jueves, 10 de octubre de 2019

Imadoki!, de Yuu Watase

Hoy vengo a recuperar otra de mis viejas reseñas de la época de PSS. Llevo un tiempo diciendo que me quedan pocas cada vez que subo alguna de ellas pero lo cierto es que, con lo que las estoy dosificando, aún tardarán en acabarse. En esta ocasión recupero una de mi autora fetiche por excelencia, Yuu Watase, en una de sus obras menores pero de lo más tierna y adorable. Eso sí, a diferencia de la de Alice 19th, que fue la primera que hice para el portal shojero, en esta ocasión apenas la he modificado, supongo que porque por entonces ya tenía más experiencia redactando y no he visto que tuviese que cambiar gran cosa.

Como curiosidad random personal debo decir que ésta fue la primera serie que conocí por scans cuando empecé a navegar por Internet. Recuerdo con cariño ese grupo (lástima que no su nombre, me encantaría mencionarlo) que, además de ésta, también me descubrió HanaKimi. Qué vieja me siento de golpe.

Datos

Título original: Imadoki! 
Autora: Yuu Watase 
Tomos:
Fecha de publicación en Japón: 2000-2001  
Revista: Shôjo Comic 
Editorial en Japón: Shôgakukan
Fecha de publicación en España: Finales 2007 – Principios 2008
Editorial en España: Glénat 
Estado actual: Publicación completa. Descatalogada
Precio: 7.50€  

Curiosidades / Datos extra

- Al final del último tomo hay dos historias extras. La primera, titulada Para siempre (Zutto ne!), fue publicada originalmente en la Zôkan ChuChu y está relacionada con la trama del manga. La segunda, Un toque repentino (Sundeni Touch!), publicada originalmente en la Sho-comi Zôkan, es una historia independiente. 
- En Japón salió en 2006 una edición bunko de la serie que la recopila en 3 tomos. 

Argumento

Tampopo Yamazaki se acaba de mudar a Tokyo y decide visitar la escuela a la que va a asistir la tarde antes de comenzar las clases. Se trata del instituto Meio, un centro moderno para los hijos de familias ricas e importantes. Allí se encuentra con un chico, sobre el que aterriza con bicicleta incluida, el cual estaba cuidando de un diente de león con mucho cariño. En la caída Tampopo se hace una herida y el chico se la limpia y le ata su pañuelo. Así hace su primer amigo pero tras separarse de él se da cuenta que no le ha preguntado su nombre así que le llamará “Pala”.

Cuando llega a su clase el día siguiente se encuentra con que “Pala” la ignora. Ahí le dicen que el chico al que se dirige tan familiarmente es Kôki Kugyô, el heredero de una de las familias más importantes de todo Japón. Para intentar que la recuerde le enseña el vendaje del pañuelo en su pierna, lo que no sirve ni para que se digne en mirarla. Todos descubren que es una estudiante que ha entrado por examen y, por si fuese poco, en la repesca, así que deciden ignorarla.

Sin rendirse, va detrás de Kôki, que acaba llegando al lugar donde está el diente de león. Para sorpresa de Tampopo, éste arranca la flor que la tarde anterior cuidaba con sumo cariño. Ella la recoge y en medio de la ceremonia, en la que Kôki iba a dar el discurso de apertura como representante de los nuevos alumnos, le recrimina que le haga eso a un "amigo". Sin embargo, Kôki proclama delante de todos los presentes que la amistad no sirve para nada y que lo importante es elaborarse un futuro productivo. Aún así, Tampopo le responde que no parará hasta conseguir que él sea su amigo. Esta declaración, en cierto modo revolucionaria, no gustará a todo el mundo en ese centro tan elitista y frío.

Reseña

Imadoki! es una de las pocas series de Yuu Watase que no incluye elementos sobrenaturales en su trama. Tal vez porque trabaja mejor los mangas con toques de fantasía el principio es un tanto flojo y simple: una chica de campo que se muda a la gran ciudad y conoce a un chico rico que la ayudará, aunque en principio no quiera, cuando el resto de la escuela la acose por no tener el mismo estatus que ellos. Aún así, consigue llevar la historia más allá gracias a varios factores como la aportación de unos magníficos secundarios y el planteamiento de una serie de dilemas morales como el embarazo adolescente, la presión que se ejerce en la sociedad japonesa a los herederos de las grandes empresas o las diferencias entre el campo y la ciudad.

