domingo, 15 de agosto de 2021

País del oro, país del agua, de Nao Iwamoto

Vamos a hacer una pausa en las entradas de Hakushaku to yôsei, que esto estaba siendo demasiado monotemático, ¿verdad? Así, hoy, para variar, vengo con la reseña de este tomo único editado por Fandogamia y que tan buenas críticas ha cosechado, en general, entre quienes le han dado una oportunidad. Si queréis saber más de la autora y del tomo en sí os enlazo la #ReseñaPSS que yo misma le hice. Va a ser muy parecido a lo que leeréis aquí pero ahí me limité a los elementos más objetivos y aquí voy a ser más subjetiva dando mi opinión personal... que no va a ser todo lo positiva que me habría gustado. 

Argumento

Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo, dos países enfrentados. El “País A” era próspero gracias a su ubicación, perfecta para las rutas comerciales. El “País B”, en cambio, era pobre, pero tenía algo muy valioso que le faltaba al “País A”: agua. Ambos países estaban en continua disputa y, un día, el mismo Dios, harto de todo, les dio una orden: El “País A” enviaría a su doncella más guapa para casarse con alguien del “País B” y el “País B” enviaría a su hombre más inteligente al “País A”. 

Así llega el día señalado. La princesa Sara, una de las 100 princesas del “País A”, es la elegida para casarse con el joven del “País B”. Para su sorpresa, en el palanquín que han dejado en la habitación del encuentro… ¡Hay un perrito! Sara le impide a su ama de llaves que cuente nada. Esto podría provocar otra guerra y, además, su padre podría matar al pobre animalillo. Hasta que el “País B” se pronuncie, actuarán como si de verdad les hubieran enviado un joven humano.

Por su parte, en el “País B” están esperando la llegada del palanquín con esa supuesta belleza. El patriarca del reino decide que se la lleven a uno de los ingenieros de la ciudad fronteriza y el elegido es un joven humilde llamado Naranbayar. Cuando éste va al encuentro de su futura esposa… ¡Se encuentra con un gatito! 

Unos días después, mientras Sara va de paseo con el perrito, al que ha llamado Luqman, se encuentra a tres de sus hermanas en su carruaje, quienes le piden conocer a su prometido. Quieren ver si se acerca a los rumores que corren y si les puede arreglar un reloj de oro. Sara espera que durante el paseo se le ocurra una solución a semejante problema. 

Al final, caminando, acaba llegando a la frontera con el “País B”. Mientras queda embelesada por la fauna y flora, Luqman se cae en un profundo foso. Naranbayar, que estaba de paseo con el gatito, ahora llamado Odonchimeg, se encuentra a Sara en la situación desesperada y la ayuda. Usando la cesta para el picnic de Sara, su propia bufanda y comida para atraer al perrete dentro, consigue sacar a Luqman del foso. En agradecimiento, Sara le invita a comer con ella y, al ver que es una buena persona, le explica su problema. Como esto también afecta a su país, Naranbayar accede a hacerse pasar por su prometido frente a sus hermanas.

Reseña

Como ya decía en la #ReseñaPSS, es un josei que parece salido de uno de los cuentos de Las 1001 noches. La ambientación te lleva a ese mundo aunque carece de los elementos fantásticos que esas historias tenían, al menos las más conocidas. El próspero “País A” tiene numerosas referencias al mundo árabe y turco mientras que el “País B”, mucho menos visitado durante la historia, tira más hacia una estética asiática. 

Siendo un josei, la demografía para mujeres adultas, habrá quien se sorprenda de que no gire toda la trama alrededor del romance de los protagonistas. Mucho más relevante resultan la disputa de los dos países, cada uno con sus problemas propios; las luchas por el poder en el “País A”; las diferencias culturales entre países; la importancia del conocimiento… Al fin y al cabo, la trama trata de si los protagonistas conseguirán evitar una nueva guerra entre ambos países. 


