas personas que no puede pasar unas Navidades sin resfriarse antes o durante. En este caso antes, así que espero que las fiestas vayan medio bien. Bueno, a lo que iba. 

Esto ya os lo dije anteriormente, pero ya que estamos con este balance me reiteraré. Este año ha sido extraño, he llegado a estar muy animada y estresada gracias al trabajo pero luego la cosa se torció y pasé una racha deprimida muy mal que espero haber superado al volver a la carga. Entre medias mi padre nos dio un gran susto y, en fin, que os estaréis imaginando que estoy deseando que este año se acabe.

Claro, esto se ha notado en el blog, que el pobre ha estado medio abandonado. Por suerte me volvió el ánimo y las ganas de volver a reseñar y espero mantener esta dinámica en el futuro. Yo misma me sorprendo de que casi todo lo que me ha apetecido comentar sean mangas, siendo unas reseñas que tenía muy abandonadas en favor de libros mayormente, pero es lo que me pedía el cuerpo, en parte por nostalgia de muchas historias que leí hace tiempo. No sé si seguiré por aquí o diversificaré, intercalando libros y animes... ya se verá. Sólo decir que cuento con seguir con este espacio que en Julio cumplirá la friolera de 10 añazos. Le tengo demasiado cariño para despedirme de él.

Y hablando de blogs, también he puesto un poco al día My Lost Words y Aoi no Kimochi. Aparte he cerrado El mercadillo de Asgard porque por ahí no he conseguido vender nada y cierta app muy conocida es la que me está permitiendo deshacerme de lo que no quiero aunque sea muy poco a poco. Pero lo que quería deciros es que he abierto el blog de Ai no Namae, es decir, que he repetido lo que en su momento hice con las webs de Yuu Watase y Ako Shimaki: traspasar el contenido a un blog homónimo porque no hacían más que dar errores. La cosa es que si buscáis la web aún os saldrá porque he perdido mis claves para cerrar el sitio. Lo seguiré intentando y sino ya la cerrará el host un día de estos. Tenéis más información de esto aquí. En cualquier caso, a diferencia de los otros blogs, para cuando acabe el traspaso (a una entrada diaria, eso será a principios de Febrero de este año que entra) no habrá nada que añadir porque Kayono desapareció del panorama editorial en 2009 y a estas alturas es poco probable que dé novedades de las que hablar.

Poco más que añadir. Espero que paséis unas maravillosas fiestas y que el 2019 que está a punto de llegar esté repleto de cosas buenas. Muchas gracias a quienes aún os pasáis por aquí a pesar de este año tan raro que he tenido y muchichichichisimas gracias a quienes me dejáis algún comentario. 

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