Al margen de los temas de fondo que trata la serie, ésta es una historia sobre la amistad y sobre la formación de lazos de confianza y cariño. La componente romántica acaba apareciendo pero no es lo primordial y es quizás su punto más flojo por previsible.

El final, aunque cierra todos los temas que se habían planteado, acaba en las últimas páginas siendo precipitado pues mediante una carta se cuenta qué pasa con todos los personajes secundarios de forma muy resumida y que hace querer saber más de las relaciones de los mismos. De todos modos deja una sensación muy agradable y cálida, como el resto de la serie.

Tampopo es una chica excesivamente ingenua y pura, no hay nada oscuro en su personalidad y siempre sonríe, pero aún así no se libra de una serie de traumas del pasado producidos tras la muerte de sus padres. Kôki por su parte parece tener doble personalidad, una seria y fría que oculta su ‘yo’ amable y cálido. En resumen, son unos personajes que se hacen querer aunque pesa sobre ellos el hecho de que son muy estereotipados. 

Como suele pasar en los mangas de esta autora, los secundarios llegan a ser más interesantes que los mismos protagonistas. Empezando por la primera ‘amiga’ de Tampopo en el nuevo instituto, Tsukiko Saionji, retorcida y maquiavélica con quienes se ponen en su camino, pero que acaba demostrando que es una chica directa, que sabe lo que quiere y que sabe decir las cosas claras. Aoi Kyôgoku es un obseso de los ordenadores con un desequilibrio mental un tanto peligroso; personaje desaprovechado a partir del momento en que se une al grupo de amigos. Arisa Uchimura, una chica que sólo sabe ir de fiesta será la que sufra la mayor transformación dentro de la historia y posiblemente, la que más llega a madurar. 

Por último faltan los ingredientes que hagan avanzar la relación de los protagonistas y estos son, por un lado Yôji, el hermano de Kôki y Erika Yanahara, su prometida. Yôji es un chico independiente y libre que prácticamente ha abandonado la familia para perseguir su sueño, lo que hará la vida imposible a su hermano al dejarle todas las responsabilidades a él, incluida la prometida. Erika es claramente ‘la mala’ de la serie. Yuu Watase ha hecho muchos personajes ‘malos’, pero probablemente ella sea una de las que más antipatías logre generar por su personalidad cobarde y su actitud victimista.

Un elemento que domina a la perfección esta autora y que siempre le da puntos a su favor en sus historias son las situaciones cómicas que introduce en cualquier punto de la trama y que difícilmente no arrancarán alguna que otra sonrisa como mínimo.

Las dos historias extras que se incluyen al final de la serie van acorde al estilo del manga principal, es decir, son simples pero muy dulces y bonitas. ¡Para siempre! Es una breve precuela de Imadoki!, donde conocemos cómo se hizo Tampopo con su zorrito-mascota a la par que leemos una historia del primer amor de los mejores amigos de ésta. Una historia muy tierna y adorable. Por otro lado, ¡Un toque repentino! parte de una protagonista que tiene terror a los gérmenes y al contacto humano y cómo conocerá a un chico que estará dispuesto a curarla. Para ser una historia corta es bastante original, sobre todo en el planteamiento de la chica, que dará bastantes escenas cómicas, si bien la resolución al miedo de los gérmenes de ella no deja de ser muy ingenuo y poco creíble.

Yuu Watase consigue depurar en esta serie su estilo propio de trazo. En obras anteriores aún era algo burdo y este manga, en ese sentido, se puede entender como un punto de inflexión hacia un estilo preciosista y limpio. 

La edición de Glénat, en esta serie, es francamente buena. Para empezar tiene una traducción impecable, con un uso de multitud de frases hechas y refranes que sustituyen perfectamente las expresiones originales. La edición tampoco se queda atrás y es de las más cuidadas que han hecho en cuestión de editar sobre tramas o dibujo, si bien, como único punto negativo reseñable, se han dejado varias onomatopeyas sin tocar.

Imadoki! es, ante todo, una serie simple, pero muy agradable de leer, capaz de sacar más de una sonrisa y de enternecer en determinados momentos. Difícilmente gustará a quienes busquen cosas complejas y profundamente elaboradas o bien planteamientos originales pues hay pocos elementos que no generen cierta sensación de déjà vu.

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