Y aquí es donde viene mi primera apreciación subjetiva y personal y es que el tomo se me ha quedado por debajo de las expectativas. Con una temática tan interesante, con esos buenos elementos para la trama... el desarrollo me ha parecido flojo, algo errático y confuso y  se han introducido muchos personajes a los que no se les ha sacado partido. Pero lo que a título personal más me ha chirriado ha sido el enfoque cómico. La autora tira mucho hacia la comedia disparatada. Sólo hay que pensar en que ni se molesta en dar nombre a los países o lo absurdo de ciertos personajes, como los dos estúpidos gobernantes, o el mismo Dios dando una orden ridícula. Y habrá quien le parezca perfecto, pero conmigo no ha casado bien tener una trama tan interesante con unos personajes tan idiotas.

Otro punto que me parece flojo es la construcción del contexto. Dos países enemistados y en guerra ¿y la frontera está abierta? Los protagonistas pasan de un lado a otro como Pedro por su casa sin ningún control. También, si en tan mala situación está el "País B" me genera dudas que la última guerra acabase sin una victoria y conquista del "País A" a su vecino con lo fácil que parecía tenerlo. Y no olvidar el choteo con el que se toman la orden de un Dios para enviar un par de animales en lugar de la doncella más hermosa y el joven más inteligente (un poco retrógrado y misógino el dios, también hay que decir). No sé, es un Dios que da una orden ¿y pasan así de él? ¿Sin miedo a represalias divinas? Tenía entendido que los dioses no se toman bien estas cosas...

Es decir, que había potencial y elementos para dar una GRAN historia y se queda sólo en entretenida, tocando de pasada las disputas por el poder y la amenaza de nuevas guerras pero sin que se perciba peligro o tensión reales. Todo se desarrolla tan bien porque los buenos apenas encuentran dificultades reales y los malos no tienen un mínimo peso.

Por otro lado, la relación de Sara y Naranbayar es muy mona y tierna. Ambos son muy sencillos, amables y honestos, pero también algo torpes, así que lo suyo va creciendo poco a poco. Es lo que más me ha gustado del tomo y, visto lo flojo que me ha parecido la parte "seria", habría preferido que se hubiese centrado más en la pareja.

Lo qué si es destacable y muy interesante de esta obra es la protagonista, Sara. Siempre queremos que nos lleguen obras cuyos personajes se salgan de algún canon. Bien, pues Sara está gorda, sin más. Y no es lo que más le preocupa dadas las circunstancias tan complejas de su país. Aún así, como a todas las mujeres que tenemos sobrepeso, es un runrún que nos da vueltas a la cabeza y, de vez en cuando, en ciertos momentos y a pesar de todo lo que hayamos aprendido a querernos, la vergüenza y el deseo de ser normativas atacan. A Sara le pasa y la autora borda la forma de enfocar el momento. Lo cierto es que la chica es dulce, amable y muy simpática. Adorable es la palabra que mejor la describe y se agradece que el peso no sea lo que la marque en todo el tomo.

Como contrapunto negativo a Sara, hay un personaje que aparece ocasionalmente que es una mujer velada con un niqab, es decir, que sólo se le ven los ojos. Es el paso previo al burka completo en que hasta los ojos quedan ocultos tras una rejilla. Yo, lo siento, pero que aparezca alguien así, de manera normalizada y sin ninguna crítica social de fondo me mosquea. Y podría haber sido interesante porque es una mujer guerrera pero... En fin. El niqab/burka/etc. no es cultura, es opresión. 

Supongo que culpa mía por esperar lo que el tomo no da, o por no terminar de disfrutar del enfoque cómico que le da a una trama de fondo tan seria. Hay que entender esta historia como un cuento clásico, con personajes un tanto estrafalarios y un romance muy tierno y bonito. No obstante, no puedo evitar pensar que había potencial para dar mucho más de sí.

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