lunes, 25 de julio de 2022

Inconsciente, de S.C. Stephens

Hacía tiempo que no me encontraba con un bodrio de semejante categoría como el que os reseño hoy. Su lectura ha sido una tortura y lo he terminado por pura fuerza de voluntad y un poco "por mis ovarios que esto yo lo acabo". El truño en cuestión, además, se ha hecho eterno en parte porque superaba las 600 páginas. He tardado casi una semana en leerlo cuando han caído tochos incluso mayores como Lo que el viento se llevó o En la tierra del fuego en apenas un par de días. Y lo más divertido (no), es que es el primero de una trilogía al que siguen los libros Imprevisible e Imprudente. Además, cuenta con no uno sino DOS libros extras que, ¡oh, la originalidad!, narran los hechos de los dos primeros libros desde el punto del vista del protagonista masculino. No han salido en español, así como tampoco un ¿spin-off? dedicado un personaje secundario, precisamente el más odioso de todo el libro por encima incluso de la protagonista y ya es decir. Sobra decir que no voy a leer ninguno de los que quedan.

Si alguien leyó el libro y le gustó, que no lea la reseña porque lo voy a poner a parir. Y quien sienta un poco de curiosidad por él y piense leerlo en un futuro, que tampoco la lea porque van a caer destripes a cascoporro. Dicho esto, empecemos.

Argumento

En los dos años que lleva de novia de Denny, Kiera cree que ha encontrado al hombre que siempre ha deseado. Es entonces cuando ambos se mudan a Seattle para empezar a vivir juntos. Denny ha encontrado el trabajo de sus sueños y ella se inscribirá gracias a una beca en una universidad de alto nivel. Todo parece perfecto porque además se alojarán en un apartamento a un precio muy asequible gracias a Kellan Kyle, amigo de Denny y estrella local de rock, que les deja una habitación para ellos. Además, en el bar donde éste suele tocar con su banda, los D-Bag, están faltos de personal, así que Kiera consigue trabajo de camarera nada más llegar. 

Sin embargo, la felicidad de Kiera se ve sacudida cuando a Denny le piden que vaya a otra ciudad por su trabajo durante dos largos meses. Kiera se siente confundida, necesitada de afecto, y Kellan llena el vacío que la partida de Denny ha dejado. Al principio, él se comporta como un amigo que puede reconfortarla, pero a medida que la soledad de Kiera crece, su relación con Kellan se vuelve cada vez más profunda. De pronto, una noche, todo cambia, y ninguno volverá jamás a ser el mismo. Ahora Kiera debe elegir entre el amor que siente por Denny y la pasión arrebatadora que le promete Kellan.

Reseña

Retomando lo que ya he dicho, sí, un libro de más de 600 páginas para tratar un mísero triángulo amoroso. Todo el maldito libro gira en torno a ello. Lo único diferente que se puede considerar que tiene es que no es un triángulo casto en que la protagonista duda entre uno y otro pero manteniéndose fiel con el que en ese momento está. Aquí al pobre Denny le crecen unos cuernos tamaño alce y, en cierto modo, a Kellan también le salen porque ahora se acuesta con uno, ahora con otro dejando entre algunos de los escarceos apenas unas horas de separación.

El tema de la infidelidad es alrededor de lo que gira toda la historia pero está tratado de una forma pésima. No hay reflexión, no hay profundización... todo es "ahora uno, ahora otro, un poco de culpa, un poco de no saber qué hacer, tratar mal a uno de ellos" y vuelta a empezar. No me habría molestado el tema de haber sido tratado con un mínimo de madurez y seriedad, pero es todo el drama por el drama y la búsqueda del morbo. Por situaros, en los dos meses en que está fuera Denny, Kiera tarda nada y menos en empezar a hacer arrumacos "inocentes" con Kellan. Luego, a Denny le dan la buena nueva de que le van a ascender aunque tendrá que quedarse en la otra ciudad dos años, a Kiera se le cruzan los cables, le dice que han roto, se emborracha y se acuesta con Kellan. Y ya todo cuesta abajo sin frenos a partir de ahí.

