martes, 10 de agosto de 2021

Hakushaku to yôsei #5. Con amor para el diamante maldito, de Mizue Tani

Y sigo con esta serie de novelas ligeras. En este caso, ésta fue adaptada al anime de 2008 pero sólo parcialmente. Apenas cogen un par de claves de la historia y alguna escena puntual a la que le cambian el contexto de tal manera que pierden todo su sentido original. Ahora que estoy leyendo las novelas me doy cuenta de todo lo que se quedó sin contar y de la trama más compleja que tiene la serie. Por no hablar de la caída en picado de la animación según avanza, algo que no recordaba y que ahora me ha hecho sangrar los ojos.

Antes de entrar en la reseña en sí, aviso que los spoilers de novelas pasadas son inevitables y que si alguien llega a esta entrada sin saber de qué va esta serie puede leer la reseña de la primera novela.

Argumento

En un pequeño cementerio de Londres, Edgar y sus aliados, Raven y Ermine junto a varios miembros de la "Luna Escarlata" se encuentran frente a un ataúd humilde que tiene ya sus años. En su interior se hallan los restos de Jean, una niña negra de apenas 10 años que fue una más de los seguidores de Edgar que fallecieron después de huir de Prince. En su caso, la pequeña se suicidó pero antes escondió en su propia pierna un diamante negro que se dice maldito y que Edgar le consiguió quitar a su enemigo antes de escapar. Ahora, ya asentado como el Conde Ashenbert en Inglaterra, y como un paso más en su plan, ha hecho traer sus restos desde América para recuperar la joya. La imagen es dolorosa y preocupante para los miembros de la "Luna Escarlata" que no terminan de confiar en Edgar pues se refuerza su idea de que hará lo que sea por acabar con Prince, deje a su paso los cadáveres que deje.

Ese diamante tiene una pareja y ambos forman parte de una larga historia que conecta con la realeza inglesa. Edgar también necesita dar con él y para eso ya ha movido ficha. Debe darse prisa pues Ulysses, la mano derecha de Prince con grandes habilidades como "Doctor de hadas", también debe estar buscando ambas joyas. Y es que el valor de estos diamantes supera de largo cualquier consideración económica.

Por su parte, Lydia escucha rumores tan escandalosos como que Edgar tiene en un harem a una princesa extranjera. Los rumores, por falsos que sean, alguna base tienen siempre y, sin embargo, él sigue presionándola en el asunto del compromiso. Incluso ha pedido ayuda a la amable Duquesa Macefield, quien parece muy dispuesta a respaldar a la joven en todo el proceso. La idea es que ella hará de "testigo" de lo correcto de la relación y, una vez se casen, será su mentora en las reglas de etiqueta de la alta sociedad. 

Todo se complica aún más para la joven cuando aparece en escena un duende Coblynau, seres especializados en gemas. Éste dice ser el guardián del "anillo de la luna" que empezó todo el lío del compromiso cuando la pequeña hada Marygold se lo trajo a Edgar para que se casara con su reina. Él, en cambio, lo usó con Lydia para volver a traerla al mundo humano rompiendo así su compromiso con Kelpie. Este duende le ajusta a Lydia el anillo de tal modo que a partir de ese momento sólo Edgar se lo podrá sacar.

Reseña

Al principio, según iba leyendo, pensé que éste iba a ser un libro más en la serie, que avanzaría algo en la trama y poco más. Sin embargo, ha resultado ser mucho más trascendente de lo que habría imaginado pues aquí terminan de encajar las piezas del pasado familiar de Edgar. Era un puzle del que, a estas alturas, teníamos una imagen general pero había elementos que no terminaban de encajar e incluso parecían contradecirse o no ir acordes a lo que se sabía de libros anteriores. Aquí se nos dan las piezas que faltaban y ya comprendemos mejor el fondo de la trama. En parte me dan ganas de releer los anteriores ahora que tengo la imagen global.

También, en este libro vuelve a aflorar de manera nítida la parte oscura de Edgar. No sólo todo lo de sacar un ataúd de su sepultura y hacerlo llevar a Inglaterra desde América para extraer de los restos de la niña una joya es algo bastante perturbador, sino que durante el libro hay varios momentos también muy turbios con un Edgar inmisericorde y manipulador. No van muy desencaminados los miembros de la "Luna Escarlata" que temen que por vencer a Prince acabe dejando un rastro de muerte sin importarle nada... ¿ni nadie?

Una de las cosas que se explica aquí es por qué Prince tiene ese interés en Edgar desde que era un niño. Es muy inquietante lo que éste pretende hacer con él. También se explica cómo es que Ulysses, siendo tan joven, tiene tal conocimiento y control sobre las hadas que hace palidecer lo que Lydia sabe. Esto, que en realidad conecta a Edgar y Ulysses, es lo único que mantuvieron en el anime de la trama de fondo de esta novela.

Y hablando de hadas, en este volumen aparecen los Coblynaus, unos duendes afables relacionados con las minas y las joyas. Se suma a lo dicho antes que de lo poco medio fiel en el anime a esta novela es la aportación de éste de ajustar el anillo de Lydia. Más conocidos por multitud de historias en que han aparecido también están los goblins. Y la última incorporación sería un Perro Oscuro (Perro Espectral en el anime). Cada uno de ellos tiene su papel pero, frente a todos, Kelpie y Nico se siguen llevando toda la atención.

Por otro lado, estamos ya en el quinto libro de la serie y quizás empieza a ser hora de que los minúsculos pasos que se dan en la parte romántica de la trama vayan ganando cierta entidad. No es una serie para gente que no soporte los desarrollos pausados, eso está claro. Cinco libros y siguen las dudas y reticencias de Lydia así como la indecisión de Edgar de ver en ella algo más que un activo muy útil por la que siente atracción además de la emoción del desafío de la conquista. Aun así, sí, se dan varios pasitos más y yo me emociono con todos ellos, no lo puedo negar, pero si la tónica no cambia un poco a partir del siguiente hasta yo me empezaré a cansar.

De los secundarios no hay mucho que decir. Raven tuvo su avance en el libro anterior y aquí poco peso tiene. Lo más destacado es que, tras el final de aquél, Ermine regresa al lado de Edgar aunque ya no sea humana y parece haber superado sus sentimientos por él. Me pregunto qué tendrá pensado la autora para ella. También cabría mencionar que el padre de Lydia empieza a ser consciente de la posición de su hija junto a Edgar y lo que podría suponer para ella si éste no hace las cosas bien en una sociedad tan estricta y puritana como la victoriana (de cara a la galería y, cómo no, cargando sobre las mujeres el peso de la buena reputación).

Pues poco más puedo decir. Un libro que, más que avanzar, sirve para esclarecer hechos del pasado del protagonista. Como siempre, fantasía, dosis de intriga y misterio y unas contadas gotitas de romance que sólo te hacen querer más y más. De momento me sigue encantando esta combinación pero ya va siendo necesario que la pareja rompa de alguna forma el círculo vicioso en que están.

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