A esto se suma que el libro es largo, el desenlace del triángulo amoroso es previsible desde la primera página y se hace ABURRIDO. Vueltas y más vueltas sobre lo mismo haciendo a los personajes cada vez más odiosos e insoportables.

Personajes. Kiera. La protagonista que narra en primera persona todo el maldito libro. Una tía inconsciente, insufrible, indecisa, insoportable, inmadura, insulsa, insensible... Vale, se me han acabado las palabras con in-, pero aún me quedan calificativos: egocéntrica, cruel, egoísta, posesiva, absurda... Es una plañidera incapaz de tomar una decisión y aceptar las consecuencias de sus actos, una drama queen de primera categoría que no sabe estar sola ni cinco minutos, un saco de hormonas andante sin cerebro que lleve el timón y que sólo sabe usar sus escasas neuronas para buscar excusas y mentir. Oh, y la chica se sonroja. Mucho. Cada maldito capítulo se sonroja. Más aún, se sonroja cada pocas páginas. Y encima, después de estar en su cabeza más de 600 páginas, sigue siendo unidimensional. Todo en su mente gira en torno al trío. No sabemos nada de sus gustos, aficiones, intereses, opiniones sobre temas más o menos polémicos o políticos... Tiene más de 21 años, está haciendo una carrera y se supone que es lo bastante inteligente para haber conseguido una beca, no tiene ni idea de qué hará al terminar, y no le importa lo más mínimo. Ni una mínima reflexión sobre su futuro o su vida. Ni una pizca de interés por las personas que la rodean. Es odiosa con Denny. Es odiosa con Kellan. Es odiosa hasta con su hermana Anna. Lo divertido (no, de nuevo) es que se enfada porque la llaman p*ta pero ella es la primera que piensa mal de cualquier mujer que se acerca a Kellan. Un encanto, ¿verdad?

Pasando a los chicos, por si lo dudáis, aquí el protagonista es Kellan y eso lo sabemos desde el principio. No hay ninguna duda de que acabará con él. Reúne el combo básico de vocalista de una banda de rock, guaperas, ligón y pasado trágico. Es Sakuya, de Kaikan Phrase, e incluso sus pasados trágicos tienen cierto parecido. La autora se esfuerza y mucho porque nos enamoremos de él y de su perfección a través de los ojos de Kiera pero, aunque al principio podía resultarme atractivo, según avanza el libro no he podido evitar despreciarle también a él. Traiciona a su mejor amigo una y otra vez, es otro cobarde incapaz de hablar claro mintiendo cada vez que abre la boca, tiene un punto violento en que no acepta un "no" o un "basta" (sí, casi viola a Kiera y encima ello lo justifica porque aunque su boca decía que no, su cuerpo decía que sí), llama p*ta a Kiera y trata a las demás mujeres como objetos. Pobrecito él, que busca cariño y sólo lo quieren por su cuerpo. Ni que se hubiese molestado en intentar conocer a alguna de las chicas con las que se acostó. Joder, se enamora de Kiera porque le dio tiempo a conocerla un poco antes de acostarse con ella. Que me lo vendan como quieran, es un miserable y, mira, por ahí hace la pareja perfecta con la traidora de Kiera, quien por cierto también se pasó las negativas de él a tener sexo por el arco del triunfo en cierta ocasión. Un romance tóxico, sin más.

Y queda Denny, el pobre desgraciado al que apuñalan por la espalda una y otra vez las dos personas que más quiere. Sus rasgos definitorios son ser australiano, lo que al parecer le marca mucho el acento, y su "sonrisa despistada". La autora hace con él un "de bueno que es, es tonto". Y ahí su pega. Es demasiado ingenuo y está demasiado ciego. No resulta creíble, me temo, que no se oliese la tostada mucho antes. Encima, para que le podamos odiar un poco a él también, cuando lo descubre todo entra en modo berserker y está a punto de cargarse a Kellan a golpes y a Kiera por interponerse en una patada dirigida al otro. Y todavía tiene que dar gracias de que no le denunciasen a la policía. 

Al menos, lo cierto es que los secundarios, para el poco peso que tienen, no están mal. Jenny, compañera camarera de Kiera, es quizás el único personaje con dos dedos de frente y demuestra estar hasta el higo de sus bandazos e indecisión así como de tener que sacarle las castañas del fuego en más de un momento. Yo habría aguantado mucho menos a esa idiota. Luego están los miembros de la banda, que podrían haber tenido un peso algo mayor, aportando algo, pero no. Evan parece el más maduro y sensato y es de lo poco salvable junto a Jenny. Luego está Matt, que no aporta nada. Y queda el que más destaca, Griffin, pero por ser el más odioso: un salido asqueroso (casi al principio del libro presume de haber metido su botellín de cerveza -juro que no sé si era literal o una metáfora de sus partes- a una chica que iba muy borracha... en serio, y nadie le recrimina nada *vomito*). Y Kiera, que le odia por ser un cerdo, con tal de que su hermana Anna no se fije en Kellan, le habla bien de él. Que Anna es la versión femenina de Griffin, pero no me veo yo empujando a alguien a quien quiero hacia un ser despreciable. Pero Kiera es así, una egoísta insoportable. Y ya, ahí se acaba el elenco. ¿Pero no va Kiera a la universidad? ¿Es que allí no hace ninguna amistad? JA! No. Sólo se mencionan chicas que se le acercan para preguntarle por Kellan. Ni trabajos en grupo que la obligasen a socializar, ni grupos de estudio... Nada.

Este maldito libro debería haber terminado con Kiera sola. Ni al final es capaz de elegir con quién quiere estar, se pasa el libro como en un partido de tenis girando la cabeza de un lado a otro. Es una inmadura incapaz de dar un paso. Ni se sincera con Denny antes de que les pille, ni es capaz de mantenerse alejada de Kellan (lo del "flirteo casto" que se llevan en cierto tramo del libro es un insulto a la inteligencia). Al final, la decisión la toman los chicos por ella. Qué inutilidad de personaje. Y encima se describe a sí misma como una pobre chica inocente con su corazón dividido que sufre mucho cuando es el egoísmo personificado. No es que su corazón esté dividido, es que no tiene. Sólo tiene hormonas revolucionadas por el lado de Kellan y deseo de mantener la seguridad y tranquilidad que le aporta Denny. En el fondo le da igual lo que sufran los chicos, por ella habría seguido con ambos al mismo tiempo hasta el final de los días.

Un detalle negativo extra es que en ningún momento se dice que toman medidas de protección durante el sexo. Kiera se acuesta con los dos y Kellan a su vez también se acuesta con otras muchas mujeres durante un tiempo. Es un milagro que la muy idiota no se quedara embarazada de uno, del otro o de los dos (es médicamente posible) o que no acabasen todos con enfermedades de transmisión sexual. Todo bien en esta joya de libro.

¿Y qué decir de la narración? ¿Hace falta que diga algo? Las escenas de sexo están bien narradas, el resto no vale dos duros. Escritura pobre, falta de recursos, nula originalidad, ninguna chispa especial... Sólo le reconozco haber sido capaz de estirar tanto un chicle que no daba de sí para 600 páginas. Tiene mérito, la verdad. Bueno, y más mérito tiene seguir estirando el chicle con dos continuaciones, retellings y spin-off.

En definitiva, un libro horrible por su protagonista femenina, por ignorar la gravedad de hechos como intentos de violación o de asesinato, por aburrido, por un elenco unidimensional y por previsible. Carece de tensión real y de un mínimo de profundización. De verdad que me he hinchado a leer reseñas y todas lo ponen de maravilla salvo un puñado de comentarios en Goodreads (me quedo con éste). Entiendo el concepto de placer culpable y para mucha gente este libro entrará en esa categoría, pero para mí ha sido una completa tortura.

2 comentarios:

  1. Hum, no sé, te noto cierto sentimiento de animadversión ante esta novela... ;P

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    1. Qué perspicaz XD Pues sí, que han sido 600 páginas de tortura. Quizás condensado no habría sido tan horrible y hasta habría ganado algún punto. Pero noooo, la autora lo tenía que estirar y estirar. ARGH!

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